Dios soñó algo para cada un@
de nosotr@s desde antes de nacer. De nosotros depende hacer realidad ese sueño,
hacer realidad nuestro sueño o responder con nuestras vidas a los sueños de los
otros.
¿Cuál es el sueño de Dios para
ti? ¿Lo estás haciendo realidad? ¿O estás cumpliendo los sueños de tus padres?
Tal vez tus padres no pudieron ser o hacer…
y tú lo estás siendo o haciendo… o quizás tus padres deseaban que
fueras… y por darles el gusto, por sentirte querid@ o valorad@ lo estás
realizando. Pero ¿es eso lo que Dios soñaba para ti? ¿y si tu vida responde a
las necesidades o deseos insatisfechos de tus padres o de otros seres queridos?
¿y si has renunciado o estás renunciando a un anhelo profundo que Dios puso en
tu corazón? ¿y si todavía es posible hacerlo realidad…?
¿Qué es aquello que deseas en
lo más profundo de tu corazón? ¿Responde a lo que está siendo tu vida y a lo
que estás haciendo? Si la respuesta es “Sí”… enhorabuena… continúa. Pero si la
respuesta es “No” tranquil@, mientras tengas vida estás a tiempo de cambiar de
rumbo. Lo importante es ser valiente y tener el coraje de dar un giro a tu vida
a pesar del qué dirán, de lo que pensarán, de las consecuencias que se deriven
de tu decisión, de las pérdidas que vas a sufrir… Ahorita que escribo esto me
estoy acordando de una religiosa con la que coincidí una vez en Ejercicios
Espirituales. Tenía más de 70 años y la congregación le había regalado, tras 50
años de vida religiosa, un retiro de un mes. Este retiro le sirvió para darse
cuenta de que se había confundido de camino pero “olé por la señora” porque fue
honesta con ella misma y con su congregación tomando la decisión de salir. Te
puede ocurrir con un trabajo, con un compromiso, con una actividad que
realizas, con cómo ocupas tu tiempo libre…
El peor de los casos es haber
ahogado o acallado la voz interior para no seguir sufriendo. Tiene que ser muy
doloroso estar viviendo una vida que no te corresponde. ¡Qué triste! Me da más tristeza
saber que es el caso de muchos. Y lo peor es no poner remedio y buscar
justificaciones
Naturalmente la decisión es
nuestra pero ¿por qué hacer los sueños de otros cuando tenemos un hermoso sueño
que construir con nuestra vida? ¿acaso los otros no hicieron lo que quisieron
con sus vidas? Ahora es nuestro momento… somos dueños de nuestra vida… nosotros
elegimos… ¿protagonistas de la historia o marionetas en manos de otros? Yo
quiero ser protagonista ¿y tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario