Puede
que nos rompamos una y otra vez, tal vez nos hacemos añicos… vamos, venimos…
construimos, destruimos… Él sale a nuestro encuentro, una y otra vez, con deseo
de repararnos, de volvernos a moldear pero siempre respetando nuestra libertad.
Otras veces se limita a estar, espera con paciencia porque sabe que tarde o
temprano acudiremos a Él cuando nuestras pobres vidas toquen fondo, cuando
descubramos que sin Él nada podemos… y nos recibe con Amor porque es de lo
único que entiende.
Somos
valios@s a sus ojos. Nos aprecia y ama mucho. Y porque nos ama, confía en
nosotr@s... Y porque confía, nos da libertad… y porque nos ama, nos quiere tal
y como somos.
¿Cuál
es nuestra respuesta a tanto Amor? Agradecerlo y pedir tener la humildad
suficiente para dejarnos reparar una y otra vez, para dejarnos moldear, para
dejarnos sostener, para dejarnos hacer…
No hay comentarios:
Publicar un comentario