jueves, 28 de diciembre de 2017

"EL PUEBLO QUE CAMINABA EN TINIEBLAS VIO UNA LUZ INTENSA"


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Así comienza la primera lectura de la Nochebuena y me sentía bien cuestionada. ¡Cómo necesitamos esa luz! ¡Qué difícil, triste y angustioso vivir en la oscuridad! Peor aún cuando uno ni se da cuenta de que vive en tinieblas y no busca la luz

Llevamos un mes de mucha tensión por los acontecimientos políticos que se están viviendo en Honduras. Hace apenas cuatro días nadie sabía dónde iba a estar para Navidad, qué iba a hacer, con quién se iba a reunir… tras unos días de estar encerrados en las casas, de manifestaciones y tomas de carreteras en las que la tónica era la violencia, de cierre de comercios… casi milagrosamente la situación se estabiliza. No se ha solucionado pero ya todos estamos viviendo como si nada hubiera pasado. Ya no nos acordamos o no queremos acordarnos. E incluso hemos dejado nuestras oraciones por la paz porque creemos haberla conseguido.

Esa noche escuchaba la música de las casas a todo volumen… sonaron cohetes por horas… comida, bebida, fiesta…

Exigimos justicia, nos quejamos de la pobreza, esperamos que otros nos solucionen los problemas… mientras tanto nosotros festejamos… Y se nos olvida qué es lo que realmente celebramos en estos días… El gran acontecimiento de Dios encarnado se nos pasa por alto… no tiene cabida en nuestra fiesta y menos aún en nuestro corazón y en nuestra vida

Definitivamente vivimos en la oscuridad y esto me da una profunda tristeza. Pido a Dios, que se hizo uno como nosotros a través de Jesús, que nos de su luz, que sea nuestro guía, que ilumine nuestros pasos

Para María, Jesús fue su centro, el motivo y la razón de su existir. Que María sea nuestra maestra y nos enseñe a acogerle, a conocerle, a amarle y a seguirle. Y que nos ayude a descubrir que solo Él puede llenar nuestra vida y darle un pleno sentido y felicidad

miércoles, 27 de diciembre de 2017

"NOS HAN ROBADO LA NAVIDAD"



“Nos han robado la Navidad” es la frase que más he escuchado en los últimos días, debido a la crisis política que estamos viviendo en Honduras.

A mí me cuestiona esta frase porque a mí nadie me puede robar la Navidad a menos que yo lo permita. Dios nace y seguirá naciendo para todo aquel que desee abrirle su corazón, para todo aquel que desee acogerle en su vida y hacerle el centro de todo… Dios nace y seguirá naciendo ahora y siempre y es motivo de alegría y de gozo porque no estamos solos, porque Él viene para quedarse con nosotros

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Si tu corazón está lleno de odio, rencor, resentimiento, deseo de venganza… si tu corazón está apegado a las cosas de este mundo… difícilmente vas a tener un espacio para que viva en ti. Pero si en tu Adviento fuiste preparándolo para dejar ir todo eso… enhorabuena… tienes algo muy grande que celebrar y agradecer y un enorme motivo para alegrarte




Que tu corazón esté preparado para acoger el Amor, la Misericordia, la Esperanza, la Compasión, la Bondad… porque Él quiere morar en ti para que puedas vivir plenamente.

Feliz Navidad.

martes, 12 de diciembre de 2017

“MENSAJE DE MONSEÑOR ÁNGEL GARACHANA A TODOS LOS SAMPEDRANOS”


