“OFRECE TODO A LOS PIES DE LA CRUZ”

 

En torno a Jesús crucificado se reunieron muchísimas personas. Unidas por un mismo acontecimiento pero motivadas por razones distintas y con emociones y sentimientos muy diversos.

• Unos llegaron con su dolor y su tristeza, con desesperanza, impotencia, frustración o incluso miedo. Jesús lo convirtió en consuelo y paz interior y posteriormente en alegría y fortaleza para seguir anunciando la Buena Noticia
• A otros les afloraba, en hechos, gestos y palabras: el odio, la ira, el orgullo, la satisfacción de creer hacer lo correcto… Y seguro que en más de uno aparecieron: las dudas, la culpa, el deseo de venganza… Todo eso quedó iluminado por el amor y la misericordia de Dios pero solo quienes se abrieron a recibirlo pudieron liberarse de sus cadenas y dar un nuevo sentido a sus vidas.

Cuando estés ante Jesús crucificado y no sepas qué decir, no digas nada, limítate a darle todo. No tengas miedo, te va a proveer de lo que necesitas. Ofrécele tu vida y ponla a sus pies con todo lo que en ella hay: lo que eres y tienes, lo que piensas y sientes, tu pasado y tu presente, tus luces y sombras. No retengas al
go, no te resistas… es una falsa ilusión creer que no tendrás vida plena si dejas “eso”.  ¿Acaso te pertenece algo?. No se puede llegar a ser mientras se retiene algo para sí.

Recuerda entregarle tu tristeza, tu miseria, tu pobreza, tu limitación, tu fragilidad, tus pecados, tu falta de caridad para con los otros y para ti, tus errores, tus fracasos… también tus éxitos, tus obras, tus cualidades... Hoy como entonces, todo esto puede ser iluminado y transformado: El corazón herido puede ser sanado, el corazón roto puede ser restaurado, y el corazón endurecido puede recuperar su esencia original y ser compasivo y misericordioso. Ante la oportunidad de que todo sea abrazado por el amor y la misericordia de Dios ¿cuáles son los miedos o resistencias?. Entrégale todo… TODO. No tengas miedo, abandónate y confía.

https://youtu.be/eqfd-Ybt67I

“FELICES LOS SENCILLOS”

 

Felices los sencillos porque viven un día cada día, porque en la rutina aman, porque en todo te encuentran.

Felices los sencillos porque no se quiebran la cabeza pensando en el mañana, porque confían en tu Providencia

Felices los sencillos porque escuchan y leen los acontecimientos, y en ellos se dejan guiar por tu Espíritu

Felices los sencillos porque en el silencio y la oración se llenan de tu Amor

La sabiduría de los sencillos es una invitación al abandono y a la confianza en Dios, a estar inmersos y sumergidos en el presente, conscientes de una Presencia que todo lo habita y envuelve.

“ES POSIBLE SALIR DEL POZO”

 

Me duele ver cómo cada vez hay más gente padeciendo de depresión. Los avances a todos los niveles se suceden de manera vertiginosa, el progreso no se detiene, pero con todo ello aumentan las necesidades y se va haciendo mayor el vacío del ser humano. Contamos por cientos o miles los amigos y seguidores en las redes pero nos falta el abrazo y la cercanía de alguien que nos quiera y acepte incondicionalmente. Una de las consecuencias: El peligro de hundirnos poco a poco en un pozo en el que muchos, en estos momentos, no son capaces de ver dónde está la salida

No soy experta, ni profesional, ni tengo mucho conocimiento en esta área pero me preocupa. Y por eso voy a hablar desde lo que creo y pienso, confiando y deseando que sea para mayor gloria de Dios. A mí la depresión me habla de una tristeza profunda, y a su vez esa tristeza profunda me habla de falta de amor. Quizás la persona es amada pero no lo siente así, tal vez haya perdido personas cercanas y con ellas el amor que le reportaban, a lo mejor ha sufrido rechazo, falta de valoración, humillaciones… Puede ser también falta de amor hacia sí misma (culpabilización, autorechazo, autocrítica… por pérdidas experimentadas)

Propongo con todo esto un camino para procesar esas pérdidas:

1.- ¿Qué es lo que realmente me duele, lo que provoca en mí esa tristeza profunda? “Solo la verdad nos hará libres”. Dejemos a un lado los miedos y enfrentemos nuestra realidad

2.- No culpabilizarme si los demás no me quieren amar, si no me aceptan, si no me tienen en cuenta, si no me valoran… Ellos son libres y no tienen ninguna obligación para conmigo.

