viernes, 29 de julio de 2022

“EN TUS MANOS”

 


La historia de la vasija de barro y el alfarero también es conocida por todos. Cada uno le damos una interpretación según el momento. Yo hoy me quedo conque vasija soy y no me preocupa tanto el tamaño, la utilidad o la belleza… lo principal es que estoy y me sé en las mejores manos, en Sus Manos. Confieso que esto aquieta mi corazón y aviva mi confianza y mi esperanza.

¿Qué más da si soy llamativa o paso desapercibida? ¿Qué importa si me consideran o no valiosa?

Para todo artista su obra es “lo más”. Todo artista ama su obra, la obra de sus manos, aunque no se entienda, o sea criticada, o no la valoren, o sea rechazada, o incluso ridiculizada.

Cuando nos olvidamos de nuestro Artista, nuestro Creador, nuestro Alfarero… de las manos que nos sostienen… del Misterio que nos envuelve y nos habita… aparecen las angustias, las preocupaciones, las inquietudes.

¿Qué es la creación sin su Creador?

¿Qué es la obra sin su Artista?

El Creador, el Artista, el Alfarero… ama su obra y por eso la sostiene, la cuida y le da forma con sus manos

Gracias por tenerme en Tus Manos

jueves, 28 de julio de 2022

"Y AHORA… EL CORAZÓN INQUIETO”

 

Anoche resonó una frase en mi corazón que la he leído y escuchado muchas veces. “Nos hiciste para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”. San Agustín. Me habló de forma distinta, de la quietud o inquietud interior como criterio de discernimiento para descubrir que es aquello para lo que nuestro corazón está hecho.

Muchas veces el corazón está inquieto porque pone su foco de atención en la actividad, en las distracciones, en terminar pronto o hacerlo todo perfecto, en las preocupaciones o problemas, en responder a la voluntad de Dios…

Cada uno sabe qué provoca que su corazón esté inquieto.

  • ¿Son los demás, la sociedad, las cosas, los acontecimientos, el lugar, el trabajo, la situación económica…los responsables de mi falta de quietud?. 
  • ¿A dónde necesito ir o qué necesito hacer para que mi corazón se aquiete?
  • ¿Qué debo conquistar, tener, para que mi corazón descanse?

"Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso". Mateo 11, 28

"Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.". Lucas 10, 41-42

La quietud no entendida como estar sin hacer nada o de brazos cruzados, sino experimentada al saberse y sentirse dentro de un Misterio y a la vez habitado por Él. Un Misterio que transforma la mirada y la vida, que invita a la confianza y a la esperanza, que acoge, abraza y sostiene, que acepta y ama incondicionalmente.

Se puede estar haciendo y sirviendo en obras muy santas, o dedicar largos ratos a la oración y a los rezos pero ello no determinará la quietud o inquietud del corazón.

Tal vez esto parezca un trabalenguas, sé lo que quiero decir pero no sé si termino de explicarme. En el fondo es un Misterio y como tal no hay palabras que puedan describirlo. 

No hay que correr, caer en el activismo, angustiarnos por la falta de éxito, demostrar algo a alguien… Nuestro corazón solo descansa en ese Misterio y a eso estamos invitados.

viernes, 22 de julio de 2022

“EL CORAZÓN EMBOTADO”

 

“Oirás sin entender, mirarás sin ver, porque está embotado el corazón”. Mateo 13, 10-17

¡Cuántas veces nos sucede!. Ponemos el piloto automático y no somos conscientes de Su Presencia, de lo que nos dice en lo que nos sucede, en lo que hacemos…

El corazón puede estar embotado de muchas cosas: Proyectos, preocupaciones, inquietudes, rencores, quejas, enojos, apegos, trabajo, tristeza, odio, deseos…Cuánto más lleno de todo “eso” menos espacio para Él, menos capacidad de descubrirle

Y es que para poder entender, ver, es necesario vaciar el corazón. Pedimos milagros pero nos resistimos a soltar todo aquello que los está impidiendo

