martes, 29 de agosto de 2023

“OTRA PRUEBA MÁS”

 

Tengo una amiga de esas de toda la vida. Nos conocimos con cuatro años y fuimos juntas al “cole”, al instituto… Por los distintos caminos escogidos, nuestras vidas han estado por años distanciadas pero siempre hay tiempo para el reencuentro, para compartir un café o un refresco.

Desde los 29 años se ha sometido a un sinfín de operaciones, la mayoría de ellas de columna. Es dependiente de otros incluso para el aseo personal y ya está jubilada. En estos momentos a la espera de valoración de dependencia y revisión de discapacidad para poder solicitar algún tipo de ayuda.

Quiero hablar de ella porque, a pesar de todo lo que tiene, es un testimonio vivo de fe. Ya aceptó sus múltiples “averías”, el montón de tornillos en su columna, la necesidad de contar con otros para las cosas más sencillas (el primero su esposo que ha dejado todo por atenderle), el no poder ya trabajar… No ha perdido su alegría, y tiene una gran fortaleza.

La otra tarde le reflejaba yo el bien que hace y el testimonio que da aún sin hablar. A veces nos quebramos la cabeza con qué hacer, o dónde, o de qué manera para poder evangelizar, para poder acercar a otros al Señor. Ella tiene su propio camino que incluso habla sin necesidad de acciones ni de palabras. No me cabe duda de que quienes la conocen y no tienen fe se preguntarán cómo puede, con todo lo que lleva en su haber, conservar esa alegría y vivir con tanta paz y aceptación. Solo con el uso de la razón es imposible darle una explicación.

Le piden colaboración en la iglesia, supongo que porque como saben que dispone de todo su tiempo… Seguramente desconocen los dolores que padece, de sus dificultades para moverse… A veces puede sucedernos que pedimos a otros que caminen por nuestro sendero o por el que creemos que más les conviene… imponiendo de esta forma pesadas cargas a los otros. Ayudémosles, eso sí, a transitar por el camino que el Señor les ha preparado.

Amiga doy gracias a Dios por haberte puesto en mi camino y por la vida y la alegría que transmites… Verdaderamente, en personas como tú, confirmo que el Señor sigue haciendo maravillas y ante tal milagro solo puedo alabarle y darle gracias.


Tan solo seis días después de nuestro encuentro, le decía su médico en Zaragoza que tendría que someterse a otra operación de columna con carácter de urgencia. Mañana miércoles 30 de agosto entrará al quirófano a las 15.30horas y se espera que dure la  intervención hasta la noche o posiblemente la madrugada. Aprovecho para pedirte una oracioncita por ella para que sienta el amor, la fortaleza, la paz… en definitiva para que se sienta acompañada en esta nueva prueba por quien la ama incondicionalmente. Ánimo Patri... No estás sola.

viernes, 25 de agosto de 2023

“TE VAS A BAJAR EN LA PRÓXIMA PARADA”

 

Contaba el sacerdote que nos dio los ejercicios en una charla la historia de una mujer que viajaba en un bus. Otra señora se subió en la siguiente estación con un montón de bolsas. Sabía que sus bolsas podían molestar a la que plácidamente viajaba en su asiento pero aquella ni se inmutó. Sorprendida le preguntó: “¿Y es que no le molesta que la incomode con mis bolsas?”. A lo que la otra respondió: “¿Para qué me voy a dar mal rato si me voy a bajar en la próxima parada?”.

Así sucede en la vida real. Todos nos encontramos en algún momento con personas a las que les encanta “fregar” con sus comentarios, actitudes o hechos… personas que protestan por todo y que son especialistas en encontrar siempre un pelo en la sopa. No pueden estar contentos por algo y siempre señalan lo negativo tratando de desanimar a quien parezca sonreírle la vida. Ante personas así solo cabe el guardar silencio y decirnos: “De todas formas me voy a bajar en la próxima parada”.

Se trata de mantener la paz y la alegría que teníamos antes de encontrárnoslas. Pero es necesario dejarlas que sigan en el bus porque podemos correr el riesgo de apearnos y llevarnos a la persona a cuestas enredándonos con mil y un argumentos en nuestra mente: “¿Cómo puede ser posible?”, ¿Qué se habrá creído?,  “¡Qué mala educación!”, “No tiene vergüenza”, “Siempre igual, no va a cambiar”, “Es un aguafiestas”… Dejemos que sigan su viaje y sigamos nuestro camino con nuestra propia música.