3.- Aceptar que en mí hay una necesidad muy grande de amor

4.- Mirarme con compasión y ternura pues soy una persona valiosa, digna y merecedora de ser amada.

5.- Abajarme y reconocer que solo Dios puede calmar mi hambre y sed de amor.

Juan 4, 10 "Jesús le dijo: «Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría.»"
No andar mendigando amor cuando tengo a mi alcance todo el que puede saciarme.

6.- Presentar ante Dios el dolor provocado por la falta de amor. Ofrecerle al pie de la cruz mi sufrimiento y Él lo transformará en consuelo y paz interior.

7.- Abrirme, acoger y dejarme abrazar por el Amor

 

Y volverá a amanecer

Y podré proclamar con/como María que el poderoso ha hecho obras grandes por mí

Y experimentaré la resurrección en mi vida

https://youtu.be/M9Mo6U4ggUs

“NO TODO SE VALE”

 

¡Cuidado con el autoengaño! Bajo la creencia de “un Dios que me ama” puedo:

• Hacer de “mi capa un sayo” y deshacer a mi antojo.
• Tomar decisiones tomando como único criterio: mi propio capricho, querer e interés.
• Mantener conductas o hábitos dañinos para otros e incluso para mí.
• “Relajarme” y volverme tibi@, perezos@, cómod@... y justificar mi alejamiento con mis quehaceres, compromisos, ocupaciones.

¡Cuidado con el autoengaño!. No todo se vale. 

Creer que Dios me ama
no me da poder para dejarme llevar por sentimientos negativos albergados en mi corazón, tampoco para dirigir mi vida a mi antojo sin tener en cuenta la repercusión en los otros

Creer que Dios me ama, y conformarme con eso, no me garantiza que experimente su amor a menos que lo desee, que persevere en la búsqueda, que sea fiel y ponga los medios para encontrarme con Él.

No es Él quien retira su amor ya nos lo dijo San Pablo: “Nada nos separará del amor de Dios”. Somos nosotros los que, con nuestras decisiones, elegimos permanecer o alejarnos de ese amor. Y es que Dios no va a dejar de amarme pero en la medida que me voy apartando, mi alma se va sintiendo más seca, más vacía. Lo sé, lo justifico y puede que hasta me duela cuando estoy  en silencio conmigo pero, ¿qué hago por salir de mi autoengaño?.

https://youtu.be/Ef7jfonqunc

“¡CUIDADO CON LAS MAL LLAMADAS “AMISTADES”!”

 

Santa Teresa de Jesús nos advierte respecto a aquellas mal llamadas “amistades” que en realidad son apegos y lejos de acercarnos a Dios nos alejan de Él. El apego se da cuando una persona intenta controlar a la otra a través de las emociones. El mal espíritu siempre está al acecho y puede aprovecharse de cualquier persona, por muy buena que parezca, para seducirnos y tentarnos con el objetivo de enredarnos y hacernos caer.

Solo hay un camino si no queremos que nuestra alma se pierda: evitar, alejarnos, cortar de manera tajante. Y ante esto tal vez surgen los escrúpulos: “¡Qué poca caridad!”, “¡Qué poca compasión con esas personas!”, “¡Eso no me parece cristiano!”, “¿Qué va a pensar Dios de mí?”... O tal vez tus justificaciones: “Qué exageración, no es para tanto”, “Por un rato que esté con esa persona no va a pasar nada”, “¿Y qué va a pensar si me alejo?”, “¿Cómo me voy a apartar si le quiero?”, “Perdería muchos favores”… Santa Teresa dice que tales apegos deben romperse radicalmente y no lentamente, con independencia de quien sea, pues es muy difícil romper estos apegos lentamente

Está en juego tu salvación, tu vida.

Está en peligro tu alma, tu paz interior

“Tenía yo de gran liviandad y ceguedad, que me parecía virtud ser agradecida y tener ley a quien me quería. ¡Maldita sea tal ley, que se extiende hasta ser contra la de Dios!. Es un desatino que se usa en el mundo, que me desatina; que debemos todo el bien que nos hacen a Dios, y tenemos como virtud, aunque sea ir contra Él, no quebrantar esta amistad. ¡Oh ceguedad del mundo! (Libro de la Vida 5,4).