“La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan”. Salmo 85,11
Tal es el mensaje que el salmo responsorial de este segundo domingo de Adviento nos anuncia. Esta es la voluntad de Dios para nosotros sus hijos. Este es el proyecto que nosotros debemos realizar en Honduras para tener vida en plenitud.
Resultado de imagen de monseñor angel garachanaPor eso, veo con dolor, tristeza y preocupación los acontecimientos que estamos sufriendo. Queremos, pese a todo, mantener abierta la esperanza y el compromiso por construir una convivencia justa y en paz. Por tanto, además de invitar a la oración a todos los que creemos en Cristo, recuerdo que no basta con decir: “Señor, Señor”, sino que hemos de afrontar nuestra realidad y responder a sus retos. De ahí que me parezca oportuno compartir estas reflexiones:
  • Independientemente de posibles comportamientos injustos de personas concretas, es claro que institucionalmente nuestro sistema democrático es débil y tiene claras deficiencias. Necesitamos una más clara distinción de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y que estos dos últimos mantengan sin ninguna duda su independencia.
  • Recordamos que, pese a una participación ordenada y pacífica en las últimas elecciones, es muy alta la abstención, no solo en las elecciones primarias, sino en estas generales. Con seguridad no hay una única causa que provoca este fenómeno pero sí que refleja desilusión y desconfianza ante la clase política
  • Teniendo en cuenta esta abstención, los candidatos elegibles tienen que reconocer que solo alrededor del 20% de los hondureños con derecho a voto ha optado por darles su mandato. Esto exige a todos humildad y decisión por buscar un bien común que desborda con mucho las propias opciones y las de cualquier partido. Esto exige, igualmente, mayor compromiso en el conocimiento de la realidad, mayor esfuerzo de reflexión sobre la diversidad de propuestas institucionales y un claro compromiso por el diálogo con todos.
  • Sin entrar en valoraciones o juicios personales, lamento que la información facilitada por el Tribunal Superior Electoral no hay respondido con claridad al derecho de la ciudadanía. Considero necesario que con la participación de todos los partidos que hayan obtenido escaños en el Congreso y de los observadores internacionales se revisen todas las actas escrutadas para poder superar las sospechas y recelos generados, aceptar los resultados y avanzar por el camino de la reconciliación, del diálogo, la colaboración y la paz estable.
  • Ruego a todos que mantengamos actitudes de respeto, diálogo y convivencia y superemos toda forma de violencia tanto hacia las personas como hacia los bienes y propiedades del estado, de las instituciones privadas o de las familias. Nadie “gana” violentando a los demás. Todos ganamos construyendo juntos una Honduras justa, sin exclusión ni pobreza
  • Todos los actores con responsabilidad en la vida pública de nuestra patria hemos de tener presente que algo más del 40% de los/as hondureños/as es menor de 18 años. No participa en las elecciones pero sí tiene derecho a esperar que nos comprometamos con su futuro. Al comenzar la siguiente legislatura estaremos celebrando los doscientos años de la independencia. ¿Qué vamos a ofrecer a esa generación del bicentenario para que pueda asumir su tarea de construir una patria justa y en paz?

Cierro estas reflexiones remitiéndolos de nuevo al salmo responsorial de este domingo e invitándolos a orar con sus palabras: “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

viernes, 8 de diciembre de 2017

“¿CREES EN DIOS Y/O SIGUES A JESÚS?”

A mediados de noviembre realicé los Ejercicios Espirituales de ocho días de San Ignacio en el Centro de Espiritualidad de los jesuitas en Arena Blanca (Yoro - Honduras). La primera oración de uno de los días era con el texto de las bienaventuranzas. Pensé que iba a ser tiempo perdido porque no es una lectura que me hable. A pesar de esto, y fiel a los consejos de San Ignacio de Loyola, seguí todos los pasos, permanecí el tiempo establecido (una hora) y después escribí mi examen de la oración. Fue en ese rato de mi examen cuando tuve una gran consolación

Confieso que hasta ese día descubrí el mensaje que encierran las bienaventuranzas. He caído en la cuenta de que es distinto creer en Dios que seguir a Jesús. Creer en Dios implica cumplir los mandamientos (y tampoco los cumplimos aunque digamos que creemos en Él) pero seguir a Jesús implica algo más. Seguir a Jesús supone vivir las bienaventuranzas. Muchos creemos en Dios pero pocos siguen a Jesús. Yo ya vi mis principales carencias. No puedo seguir a Jesús si no soy libre internamente de todo/s, si no tengo compasión por los otros, si no perdono de corazón, si mi corazón no está limpio y no miro a los demás con el amor con el que Él me mira, si no trabajo por la paz, si no tengo hambre y sed de vivir conforme al plan de Dios…

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Todavía me falta mucho, es muy fácil decir que le sigo con palabras pero me queda mucho trabajo interior por hacer para que eso se refleje en mi vida. Lo que sí tengo claro es que quiero y deseo seguirle y confío en que me vaya dando la gracia para que así sea.