Embotado el corazón no nos damos la oportunidad de abrirnos a la novedad, a la sorpresa… de ser libres, de ser felices

El tan de moda “estrés” no es sino la consecuencia de tener lleno el corazón  de todo aquello que roba paz y libertad

Difícilmente se puede producir el encuentro con el Señor si nuestro corazón está embotado pero también es cierto que para Él nada hay imposible. Tras la muerte de Jesús, el corazón de María Magdalena estaba lleno (embotado) de tristeza, dolor, incomprensión, impotencia, frustración, tal vez rabia… pero todo eso no fue impedimento para que se produjera el encuentro. El Señor puede vencer todas esas barreras y trabas que ponemos para encontrarse con nosotros si así es nuestro deseo

Un encuentro que es capaz de transformar la desolación en consolación

Un encuentro que abre los oídos, que cambia la mirada, que despierta el entendimiento

Un encuentro que reaviva la esperanza, pone en camino y empuja a la misión

En definitiva: Un encuentro que produce un despertar dando un nuevo sentido a la vida

¿Cómo está tu corazón?

¿Crees que Él quiere encontrarse contigo y es posible “a pesar de…”?

Hoy puede ser el día

domingo, 17 de julio de 2022

“QUEREMOS UN MILAGRO”

 


“Danos una señal”, “Queremos un milagro tuyo”… Puede que como en aquel entonces, también exijamos a nuestro “dios” particular aquello que queremos o creemos necesitar. Como si su Palabra, su Presencia en los otros, en la comunidad, en los acontecimientos y en los Sacramentos no fueran suficiente señal o milagro

Quizás no es una señal lo que realmente ocupamos sino estar más atentos a lo que vemos, escuchamos, vivimos… porque este Dios en el que creemos, este Jesús a quien hemos conocido:

  • No es historia pasada, es presente, es Presencia real hoy, aquí y ahora…
  • No es una idea, es Alguien

Danos Señor, no una señal ni un milagro, sino:

  • La capacidad de leer y discernir todo lo que nos pasa
  • El don de poderte ver y encontrar en todo, incluso en las situaciones más adversas
  • La confianza de sabernos en buenas manos aunque a veces no entendamos tus formas o caminos

¿Hay mayor señal o milagro que el amor’

  • La señal, demandada y esperada, es el amor
  • El milagro:

    • Solo es posible si hay amor
    • Eres tú cuando vives, orientas tu vida, tomas decisiones, te relacionas con otros, desde el amor

¿Somos capaces de reconocer el amor que nos rodea y nos habita?

Donde hay amor está Dios

Lo que nos habla de amor es de Dios

“SÓLO UNA COSA ES IMPORTANTE”

 

Hoy quiero hablar de Blanca. Trabaja siempre en la calle vigilando que los carros están parqueados el tiempo que han pagado por ocupar el espacio. En caso de que el conductor no llegue a la hora le espera una multa. A eso se dedica aguantando las inclemencias del tiempo (bajo cero, heladas, nieve, lluvia… y en tiempo de verano los más de 40 grados), y ¡Cómo no! También alguno que otro que le pone mala cara o le dice cosas desagradables al encontrarse la “recetita”. Con todo esto voy a lo siguiente: Blanca confiesa ser feliz, gustarle su trabajo, sus compañeros le cuestionan, algunos incluso le decían al principio que no iba a durar mucho


El Evangelio de este día habla de Marta y María y me acordé de Blanca y algo que me comentó un día. Ha estudiado T. Social y Psicología y pone en práctica sus conocimientos además de sus dones y cualidades personales en su estar en el trabajo. Observa como la gente corre de un lado para otro. Ella tiene asignada una zona y ahí pasa toda la jornada. Escucha, mira… va a otro ritmo… contempla… y en medio de todo ayuda a un montón de gente. Lo digo no tanto por lo que me ha contado sino porque yo también he sido testigo de ello. Como no tiene prisa ni tiene que ir a ninguna parte se da su tiempo para estar donde está, para compartir con la gente, orienta al que anda perdido, escucha a quien tiene problemas

