lunes, 22 de abril de 2024
“¡QUÉ MALA MEMORIA!”
Ayer recordé algo que leí una vez sobre los defectos de Jesús.
Ciertamente pude experimentar que es cierto, tiene muy mala memoria.
Estaba todavía consolada por su visita el otro día y por lo que había
acontecido. Y volvió a aparecer tan solo 48 horas después. No hizo alusión a
nuestro encuentro ni a lo que había pasado, es como si aquello ya se hubiera
desvanecido, como si ya no tuviese importancia, como si no hubiese ocurrido. No
podía creerlo pero me hizo sonreír la situación. Y a la vez me dije: “Bendito
sea el Señor por su mala memoria”. Porque eso me confirma que tampoco lleva
cuenta de mis caídas, de los hoyos en los que me he metido, de las veces que me
he enlodado… La esperanza para mí sería solo una ilusión. Pero nada de eso. Es
capaz de hacer nuevas todas las cosas. Cada día es nuevo.
Hoy soy libre para decidir amar o reservarme todo lo que me ha regalado,
para buscarle o buscarme, para responderle o hacer mi voluntad.
Hoy se me da otra vez la oportunidad de levantarme, de dar un paso más,
de abrir los ojos y estar atenta a su Presencia, de encontrarme con Él…
Un nuevo día para abrazar lo que venga, para agradecer, para perdonar y
pedir perdón, para amar…
Para Él cuenta el ahora, el presente. En esta realidad, en este momento,
está. Aquí y ahora es donde puedo encontrarme con Él y responder con lo que soy
y tengo a tanto amor.
jueves, 18 de abril de 2024
“TRASCENDER LAS HERIDAS”
Todos tenemos heridas, el problema surge cuando no están sanadas y vivimos
desde ellas. Si no cicatrizan, corremos el peligro de que supuren al menor
comentario o gesto de otros. Y entonces surgen las quejas, los desprecios, las
defensas o ataques. Nos convertimos en esclavos de las heridas permitiendo que
sean nuestras dueñas y señoras. No somos conscientes de lo que nos perjudican y
del daño que hacemos a otros. Vamos salpicando a los demás nuestro dolor
creando división.
Es una realidad que las heridas nos van a acompañar siempre pero es tarea
nuestra sanarlas o al menos no vivir desde ellas. Que no se conviertan en
protagonistas hasta el punto de encerrarnos en nosotros mismos.
Cuando las heridas nos gobiernan asumimos diversos roles. Unos prefieren
el de víctima, se quejan por todo, van dando lástima para cubrir sus carencias…
Otros escogen el rol de perseguidor aplastando con palabras y hechos a quien
tocó sus heridas… Otros…
Evitemos identificarnos con nuestro ego y sus heridas. Trascendamos esas
realidades dolorosas para poder vivir desde lo que realmente somos.
jueves, 11 de abril de 2024
“LO QUE MÁS OS DESPIERTE A AMAR…”
En palabras de Santa Teresa: “Lo
importante no es pensar mucho sino amar mucho así que, lo que más os despierte
a amar eso haced”. ¡Qué distintas serían nuestras vidas y nuestro mundo si
tuviésemos esto en cuenta!.
Decimos querer hacer la voluntad de Dios pero ¿Nos mueve el amor o nuestros
intereses o necesidades personales?. ¿Cuál es el criterio que seguimos a la
hora de: Tomar decisiones, elaborar proyectos, relacionarnos con los otros,
realizar una acción o comprometernos en algo?.
“Lo que más os despierte a amar
eso haced”. Unas veces amar implicará hablar
y otras callar, en ocasiones ofrecerse a un servicio para el que nadie está
dispuesto o ceder el puesto o la responsabilidad de una acción a otro. En algún
momento por amor habrá que exponerse en público y otras permanecer en segundo
plano, en lo escondido. Incluso por amor estaremos con esas personas que no son
tan de nuestro agrado, realizaremos actividades que nos suponen esfuerzo o
incluso nos disgustan, renunciaremos a quereres, intereses o apetencias… Sería
bueno al final del día revisar cuáles fueron nuestras verdaderas motivaciones
para ir purificando nuestras intenciones y ver cómo se nos cuela el ego
esclavizando nuestra voluntad.
Lo importante no es pensar mucho, tampoco hacer mucho, porque ¿De qué
sirve pensar, hacer, si en todo ello no amamos?.