Quiero centrar ahora mi mirada en Honduras. Siempre me he preguntado por qué un pueblo que se confiesa creyente sufre de tanta violencia, injusticia, corrupción, narcotráfico, pobreza… La respuesta está clara: se cree en Dios pero no se sigue a Jesús. Los mismos que andan ahora saqueando bancos, negocios o camiones, los que andan quemando casetas de peaje, tiendas, bodegas o gasolineras, los que andan enviando por whatsapp videos que crean angustia y miedo, los mismos que andan metiéndose en las casas, los que andan incitando a la rebelión, los que andan creando división entre hermanos y amigos… estoy casi 100% segura, y esto me da muchísima tristeza, de que creen en Dios… y ahí no se salva nadie… los hay católicos, evangélicos… El pecado social es consecuencia del pecado personal… no podemos culpar a los gobiernos cuando nosotros hacemos lo mismo en la medida de nuestras posibilidades. Ejemplo: Algunos hablan de políticos corruptos pero ellos eluden los impuestos o roban la luz… ¿acaso esto no es corrupción?


Si todos siguiéramos a Jesús, Honduras sería distinto. Los políticos, independientemente del color, no van a cambiar el país. De esta realidad hace tiempo que me convencí. Es el pueblo, es cada uno el que tiene que volver su mirada a su corazón y cuestionarse a la luz de los mandamientos y de las bienaventuranzas: ¿Amas al prójimo como a ti mismo o solo a los que te quieren o piensan como tú? ¿Compartes lo que eres y lo que tienes con los más necesitados o solo das de lo que te sobra? ¿Eres instrumento de la paz de Dios en tu familia, y con tus vecinos, y con tus compañeros de trabajo? ¿Está tu corazón limpio de rencor, de soberbia, de odio, de deseo de venganza, de deseo de tener… eres capaz de ver la bondad de Dios en todo y en todos? ¿Miras a los otros, que son tan queridos por Dios como tú, con la misma misericordia y amor con que Dios les mira?... La transformación de un país comienza con la transformación interior de cada una de las personas que lo habitan y eso ningún gobierno lo va a lograr. Es necesario tomar conciencia de esta realidad y que comencemos a revisar nuestras pobres vidas. Lo fácil es culpar a los gobiernos y así eludir nuestra responsabilidad personal. Basta ya de sentirnos víctimas cuando podemos ser actores de cambio pero no lo olvides: “comienza por ti”.

Acerquémonos a Jesús para que le podamos conocer.
Conozcamos a Jesús porque solo así podremos amarle.
Amemos a Jesús porque solo el que ama es capaz de hacer lo que sea por su amado.

Sigamos a Jesús y vivamos las bienaventuranzas porque solo así podremos ser dichosos y felices



miércoles, 6 de diciembre de 2017

"!PADRE PERDÓNANOS PORQUE NO SABEMOS LO QUE HACEMOS!"



Continuamos con toque de queda en Honduras La gente sigue desafiando las leyes y a las autoridades. Por quinto día consecutivo, se ha tirado a las calles a hacer sonar sus cacerolas, la música, los cohetes… queman llantas, gritan… 

Resultado de imagen de padre perdonalos porque no saben lo que hacen La gente en este país madruga. Muchos entran a trabajar a las 6am, otros a los 7am y los que más tarde a las 8am. ¿Será tener caridad con el prójimo hacer semejantes relajos cuando hay gente que trabaja o niños, ancianos y enfermos que necesitan descansar? ¿Acaso esto no es otra forma de violencia? ¿Jesús también estaría en medio de esas protestas? ¿Así construimos el Reino? Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia pero… ¿Violentando los derechos de los otros y faltando al respeto? ¿Qué estamos enseñando así a los niños? Lo que están viendo de sus mayores estos días es: cómo saquean, cómo se toman las carreteras, cómo destruyen casetas de peaje, cómo irrespetan las leyes, cómo hacen “berrinche” en las noches… ¿Qué herencia estamos dejando a los niños? Y con esto no digo que no se haga justicia pero la lucha ha de hacerse de forma pacífica, como Jesús nos enseñó. La violencia solo engendra violencia. ¿Qué vamos a celebrar en esta Navidad si nuestro corazón está lleno de odio, de amargura, de resentimiento, de cólera…?