Que el Señor nos libre de incomodar a otros con nuestras “bolsas”, dejemos que los otros realicen su viaje en paz, y alegrémonos y demos gracias por todos los que nos encontremos en el trayecto (aunque quieran incomodarnos con sus “paquetitos”).

domingo, 20 de agosto de 2023

“COMO LA VIDA MISMA”

 

La verdad es que de todo podemos sacar enseñanzas. En mis ejercicios espirituales compartía los ratos de comida con tres religiosas y una laica. Eran ejercicios de silencio, tampoco podíamos hablar mientras comíamos. A una de las religiosas se le hacía difícil estar sin decir palabra. Pasaba pendiente de lo que hacíamos, comíamos o dejábamos de comer… y no recuerdo rato que no dijera algo en la mesa.


Un día en el desayuno se percató de que en la mesa de al lado se habían quedado sin café. Ni corta ni perezosa agarró la jarra de café de nuestra mesa y se fue a ofrecerlo. (Tengo que confesar que había mucha “Marta” en los ejercicios y yo estuve encantada de asumir el rol de “María”, hasta me hacía sonreír esta situación). Volviendo a lo que iba… Regresó a la mesa con la jarra vacía. Una compañera que no había estado al tanto “de la jugada” se fue a echar café y se encontró con que no quedaba ni una gota. Y yo, que al final siempre me echo otro poco, me tuve que aguantar ese día sin tomar más.

Trayendo este ejemplo a nuestras vidas, ilustra muy bien como muchas veces por ir a “salvar” a otros, dejamos que se ahoguen nuestros prójimos. En ese afán de ayudar, de que todos estén bien, al final olvidamos a los que tenemos cerca. No solo eso sino que en ese impulso compulsivo por servir podemos dañar a los otros al inutilizarlos impidiéndoles ser o hacer, que sean ellos mismos quienes busquen la ayuda y resuelvan por si mismos sus dificultades. ¿O es que las de la otra mesa no podían haber ido a buscar café si se les había terminado?.

Busquemos el sano equilibrio en el servicio al otro y no descuidemos a nuestro prójimo en aras de otros que no están tan próximos y que no son los que nos toca atender, o al menos en este momento.

jueves, 17 de agosto de 2023

“SIEMPRE ES MÁS”

 

María Magdalena no reconoció a Jesús, “no sabía que era Jesús”, así nos sucede muchas veces. Encerrados y enfocados en nuestros esquemas, creencias, en nuestros gustos, ideas, en querer controlarlo todo, en lo que pensamos que es o no es, en cómo tiene que ser o no ser, en lo que hacer o evitar… perdemos la capacidad de sorpresa y de asombro, encasillamos la fe y a Dios.

Nuestras ideas nublan nuestra vista, nos impiden reconocerle en invitaciones, personas, acontecimientos, oportunidades... Y priorizando en ocasiones cosas “muy santas” o haciendo las cosas “a nuestra manera” porque estamos convencidos de que es lo mejor, nos cerramos al amor privándonos de lo realmente importante. ¿De qué sirve ayunar pudiendo estar con el novio?.

Quizás ese lugar, ese trabajo, ese  proyecto, esa relación, esa situación que vivimos, esa forma de rezar, ese compromiso en la iglesia, ese entretenimiento… sea una tumba que visitamos una y otra vez queriendo encontrarnos con Jesús, esperando verlo tal cual lo hemos pensado. Pero Dios “siempre es más”… más que una idea, más que nuestras interpretaciones, más que nuestros conocimientos, más que los medios que tenemos a nuestro alcance, más que las experiencias que vivamos, más que... Si no nos renovamos, si no desaprendemos, si no nos vaciamos de “nuestras ideas”… solo conseguiremos anclarnos, cegarnos, cerrarnos. 

Limitamos la gracia de Dios al llenarnos de “tantas cosas” que convertimos en fines, se nos olvida que tan solo son medios. No nos perdamos ni entretengamos en todo eso. Antepongamos siempre el amor aunque nos desestabilice, aunque rompa nuestros esquemas, aunque haya que cambiar el rumbo… ¿por qué no?... Ese es el camino, eso es lo que nos dará vida.

miércoles, 16 de agosto de 2023

“ESTAR ABIERTOS A LA VIDA”

 

El Señor a veces nos desestabiliza y nos saca de lo que creemos son nuestras seguridades o nuestras verdades. Nos presenta proyectos que no formaban parte de nuestros planes. Podemos seguirle, como Mateo, o empeñarnos en que lo que pensamos, hacemos o queremos es realmente su voluntad y quedarnos donde estamos y en lo que estamos.

