jueves, 4 de agosto de 2016

"DEJAR A DIOS SER DIOS"


No se la razón, aunque tampoco creo que haya que buscar explicación, pero esta mañana surgió esto en la oración: “Dejar a Dios ser Dios”. Ahorita antes de acostarme me puse a revisar lo que había escrito en la mañana y escuché el “Rezando voy” del día. En un momento dicen esta misma frase. Y queda resonando en mí. ¿Por qué se me insiste en la idea? ¿Será que no le dejo ser en mí?


Y al poco rato la respuesta. Ya estoy acostada. Son más de las nueve de la noche y suena el celular. Es una compañera del colegio “María Auxiliadora”. Mañana es la fiesta del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Estamos recibiendo una formación y comenzamos a las 7.30am con la eucaristía. Me llama mi compañera para preguntarme si puedo ir a las 6.00am para ensayar los cantos. Sin pensarlo le digo que no y empiezo a formular justificaciones: “fíjese que ya he quedado con una vecina que es monjita, su hermano nos va a llevar a las 7.10am, y a estas horas ya es muy tarde para avisarle, seguro que está dormida”. Le digo que no y le doy las gracias por invitarme. Pero mi corazón queda inquieto. Y me bombardea la frasecita “dejar a Dios ser Dios”… y caigo en la cuenta de que diciendo “no”, estoy cerrándome a la acción de Dios en mi vida, no le dejo ser. Me visto y salgo a la calle a decirle a mi vecino, el hermano de la monjita, que mañana nos iba a llevar, que no me esperen porque iré antes. Entro en casa y envío un whatsapp a mi compañera para confirmarle que a las seis de la mañana estaré en el colegio.


No me puedo acostar sin escribir esto porque puede que a ti también te ocurra lo que a mí, y puede que esto te pueda servir así como me ha servido a mí. Porque he caído en la cuenta de otros momentos en los que “no le he dejado ser” anteponiendo “mi…” o “mis…”.

·         Me he cerrado a su amor cuando otros me han ofrecido… me han dado… me han invitado… y he dicho “no”

·         Me he cerrado a su amor cuando no me he entregado, no he acompañado, no he participado, no he servido… buscando mi comodidad o dejándome llevar por la pereza o no apetencia
Resultado de imagen para imagen fuente en la montaña

Dejar a Dios ser Dios supone:

- estar muy atent@ para no obstaculizarle el paso

- soltar el freno y dejar de querer controlar todo

- estar abiert@ a lo que pueda acontecer

- ser flexible a que los planes se desbaraten

- estar disponible

- ser cauce de su amor... abriéndonos a su amor y amando


No sé qué me traerá el sí que di ahorita, tal vez nada, pero eso no es lo decisivo. Lo más importante es que le he dicho sí, y mañana con mi voz le dejaré ser a los pies de María Auxiliadora.

martes, 2 de agosto de 2016

"LO MÁS IMPORTANTE DE TODO ES QUE DIOS ME AMA"


 Resultado de imagen de imagenes niños felices

Nos podrán arrebatar las cosas, un trabajo, quizás nuestros sueños… podrán tratar de desacreditarnos… podremos perder la salud o incluso a alguien querido, como en el caso de Ceci que a sus ocho años unos asesinos mataron a su madre. Pero hay algo que nada ni nadie nos podrá robar jamás y es el amor que Dios nos tiene

Aunque todo nos faltara, aunque todos nos volvieran la espalda, aunque nos quedáramos solos en el mundo… siempre contaremos con el amor de Dios

Más allá de nuestros miedos… de nuestros complejos… de nuestras enfermedades… de nuestros fallos, caídas o pecados… más allá de nuestras cualidades, éxitos y triunfos, más allá de… hay una realidad que no podemos obviar ni olvidar y es que Dios nos ama. El amor de Dios es siempre más que… porque es ilimitado, infinito. La Buena Noticia es que el amor de Dios es siempre más que… todo lo positivo y negativo que haya en nosotros… Nuestra existencia es microscópica comparada con el amor que Dios nos tiene.

Nos ama no por nuestros compromisos, por nuestra respuesta, por nuestra fidelidad, ni siquiera por lo que hacemos… nos ama no por cómo vivimos, ni por dónde estamos, ni por nuestro servicio… nos ama porque sí, porque es amor, porque somos obra suya y fruto del amor que nos tiene

Lo importante no es saberlo… lo que realmente libera es experimentarlo. Haz la prueba… sea lo que sea lo que estás viviendo en este momento, dite una y otra vez: “Todo es relativo, lo verdaderamente importante es que Dios me ama”. Y tu preocupación, aquello que te inquieta, te perturba o te distrae… aquella prueba  o dificultad que estás enfrentando pasará a segundo plano, perderá fuerza y te devolverá a tu centro, a conectar con tu verdadera esencia, con lo que realmente eres, con el amor que te habita.

Recuérdalo y repítelo una y otra vez hasta que la frase te transforme... “Lo más importante de todo es que Dios me ama”