Si defendiéramos nuestra fe y creyéramos con tanta fuerza como la gente defiende ahora a un partido político y al que quieren que sea su presidente… este mundo sería distinto. Pero no es así… porque acá todos creemos en Dios pero en el que nos hemos fabricado en nuestra mente, y esa idea de Dios está muy lejos de parecerse al Dios de Jesús por eso actuamos como actuamos

“¡Padre, perdónanos porque no sabemos lo que hacemos!”... Ese es mi grito y mi oración desde hace unos días… unos porque hacemos el mal, otros porque con nuestras palabras agredimos, otros porque damos rienda suelta a nuestros pensamientos y luego se manifiestan en acciones incorrectas, y otros porque nos quedamos de brazos cruzados cuando se nos pide que respondamos ante las necesidades de los otros y la realidad que nos rodea con propuestas alternativas donde el amor y la paz sean la base. 

“Padre, ¿qué sientes cuándo contemplas “nuestra Honduras”?” Ante este caos que está dividiendo y enemistando a la población por creencias políticas, imagino a tu Hijo, imagino a Jesús clavado en la cruz llorando desconsoladamente mientras observa cómo poco a poco el mal va ganando terreno y nos hacemos daño y destruimos. Imagino a Jesús llorando y sintiendo una profunda tristeza en su alma y en su corazón mientras eleva su plegaria a Dios diciéndole una vez más: “!Padre, perdónales porque no saben lo que hacen!”. ¿Por qué no nos sentamos y hacemos un discernimiento a la luz de la fe? ¿A dónde nos va a llevar todo esto? ¿Qué medidas y acciones podemos tomar para defender nuestros derechos y que se haga justicia de forma pacífica?

Ya no más violencia… Honduras ya no necesita que se derrame más sangre de forma violenta… seamos instrumentos del amor y de la paz de Dios… seamos fieles seguidores de Jesús no solo de palabra sino también con nuestras obras… seamos coherentes con la fe que profesamos… seamos constructores del Reino de Dios, que nada tiene que ver con los poderes de este mundo, y recordemos que TODOS SOMOS HERMANOS.

viernes, 1 de diciembre de 2017

"QUÉ TIENES QUE DEJAR?"



Leía en mi oración el otro día “lo importante no es lo que hay que hacer para convertirse en discípulo sino lo que hay que dejar”… yo ya hice mi reflexión sobre este tema y quiero invitarte a que tú también la hagas. ¿Qué tienes que dejar: el orgullo, la soberbia, el rencor, tus apetencias, tu egoísmo, tus adicciones, tu vanidad, tu odio, tu narcisismo, tu comodidad, tu pereza…? Pon nombre a eso que “tienes que dejar”

Resultado de imagen de CORAZON VACIOUna vez que ya has logrado identificar lo que te pide Dios que dejes, es importante que desees en lo más profundo de tu corazón dejarlo. Él nos ayuda en la medida que ponemos los medios.

Muchas veces se nos insiste en el hacer… hacer “para agradar a Dios” dicen unos… hacer “para ganarse el cielo” dicen otros… hacer “porque Jesús así lo pide” nos enseñan y predican… Y en realidad ¿qué tan importante es el hacer? ¿acaso el joven rico no hacía muchas cosas buenas y era buena gente?. Y Jesús le dice “solo te falta una cosa”

Y tú ¿qué tienes que dejar? ¿qué te falta? ¿qué hay en tu corazón que no le está permitiendo a Jesús ser?

En la medida que se produzca tu conversión interna todo a tu alrededor cambiará porque tú habrás cambiado. Tus pensamientos serán distintos, tus palabras estarán orientadas al bien, y lo que hagas tendrá un sentido distinto. Las mismas personas de todos los días y los mismos lugares frecuentados los percibirás de otra manera.

Si escuchas con atención tu corazón no podrás resistirte a esta invitación. Escucha como te dice:
Ama como yo amo
Perdona como yo perdono
Ten compasión de tu hermano porque también es hijo mío
Confía porque no te dejaré ni te abandonaré
Déjame ser y hacer a través de ti porque te necesito

No temas porque yo estoy contigo

lunes, 27 de noviembre de 2017

"IMAGINA QUE ESTÁS A PUNTO DE NACER"



Imagina que estás a punto de nacer. Dios te da a escoger dos vidas distintas para vivirlas en la tierra. La primera es una vida breve, llena de enfermedades, pobreza y burla por parte de la gente. La segunda todo lo contrario, una vida llena de salud, riquezas y honor. Dios te dice que cualquier que sea tu opción te amará igual. ¿Cuál sería tu opción?

San Ignacio cayó en la cuenta de lo que realmente tenía valor, de ahí su oración de disponibilidad y desprendimiento “Tomad Señor y recibid… dame tu amor y tu gracia que esto me basta”

Santa Teresa lo enuncio en su “Quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta”

Resultado de imagen de CORAZON ESCLAVOY San Pablo, por enumerar a algunos, todo lo consideraba pérdida o muerto con tal de conocer a Cristo y dejarle habitar en su corazón y ser en su vida
Y es que… ¿De qué sirven la salud, el trabajo, el honor, los títulos, las cosas materiales, los triunfos… si no le dejamos a Dios ser en nuestro corazón? ¿Qué o quién ocupa nuestro corazón y el primer lugar en nuestra vida? ¿Qué está impidiendo que Dios habite en nosotros? ¿Qué está bloqueando la acción de Dios en nuestra vida? ¿Por qué nos resistimos a que Él sea en nosotros y haga a través nuestro? ¿De qué está lleno nuestro corazón: orgullo, vanidad, soberbia, culpa, rencores, odio, amargura, deseo de venganza… deseo de acumular… búsqueda de seguridad…?

¿De qué nos sirve tener salud, riquezas y honor si vivimos ajenos a Dios, si Dios es tan solo una idea en la que creemos pero no le dejamos manifestarse y ser en nuestras vidas porque otras cosas ocupan nuestro corazón y nuestra mente?

¿Acaso no sería preferible estar enfermo, ser pobre y despreciado, criticado y humillado, si experimentamos en nuestro interior el amor y la misericordia de Cristo?

¿Cuál es tu decisión? Sea cual sea no te preocupes… Dios te va a seguir amando. Tal vez esta sea tan solo otra oportunidad que se te concede para que te cuestiones y una  invitación de Dios para que le permitas entrar en tu corazón y liberarte de todo lo que te oprime y te esclaviza.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

"PERMANEZCAN EN MÍ COMO YO EN USTEDES"




“La rama no puede dar fruto por sí misma si no permanece unida a la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en mí”. Juan 15, 4

Jesús nos invita a estar unidos a Él, solo así podremos dar fruto

Resultado de imagen de LA VIDA Y LOS SARMIENTOSPuede que nuestras vidas estén llenas de actividad, hacemos y hacemos pero no vemos frutos o son muy escasos. Puede que nos esforcemos y acabemos agotados y con la sensación de estar haciendo poco o muy poco. “El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa”

Sería bueno cuestionarnos sobre esto. Si realmente estamos unidos a Él, los frutos se dan. Si tenemos fe en que todo es posible para Él, nosotros solamente tendremos que poner los medios y los frutos se darán. Para eso es necesario dejarle que llene nuestro corazón

A lo mejor nuestro hacer no tiene ni su origen ni su destino en Él. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Para qué lo hacemos? ¿Qué es lo que nos motiva? ¿A quién respondemos: a nuestro ego, a una idea que tenemos de Dios, o realmente al Dios de Jesús?
Quizás por eso nos hemos podido sentir muchas veces como dando tumbos, quizás por eso no terminamos muchas veces de centrarnos, no vemos con claridad o percibimos el futuro incierto

Si Dios es una idea en la que creo y no ha bajado de mi mente a mi corazón… difícilmente daré frutos.
Si hay algo que impide mi unión con Él… difícilmente daré frutos
Si tengo mi corazón lleno de “tantas cosas” que me alejan de Él… difícilmente daré frutos
Si creo que todo se soluciona con unas oraciones pero mi vida no cambia… difícilmente daré frutos

“Separados de mí no pueden hacer nada”… bueno, hacer lo que se dice hacer podemos hacer mucho pero resultará vacío, hueco, superficial… no tendrá la hondura, la profundidad, o el efecto esperado o deseado. Por otra parte nos queda el consuelo de que “nada es imposible para Él” pero que eso no sea una justificación para cruzarnos de brazos y seguir como hasta ahora.


