viernes, 31 de marzo de 2017

"DAME DE BEBER"



Jesús puede reconstruirnos si así lo deseamos

Jesús puede hacer de nosotr@s algo nuevo, solo es necesario dejarse hacer

Él confía en que todavía puede lograr algo a través nuestro

Y toma la iniciativa. Y se hace el encontradizo así como se cruzó en el camino de la samaritana. También con nosotros se cruza, también busca de mil y una formas la manera de encontrarse con nosotros. Y Jesús le pide a la samaritana, y nos pide a nosotros, de beber. Necesita de nosotros para poder seguir haciendo realidad el sueño de Dios en nuestro mundo de construir el Reino. La respuesta es personal. Nos pide de beber ¿qué estamos dispuestos a darle? ¿qué vamos a hacer por Él?
Tal vez nuestra respuesta es muy limitada si la comparamos con el gran amor que nos tiene. Quizás necesitamos que nuestros encuentros sean más continuos y profundos para que nuestras vidas se vayan transformando. El encuentro es el que transforma. Pero para que se produzca el encuentro y la transformación son necesarios: tiempo y diálogo en el silencio. Solo estando y vaciándonos de nosotros mismos podremos encontrarnos con Él y dejarle que nos llene de su amor. Solo llenándonos de su “agua” podremos dar de beber a otros.

El encuentro con Jesús ha sanado y sigue sanando, ha liberado y libera, convierte nuestras vidas…
No nos va a pedir algo que no podamos ofrecer

Hoy a cada uno en nuestra realidad nos vuelve a decir “dame de beber” pero recuerda “uno no puede dar lo que no tiene”… primero llénate… y luego pregúntate: ¿qué me pide? ¿qué le voy a dar? ¿qué medios voy a poner? ¿qué renuncias voy a realizar?.

A mayor entrega mayores serán los beneficios recibidos.

viernes, 24 de marzo de 2017

"PREGUNTAS... PREGUNTAS..."



¿Cómo amar si no hemos sido amados?
¿Cómo perdonar si no hemos experimentado el perdón?
¿Cómo consolar si no hemos sido consolados?

Resultado de imagen para preguntas fano¿Cómo mirar con compasión…
… si no somos conscientes de nuestro pecado?
… si no nos han mirado con amor y misericordia pese a conocer nuestra fragilidad?
… si creemos que todo lo podemos y que nosotros nunca caeríamos en “eso”?
… si no hemos experimentado el amor y la misericordia de Dios?
… si tenemos una idea limitada de Dios?
… si no reconocemos nuestra fragilidad y debilidad?
… si nunca antes experimentamos ese dolor?


¿Cómo responder a tantas preguntas si no hacemos silencio en nuestro interior?

"RECONCILIÉMONOS CON DIOS"


Los niños se acercaban a Jesús con confianza, con humildad, con naturalidad… ¿Qué tanto nos acercamos nosotros a Él? Y en caso de que nos acerquemos… ¿es nuestra actitud como la de un niño?

Acerquémonos al sacramento de la reconciliación con la sencillez y humildad de reconocer nuestro error y con la confianza de que nos seguirá amando por siempre

Resultado de imagen para PECADOR PERDONADO¿Cuál es el miedo? ¿Qué tenemos que perder? ¿Qué es lo peor que nos puede pasar?... Y por el contrario ¿qué tienes que ganar? Mucho, muchísimo: el autoperdón, la paz en tu corazón, la fuerza del espíritu para seguir caminando, sentir el amor incondicional de Dios…

Me da pesar escuchar historias duras, muy duras… y el miedo de relatar estos hechos  a un sacerdote por miedo a ser juzgados, regañados o mirados mal. Hace unos días un joven de 19 años me relató que fue abusado en varias ocasiones a la edad de 10 años por un compañero de trabajo de su padre… todo este tiempo ha callado.
El sacerdote es solo un medio pero sí que es cierto que muchos no regresan después de confesarse porque no se han sentido tratados con amor y misericordia. “X” es una joven que ya ha intentado suicidarse dos veces: con pastillas la primera y cortándose las venas la segunda. Le gustaría confesarse pero una vez que solo comentó que de vez en cuando pensaba en quitarse la vida el sacerdote le regañó tanto que no ha vuelto a confesarse.