Amar mucho solo es posible si se vive desde dentro, desde lo que somos.
Mientras seamos esclavos de la tiranía del ego nos moveremos en la superficie,
permaneceremos pendientes de todo lo que nos rodea y, nuestras acciones y
omisiones estarán condicionadas por los otros o por la imagen que anhelamos,
proyectamos o defendemos.
Si no permitimos ser al Amor que nos habita difícilmente construiremos el
Reino. Podremos hacer muchas cosas pero no evangelizaremos con nuestra forma de
ser, estar y relacionarnos con los otros.
El Amor que nos habita necesita ser, darse… Sólo alcanzaremos la plenitud
cuando ese Amor sea el dueño y Señor de nuestra vida, cuando sea el motor de
todo lo que provoquemos con nuestras palabras y silencios, con nuestras
acciones y omisiones.
“Lo que más os despierte a amar
eso haced”. Pongamos al ego en su lugar y
permitamos ser al Amor.
lunes, 8 de abril de 2024
“SI NO NOS HACEMOS COMO NIÑOS…”
Al crecer nos van “domesticando” y progresivamente perdemos esa
espontaneidad natural de los niños que dicen lo que sienten y expresan sus
emociones sin reparo alguno.
Los adultos hemos aprendido a controlar lo que hablar o lo que conviene
callar, a reprimir sentimientos por miedo a las reacciones de los otros, a
actuar o paralizarnos en función de posibles juicios.
Detengámonos un
momento ante este fragmento del evangelio de San Juan: “Seis días
antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús
había resucitado de entre los muertos. Le dieron allí una cena. Marta servía y
Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro,
ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se
llenó del olor del perfume”. María estaba llena de amor. Amaba tanto a Jesús que no tuvo reparo en
acercarse, tocarle, ofrecerle aquel perfume “muy caro”… No midió, no se detuvo
a cuestionarse sobre las posibles murmuraciones o comentarios. Ese Jesús al que
tanto amaba había llenado su corazón de tanto amor que, no podía contenerlo en
su corazón y, necesitaba compartirlo.
Una fuerza interior nos impulsa a ser nosotros mismos, a ser espontáneos,
a expresar lo que sentimos. Sin embargo no son pocas las veces en las que
hacemos caso omiso a esa fuerza perdiendo la oportunidad de compartir lo más
valioso de nosotros mismos.
Los años van pasando para todos. Muchos ya nos han dejado o no están a
nuestro lado. ¿Cuántas palabras se quedaron sin decir?. ¿Cuántos abrazos y
gestos de cariño no se mostraron?. ¿Cuántas lágrimas contuvimos?... No nos
quedemos en la nostalgia ni en la culpabilidad. Todavía estamos a tiempo de ser
lo que somos.
sábado, 6 de abril de 2024
“SÉ TU MISMO”
Mirarnos en relación a los otros nos puede acomplejar o, por el
contrario, engrandecer. No se trata de hacer o no hacer, de hablar o callar,
queriendo imitar a nuestras “estrellas” o queriendo sobresalir por encima de
los otros para demostrar lo que ni siquiera nos creemos.
Cada uno hemos nacido con unos dones. Es tiempo perdido, y energía
derrochada, el vivir en función de las expectativas o la mirada de los otros.
Compararnos con aquellos a quienes consideramos “más perfectos”, aumenta
nuestra frustración, nuestra impotencia, nuestra amargura. Quizás nunca
lleguemos a ser como ellos y habremos perdido mucho tiempo en aquello que no
nos correspondía.
Compararnos con aquellos a quienes consideramos menos aptos o agraciados,
hace crecer nuestra soberbia a la vez que se intensifica el miedo a perder la
imagen proyectada.
Cada uno tenemos nuestro camino, nuestra misión, nuestra vocación. Ese
camino es único e irrepetible, y lo debemos recorrer con los ojos puestos en
Jesús para desplegar así todas las potencialidades
que nos ha regalado para gloria suya.
En ese “ser uno mismo” no faltará quien nos critique y nos alabe. “¿Y a ti qué?”. Así fue como le dijo
Jesús a Pedro cuando se interesó por el destino de Juan. “De todas formas, hagas lo que hagas o digas lo que digas, nunca van a
hablar todos bien de ti hasta el día de tu funeral” – comentaba el otro día
un sacerdote.