“Miren que va mucho en esto, que es cosa peligrosa y un infierno y daño para todas” (CV 4,15)

“No nos dejes caer en la tentación” decimos en el padre nuestro. Y el Señor nos ayuda a ver con claridad nuestras tentaciones, pone los medios para que las enfrentemos pero quienes hacemos alianza con el mal espíritu o con Él somos nosotros. No va a hacer por ti lo que te corresponde. Te dio libertad para elegir. Tú decides: ¿El Amor o el apego?

https://youtu.be/IseHXROj8Wk

“LA VIDA DE NADIE”

 

Este es el título de una película que relata una historia real que puede ser la de muchos en estos momentos. El protagonista es un hombre aparentemente bien situado, con un familia y un trabajo de envidiar. Ha estudiado económicas, trabaja en el Banco de España, tiene una gran habilidad como analista de inversiones… pero es un mentiroso compulsivo y su vida está basada en una farsa. La situación se va haciendo insostenible hasta que se descubre todo y el protagonista tiene que enfrentarse a lo que es y a que, en realidad, no es nadie

¿Qué puede llevar a la persona a vivir una vida que lejos de hacerle feliz le hace sufrir? ¿Heridas no sanadas? ¿Necesidades no satisfechas?

¿Qué conflictos internos, qué miedos, qué desazón y angustia, acompañan a quién vive una mentira?

Dar una imagen ante los demás que no se corresponde con lo que realmente se desea o se siente es agotador, es un derroche de energía que resulta desperdiciada y que destruye y mina poco a poco.

Lo ideal es que quien lo sufre reconozca el dolor y la desintegración que le produce mantener en el tiempo una situación así para poder romper con ello, soltar, salir. Desde luego que si no se dispone de herramientas suficientes se hace necesario buscar ayuda profesional

Y si conocemos a alguien que esté pasando por algo así: no juzgar ni señalar (¿acaso los juicios ayudan, liberan, provocan cambios, benefician?) pero tampoco aceptar comportamientos, actitudes o acciones dañinos para la persona o para terceros, porque esto tampoco transforma. Desde lo que le queremos, expresar nuestro amor, que sepa que estamos ahí y ofrecernos por si nos necesita.

El amor desarma, transforma, libera. El amor todo lo puede

https://youtu.be/L8bOOn16txk

“¿AMOR PROPIO O AMOR VERDADERO?”

 

¿Desde dónde te vives, desde dónde haces lo que haces: desde el amor propio o desde el amor verdadero que eres?

Vives desde el amor propio: Cuando en ti surgen sentimientos como la envidia, el odio, el rencor… Cuando te dejas llevar por el deseo de venganza, la ira, el miedo… Cuando no aceptas a los otros tal y como son, juzgas, no eres paciente, quieres imponer tus ideas o controlarlo todo… Cuando te proteges, huyes o atacas a los otros…

El amor propio es tu carcelero, es la identidad que te has ido forjando y que no corresponde con tu verdadera identidad. Tu corazón está preso, es esclavo, no puede amar. Pero hay una salida, es posible la libertad, cuando se acepta, se acoge y se empieza a entablar una relación con ese carcelero. Solo el amor convierte y transforma. No se trata de eliminar al carcelero, lo que buscamos es que nos abra la puerta, salir para poder vivir desde nuestra verdadera esencia, desde lo que somos realmente: Amor perfecto

El amor verdadero es capaz de salir de la zona de confort, no juzga, perdona todo, mira con compasión y ternura al otro, ora incluso por quienes desean el mal o dañan, no es exclusivo, se da sin medida, bendice a los perseguidores, no lleva cuentas, es paciente…

Tal vez nos hemos acostumbrado a vivir desde el amor propio y nos da miedo que se abra la puerta porque no sabemos qué puede pasar. La realidad es que el amor verdadero nunca resulta herido. Quien sufre es el amor propio ante: comentarios o actitudes de otros, situaciones que acontecen, fracasos, caídas…

Jesús dice: “Ánimo. Soy Yo. No temas”. Se acerca porque le importas, porque te quiere feliz. En este proceso te acompaña. Descubrir y acoger tu propia verdad te hará libre. Abandónate y confía.

https://youtu.be/kKBurlE1s2I

“¿QUÉ OFRECES TÚ?”