Pues sí los sacerdotes… son instrumentos… tan solo instrumentos… pero por experiencia creo que es más conveniente buscar a alguien con quien tengamos confianza para hablar, con quien nos sintamos escuchados, comprendidos… y sobre todo perdonados y amados. ¡Qué dicha poder experimentar la ternura y la acogida de nuestro Padre!. ¡Todo lo que nos perdemos cuando nos privamos de experimentar la gracia de este sacramento sobre todo si nos sentimos señalados!. Es tu momento, este es el momento, no esperes a mañana, tal vez sea muy tarde. ¿Te animas?

lunes, 13 de marzo de 2017

"TENTACIÓN O PECADO"




Estamos en Cuaresma, buen momento para hacer revisión de nuestras vidas y descubrir cuáles son las tentaciones que nos acechan y cuáles permitimos en nuestras vidas

La tentación es algo atractivo. A veces la detectamos rápidamente, otras veces se nos presenta de forma más disimulada haciéndonos creer que algo es bueno
Una cosa es sentir y otra consentir. Esta es la diferencia entre tentación y pecado: el consentirlo

En cualquier caso siempre es una lucha interna la que el ser humano libera. Por un lado la seducción y la atracción del mal, aún en ocasiones disfrazado de bien, y por otro la gracia de Dios que nos habla a través de la conciencia y nos hace ver que “eso” no es su voluntad porque nos aleja del plan o sueño que tiene para nosotros.

Toda tentación nos seduce con un pequeño paso. Un paso lleva al siguiente. Y así hasta que nos vemos envueltos por el pecado, alguno de ellos muy grave. El problema es que cuanto más nos dejemos llevar más difícil es salir.

Si cuando estamos pecando la brújula de nuestra conciencia nos advierte de que algo no está bien, es la misma voz de Dios que desea que nos alejemos. Tenemos dos opciones: 

Resultado de imagen para brujula* acallar nuestra conciencia. Si continuamos orando, el sufrimiento se prolongará porque en el silencio será más fácil escuchar que Dios no quiere eso. Entonces lo mejor será abandonar la oración. No habiendo oración no hay silencio. No habiendo silencio no escuchamos nuestra voz interior. No escuchando nuestra voz interior todo se vale. Pero nos estamos perdiendo.

*volvernos a Él. Hacer frente a la tentación fortaleciendo nuestra voluntad y pidiendo en la oración esa gracia y denunciarla y confesarla a un acompañante espiritual para que pierda fuerza.

La clave para vencer las tentaciones y que el pecado no entre en nuestras vidas es la oración. A más tentaciones, más tiempo de oración. Si hay tanto mal en el mundo es porque hemos sacado a Dios de nuestro corazón y no le damos cabida buscando nuestros espacios en el día para encontrarnos con Él. Si el activismo, el estar con otros y el ruido ha llenado nuestra vida desplazando o anulando la oración, estaremos huecos por dentro y seremos presa fácil del mal espíritu. A mayor compromiso también es preciso más tiempo de oración porque más expuesta está la persona a sucumbir.

Él quiere encontrarse con nosotros en el silencio. Él es el único que puede llenar nuestro vacío y hacernos felices. ¿Por qué pudiéndolo tener todo andamos mendigando migajas? ¿Por qué anhelando la vida escogemos la muerte? ¿Por qué contando con quien nos ayude confiamos en nuestras propias fuerzas y seguridades? ¿Por qué teniendo libertad para escoger lo que nos hace bien elegimos lo que nos daña? ¿Por qué…?