martes, 30 de octubre de 2018

"¿QUIÉN ES TU DIOS?"


Decimos creer en Dios pero la mayoría de las veces no es nuestro Absoluto sino que tenemos a personas, lugares, cosas, un cargo, una vocación… como nuestro “dios”. O incluso podemos convertimos en nuestro propio “dios” cuando giramos en torno a nosotros y nuestras cosas

San Ignacio habla de afecciones desordenadas cuando nuestro afecto se enfoca en “otras cosas” sobre las que gira nuestra vida, dejando de centrar nuestra vida en Dios. El problema es que cuando “esas otras cosas” nos faltan: nos hundimos, sufrimos y echamos la culpa a ese “dios” en el que creemos

Resultado de imagen para LIBRES O ESCLAVOS, FANOCuando nuestro Absoluto es Dios y todo y todos son medios y relativo en la vida, dejamos de ser esclavos de nuestras pasiones y comenzamos a vivir con plenitud

El problema es que es muy fácil perder el centro. Yo me convierto en el centro, en mi Absoluto cuando me comporto de forma egoísta, soberbia, orgullosa… cuando no me perdono o no perdono, cuando soy rencoros@, envidios@, competidor/a… cuando busco el poder, el agradar, el aplauso… ¿Ves qué rápidamente podemos perder el norte?

Si quieres ser libre, es necesario estar revisándose: situaciones vividas, comportamientos, sucesos, emociones… para ver qué tanto es Dios el Absoluto o lo son “otras cosas”.
Solo si Dios es el centro sobre el que giras tú y “tus cosas”, podrás ser libre…
Solo si ves todo lo que no sea Dios como un medio, podrás ser libre…
Y solo si eres libre podrás amar como Jesús
Y solo si eres libre podrás ser feliz

viernes, 26 de octubre de 2018

"LO IMPORTANTE ES QUE DIOS ME AMA"


Imagen relacionadaLo importante no es si amo a Dios o cuanto le amo sino que Dios me ama…  Y me ama: tanto si creo como si no… tanto si le amo como si no…. Algo que no podré evitar será que Dios me ame y ame a todos los hombres y mujeres que pueblan este planeta. ¿No estás de acuerdo?. Pues Jesús lo dice bien claro en la parábola de los trabajadores de la viña. A los que llegaron de último les pagó lo mismo a que a los primeros. Y también cuando cuenta a sus discípulos que su Padre hace salir el sol sobre buenos y malos. Entiendo que alguien se pueda resistir… también al hermano mayor de aquel que se perdió y luego regresó a casa de su padre “le cayó pesado” que recibieran “al hermanito” con los brazos abiertos y le prepararan una gran fiesta.

No te esfuerces en ganar su amor… ya lo tienes… de gratis y a cambio de nada. Solo tienes que abrir tu corazón y dejarte seducir y conquistar por Él. Abrirte para llenarte de su Amor. Este es el principio, el origen y el cimiento de todo. No puedo amar a Dios si antes no me he sentido amad@ por Él. Puedo preguntarme: ¿he tenido experiencia del amor de Dios? ¿cuándo? ¿cómo he respondido? ¿cuándo he rechazado ese amor? ¿por qué?

No es lo mismo saber que Dios me ama que sentir que Dios em ama. Puedo tener sed y pensar en el agua pero solo el pensar no me va a quitar la sed. Una cosa es pensar en… y otra cosa es experimentar y sentir. Y para experimentar y sentir hay que abrirse. Es una aventura arriesgada porque nadie sabe a qué le puede llevar. Pero ¿cuál es el miedo?. Él nos dice que confiemos… hagámoslo vida.

lunes, 22 de octubre de 2018

SI "dios" LO PERMITE POR ALGO SERÁ


Esta “muletilla” se utiliza mucho. A veces por aplacar el dolor que sentimos, otras veces por eludir la responsabilidad, otras… ¿la utilizas? ¿en qué ocasiones? ¿quién es realmente responsable de lo que pasa: Dios, tu "dios" o tú?

Imagen relacionadaMuere asesinada una joven y escucho: “Dios tendría un propósito con esto”… “Si dios lo permitió por algo será…”.¿No es una idea de “dios” sanguinaria y cruel? ¡Que “dios” tan horrible!. ¿Qué parecido tiene este “dios” con el Dios de Jesús?