 

Es muy fácil pedir aquello que necesitamos y no implicarnos. Es muy cómodo eludir nuestra responsabilidad y la delegarla en aquel a quien solicitamos aquello que deseamos

Lo mismo sucede en la oración a la hora de presentar nuestras peticiones. ¿Te comprometes en aquello que pides, pones de tu parte, o esperas el milagro de brazos cruzados? ¿Oras a un Dios que está contigo, que te apoya, te ama y te provee de lo que te conviene o a un “dios mago” que satisfaga tus intereses o quereres?

A Jesús le sigue una gran multitud, quiere que todos coman porque están cansados y tienen hambre. Un muchacho tiene cinco panes de cebada y dos peces. Todos acaban saciados y sobra alimento.

Pide en tu oración pero con la humildad de quien se siente pequeño, dependiente y necesitado.

Pide con la confianza de que el Señor, por el amor que te tiene, es el primer interesado en tu felicidad

Pide ofreciendo lo que eres y tienes y el Señor lo multiplicará.

Sé generos@, entrega tu vida y el milagro se dará

https://youtu.be/CoHUKlUoMIc

“TE AMA TANTO QUE TE REGALA LO QUE MÁS QUIERE”

 

La Palabra de Dios, como dice un buen amigo y hermano, es Palabra Viva porque nos habla a cada uno personalmente. La misma lectura no nos dice lo mismo hoy que hace un año porque hemos cambiado. Tampoco a la vecina le dice lo mismo porque nuestra historia, realidad o circunstancias son distintas.

Al hilo de esto quiero contarte algo que ayer mi hizo sonreír. Yo ya había tenido mi tiempo de encuentro personal con el Señor a través de su Palabra y me había dejado muy consolada. En la breve homilía de dos minutos en la eucaristía a la que asistí, coincidí con el sacerdote en la frase que resonó en nuestro corazón: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que quien crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna”. Juan 3,16. A mí me parece un regalo de Dios. Que me entregue a su Hijo único y querido: me habla de su gran amor por mí, de lo especial que soy para Él… me muestra el camino a seguir para ser libre y feliz por medio de las actitudes, enseñanzas y forma de vivir, estar y relacionarse de Jesús. Ante esto lo primero que brota en mi es el  agradecimiento. Lo que me sorprendió fue que el sacerdote ante esta frase dijo dos veces: ¡Qué tragedia!. La segunda vez hizo más énfasis que la primera. Seguramente para él es una tragedia y algo le estaba diciendo el Señor por medio de esa interpretación. Yo solo me sonreí,  miré a Jesús en la cruz y pensaba: “Para mí es maravilloso”.

Hoy a ti también Dios te entrega a Jesús. ¿Qué trata de decirte? ¿Cómo lo interpretas?. ¿Tragedia, regalo, fastidio, pérdida de tiempo…?.  

¿Entregarías a alguien a quien amas mucho por salvar a otra persona que sabes que te va a fallar, negar, traicionar, abandonar, ignorar…? Él lo hizo por ti y por mí. ¿A qué te invita esto?

“PAZ PARA VOSOTROS”

 

Retiro de Pascua ofrecido por zoom.

Lucas 24, 3-48. Puntos de la oración

Domingo 11 de abril de 2021

 

1.- Jesús se presenta en medio de la rutina, de los quehaceres de cada día

Le buscamos desesperadamente y pensamos que en los lugares extraordinarios nos va a resultar más fácil descubrirle

Es en el trajín de cada día donde se hace presente pero el afán, las preocupaciones, las ocupaciones, nuestros miedos y angustias… nos impiden reconocerle en las cosas más sencillas.

Nos creemos con derecho a todo, que nos merecemos lo que tenemos por nuestro esfuerzo y lo buenas personas que somos, hablamos de suerte cuando las cosas suceden como esperamos… Lo cierto es que el Dios Providente se hace presente, se nos da, se nos regala, nos sirve, nos sigue lavando los pies y se sigue entregando en todo lo que vivimos

¿Cómo vives la rutina? ¿Eres capaz de ver a Jesús resucitado caminando contigo?

