sábado, 8 de febrero de 2020

"LA ORACIÓN DE LAS MANOS ABIERTAS"


¿Alguna vez te has presentado ante el Señor con las manos abiertas? Una oración en completo silencio pero con un gesto que lo expresa todo:
  • Manos abiertas para recibir lo que Él te quiera dar
  • Manos abiertas para entregar al Señor lo que Él te quiera pedir

¿Para qué más palabras? A veces llenamos nuestras oraciones de rezos, peticiones, acciones de gracias… Llenamos nuestro rato de oración de ruido y para colmo sentimos el dolor de no sentirnos escuchados o atendidos en nuestras súplicas.
“Pedid y se os dará” dice el Señor pero ¿acaso no sabe Él que es lo que más nos conviene? ¿Por qué no nos limitamos a presentar nuestras manos vacías para que Él nos regale aquello que nos va a ayudar a crecer interiormente y a vivir cada día más desde nuestra verdadera esencia?
Pero ¿y si me presento ante el Señor con las manos vacías y no recibo nada? “Que quiera Señor lo que Tú quieras, y si hoy no me das nada… gracias… y si se me regalas algo… gracias también”. “Que quiera Señor lo que Tu quieras”

Dudamos y desconfiamos en que lo que nos va a dar sea bueno pero creo que más complicado es darle lo que nos pueda pedir porque estamos demasiado apegados o enganchados a cosas, actitudes, cargos, actividades, personas…

Acá comienza nuestra libertad… en nuestra capacidad de tener las manos abiertas para recibir y a la vez para dejar ir. “Dame lo que Tú quieras y ten lo que Tú desees”. El culmen de la libertad interior. ¿Te atreves a presentarte así delante del Señor?

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