Ser uno mismo supone vencer el obstáculo del miedo al qué dirán, al fracaso, al rechazo, al abandono, a la humillación…
Hagamos o
no, hablemos o callemos, siempre buscando la mayor gloria de Dios, y sin poner
los ojos en otro que no sea Nuestro Señor que nos ha creado para ser suyos.
martes, 26 de marzo de 2024
“A RATITOS O TODO EL TIEMPO”
La vida se convierte en oración
cuando abrazas la realidad que te toca, cuando aceptas y acoges al otro con
todo lo que es y tiene, cuando ofreces todo lo bueno que hay en ti.
A veces se entiende la oración
como una tarea a realizar en la que hay que invertir tiempo, o incluso como una
carga, de ahí que muchos se frustren al no dedicar tantos momentos como
desearían a estar a solas con el Señor.
Nuestra vida es una continua oración
si es un constante darnos en lo que cada momento toca, y un permanente acoger
lo que se presenta.
Nada queda hueco, vacío, sin
sentido… Nada carece de valor… Cualquier situación, cualquier encuentro,
cualquier emoción que nos invada, cualquier actividad por monótona, rutinaria,
insignificante que parezca, incluso el no hacer… tiene sentido, si está
cubierto y traspasado por el amor.
Nuestra vida será una continua
oración si acogemos y amamos esa realidad presente.
jueves, 21 de marzo de 2024
“SOLO POR AHORA”
El sábado me
iba a encontrar con una amiga y hermana a la que quiero mucho, y con la que no
había estado desde el mes de agosto. Hablando por teléfono, unos días antes, me
decía: "Ya tengo ganas de que llegue
el sábado". Yo le respondí: "Espera.
Este día es bien bonito y todavía me quedan muchas cosas que vivir antes de
encontrarnos".
Cuántas veces
se nos va el momento presente proyectándonos en futuros que tal vez no lleguen
a ser.
Antes era muy
de "Solo por hoy". En este
momento quiero ser más de "Solo por
ahora". Y es que éste instante es lo único que tengo. Aquí, en esta
realidad, en estas circunstancias, estoy llamada a ser, a vivir.
Lograr hacer de
cada momento lo mejor. Conseguir vivirlo como único, irrepetible (al fin y al
cabo, al segundo siguiente ya será sólo parte del recuerdo).
Lo que deseo, o aquello que temo, tal vez llegue o quizás no. Mientras se hace realidad voy a
vivir lo que me toca y quiero que sea con intensidad, abrazando y dejándome
abrazar por lo que se presente.
viernes, 15 de marzo de 2024
“¿REGALOS O EL REGALO?”
Quien tiene poco le busca por interés.
Quien tiene de sobra no le necesita, puede prescindir de Él.
Desde pequeños se nos enseña a pedir a un Dios dador pero no caemos en la
cuenta de que Él es el regalo. Solicitamos “regalitos” cuando Él es el REGALO.
No es tanto lo que nos da o puede dar sino que hay que trascender eso para ser
conscientes de que es Él mismo quien se da.
Podré tener o no mis necesidades cubiertas
Podré estar bien o no de salud.
Podrá irme en la vida como había soñado o pasar el tiempo lamentándome
por mis errores, mis circunstancias, mis heridas…
Podré ser admirado y querido por quienes me rodean o criticado y
encontrarme solo.
Podré…
Todo lo bueno que pueda poseer en mi haber será nada comparado con
tenerle a Él. Nos engañamos si nos decimos aquello de “esto no da la felicidad
pero ayuda”.
No son sus regalos lo que nos va a dar vida, es Él. Él es el REGALO que
se nos da y se nos entrega.
No es tan importante lo que nos da sino que Él se nos da.
Y ante esto solo queda guardar silencio, abrirse y acoger lo que,
gratuitamente y por solo amor, se nos ofrece.
domingo, 10 de marzo de 2024
“EL TESORO DE LA FELICIDAD”
Hemos escuchado muchas veces aquello de “La felicidad está más en dar que
en recibir” pero me pregunto: “Cuando ese dar tiene su recompensa o
gratificación ¿no es acaso el ego el que se siente satisfecho?”
Relacionamos felicidad con tener (lo necesario para vivir, un buen
trabajo, amistades, familia, facilidad para viajar…), con pasarlo bien, salir
con otros, invertir, consumir, ir de restaurantes o de cafés… Lo cierto es que
andamos bien perdidos si ponemos nuestra felicidad en todo ello.
Y es que la verdadera felicidad solo podemos encontrarla en Dios, en la
medida en que ponemos solo en Él nuestra confianza.
Sólo si nos apoyamos en Él, y solo en Él, dejará nuestra vida de
bambolearse en función de las circunstancias, de lo que nos hagan, de lo que
digan de nosotros o de lo que nos pase. Porque todo cambia, porque todo pasa,
porque puede salir el sol por la mañana y haber tormenta en la tarde, pero Él
no cambia, Él permanece.
Si encontráramos el tesoro… ahí estará nuestra verdadera felicidad.
Porque todo lo demás es nada comparado con el TESORO, un tesoro que nadie nos
puede quitar y se mantiene siempre al alcance.
Independientemente de si te critican o te alaban, de si fracasas o tienes
éxito, de si vives rodeado de otros o te sientes solo, de si tu vida es como la
hubieras soñado o te sientes víctima del destino… Te espera un tesoro. Solo en
la medida que pongas los ojos en Él y te des cuenta de que es para ti, dejarán
de preocuparte o angustiarte otras cosas, el presente o el futuro, lo que te
suceda o lo que te hagan o digan. Cuando caigas en la cuenta de esa verdad,
dejarás de depender de las alabanzas, de los triunfos, de los frutos de tus
obras, del afecto que te puedan dar.
La verdadera felicidad está en encontrar el TESORO, abrazarlo y poner
nuestra vida y confianza sólo en Él.
lunes, 4 de marzo de 2024
“¿QUÉ SERÍA DEL ÁRBOL SIN SU AGUA?”
¿Qué sería del árbol sin su agua?. El árbol es un ser pequeño,
dependiente, necesitado. Sin su agua moriría.
El ser humano sin Dios también está muerto. Le falta lo más esencial, lo
que da plenitud a su vida. Se siente vacío, perdido. Busca algo que calme su
sed y en su afán de probar y de poseer todo, se confunde más y más hasta
sentirse derrotado.
El ser humano también es pequeño comparado con la grandeza de su Señor,
también depende de Él, necesita de Él. Sin Él deja de ser.
Necesitamos de esa agua, de ese Dios, que aliente nuestra esperanza, que
de sentido a nuestra historia, que nos mantenga alegres y de paz a nuestro
pobre corazón.
Sería bueno preguntarnos:
·
¿Dónde estamos plantados?.
Quizás, si hemos echado raíces en terrenos secos, convenga buscar otros suelos
o la ribera de algún río.
·
¿Damos frutos?. Está claro que no
dependen de nuestro esfuerzo sino del agua que nos nutre. Si buscamos y tomamos
de esa agua, los frutos vendrán solos. No se trata tanto de hacer sino de
dejarse hacer por quien quiere llenarnos y darnos vida.
viernes, 1 de marzo de 2024
“TODOS LLAMADOS, TODOS INVITADOS”
El otro día en un grupo alguien se cuestionaba por qué el Señor llama a
unos y a otros no. El Dios de Jesús, el que hace salir el sol sobre buenos y
malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos, nos llama a todos, sin
excepción y sin predilección, no entiende de méritos sino de amor. Cosa muy
distinta es nuestra actitud. Podemos estar más o menos atentos, ponernos “a
tiro” o agarrar otro rumbo, responder a la invitación o dejarnos seducir por
otros espejismos.
Con el nuevo día se nos invita a subir al monte Tabor. ¿Lo escuchas?. ¿Te
pones en camino?. ¡Qué bien se está ahí!. No faltan las ganas de, como Pedro,
decirle al Señor aquello de: “Hagamos tres tiendas”. Pero después hay que
regresar, hay que descender a la realidad, a lo cotidiano de cada día. Hay que
volver para comunicar la experiencia vivida.
Y allá en el valle regresamos a nuestros quehaceres, nos encontramos con
personas que nos abrazan con su sonrisa, con su cercanía… que nos corrigen con
cariño, que nos tratan con respeto… pero también con otras malhumoradas,
exigentes o mendigas de un poco de afecto, de unas palabras, de atención…
La realidad a la que descendemos no es siempre un jardín de rosas. Hay
quienes se encuentran con un desierto árido, oscuro. Cuanto mayor sea la
hostilidad que nos toca experimentar, mayor será el tiempo que necesitaremos
estar en la cima.
Aquí abajo se necesita creer en el Señor, experimentar su amor… Nosotros
también somos mendigos de fe, de amor,
por eso subimos al monte, porque sabemos que ahí es donde podemos descansar,
reponer nuestras fuerzas, llenarnos de todo lo que precisamos para volver.
Aquí abajo, por muy adversas que se presenten las circunstancias o por
muy duros que sean los sentimientos que nos habiten, nos toca irradiar al Dios
que nos va llenando. Ahí nos la jugamos, porque es en el amor donde se nos pide
ser perfectos. ¡Qué fácil amar a los que nos aman!.
Instrumentos del amor de Dios con nuestra forma de ser, de estar, de
relacionarnos con los otros, de hacer, de hablar… Pero eso no es posible a puro
esfuerzo, es necesario primero subir y llenarse, para después bajar y poder
darse.
sábado, 24 de febrero de 2024
"PREPARANDO EL CONCIERTO"
El otro día pensaba en que preparar un retiro o una charla en la iglesia
es como organizar un concierto. De nuestra parte está el alistar los
instrumentos, afinarlos, ensayar las melodías, coordinarnos con el resto de la
banda para tocar al compás y no desentonar…
Y llega el momento del concierto y comienza la música. Y es cuando sientes
que ya todo escapa de tu control. Te abandonas y dejas al Señor el éxito o el
fracaso, el número de personas que lleguen, el si toca el corazón de los asistentes o si se van como llegaron…
Habrá a quien le dará vértigo soltar las riendas y dejarle hacer. A mí la
verdad que me descansa mucho, después de aportar todo lo que estaba a mi alcance,
el no sentir la responsabilidad de lo que suceda.
Si el concierto resulta de agrado, si transformó en algo la forma de ser,
de estar, de relacionarse de los asistentes, el si deciden regresar o incluso
extender la invitación a más gente… es mérito suyo.
Si por el contrario la gente se aburrió, no entendió, salió decepcionada
o incluso convencida de no volver… pues no pasa nada… El Señor sabe cómo
encontrarse con cada uno y medios no le faltan. Seguro que busca otros
conciertos que sintonicen mejor con su realidad para poder hacerse presente.
Hagamos todo lo que está de nuestra parte aún sabiendo que “eso” también
es obra suya. Y descansemos, descansemos en quien todo lo hace bien.
miércoles, 21 de febrero de 2024
“GRACIAS... POR LAS FLORES"
Sé que estamos en Cuaresma, sé que es tiempo de austeridad, penitencia y
todas esas cosas pero el Señor en medio del desierto también expresa su amor,
porque no se ha ido, porque sigue estando, porque es Amor, porque no puede
dejar de ser.
Hoy me sorprendió con un gran ramo de flores a buena mañana. Iba de
camino al trabajo ¡tan feliz…!. Y sobre todo, y como no, agradecida porque sabe
cómo decir: “Aquí estoy”, o confirmarme en la moción que surgió tempranito en
mí. De remate había un montón de rosas rojas y solo de Santa Teresita me
acuerdo cuando veo rosas. Mi querida intercesora haciéndose también presente en
ese regalo.
No falta el mal siempre queriendo incordiar o quitar la alegría y quebré
tres cositas pero rápidamente pensé: “No. No. Por esto no me vas a arruinar el
día”.
Por muy árido que sea el desierto, por muy oscura que sea la noche, por
mucha sed que tengamos, Él siempre está. Unas veces más callado, otras veces su
presencia es más evidente. Ojalá no nos falte la confianza de creer que, en
unos y otros casos, permanece.
Abramos los ojos, los oídos y el corazón, porque en la rutina, en lo de
siempre, también se manifiesta.
Dejémonos sorprender por lo imprevisto, lo que escapa a nuestro control,
porque hay también se hace presente.
Siempre y en todo lo que acontece en nuestra vida tiene algo que decirnos.
Ojalá sepamos leerlo.
sábado, 17 de febrero de 2024
“SIEMPRE Y EN TODO HAY NOTAS DISCORDANTES”
El pasado domingo, como tantos otros, estaba expuesto el Santísimo en San
Bartolomé. Se preparó afuera una gran bulla sobre un escenario: música, ruido…
Ante tal espectáculo, y ante la dificultad de hacer silencio dentro, no
faltaría quién decidiera no entrar. El mal espíritu se sirve de todo para
desviarnos de nuestros propósitos, para impedirnos o dificultarnos el encuentro
con el Señor.
Ayer en el retiro de la parroquia tampoco faltaron las notas discordantes
que quieren fastidiar o entorpecer. Pues aunque, en el peor de los casos se
hubiese ido la luz, habríamos seguido adelante porque el importante y el
protagonista hubiera permanecido con nosotros aún en la oscuridad.
Cada uno tiene sus experiencias también en la oración personal. Muchas
veces nos envuelve el silencio pero el pensamiento va de un lado a otro
descentrándonos de nuestro propósito.
En cualquier caso lo importante es trascender todo eso. Que ninguna de
esas “pequeñeces” impida el encuentro. Seguro que si quedamos con alguien a
quien queremos, no encontramos dificultad alguna para disfrutar de su compañía.
Más allá de lo que se diga o de lo que se pueda escuchar, más allá del
ruido o del silencio exterior o interior, más allá de si se siente o no,
recordemos que está. Y si está es porque nos ha invitado, porque nos estaba
esperando, porque quiere nuestra compañía… y solo eso basta. De nuestra parte
el responder con palabras y con nuestra vida: “Aquí estoy”.
sábado, 10 de febrero de 2024
“UNA DE ESAS FRASES QUE TE HABLAN”
Hay frases que te pasan desapercibidas pero otras te
quedan resonando en el corazón uno o varios días. La que me habló hace unos días
decía: “El que sigue a Jesús no busca
quedar bien sino hacer el bien”.
Hacer el bien implica ser fiel a la Verdad y eso
supone muchas veces arriesgarse a perder. No hay más que ver a Jesús que por
ello acabó clavado en una cruz.
Hay quien finge queriendo dar una imagen que no
corresponde con quien es por ganar algo o por mantener lo que quiere, aunque
eso suponga dañar o traicionar a otros.
No se puede uno decir cristiano si no es fiel a la
Verdad, si no busca el bien por encima del quedar bien. Cero hipocresías. Hay
que arriesgarse sin miedo a las consecuencias. El Señor premia con el ciento
por uno y, lo que en un principio puede parecer una derrota, tiene su
recompensa. Y si no, miremos la cruz… Donde unos veían el fin, no era sino el
comienzo… Donde unos solo veían muerte, surgió la vida…
Hacer el bien… ya lo decía San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. Y en ese
amar habrá veces que habrá que callar, otras denunciar, otras obedecer… pero siempre
mirando al Señor y buscando solo su Voluntad.
La vida es muy corta para perder el tiempo en caer
bien a la gente o en agradarles. Preocupémonos más en agradar al Señor amando
en todo lo que nos presente cada día.
jueves, 8 de febrero de 2024
“CUANTO MÁS CERCA…”
Si te ha pasado entenderás de lo que te voy a hablar.
Hay veces en la vida en las que sientes que el Señor te atrae con una
fuerza que quieres más y más estar con Él, y estás dispuesto a cualquier cosa.
Es entonces cuando más pruebas y tentaciones de todo tipo aparecen en el
camino. Es una lucha interna que agota. Y te ataca por todos los lados: puntos
débiles, afectos, apegos… En lo personal siempre acabo preguntándome ¿qué es lo
siguiente?, a la vez que me digo “ya no puedo más”.
Me recuerda aquello de “El diablo,
como león rugiente, ronda buscando a quién devorar”. Esa es la sensación.
Cuanto más cerca de la Luz, más me persigue la oscuridad para envolverme,
distraerme y alejarme.
Me consuela el “Resistidle firmes en la fe” porque el mal no tiene la última palabra, porque Cristo venció la muerte… Resistidle implica acción, no me puedo quedar de brazos cruzados esperando que pase la tormenta, tengo que poner de mi parte… “Resistidle”, hacedle la contra, seguid acercándoos a la Verdad. Y siempre denunciarlo, ante alguien con autoridad eclesial como decía San Ignacio, para ponerlo al descubierto y que pierda fuerza.
sábado, 27 de enero de 2024
“CUANDO NO PUEDAS CON ALGO…”
Hay situaciones que te llegan sin buscarlas pero, aún con todo, se puede
elegir ignorarlas, luchar contra ellas, dejar que te aplasten o por el
contrario… abrazarlas.
En el escaparate de la librería tenemos una imagen pesadísima de la
Sagrada Familia. Yo no puedo con ella, pesa “un quintal”. Y un día Purita, que
va a cumplir los ochenta años, la abrazó y la llevó del almacén a la tienda. Me
quedé sin palabras y más aún cuando dijo: “Acabo
de llegar a una conclusión: Cuando no puedas con algo: ABRÁZALO”. Pensé: “Voy
a escribir sobre esto” pero ¡qué va!... la idea la puedes tener pero hasta que
no llega la inspiración no surgen las palabras.
En estos momentos hay mucha gente que carga una pesada cruz y no se ha
decidido todavía a abrazarla. Normal, no es fácil, supone en unos casos
renuncias, en otros dar pasos, quizás abrirse a algo nuevo, aceptar algo que va
en contra de los planes soñados, cambiar de rumbo… y claro, eso resulta
doloroso.
En los momentos de prueba es donde se pone en juego la confianza y el
abandono en el Señor. No es un palo de madera lo que decidimos abrazar, es al
mismo Cristo compartiendo, acompañando o soportando nuestro abatimiento,
nuestro cansancio, nuestra impotencia, nuestra fragilidad, nuestra frustración,
nuestra pequeñez, nuestra miseria…
Al abrazar la cruz nos unimos a quien está clavado en ella. Nos ayuda y a
su vez aliviamos también su carga.
Al abrazar la cruz nos unimos también a quien sufre, a quien está solo, a
quien ha perdido la esperanza, a quien está triste, a quien no encuentra
sentido a su vida…
¿Cuáles son nuestras resistencias o miedos a abrazar la cruz?.
¿Cuáles son los beneficios para otros y para nosotros mismos?.
Abrazar o no la cruz es una decisión personal. ¿Cuál va a ser mi
respuesta?.
domingo, 14 de enero de 2024
“EL ARTISTA Y SU OBRA”
Un día llegó un señor a comprar una imagen de la Virgen con el Niño,
blanca completamente, sin expresión en los rostros. La había visto unos días
antes en el escaparate y se decidió a adquirirla. Al ir a pagarla me comentó
que tenía un gran tronco en la casa y quería tallarla. No me resistí a pedirle
que cuando la tuviera terminada nos mandara una foto. Y no, no envió la foto. La
otra tarde entró por la puerta con una gran bolsa y sin desempacar el gran
bulto sabía que ahí traía su obra de arte. Le quedó más que preciosa. Me
encantó. Y tomé una foto que aprovecho a compartir en este escrito.
El señor nos comentó que comenzó a realizar obras de arte a raíz de un
infarto. ¡Qué curioso!. A veces son necesarias estas sacudidas para
replantearnos el sentido de la vida, o para descubrir quiénes somos o lo que
podemos. No fue a clases para aprender, se limitó a sacar el artista que
llevaba en su interior y ahora visualiza lo que quiere y trabaja tanto la
madera como el cristal.
El Señor tiene también mucho de artista. Nos llama a seguirle no por lo
que somos, por cómo somos o por lo que hacemos, sino por pura gracia, porque es
capaz de ver más allá de las apariencias y sabe que puede hacer una gran obra
de arte donde otros ven que no puede salir nada bueno.
Ama lo que ve porque mira más allá de la superficie. Y es capaz de
realizar algo grande y hermoso porque trabaja con delicadeza, con paciencia,
con mucho cariño.
Podemos convertirnos en una obra de arte si nos dejamos hacer, tocar,
pulir, vaciar…
Ojalá nosotros también tengamos esa capacidad de ver más allá de las
apariencias, descubrir el gran tesoro que los otros portan en su interior y
contribuir a que lleguen a ser la obra de arte que el Señor soñó para ellos.
miércoles, 10 de enero de 2024
“EN TODO ÉL ESTÁ Y YO TAMBIÉN ESTOY”
Tenemos
un Dios que habla pero que también guarda silencio. Un Dios que es la Luz pero
que permite que experimentemos la oscuridad.
A
veces ese silencio o esa noche se hacen ¡tan largos…!. Es entonces cuando es
preciso perseverar y mantenerse fiel. Aunque no se escuche, aunque no se vea,
aunque no se sienta… permanecer.
Hay
tiempo de Palabra y tiempo de silencio como hay tiempo de Luz y tiempo de
oscuridad.
Y
todo es importante porque…
- El silencio prepara el camino a la Palabra.
- La oscuridad purifica la fe y la imagen que podemos tener de Dios siendo la antesala de la Luz.
Cuando
no escuchemos y la noche esté avanzada… GRACIAS.
Cuando
la Palabra toque nuestro corazón y la Luz ilumine nuestro camino y nuestra vida…
GRACIAS.
Porque
lo importante no es si hay Palabra o silencio, si hay Luz u oscuridad, sino que
en todo Él está y yo también estoy.
viernes, 5 de enero de 2024
“REY MAGO POR UN DÍA”
Hoy quiero hablar de Baltasar que es al que conozco personalmente. ¡Qué
lujo!.
La vida de Baltasar me recuerda a la de Cenicienta. Es un desconocido
para todos y pasa inadvertido. Desde el punto de la mañana va de portal en
portal con su cubo, su fregona, su escoba y sus trapos. Riéndose a carcajadas
dice en más de una ocasión que “trabaja
como un negro” y cierto es porque su jornada comienza cuando todavía no ha
amanecido y termina en la noche.
No falta quien se queja de la eficacia de Ben porque: “No limpia”, “Limpia por encima”, “Se la
pasa hablando con los vecinos”. Espero no ser la única que ve en él a un ángel.
Le he visto hablar y hacer reír a personas con cara avinagrada, y tiene un gran
corazón.
Llegando el 5 de enero Ben deja sus instrumentos de limpieza para
colocarse su traje de rey mago, y deja de ser Ben para convertirse en Rey Baltasar.
Pasa de ser uno más a ser el más querido y aclamado por la multitud de niñ@s y
grandes de la ciudad de Logroño.
Hoy ha salido por la tele y esta tarde le veremos en la cabalgata. Y llegará
el lunes y lo volveremos a encontrar en nuestros portales. Pero seguirá siendo
mago porque su presencia nos saca a todos una sonrisa, y en muchas ocasiones
hasta alguna carcajada.
Esta es la historia de muchos que son queridos, admirados o aplaudidos
por sus cargos o liderazgo pero que dejan de ser vitoreados cuando pierden el
estatus, cuando fracasan o no se puede sacar beneficio de ellos.
El disfraz, la careta… no hacen más a la persona. Si nos quedamos en lo
que representan nos perderemos la oportunidad de conocer verdaderamente a los
otros.
¡Dichosos los limpios de corazón!. Ojalá podamos descubrir todo lo bueno
que hay en los otros más allá de lo que representan. Ojalá seamos capaces de
aceptarlos tal y como son. Ojalá aprendamos a amar sin condiciones.
lunes, 1 de enero de 2024
“PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO”
Comienza un nuevo año
y con él llegan los propósitos, proyectos y sueños. Ahí es donde podemos
comprobar qué o quién es el centro de nuestra existencia, en qué o en quién se
sostiene nuestra vida, en qué o en quién ponemos nuestra seguridad y esperanza.
Unos piensan en
viajar, emprender un negocio, comprar una casa o un coche,… otros en apuntarse
a un gimnasio, aprender un idioma, actualizarse en las últimas tecnologías,
estar a la moda…
Espero que no falte
quien entre sus deseos esté el poner de su parte para que en este mundo se viva
en paz, el reconciliarse con alguien que en su día fue querido, el ser
instrumento del amor de Dios… Y que esos deseos se pongan por obra. No esperemos
que alguien componga este mundo agitando su varita. Porque depende de nosotros,
porque nuestras acciones y omisiones influyen en los otros, porque tenemos
nuestra cuota de responsabilidad en el bien común, porque siempre podremos
hacer algo mientras tengamos vida.
¿Cuáles son tus propósitos
para el año nuevo?.
¿Qué vas a hacer para
que se realicen?
No nos quedemos en la
comida, el champán, la fiesta… Comencemos a vivir este nuevo año con esperanza
renovada, con ilusión.
No nos permitamos caer
en la rutina, la comodidad, la desgana, el sin sentido, la superficialidad…
porque hay Algo más, porque hay Alguien más que sostiene nuestra frágil y
limitada vida, camina a nuestro lado y desea acogernos y abrazarnos con su
infinito amor.
¡Feliz año nuevo!.