¿Qué nos queda? Si queremos dar fruto está claro: vaciar nuestro corazón de todo aquello que nos impide amar para que Él pueda hacer su obra a través nuestro. Comienza a poner nombre a todo aquello que no le deja ser y déjalo ir… mañana puede ser demasiado tarde.

viernes, 10 de noviembre de 2017

"FELICES LOS MISERICORDIOSOS"



Ya lo dijo Jesús… “Felices los misericordiosos…”… felices serán quienes tengan misericordia consigo mismos y con los otros… El perdón sana, salva y nos libera.
Dios nos perdona TODO y así lo creemos, entonces ¿por qué somos tan reacios a perdonarnos y a perdonar a quienes nos ignoran, a quienes nos engañan, a quienes nos hacen daño, a quienes no nos valoran, a quienes nos desprecian, a quienes nos critican…)

¿Acaso es justo que nos perdone TODO y nosotros seamos tan crueles, duros y exigentes con nosotros mismos y con los demás?

Resultado de imagen de FELICES LOS MISERICORDIOSOS¿Quiénes somos para no perdonar, quiénes nos creemos? ¿Acaso tenemos más poder y autoridad que Dios? ¿Por qué somos tan soberbios? En la medida que Él nos perdona y nosotros no nos perdonamos o no perdonamos a los otros, estamos desacreditando Su Autoridad y posicionándonos sobre Él, nos creemos por encima de Él.


Danos la humildad para perdonarnos y perdonar los errores de los demás… para mirarnos y mirar a los otros con misericordia. Y líbranos de la soberbia que nos esclaviza y nos hace duros de corazón

viernes, 3 de noviembre de 2017

"OTRA OPORTUNIDAD"


Este domingo fue un día duro de trabajo. Era día de exámenes finales y los estudiantes habían encargado comida para almorzar en el colegio. Terminando la hora de comer, Sor Suyapa me comunicó que una alumna (que ya tenía antecedentes de haber consumido drogas) había estado tomando alcohol. Fuimos para el aula e inmediatamente llegó la coordinadora. Se les dio la oportunidad a los alumnos de hablar y contar lo que había pasado pero todos callaron. Comenzamos a revisar las mochilas (me sentí super incómoda urgando sus pertenencias pero teníamos que confirmar las sospechas y buscar cualquier indicio antes de tomar medidas). La coordinadora encontró una cajita de jugo en la que habían echado ron. La botella la encontramos en el basurero del aula. Tras amenazarles con retirarles los exámenes si no hablaban, “A” se delató. Sor Suyapa y la coordinadora se bajaron con ella para redactar el acta de expulsión y yo me quedé un rato con ellos. Les pregunté quién más sabía de aquello y quién había colaborado. Un alumno dijo: “Profe todos sabíamos pero nadie dice nada por miedo. Aunque nos hubieran retirado el examen no hubiésemos hablado. Vale más nuestra vida y no sabemos qué consecuencias puede tener el hablar”. Y ahí sí… les hablé bien enojada y les dije: “Sigan así… por eso este país está como está… y la culpa no la tienen tanto los políticos sino el pueblo que calla y calla… todos saben pero nadie dice nada y al final todos son responsables y se vuelven cómplices del mal”.

Como tres horas y media entre hablar con la muchacha, hablar con la que había metido la botella en el colegio, hablar con los que habían tomado de la botella… y al final… “A” expulsada del colegio y a los otros cuatro se les ha dado un periodo de reflexión hasta finales de enero, fecha en la cual si quieren matricularse en el colegio tendrán que redactar un compromiso firmado que deberán cumplir durante el curso escolar.

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Llegué a casa a las 5.30pm, solo tomé un poco de café con leche y me fui para la eucaristía de 6pm. Estaba agotada… casi once horas en el colegio (como todos los domingos)… y de remate esa misa fue ¡tan larga!, duró hasta 7.40pm… en la homilía me faltó poco para dormirme. El caso es que en la eucaristía me estuve acordando de “A”… tal vez yo no hice lo suficiente por acompañarla durante el curso, tal vez se merecía otra oportunidad, ¿por qué a mí se me dan tantas oportunidades y a ella se le echa del colegio? ¿acaso mi vida vale más que la de ella? No es justo, creo que no es justo, si a mí no se me hubieran dado tantas oportunidades no sé dónde estaría ni que estaría haciendo… no merezco estar aquí ni hacer lo que hago si Dios me hubiese medido de la misma manera. En eso estuve toda la eucaristía: preguntándome ¿por qué a otros no se les da otra oportunidad y a mí se me dan tantas?