Invito a una joven a una actividad en la iglesia y me dice: “Tengo un compromiso pero si Dios quiere ahí estaré”. Y yo me pregunto: ¿Quién decide Dios o yo?. Yo soy la que decido, luego si quiero estar pondré los medios que a mi alcance estén y si no quiero estar me quedaré de brazos cruzados esperando que “dios” mueva los hilos. Por supuesto que no llegó porque optó por hacer algo distinto.

Una mujer inicia un compromiso en la iglesia. Los tres primeros días no llega. Tras faltar esos tres días dice: “Si el próximo día no puedo llegar será que “dios” no quiere que esté acá”. El que yo no sepa organizar mi tiempo ¿de quién depende?. Un día puede surgir algo pero ¿siempre? ¿acaso no tendría que cuestionarme sobre mi disciplina, sobre mi motivación para asumir ese compromiso…? Cuando deseamos algo con fuerza en nuestro corazón no hay quien nos detenga y lo hacemos realidad. Buscar excusas y justificaciones nos tendría que interrogar

Llegan las catástrofes naturales, hay un sin número de fallecidos y damnificados, y también se escucha “dios” así lo permitió… ¿Por qué no nos detenemos a reflexionar en el daño que hacemos a la naturaleza consumiendo más de lo necesario, no reusando, no reciclando, utilizando un sinfín de plástico, contaminando…? Dios todo lo hizo bien, creó un bello planeta para que viviéramos en él y fuéramos felices. Desgraciadamente lo estamos destruyendo y todavía nos queda el descaro de echarle la culpa de todo lo que pasa

Podría seguir pero… al final todo va a dar en lo mismo… somos libres… no somos marionetas… Dios no maneja los hilos del mundo a su antojo… tampoco a nosotros. Dios no provoca las desgracias pero de la misma forma no puede hacer nada por evitarlas… Sin embargo el Dios de Jesús no es un Dios que se queda de brazos cruzados: consuela al que está triste, sufre con el que sufre, da de comer al hambriento, visita al enfermo y al que está en la cárcel, tiene palabras de ánimo para el que está abatido y desolado… ¿Y cuándo hace el Dios de Jesús eso? Cuando tu y yo lo hacemos. Dios está encarnado y su PODER es el AMOR, ese amor que tú y yo somos y tenemos

martes, 16 de octubre de 2018

"¿TODO ESTÁ ESCRITO?"




Hay quienes escudándose en esta frase lo justifican todo. Yo me pregunto ¿realmente todo está escrito? ¿Dónde queda nuestra libertad si “todo está escrito”?

Imagen relacionadaNo creo en un Dios que ya tiene escrito el destino de los hombres. Y si esto es cierto, me mintieron siempre al decirme que Dios nos da libertad y respeta nuestras decisiones.

Si “todo está escrito” no puedo elegir mi camino
Si “todo está escrito” “dios nos maneja como marionetas en un escenario que ha creado. Somos títeres de su teatro
Si “todo está escrito” ¿para qué complicarme la vida? ¿acaso “dios” no decide lo que quiere hacer con ella?
Si “todo está escrito” estoy condenada a ser eternamente infantil, estoy condenada a no madurar porque se me anula la capacidad de elección
Si “todo está escrito” es muy fácil justificar mis errores, mis meteduras de pata… porque no era porque yo quería sino porque “dios así lo quiso” y como me maneja a su antojo la culpa es suya, yo no soy responsable
Si “todo está escrito”…

Dios puede haber soñado algo para mí pero “NO ESTÁ TODO ESCRITO”:
  • Yo soy libre de quedarme o de irme
  • Yo elijo donde vivir y con quién
  • Yo decido en qué trabajar
  • Yo soy libre para escoger a mis amigos, qué hacer en mi tiempo libre
  • Yo elijo si quiero hacer el bien o el mal
  • Yo decido cómo ocupar mi tiempo libre
  • Yo elijo qué huella quiero dejar en este mundo

 
Si “nada está escrito” me toca ser responsable de la vida que se me ha regalado
Si “nada está escrito” me toca asumir las consecuencias de mis acciones erróneas o acertadas
Si “nada está escrito” puedo escribir la historia que desee con mi vida
Si “nada está escrito” ya no puedo culpar a Dios o al mal de que las cosas no me vayan como deseo
Si “nada está escrito” es porque Dios me ha creado libre y para ser libre
Si “nada está escrito” Dios no sabe qué va a ser de mi vida porque depende de mis decisiones
Si “nada está escrito” y hasta ahora caes en le cuenta: comienza a escribir antes de que sea demasiado tarde.

