lunes, 29 de abril de 2019

¿DÓNDE ESTABA DIOS CUANDO...?


¿Dónde estaba Dios cuando… mataron a mi esposo… abusaron de mí… me maltrataba mi pareja… murió mi hermana… tuve aquel accidente… me echaron del trabajo… me abandonaron… me quedé huérfano… mi hijo enfermó…?. Experiencias duras y difíciles que nos pueden ayudar a purificar nuestra imagen de Dios

El Dios de Jesús nos da libertad y no siempre hacemos un buen uso de la libertad resultando dañados otros o incluso nosotros mismos
El Dios de Jesús habla a través del silencio y calla en muchas ocasiones pero siempre está… acompaña, consuela, rescata, apoya…
El Dios de Jesús siempre ha estado presente en nuestra historia
El Dios de Jesús es Amor, es el Amor…
Resultado de imagen para Donde estaba Dios, salomé arricibita 
  • ¿Cómo puedo enojarme ante un Dios que solo sabe y entiende de amor… un Dios que me ama desde antes de nacer y para quien soy tan importante?
  • ¿Cómo rechazar al Amor cuando tengo tanta necesidad de Él?
  • ¿Cómo apartarme de un Dios que me ama como nadie me va a amar en la vida?
  • ¿Cómo no confiar en el único que ha estado, está y estará en mi vida por siempre?
  • ¿Cómo no acoger el Amor desinteresado, generoso e inmenso que se me regala?
  • ¿Cómo temer cuando me sostiene, me abraza y me envuelve con su amor?
  • ¿Cómo no encontrar una razón por la que vivir cuando el Amor es quien me tiene con vida?
  • ¿Cómo enredarme en mis cosas cuando a mi alrededor hay tanta gente que sufre?
  • ¿Cómo quejarme cuando hay tanto que agradecer?
  • ¿Cómo perderme cuando Él me indica el camino?
  • ¿Cómo alejarme cuando sé que solo Él me va a dar la verdadera felicidad?
  • ¿Cómo esperar cuando ya lo tengo Todo?
  • ¿Cómo guardar rencor cuando me ha perdonado todo?
  • ¿Cómo no amar cuando ese es el fin para el que he sido cread@?
  • ¿Cómo...?


Para el Dios de Jesús soy únic@ y especial, valios@ a sus ojos… me tiene tatuad@ en la palma de su mano. ¿Cómo dudar si me regaló la vida?

domingo, 21 de abril de 2019

"VERDADERAMENTE HA RESUCITADO Y ESTOY ALEGRE"


Al meditar sobre la resurrección del Señor en mis ejercicios espirituales en Loyola (España),  Richard (el jesuita que me acompañaba) siempre me decía: “Jesús no se apareció con luces y destellos de colores… no es así como tenemos que esperar verlo”. Y es cierto… una vez más confirmo que una cosa es “saber que Cristo ha resucitado” y otra muy distinta es “tener experiencia de la resurrección de Cristo”.

“Tener experiencia de Cristo resucitado” fue lo que vivieron María, los discípulos, María Magdalena, los de Emaús… y tantos otros a lo largo de la historia… y tal vez también muchos de nosotros. Cuando ellos tuvieron esa experiencia no pudieron callarse. Esto es lo que siento esta mañana de domingo de pascua… y algo me invita a compartirlo


Caminaba anoche para catedral a celebrar la vigila pascual con mi amiga Marta. No íbamos desoladas, ni tristes… más bien íbamos hablando, riendo y alegres por la gran celebración que íbamos a vivir. Sin esperarlo, algo sucedió en el camino… y algo en nosotras cambió. Lo que yo sentí fue una inmensa paz y una profunda alegría totalmente desproporcionales con el hecho que habíamos vivido. Esa paz y esa alegría no eran mías. Llegando a catedral, mire a Marta y le dije: “Verdaderamente el Señor ha resucitado y estamos alegres, y aquí estamos nosotras celebrándolo antes que el resto”. Y sí, ahí estábamos con ganas de gritar a los cuatro vientos lo que Dios había hecho en nosotras… Y todo nos hablaba en la Eucaristía… parecía que alguno de los salmos estaba dedicado: Para Marta y Gloria…