¡Cuántas veces podemos hacer oídos sordos a ese llamado!. ¡Cuántas invitaciones rechazadas porque “yo no quiero eso” o “lo que quiero para mi vida es esto otro”!.

Abramos los oídos, los ojos y el corazón porque donde menos lo esperemos y cuando menos pensemos, puede decirnos “Sígueme”. ¿Nos vamos a quedar haciendo lo de siempre?: ¿Vamos a tener el valor de “dejar todo” (nuestras ideas y creencias, nuestros quereres y apetencias, el qué dirán…) para ponernos en camino y responder a lo que verdaderamente es su voluntad?.


Dejémonos sorprender y comencemos a recorrer, si el Señor así lo quiere, caminos nuevos. Quien nos ama sabe lo que hace, lo que más nos conviene… y todo es siempre para bien.

sábado, 12 de agosto de 2023

“DECIR NO AL AMOR ES NEGARSE A LA VIDA”

 Leyendo un libro me encontré con esta afirmación: “Decir no al amor es negarse a la vida”. Pienso en todas las veces que he dicho no… a oportunidades, a personas… Pienso en tantas cosas ofrecidas con y por amor, y no aceptadas. ¡Qué ingratitud!. ¡Qué inconsciencia!. Pienso en las ocasiones que he antepuesto mis intereses, mis apetencias, mi comodidad… y he rechazado el amor donado.

¡Qué bonito suena eso de abrirse al amor o acoger el amor de Dios!. No es algo abstracto sino tangible puesto que lo podemos hacer vida cada día pero la realidad es que nos cerramos a ese amor cada vez que le decimos “NO” cuando se nos hace presente a través de los acontecimientos, de las personas que nos rodean…

Todo el amor que recibimos viene de Él, y se sirve de cualquier situación, cosa o persona para expresárnoslo. Pensemos en todo lo que tenemos a nivel material, de relaciones, de capacidades, de fe… todo, TODO es un regalo de su amor. ¿Cómo responder a tanto amor manifestado de tantas maneras si no es amando en todo lo que hacemos, y a todo aquel que se encuentre en nuestro camino?

Que sepamos reconocer su amor en tanto y todo lo que recibimos cada día, en tanto y todo como tenemos.

Que acojamos ese amor, que no nos neguemos a la vida, a todo lo que de Él procede, y lo agradezcamos.

Que otros puedan ser testigos de su amor por medio nuestro.

miércoles, 9 de agosto de 2023

“DIOS NO PUEDE QUERERNOS A TODOS POR IGUAL”

Esta frase se la escuché hace unas semanas a una persona de misa diaria. Hay veces en las que pienso que “no me puedo callar ni debajo del agua” y ésta fue una de ellas. Eso sí, le contesté con amabilidad y una sonrisa: “Claro que nos quiere a todos por igual”. Ahí murió la conversación porque nos interrumpieron pero quedó resonando en mí su afirmación.

¿Acaso nuestro Dios no hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos?. ¿Acaso nuestro Señor no pagó igual a los que llegaron a última hora de la tarde a la viña que a los que trabajaron todo el día?.


Qué confundidos estamos si creemos que por tener fe, por ir a la iglesia, por dar limosna, por hacer ayuno, por estar en “cincuenta” grupos o rezar tres rosarios al día… nos va a querer más el Señor. Aunque esto también es un arma de doble filo porque puede haber quien piense: “Si eso es así, mejor me olvido de todo, disfruto de la vida y soy como los demás”. Será entonces que la persona no ha entendido, no ha conocido y no ha experimentado el amor de Dios.

“Dios no mira con los ojos, Dios mira con el corazón. Y el amor de Dios es el mismo para cada persona sea de la religión que sea o incluso si es ateo. Y si es ateo es el mismo amor. Cuando llegue el último día y exista la luz suficiente sobre la tierra para poder ver las cosas como son, ¡nos vamos a llevar cada sorpresa!”. Del film El Papa Francisco. Un hombre de palabra.

Convenzámonos de que nada de lo que hagamos o dejemos de hacer, digamos o callemos, nos va a separar de su amor. Pero creamos también que a quien podamos calificar como “lo peor”, es tan amado por Dios como nosotros. También "esos" son hijos suyos. ¿Acaso no es esto Buena Noticia?.