sábado, 13 de octubre de 2018

"LAS FUERZAS DEL BIEN O DEL MAL"


Imagen relacionada 
El bien o el mal no tienen mayor fuerza que la que les queramos dar.  El poder está en nosotros. La decisión la tomamos nosotros. Nosotros optamos por abrir la puerta y dar cabida en nuestra vida al bien o al mal


Muchas veces oímos excusas relacionadas con no llegar a tiempo, no cumplir una tarea, dejar un compromiso, no ser fieles a la oración… y “pobrecito el mal”, le culpamos de lo que en definitiva es responsabilidad nuestra, le culpamos de nuestra dejadez, de nuestra pereza, de nuestra tibieza, de nuestra indisciplina, de no poder evitar tentaciones, de nuestra incapacidad para deshacernos de apegos, de nuestra falta de organización… El mal no tiene fuerza y poder a menos que se lo demos y se lo damos en la medida que le damos cabida en nuestra vida.

Se acabaron ya las excusas y las justificaciones, el “es que no sabía”, dejemos de echar balones fuera. Ni el bien ni el mal eligen, somos nosotros. Seamos adultos responsables. Tanto si nos dejamos llevar por las invitaciones a hacer el bien como si nos dejamos llevar por la tentación o las insinuaciones del mal es porque así lo decidimos. ¿A quién le abrimos la puerta?

martes, 9 de octubre de 2018

"EL DIOS DE LA GRATUIDAD"


Fruto de la formación recibida, escucho en ocasiones a muchas personas expresar su deseo de “agradar a dios”. ¿Qué parecido tiene ese “dios” con el Dios de Jesús?

Resultado de imagen para AMANECEREl Dios de Jesús es el Dios del Amor, es el Dios de la Vida, es el Dios de la gratuidad, es el Dios que se esconde, es el Dios misericordioso, es el Dios que sufre ante tanto dolor, es el Dios frágil…


Pero hoy me quiero detener en la gratuidad de Dios porque este Dios en el que yo creo no exige sacrificios, no nos pide méritos, y tampoco espera que le agrademos… Se nos da a cambio de nada… Nos ama incondicional e infinitamente a cambio de nada… Todo el día tenemos mil y un gestos de su amor gratuito: el sol, el agua, el canto de los pájaros, las flores, las estrellas, la sonrisa y el saludo de quienes encontramos en el camino, un regalo, unas palabras de afecto, un mensaje, el aire que respiramos… Cuando somos conscientes de tantos dones recibidos brota inesperadamente el agradecimiento que se traduce en palabras y en obras.

El Dios de Jesús no nos pide que le agrademos. Dios no es un comerciante, no nos da para que le demos, tampoco espera que le sirvamos para recompensarnos. Nos ha creado por amor, nos ama tal y como somos, y solo desea nuestra felicidad. Tratar de agradarle responde a la imagen de un “dios”:
  • A quien tengo que compensar por mis errores pasados, por lo frágil que soy y las veces que me rompo, porque soy imperfect@
  • Que me va a premiar con el “cielo” cuando yo me muera. En este caso tengo que esforzarme todo lo que pueda para ganar puntos y no ir al “infierno”
  • Que me está vigilando y pendiente de cada acción u omisión para alegrarse y felicitarme o entristecerse y enojarse


En contraposición, el Dios de Jesús:
  1. Me perdona todos mis errores y me espera con los brazos abiertos.
  2. Conoce mis limitaciones y mis defectos y aún así, y por eso, me quiere
  3. Me acompaña, me sostiene, me ilumina el camino…
  4. Me quiere feliz
  5. Me creó y a Él volveré cuando muera con independencia de como haya sido mi vida… porque es Amor y no entiende otro lenguaje


Tú eliges qué creer… pero recuerda que Jesús vino para que fuéramos libres…
Tú eliges amarrarte a creencias que te mantienen esclav@ o a creencias que te ayuden a vivir la libertad del evangelio
Tú eliges atarte a creencias que te limitan como persona, que te hacen vivir con miedo o a creencias que te permiten ser
Tú eliges…

sábado, 6 de octubre de 2018

"EL SUEÑO DE DIOS"


Dios soñó algo para cada un@ de nosotr@s desde antes de nacer. De nosotros depende hacer realidad ese sueño, hacer realidad nuestro sueño o responder con nuestras vidas a los sueños de los otros.

