sábado, 29 de junio de 2019

"¿CERTEZAS O CONFIANZA?"



Los discípulos de Jesús creyeron entenderlo todo, conocer a Jesús… pero éste les advirtió asegurándoles que le dejarían solo en la dificultad.


Nos puede pasar lo de los discípulos: creemos, sabemos, conocemos… pero nos falta lo más importante: la experiencia de Dios y la confianza en Él
Ya lo decía San Ignacio: “No el mucho saber harta y satisface el alma, sino el gustar de las cosas internamente”. Tratamos de llenarnos de conocimiento, queremos tener certezas, encontrar respuestas a nuestras dudas de fe, poseer la verdad… y nos perdemos. Lo advirtió Jesús: “¿De qué nos sirven las certezas cuando en las pruebas y dificultades huimos de Dios, nos alejamos, nos enojamos con Él…?”. Tal vez es en esos momentos cuando todas nuestras certezas se desvanecen y palpamos más íntimamente nuestra realidad de seres frágiles y vulnerables.

Jesús tenía certezas, pero poseía algo de mayor valor: “La confianza en su Padre”. Si solo hubiera contado con las certezas, hubiera sucumbido en la prueba final

Centrémonos más en “abandonarnos y confiar en el Padre” y no perdamos tanto el tiempo en querer entender un Misterio que escapa a nuestro entendimiento. Sólo así podremos permanecer y ser fieles hasta el final.

miércoles, 26 de junio de 2019

"¿QUÉ QUIERE DIOS DE MÍ?"


Muchos son los que se preguntan una y otra vez: “¿Qué quiere Dios de mí?”. Tal vez eres un@ de ell@s. Sientes que los años van pasando y no tienes claro si estás respondiendo con tu vida a la voluntad de Dios, si estás haciendo realidad el sueño para el cual Dios te creó

Al pensar en lo que Dios quiere, en su voluntad, podemos imaginar cosas grandes, vistosas, llamativas, visibles y alabables a los ojos de los otros… La voluntad de Dios se reduce en una palabra, en un verbo que lleva a la acción: “Amar”… Ya lo dijo Jesús: “Ámense”


Si nos consideramos cristianos no podemos quedarnos de brazos cruzados mirando al cielo y rezando mientras esperamos que un “dios” resuelva nuestros problemas o actúe en situaciones en las que somos nosotros quienes tenemos que pronunciarnos
San Ignacio invita a preguntarse, mirando al crucificado: ¿Qué he hecho… qué hago… qué puedo hacer por Cristo?
No se trata de inventar hacer algo o asumir un compromiso sin el debido discernimiento y fruto de un impulso o como respuesta a un “dios” que me exige hacer, sacrificios, méritos… Todos vivimos insertos en una realidad y es en esa realidad donde tenemos que hacer la voluntad de Dios: “Ámense”

Abramos nuestros ojos, oídos y corazón para detectar a los crucificados de este mundo y poder responder con generosidad al mandamiento del Amor.

sábado, 22 de junio de 2019

"¿QUÉ TE IMPIDE AMAR COMO EL TE AMA?"



¿Qué obstáculos o resistencias hay en tu vida a amar? ¿Alguna vez te lo has preguntado? ¿El miedo, el orgullo, la soberbia, tu propia imagen, tus heridas, el rencor, las preocupaciones, los prejuicios, la comodidad…?

Tal vez te afanas en hacer muchas cosas… y además cosas buenas y santas… y quizás eres admirad@, aplaudid@ por tu buen y tanto hacer pero… ¿qué nota te pones en el amor?. Porque ¿de qué te sirve hacer y hacer y estar todo el día haciendo hasta caer agotad@ si el amor estuvo ausente en tu vida?


En una sociedad en la que se valora más el hacer y el ser productivo… el valor del amor y del ser queda olvidado. Y podemos dejarnos llevar por la tentación del rendir, a la vez que descuidamos lo más importante

¿De qué sirve cosechar premios, títulos, aplausos, halagos… si no amé?
¡Qué vacías nuestras acciones cuando no nacen del amor sino de una búsqueda de satisfacción de nuestras necesidades!
¿De qué sirve afanarse en el hacer si nuestras vidas siguen huecas?
¿Por qué no nos preocupamos más por amar… por qué no atendemos la calidad y calidez de nuestras relaciones con aquellos con quienes compartimos a lo largo del día?
¿Qué nota podríamos ponernos en respeto al otro, capacidad de escucha, aceptación, generosidad, compasión, misericordia...?

La materia más importante y a la vez más olvidada es la del AMOR. ¿A qué esperamos para hacerla el centro de nuestra vida?