 

2.- “Paz a vosotros, paz para ti”. No sé cuál es la situación por la que pasas… no sé si puedas necesitar su paz porque estás enredad@ por el pecado, o quizás porque albergas odio, rencor y deseo de venganza en tu corazón, o tal vez porque estás pasando por una dura prueba en la que incluso tu fe pueda estar tambaleándose

Sea cual sea la razón por la que necesitas paz lo cierto es que hoy te recuerda que te la quiere dar, que desea que tengas paz en tu corazón. La paz que da el saberse en manos de un Dios amor y misericordia que ama con locura a cada una de sus criaturas y desea lo mejor para todas ellas.

La paz que da el saberse perdonad@, acompañad@, consolad@...

Y es que Jesús: ayer, hoy y por siempre… nos ofrece su paz. No es un fantasma al que temer, ni un jefe al que cumplir, ni un funcionario que trabaja en sus horas establecidas y se desentiende el resto del tiempo de nosotros.

Jesús sigue ofreciendo su paz…

a.      No cuestiona, no regaña, no exige explicaciones, no reclama, no lleva cuentas del mal

a.       Desea la paz en cada corazón

b.      Hoy te da una nueva oportunidad

c.       Todavía puedes hacer algo por Él

b.      Estas palabras suenan a música celestial escuchadas en medio de esta pandemia que tanta desolación ha traído a nivel mundial (muerte, enfermedades, pérdida de trabajo, desestructuración familiar, incremento de la violencia, migraciones…)

 

En medio de nuestras crisis nos ofrece su paz. Nos invita a vivir las situaciones que nos angustian, preocupan o asustan… con paz, con la paz que da el saberse acompañado y en las mejores manos.

Los discípulos tuvieron que pasar por la experiencia de muerte para poder comprender la resurrección

 

3.- “¿Tenéis ahí algo de comer?”.

- Sigue contando contigo cualquiera que sea la situación por la que estás pasando

- Por muy grande que sea la desolación por la que atravieses siempre puedes hacer algo por Él. Creerte el centro del universo y hacer que todo y todos giren en torno a tus quejas, lamentos y sufrimiento te irá encerrando en un espacio cada vez más pequeño a la vez que te sentirás más y más solo

- No te pide cosas extraordinarias… tan solo algo de comer. ¿Cómo puedes darle de comer en la realidad que vives (desde tu vocación, desde tu profesión, desde tu rol de madre, hermano, tío, hija, vecina, amigo… desde las cualidades y dones que te ha regalado… desde…)?

Tú concretamente “Suyapa, Sara, Antonio, Carlos, Ana, Rubén, Marisa, Roberto…” ¿Cómo puedes darle de comer?

https://youtu.be/9n2aAG_DLGk

“LE IMPORTAS”

 

El Dios de Jesús es respetuoso con el ser humano, da libertad, no obliga ni impone, no exige, no manipula… pero ¡Ama tanto a sus criaturas que es capaz de entrar en la vida de cualquiera de ellas, aunque no se lo pidan, cuando sabe que le necesitan!

Esto les pasó a los discípulos. Ante la muerte del Maestro, del compañero, del amigo… se sienten desolados, tienen miedo de que les ocurra lo mismo, cierran su corazón y se encierran en sus casas. Jesús no hubiera irrumpido en sus vidas de no haberle importado todos y cada uno de ellos. Él es capaz de hacerse espacio, aún sin permiso, cuando la situación lo requiere y ve nuestra necesidad. Y todo porque sabe que solos no podemos, que su amor y su gracia pueden iluminar cualquier situación por la que estemos pasando, que sólo Él puede dar paz a nuestro corazón (preocupado, inquieto, angustiado, dolido, herido, roto…)

https://youtu.be/Utg7wtSDJOU

Hoy quiere encontrarse contigo y ofrecerte su paz. Recordarte que está ahí, contigo, que no te va a dejar sol@. Su Presencia y su Paz, irrumpiendo en tu vida sin solicitarlo, en medio de la desolación, hablan de lo importante que eres para Él, de su amor por ti, del gran valor que tienes para Él.  

Te regala esa paz que sólo Él puede dar, esa paz que permite ver todo de otra forma, esa paz que consuela, que aumenta la esperanza, que anima, que da luz… y que a la vez también reta. No estás sol@, está contigo y te ofrece su paz.

“¿A QUÉ PÚBLICO RESPONDES?”