No encuentro respuesta a mis preguntas pero tengo la certeza de algo y es que Dios me ama y a pesar de mi debilidad y fragilidad me quiere acá. Y este domingo lo volví a confirmar. En el lateral, en el que estaba sentada, dio la comunión una mujer muy comprometida y ya mayor a la que tengo años de conocer pero ahorita hacía unos meses que no la veía porque no voy a esa iglesia. Cuando llegó el momento de darme la comunión, se le iluminó la cara, sus ojos brillaron y con una sonrisa me dijo: “Hola Gloria”… “El Cuerpo de Cristo”. Volví a mi asiento y… buf… fue como el mismo Dios saludándome y diciéndome: “me alegro de que estés acá… sigue adelante… yo te quiero… (eso y más cosas)”. Lo que continúa ya te lo imaginarás… siempre llevo pañuelos a la eucaristía porque nunca sé cuándo Dios me va a hacer uno de estos regalitos

No sé cuál será tu caso… pero sí que estoy segura de algo… el Amor y la Misericordia de Dios es mucho más grande que la justicia humana y bendito sea Dios si así lo vivimos, experimentamos y agradecemos


jueves, 26 de octubre de 2017

"TRASCENDER LA ENFERMEDAD"



Hace dos días estuve en un taller sobre aprender a sanar traumas a través de la energía. Son seis sesiones y apenas vamos por la segunda. Se movieron muchas cosas y es que cuanto más me conozco más me doy cuenta de todo lo que me falta. De este taller como de tantos otros recibidos, no salí igual que entré, en algo me ayudó y algo sané. Pero quiero hablar de algo concreto. Casi para terminar se nos habló de un diccionario de enfermedades que puedes encontrar en internet. La dirección es www.biodespertaremocional. La tarea que tenemos que hacer para la próxima sesión es hacer un listado de las enfermedades padecidas, su sentido biológico, cuál es el conflicto  o trauma que las ha causado, cuál es el mensaje o a qué nos invita la enfermedad y dar las gracias. Me llamó la atención cuando el formador, un jesuita guatemalteco con mucha experiencia en todo esto, comentó que las enfermedades no son enemigos a los que atacar o combatir sino ángeles que tratan de comunicarnos algo que hay que trabajar en nosotros. Esto me quedó resonando.

Resultado de imagen de ojos, jesus, fanoCasualmente, por decir algo porque no creo en las casualidades, me ha pegado conjuntivitis. Decenas de miles de hondureños la han padecido en este último mes y es que se ha convertido en una epidemia viral que está afectando a todo el país. De no haber sido por este curso lo hubiera visto como: “no iba a ser yo menos” o “no me salvé” o “ni modo, es lo que toca”… me hubiera aplicado el colirio y como vino se hubiera ido. Pero anoche me desvelé. No aguantaba mis ojos, los tenía al rojo vivo, medio pegados, y me ardían. Tras dos horas de desvelo me empecé a cuestionar qué mensaje podía tener para mí esta conjuntivitis y me empecé a preguntar por “el ver”, “el mirar”, “cómo veo”, “cómo me veo”… y algo se desbloqueó en mí. Una de mis oraciones más repetida es que me mire, y mire a los otros con amor y misericordia, esto conectó directamente con lo que me estaba pasando. Y ya no me importó el malestar de los ojos. Yo no pido nunca en mis oraciones por la salud pero ahora mucho menos. He caído en la cuenta de que es más importante pedir otras cosas, en este caso la gracia de mirarme y mirar a los otros como Él me mira y les mira, y descubrir la bondad de Dios en todo a pesar de que lo que nos sucede no sea según lo previsto o a veces hasta doloroso.

Y con todo esto recordé el relato del paralítico y su camilla. Jesús comienza perdonándole sus pecados. Claro que sí… eso es trascender la enfermedad… caer en la cuenta de que otras cosas son prioritarias. Si Jesús le hubiera sanado su enfermedad, tarde o temprano se hubiera vuelto a agravar. Eso es lo que hace la medicina, ataca la enfermedad y no descubre la causa, y al final uno vuelve a padecer lo mismo o el cuerpo expresa de otra manera eso que tiene que trabajar. Jesús sabe qué es lo que le está provocando su parálisis y comienza por ahí. Ni entonces entendieron ni nosotros todavía entendemos muchas de sus enseñanzas.

Que Dios te dé, nos dé la gracia de trascender lo que nos sucede. Y tengamos la confianza de que nuestras peticiones serán escuchadas porque ¿acaso Dios no dará el Espíritu Santo a quién se lo pida si nosotros somos capaces de dar cosas buenas a quienes queremos?