Esta mañana solo puedo dar gracias a Dios… Como María mi alma proclama la grandeza de Dios…

Deseo de todo corazón que tengas la experiencia de Cristo resucitado para que conmigo puedas anunciar que Cristo Vive, y así podamos celebrar esta alegría.
  


jueves, 18 de abril de 2019

"TU ROSTRO BUSCARÉ SEÑOR, NO ME ESCONDAS TU ROSTRO"


Semana Santa, procesiones, viacrucis, celebraciones… todos con la mirada en Cristo dolorido, quebrantado y sufriente. Podemos sentirnos conmovidos “recordando” lo que vivió Jesús, podemos conmocionarnos, sentir su sufrimiento pero, ¿qué tanto llevamos todo eso a la vida?

Cristo no es pasado… Cristo es presente… Cristo hoy sigue siendo rechazado, abandonado, humillado, traicionado y tratado injustamente… Juzgamos a Pedro, a Judas, a Pilato… pero ¿cuántas veces no lo hemos tratado igual?...
Resultado de imagen para TU ROSTRO BUSCARÉ SEÑOR, SALOME ARRICIBITA 
Cristo no es pasado… Cristo es presente… y podemos encontrarlo en quien camina a nuestro lado, podemos ver su rostro porque no se esconde. ¡Qué fácil mirar a Cristo en una imagen o en la cruz! pero, ¿cuántas veces desviamos la mirada cuando vemos a alguien que llora, que está tirado en la calle o que se nos acerca a pedir algo?

Cristo no es pasado… Cristo es presente…tal vez nuestras oraciones son bellas y decimos cosas bonitas, pero poco aterrizadas en la realidad cotidiana. Si seguimos creyendo en un Dios que está en las nubes difícilmente veremos su rostro.

Cristo no es pasado… Cristo es presente… y no se esconde… nosotr@s nos escondemos. Afortunadamente Él nunca deja de buscarnos y de hacerse presente de mil y una maneras. Que tengamos el valor de mirarle a los ojos y dejarle ser y hacer en nosotr@s

lunes, 15 de abril de 2019

"TÚ ERES NECESARI@"


Escucho todas las semanas testimonios de personas que alguna vez han pensado, o incluso han intentado, atentar contra su vida. En su mayoría es consecuencia de algún trauma sufrido en la infancia o adolescencia, pero no siempre. A esto se le une la falta de motivación o sentido por el qué vivir

No somos imprescindibles. Aunque no estemos, el planeta va a seguir girando, la gente va a seguir viviendo su día a día, los días van a continuar sucediéndose…
Resultado de imagen para tú eres necesario 
Pero sí somos necesarios. Si tú y yo todavía respiramos es porque nuestra presencia es importante. Para alguien somos importantes y necesarios. Aún en el caso de que no descubras para quién eres especial, lo eres para alguien.
No nos miremos tanto para quejarnos o lamentarnos por lo que nos pasó, lo que no es como deseamos o lo que nos falta. Extendamos la mirada y veamos más allá. Alguien ahí afuera, tal vez no muy lejos, necesita de nuestra presencia, de nuestra acogida, de nuestro amor, abrazo, consuelo… de nuestras palabras…

Eres especial… eres únic@... eres irrepetible… eres necesari@. Tienes una historia que escribir y tu vida es importante porque con ella vas a aportar algo distinto y original para que el plan de Dios sea perfecto.

