domingo, 14 de diciembre de 2025

“A PREPARARSE…”

 

El año pasado en la novena del Niño Dios en la parroquia se nos preguntaba: “¿Qué le quieres pedir al Niño Dios?”. Me costó encontrar la respuesta, llegó una mañana según desperté al cuestionarme qué le podría pedir yo a quien todo me lo da. Así que mi petición particular desde entonces es: “Que acoja todo Tu Amor".

En aquellos días, llegó a la librería un nacimiento con dos Niños Jesús en su cunita y yo me llevé uno para casa. Desde entonces permanece en mi mesilla-oratorio y me recuerda mi petición y para qué ha venido a mi.

Va a llegar otra vez Navidad. Al principio del Adviento se nos invitó en la parroquia a poner en casa la cuna vacía. Mi primera reacción fue: “No entiendo”. “Mi cuna no está vacía, Él vive en mí”. Esa noche me quedé mirando a mi Niño y me dio risa porque pensé y le dije a Jesús: “Si es que aunque quiera no te puedo despegar de la cuna” (cuna y Niño son una sola pieza). Así que… mi cuna-vida ni está, ni quiero que esté vacía porque ya hay un “personajito” que la ha ocupado y así deseo que siga siendo.

Para mi este tiempo sí que es una preparación-invitación a estar más atenta porque ese Dios que vive fuera y dentro de mi, no se cansa de hablarme con y sin palabras, con hechos y con gestos.

Es una preparación-invitación no solo a estar más presente, sino a descubrir su Presencia en cada momento y a vivir consciente de esa Presencia.

Es una preparación-invitación a acoger su amor. Que no encuentre mi corazón cerrado, bloqueado, ocupado o distraído en otras cosas.