Resultado de imagen para EL SUEÑO DE DIOS

¿Cuál es el sueño de Dios para ti? ¿Lo estás haciendo realidad? ¿O estás cumpliendo los sueños de tus padres? Tal vez tus padres no pudieron ser o hacer…  y tú lo estás siendo o haciendo… o quizás tus padres deseaban que fueras… y por darles el gusto, por sentirte querid@ o valorad@ lo estás realizando. Pero ¿es eso lo que Dios soñaba para ti? ¿y si tu vida responde a las necesidades o deseos insatisfechos de tus padres o de otros seres queridos? ¿y si has renunciado o estás renunciando a un anhelo profundo que Dios puso en tu corazón? ¿y si todavía es posible hacerlo realidad…?

¿Qué es aquello que deseas en lo más profundo de tu corazón? ¿Responde a lo que está siendo tu vida y a lo que estás haciendo? Si la respuesta es “Sí”… enhorabuena… continúa. Pero si la respuesta es “No” tranquil@, mientras tengas vida estás a tiempo de cambiar de rumbo. Lo importante es ser valiente y tener el coraje de dar un giro a tu vida a pesar del qué dirán, de lo que pensarán, de las consecuencias que se deriven de tu decisión, de las pérdidas que vas a sufrir… Ahorita que escribo esto me estoy acordando de una religiosa con la que coincidí una vez en Ejercicios Espirituales. Tenía más de 70 años y la congregación le había regalado, tras 50 años de vida religiosa, un retiro de un mes. Este retiro le sirvió para darse cuenta de que se había confundido de camino pero “olé por la señora” porque fue honesta con ella misma y con su congregación tomando la decisión de salir. Te puede ocurrir con un trabajo, con un compromiso, con una actividad que realizas, con cómo ocupas tu tiempo libre…

El peor de los casos es haber ahogado o acallado la voz interior para no seguir sufriendo. Tiene que ser muy doloroso estar viviendo una vida que no te corresponde. ¡Qué triste! Me da más tristeza saber que es el caso de muchos. Y lo peor es no poner remedio y buscar justificaciones

Naturalmente la decisión es nuestra pero ¿por qué hacer los sueños de otros cuando tenemos un hermoso sueño que construir con nuestra vida? ¿acaso los otros no hicieron lo que quisieron con sus vidas? Ahora es nuestro momento… somos dueños de nuestra vida… nosotros elegimos… ¿protagonistas de la historia o marionetas en manos de otros? Yo quiero ser protagonista ¿y tú?

miércoles, 3 de octubre de 2018

“TÚ Y YO SOMOS…”


Resultado de imagen para amarme con todo lo que soy


En cada uno hay una parte de entrega, servicio, creatividad, misericordia, luz, esperanza, bondad, generosidad, dulzura, ternura, amabilidad, confianza, comprensión, compasión…
Pero también hay una parte de orgullo, soberbia, intolerancia, juicios, maldad, egoísmo, vanidad, preocupaciones, confusión, dudas, tristeza, desconfianza, desesperanza…


Tú y yo somos todo esto y más…
Y mientras no nos acojamos y aceptemos con todo lo que somos…
no vamos a ser felices
Hay una parte herida, dolida, castigada, sufriente… que necesita ser abrazada y amada

Somos seres imperfectos, inacabados…
Cuando más luchemos contra lo negativo que hay en nosotros,
más real se volverá y más esclavos seremos de “eso”

Somos parte divina y parte humana
y ambas han de ser acogidas y abrazadas porque forman una unidad
Cuando alabamos, aplaudimos, valoramos o admiramos a los otros,
nos estamos fijando en su parte de luz
Cuando criticamos, juzgamos o señalamos a los otros,
es porque nos fijamos en su parte de oscuridad

Todos, absolutamente todos, tenemos parte divina y parte humana.
Esto nos hace semejantes y no caben las comparaciones.
En cualquier caso, lo importante es reconocer con humildad esta verdad,
aceptarla, abrazarla y amarla.