La invitación de Jesús a ir a otro ritmo, a centrar nuestra vida en lo que realmente es importante, a no andar angustiados ni agobiados… no pueden ser palabras huecas. Se hacen realidad en la medida que le ponemos a Él en el centro y organizamos nuestra vida no según los criterios que pauta la sociedad, no en función de lo que hace la mayoría, no en base a lo que esperan de nosotros

La vida es un rato, somos seres finitos. ¿Para qué tanto afán, tanto correr, tanto agobiarse, tanto querer conquistar? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué queremos?

Solo una cosa es necesaria

“La humanidad, ocupada en muchas cosas como Marta, pierde de vista a Jesús… carece de tiempo… se convierten en adoradores de esa religión que es el estar atareado… pero detente, mira al Señor, toma el Evangelio, escucha su Palabra, abre tu corazón” (Papa Francisco)

“ES MEJOR HACER MENOS COSAS Y HACER MEJOR CADA COSA”

sábado, 2 de julio de 2022

“¿POR QUÉ NOS CONFORMAMOS CON CARAMELOS PUDIENDO DISFRUTAR DE UN GRAN BANQUETE?”

 Llega el verano y con él las vacaciones, las fiestas en los pueblos, las comidas y meriendas en el campo… Cuando pase el verano volveremos a poner nuestra mirada en el siguiente año y así se nos va la vida, queriendo raptar momentos, ratitos de felicidad que terminan escapándose entre los dedos y nos dejan tan solo con recuerdos que a medida que pasa el tiempo se hacen más vagos y difusos.

Si mi felicidad depende de lo que tengo (cosas, habilidades, personas, trabajo, salud, casa, éxito, seguidores en las redes, cualidades…) ¿Soy consciente de que mañana puedo no tenerlo? ¿Cómo me sentiré entonces?

Si mi felicidad depende de lo que deseo ¿Cuánta energía necesito invertir para conseguir “eso”? ¿Y si a pesar de todo el esfuerzo nunca lo logro?. Y si lo llego a poseer ¿realmente seré feliz?

Despertemos de este mal sueño en el que nuestra felicidad se apoya en lo terreno porque no dejará de ser eso: “Tan solo un sueño pasajero que duró un instante comparado con toda la eternidad”

Somos humanos y nuestra visión muy cortita. Nos aferramos a todo lo que es tangible o al menos posible y nos contentamos con esos pequeños caramelos cuando en realidad somos invitados a disfrutar del gran banquete que da verdadera y auténtica felicidad. Somos llamados a una mesa en la que cabemos todos, en la que nunca falta la comida y el buen vino, en la que siempre hay motivo para celebrar y alegrarse porque el anfitrión está presente. Necesitamos para esto: Extender la mirada, ver más allá de lo que nuestros ojos físicos captan o de lo que nuestro limitado cerebro es capaz de comprender

Podemos sentir la exclusión, el rechazo, la indiferencia, el desprecio, la crítica, la burla, la incomprensión… de otros, de la sociedad… pero hay un banquete en el que siempre tendremos espacio si decidimos participar de él, en el que Alguien nos espera deseando dárnoslo TODO. Podemos no tener “eso”, no lograr “aquello”… tal vez no lo necesitamos, no nos conviene… porque se nos quiere dar algo mucho mayor, más grande.

¿De qué nos sirve tener todas las riquezas y bienes en este mundo si nos perdemos la oportunidad de disfrutar de este banquete? Todas esas pequeñas cosas juntas serían como un granito de arena en la inmensidad del desierto. ¿Por qué pudiendo tenerlo TODO nos aferramos a ese poquito como si de ello dependiera nuestra felicidad? ¿Y si hoy se nos pidiera la vida de qué serviría todo eso que contamos en nuestro haber?