Si lees esto es porque todavía tienes vida… si tienes vida es porque todavía eres necesari@ aquí y ahora…

Haz lo que te toca hacer… deja tu huella en el corazón de otros… Ahí afuera hay personas concretas con rostros concretos que te necesitan porque “TÚ ERES NECESARI@”

lunes, 8 de abril de 2019

"VIVIR EL PRESENTE"


Puede que vivamos anclados en el pasado y especialmente en lo negativo de éste: lo que me sucedió, aquella herida que me ocasionó “X”, aquel acontecimiento, aquel problema… Todo eso nos genera sufrimiento, rencor, deseo de venganza, odio, culpa… Emociones que arrastramos y son una gran losa que nos impide avanzar, crecer interiormente, desarrollar todo nuestro potencial…

Día tras día escucho a adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes amarrados a un pasado que no les deja ser, que les impide disfrutar del presente, que bloquea sus vidas… eso les origina crisis de ansiedad y cuadros depresivos… tristeza, deseos de estar solos en su cuarto, desesperanza, intentos de suicidio…

Soltar… dejar ir… amar nuestra historia, abrazarla, aceptarla… perdonarnos por nuestras faltas, por nuestros errores, por lo que hicimos o dejamos de hacer, por lo que dijimos o dejamos de decir, por el tiempo perdido, por las oportunidades desaprovechadas… perdonar a quienes con sus palabras o sus actos nos ofendieron… pedir perdón…

Soltar… dejar ir… el pasado no lo podemos cambiar pero sí podemos cambiar nuestra actitud ante él si es que todavía continuamos amarrados a él.
Imagen relacionada 
Mi abuela celebró su 96 cumpleaños, lo disfrutó, estuvo muy acompañada, pero al día siguiente ya no recordaba nada. Así tendríamos que levantarnos cada mañana… dejando ir el ayer porque lo único que tenemos es el presente, es el nuevo día que Dios nos regala y nos ofrece. Un nuevo día para volver a comenzar, para construir, para dar vida, una nueva oportunidad para dar sentido a nuestra vida. Recibamos cada día con actitud de sorpresa, dejemos que Dios nos asombre, contemplemos la realidad con mirada de niñ@s, estemos atentos a los gestos y guiños de amor que Dios nos hace a través de cada persona, de cada suceso…

Dios que sigue siendo el mismo que ayer, y que será el mismo mañana para con nosotros, sigue amándonos, buscándonos, deseando encontrarnos… y eso solo es posible hoy y ahora… en nuestro presente… en nuestro ahora… en este momento.

martes, 2 de abril de 2019

"DAR SIN ESPERAR"


El otro día, en una clase de noveno grado, una alumna compartió al resto de la clase que ella daba el diezmo y que se sentía feliz de hacerlo porque eso le iba a proveer de mucha bendición de Dios. Ya iba a decir yo algo cuando una compañera suya tomó la palabra y le contestó de esta manera:

“Cuando damos algo no tenemos que estar esperando recompensa. Es lo mismo que nos pasa cuando regalamos algo a un niño pequeño, lo damos porque lo deseamos, porque le queremos, pero no esperamos que el niño nos dé algo a cambio”


Yo no hubiera contestado mejor. Me encantó el ejemplo. Así se nos pide que amemos, dando sin esperar del otro. Y amar sin mirar a quien, porque si amamos solo a los que nos aman ¿qué mérito tenemos?. Es más, tendríamos que amar preferentemente a aquellos que no conocemos, a los excluidos y marginados por la sociedad, a los que nos miran mal, a los que nos critican, a los que están resentidos con nosotr@s, a quienes nos envidian, a los que nos odian

La alumna explicó muy bien cómo es el amor de Dios para con nosotr@s. Somos sus niñ@s porque no terminamos de crecer, de aprender, de madurar… Nos regala su Amor porque nos ha creado, porque nos conoce, porque nos quiere… se nos da de gratis… y como sabe de nuestra pequeñez, no espera algo de nosotr@s

Que te podamos ver en el prójimo y amemos sin esperar.