Hoy nos da otra vez la vida… el ayer ya pasó… Un día más para poder amar. No perdamos más tiempo y hagamos realidad el sueño de Dios para el cual nos creó… “AMAR COMO ÉL NOS AMÓ Y NOS SIGUE AMANDO”

martes, 18 de junio de 2019

Una "nada" sostenida por un "TODO"


Hay momentos, circunstancias o experiencias en la vida, en los que tocamos fondo, en los que experimentamos nuestra fragilidad y debilidad, en los que somos conscientes de nuestra humanidad


El pecado, una enfermedad grave, un accidente, una amenaza, sufrir los efectos de una catástrofe natural, la pérdida de un trabajo o de la casa, un acontecimiento trágico en la vida de un ser querido… nos ponen en contacto muy estrecho con nuestra finitud
Vernos y vivirnos en cualquiera de las situaciones enumeradas puede facilitarnos el encuentro con Dios. En ese “darnos cuenta” de nuestra “nada”:
  • podemos reconocer al “TODO” que alienta, sostiene y nos da vida
  • podemos dejar de creernos autosuficientes para sentir la necesidad de Él y reconocer su obra en nosotros
  • podemos dejar de creernos indispensables y ser conscientes de que Él continuará su obra con o sin nosotros
  • podemos dejar de vernos y sentirnos el centro del universo para ponerle a Él en el centro
  • podemos dejar de mirarnos y comenzar a mirar la vida que se nos regala y la acción de Dios en todo/s
  • podemos dejarle ser y hacer
  • puede cumplirse su voluntad y no la nuestra

Mientras no nos encontremos con Él, nos creeremos autosuficientes. Y en ese creernos autosuficientes, seremos presos de la soberbia, el orgullo, la vanidad, la vanagloria, el miedo, la envidia, la codicia…

Danos la gracia de:
  • comprender esta realidad para que puedas continuar haciendo tu obra
  • experimentarnos una “nada” sostenida y habitada por un “TODO”
  • hacerte el centro de nuestra vida
  • encontrarnos contigo para poder vivir de manera plena y dichosa

AMEN

jueves, 13 de junio de 2019

"CONTIGO Y COMO TÚ"


¡Qué fácil decir que soy cristian@ pero qué difícil demostrarlo con el testimonio!
¡Qué fácil decir que amo al Señor pero qué difícil hacer su voluntad!

El amor a Dios y a los otros no puede ser solo afectivo sino que debe de ser también efectivo. Nos quedamos cortos si nuestro amor se limita a palabras y no se traduce en obras.
El verdadero amor a Dios, el verdadero seguimiento a Jesús se expresa en el “contigo y como Tú”… amor afectivo pero también efectivo.

El “contigo” es lo sencillo porque no compromete la vida… el “como tú” da vértigo porque supone salir del propio amor, querer e interés… supone elegir el camino estrecho… supone admitir los sufrimientos e incluso la cruz que se puedan derivar de ese “Sí”


A Pedro le costó entenderlo. El “contigo” le resultaba fácil pero no midió las consecuencias del “como Tú” hasta que negó a Jesús tres veces. Hasta ese momento Pedro estaba seguro de que iría con Jesús hasta el final aunque eso supusiera la muerte pero se confundió. Y es que cuando vienen las dificultades y las pruebas nos puede pasar lo mismo que a Pedro: nos dormimos, nos asustamos, negamos a Jesús e incluso huímos…

Ese “como Tú” solo es posible con la gracia de Dios. En la debilidad nos hace fuertes. Si confiamos en nuestras fuerzas sucumbiremos tarde o temprano. Nada podemos sin Su gracia

“Contigo y como tú”… pero danos tu amor y tu gracia porque humanamente es muy difícil seguirte y serte fiel hasta el final.

martes, 11 de junio de 2019

"LOS MISIONEROS SON DE CARNE Y HUESO"


Todos los años y desde muy pequeña, en la escuela y en la parroquia, escuchaba hablar de los misioneros. Me parecían personajes de ficción, seres de otro planeta. Y si mal no recuerdo, conocí a la primera misionera cuando ya tenía 18 años. Era una hermana Blanca que llevaba la mitad de su vida en África. Ese día volví a casa como flotando.

Ahora conozco a los misioneros y a la misión más de cerca… y nada que ver con lo que podemos imaginar cuando no conocemos. Siempre hay un gran abismo entre la ficción y la realidad.


Oraba tempranito con el evangelio del día, hoy fiesta de San Bernabé patrón de La Rioja. Jesús envía a los Doce: “No lleven….”.

Hay quienes alaban y quienes critican a los misioneros pero lo verdaderamente cierto es que todos dejan algo de gran valor para amar y servir a otros a los que ni siquiera conocen. Resonó en mi corazón hace unos meses esta frase: “El verdadero discípulo no es aquel que hace sino aquel que deja”…
En ese “dejar” su país, el misionero sufre: incomodidades, humillaciones, en ocasiones hambre, enfermedades producidas por la alimentación, la climatología del lugar, la lejanía de sus familiares, la delincuencia y violencia, el desgastarse y no ver frutos, el peso de la rutina,… y en algunos casos la persecución hasta morir.

No dudo de que habrá quienes estén en países en los que resultará muy gratificante y satisfactoria la labor que realizan pero estoy convencida de que la mayoría enfrentan dificultades en su día a día que solo una gracia especial les hace permanecer y no tirar la toalla

Hoy elevo una plegaria al Señor:
  • por todos aquellos misioneros que dejaron sus familias, su trabajo, comodidades, un futuro prometedor, seguridades…
  • por quienes viven en países de riesgo por guerra, violencia y delincuencia…
  • por los que sufren las adversidades de decir “Sí” al Señor…

Dales Señor tu amor y tu gracia para que puedan seguir haciendo realidad Tu Sueño y permanezcan fieles a Ti hasta el final.


sábado, 8 de junio de 2019

"¿QUÉ TAN FASTIDIOSO ES EL DIOS EN EL QUE CREO?"


¿Eres de los que tienen miedo a lo que Dios pueda pedirle? ¿Crees que el Dios de Jesús quiere fastidiarte o arruinar tu vida? ¿Cómo habría de pedirte algo malo o costoso o complicado, si te ama sin límites y solo quiere que seas feliz?


El Dios de Jesús no te va a pedir cosas imposibles o difíciles o que te puedan dañar… y si tuviera una misión especial para ti: te daría a través de su Espíritu lo que necesitas para realizarla
El Dios de Jesús propone, invita… y provee de los dones para responder a ese llamado.
El Dios de Jesús desea algo bueno para ti y te conduce a tener una vida plena y dichosa

¿Cuál es entonces el miedo a escuchar qué quiere?
¿Cuáles son los obstáculos y resistencias a hacer silencio en tu vida, a encontrarte con Él?
¿A qué te aferras o apegas como si fuese tu salvavidas cuando en realidad te hunde en tu miseria y te hace cimentar tu vida sobre arena?

El Dios de Jesús sabe mejor que tú qué es lo que necesitas y qué es lo que más te conviene
No temas… déjate hacer… déjale ser… sé libre de todo/s para que Él pueda hacer su obra… abandónate y confía… sólo así tendrás una vida plena y dichosa.

lunes, 3 de junio de 2019

"ÁMENSE COMO YO LOS HE AMADO"


En una sencilla frase se recoge toda la enseñanza y el deseo de Jesús para nuestra vida. Si realmente decimos creer en Dios y en Él, que no sea solo de palabra sino de hechos. Que se manifieste en el amor vivido y expresado a quienes comparten con nosotr@s y a quienes nos encontramos en el camino




“… como yo los he amado”… su amor fue y es incondicional, gratuito, no lleva cuentas del mal, es para todos, no excluye a nadie ni tiene preferencias…
  • Te ama y me ama sin reproches, sin reclamos
  • Nos mira con cariño, nos escucha con atención, conoce nuestras necesidades
  • Te acepta y me acepta con nuestras cualidades y defectos
  • Olvida nuestras faltas y nos da nuevas oportunidades porque solo Él sabe hacer nuevas todas las cosas
  • No lleva cuentas del mal
  • Vuelve a confiar en ti y en mi a pesar de nuestros errores, de nuestras caídas… a pesar de haberle cerrado la puerta de nuestro corazón a su amor
  • Nos sostiene
  • Está siempre presente en nuestras vidas, es un compañero fiel
  • Nos señala el camino que nos da plenitud
  • Nos moldea cuando se lo permitimos
  • Nos mira con ternura y compasión
  • Nos consuela en nuestras tristezas
  • Nos da esperanza en las pruebas
  • Nos impulsa a seguir caminando en nuestras desolaciones
  • Sigue confiando a pesar de haberle defraudado en numerosas ocasiones
  • Nos tiene paciencia… respeta nuestro proceso y nuestro ritmo de aprendizaje
  • Nos da el pan de cada día


Así nos ha amado y así nos sigue amando… a través de todo lo que nos rodea, de todo lo que acontece, de las personas que pone en nuestro camino…

¿Cómo responder a tanto amor recibido e inmerecido? Amando a los otros como Él nos ama a nosotros. Abrámonos al amor de Dios para poder ser cauce y que otros también puedan experimentar su amor.