 

Podemos pasar la vida sin rumbo y respondiendo a las expectativas de otros: Familiares, amigos, vecinos, comunidad, feligreses, personas con alguna autoridad eclesial, política, económica… Acaban convirtiéndose en el público al que hay que agradar, complacer, mantener… para obtener aplausos, valoración, respeto, éxito, fama, dinero…

Anhelando satisfacer nuestro deseo de ser amados, caemos en la tentación de hacer de los otros “pequeños dioses” en quienes invertir tiempo y hacia los que guiar nuestras acciones.

Y así pasan los días, los años, y nos alejamos del fin para el que hemos sido creados. Buscando ser felices, nuestro vacío aumenta. No trates de lucirte ante los ojos de los demás porque te convertirás en esclav@ de todos ellos, vivirás una mentira y por querer ganar tu vida la perderás

Sólo la verdad te hará libre. Sólo responder a tu esencia, a la misión para la que viniste a este mundo te puede liberar y conducir a la verdadera felicidad

Hay una misión común pero a la vez única e irrepetible para cada persona. No te compares con otros. Tu obra va a ser distinta, y el éxito dependerá de responder a la propia llamada interior.

Hay una única misión que se resume en amar, pero que se concreta en una realidad, en un contexto, en una cultura, en una vocación, en unos dones… distintos en cada persona

No busques admiración de un público que hoy te engaña con sus aplausos y mañana te puede lanzar tomates o incluso acabar contigo. Sólo a tu Dios adorarás. Mantén los ojos fijos en Él. Recuerda por quién y para quién vives, trabajas, vas o vienes, estás. Recuerda quién te ha creado, quién te sostiene, quién te provee. Ama y sirve sin depender de la reacción de los otros, sin que su respuesta condicione tus pasos.

Siempre se puede regresar a “Galilea” y comenzar de nuevo. Todavía estás a tiempo.

https://youtu.be/G5IMbm44AFc

“MI ORACIÓN POR TI”

 

Se acerca y camina a tu lado. Siempre y en todo momento está a tu lado pero no siempre eres consciente, no siempre le ves y le descubres, porque tus ojos están cegados

Le sabes a tu lado pero no siempre le reconoces porque “tus cosas” (ocupaciones y preocupaciones) te lo impiden

Está en todo lo que haces y vives. Escucha tus quejas, lamentos, dudas, deseos... Es testigo de tus alegrías y también de tu tristeza. Te acompaña en los días de sol y en los días grises

Mi oración por ti en este día:

Que no apartes de Él tu mirada para que tus pasos sean firmes y seguros, y te abandones a su providencia.

Que le respondas a Él y solo a Él para que así puedas encontrar la verdadera felicidad

Que sea el centro de tu vida para que sueltes de una vez todo lo que no te permite ser

Que le sientas compañero de camino para que perseveres y avances con esperanza

Que te abras a su Amor para que puedas escribir con tu vida una bella historia

Que vivas en su Presencia para que todos tus días se llenen de luz

Amén.

https://youtu.be/ZHqiASVzwpg

“LO DA TODO POR TI”

 

Cuando contemplamos la historia por el espejo retrovisor los acontecimientos del pasado nos quedan muy lejanos y no tocan nuestra realidad.

La vida misma de Cristo si no la actualizamos en nosotros, la veremos tan solo como la biografía de un personaje que pasó haciendo el bien

Vamos a un ejemplo concreto como la Pasión. Se nos ha insistido, por activa y por pasiva, en que Jesús dio su vida por nosotros, la entregó. Eso provoca en cada uno emociones diversas pero no deja de ser un suceso de hace tiempo

La realidad es que Jesús resucitó, vive, está presente en nuestra rutina, en los quehaceres de cada día, en cada relación, en lo que acontece. No solo se entregó, dio la vida por ti y por mi sino que se sigue entregando y dándolo todo por ti y por mí. Hoy, ahora y como entonces: está y se te ofrece.

“Yo soy el Buen Pastor”. Jesús dice: “Soy”. Jesús es aquí y en este momento ese Buen Pastor que te conoce, que sabe lo que te agrada y lo que te duele, que te ama de manera única y personal, que te cuida, que te provee, que está pendiente de lo que te sucede, que te cuida si te enfermas y que está al lado de quienes les llega la hora de partir.

Jesús es el Buen Pastor que te dedica todo su tiempo y atenciones, que vela tu descanso, que no quiere que te pierdas

Jesús es el Buen Pastor que cada día da su vida por ti, se te entrega, se te regala, te lava los pies, te sirve, te colma de bienes, te ama… Ni un segundo aparta su vista de ti, ni un solo momento se desentiende o despreocupa de ti.

Esta verdad puedes creerla y te ayudará en tu vida pero te será de más provecho si la experimentas y para ello puedes pedir esa gracia. Podrías tener muchos conocimientos sobre el mar e incluso dar una tesis sobre él pero sentir el contacto con el agua, cómo las olas te mecen, y la arena bajo tus pies, solo es posible adentrándose en la experiencia

Mantén despierta tu atención para que puedas reconocer su gran amor por ti expresado de tantas y tantas formas a lo largo del día.

https://youtu.be/JOadu-JEh8w

“SOLO SILENCIO”

 

Entre la muerte y la resurrección: “Solo silencio”. Silencio acompañado de tristeza, confusión, soledad, incertidumbre, enojo… Un silencio que pesa, que desespera, que angustia, que asusta…

Ese silencio se sigue viviendo cuando la fe está ausente, cuando se renuncia a creer ante las situaciones adversas, cuando se tiene fe pero solo queda la creencia.

Ese silencio está provocando en la actualidad el sufrimiento de muchos.

Ese silencio conduce a unos a perder la esperanza y a otros a no encontrar una razón por la que seguir viviendo

¿Qué hacer para que el silencio no sea estéril sino fecundo? ¿Dónde o a qué agarrarse cuando todo es silencio? Para mí solo hay una respuesta: la fe. Yo sé que en ese silencio tan espeso no hay el menor rastro o experiencia de Dios, pareciera como si se hubiera ausentado o no escuchara nuestras oraciones, pero la fe va más allá de los sentimientos. En esos momentos solo queda sostenernos por la creencia racional que mantenga viva nuestra esperanza, que sepa esperar, que confíe en que el dolor, el sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra, que se abandone, que ofrezca su desolación por el bien de otros.

El silencio del Sábado Santo termina en resurrección y vida, en gozo y alegría. Tal vez hoy ese silencio te envuelva y habite, mantén la mirada fija en el horizonte. Eres su hij@ amad@. Aunque no le sientas, aunque pienses que se olvidó de ti, aunque creas que no tienes valor para Él… está contigo. Aunque el silencio se haya convertido en tu compañero de camino… Él está contigo.

El silencio no es un enemigo, tan solo otro medio que puede servirte para crecer y encontrarte con quien no cesa de buscarte en todo momento y en cualquier circunstancia. Abandónate, confía y mantén viva tu esperanza porque la resurrección de Jesús venció toda muerte.

 

https://youtu.be/cXAmA7X0o5A

“¿CUÁL ES LA COPA QUE TIENE PREPARADA PARA TI?”

 

No sé cuál es la copa que tiene preparada para mí pero algo sí que sé y es que sin su gracia: ni estaré preparada para tomarla, ni la aceptaré. Tal vez me resigne pero no me la tomaré con gusto, me sabrá demasiado amarga. Y es que sin fe, sin la confianza en Él, sin la experiencia de su amor… cualquier copa, independientemente del contenido, se hace difícil de digerir.

El Padre Bueno siempre tiene un Plan Misterioso que escapa a nuestro entendimiento pero para bien de todos y gloria suya.

Jesús dijo a Pedro: “¿Acaso no voy a beber la copa que el Padre me ha dado?” Juan 18, 11. Jesús se abandona y confía en un Padre que “No da a un hijo una culebra si le pide un pez o un escorpión si le pide un huevo” Lucas 11, 11-12. Jesús confía en un Padre que por amor da a cada uno lo que más le conviene y no siempre coincide con lo que creemos necesitar, con lo que nos gustaría, con lo que deseamos

No sé si tienes ya servida la copa en tu mesa o si el Padre todavía no te la ha ofrecido. Lo que puedo compartirte, en mi corto entender, es que te la puedes tomar: con amargura y desolación, con quejas y lamentos, con enojo y tristeza, o con paz, aceptándola y abrazándola como medio de salvación que te va a permitir encontrarle y acercarte más a Él.

Pidamos la gracia de poder bebernos la copa cuando esté servida en nuestra mesa, confiando en el Padre que solo sabe dar cosas buenas y dispone todo para bien de los que le aman.

https://youtu.be/VMsi-WP3pLc