viernes, 3 de febrero de 2023

“DE REPENTE LA VIDA TE SORPRENDE”

 

Crees hacer la voluntad de Dios y estar cerca de Él porque haces lo que piensas que es su voluntad, porque estás en el templo o comprometido en sus pastorales, porque… Pero permanece alerta y vigilante porque de repente la vida te sorprende y el castillo se desmorona o cuando menos comienza a tambalear.


Puede que te suceda lo del buen Pablo. En medio del camino una gran luz te ciega para comenzar a ver, estar, relacionarte con todo/s de otra manera. Te encuentras de pronto ubicado en otro lugar y viviendo situaciones que ni por cerca hubieras imaginado. Es entonces cuando te toca dejar “eso” que era o creías que era voluntad de Dios. Es momento de dejar “las redes”, aquellas seguridades, aquellas ideas, aquello que te hacía sentirte bien o a gusto por lo gratificante que resultaba. Sientes una sacudida que te lleva a parar, a cuestionarte, a abandonarte al descubrir y reconocer tu pequeñez, tu fragilidad, que nada puedes y que no controlas. Parece como si Dios se hubiese ausentado, como si las tinieblas lo hubieran cubierto todo, y sin embargo no puedes hacer lo más mínimo para sentir su Presencia, para que el sol pueda brillar de nuevo. Toca mantener la calma, perseverar, ser fiel, con la confianza que da el saber que es tiempo de purificación y que no hay resurrección sin muerte en cruz. Y es que en el fondo hay una seguridad en medio de la confusión que la da la paz interior sentida, certeza clave de estar en el camino, de ser algo querido por Dios, de tratarse de su voluntad en este momento de tu vida.

Este “dejar” abarca rutinas, compromisos, creencias, formas de hacer… y también personas. A Jesús le reclamaron familiares y amigos por andar con otros y en otras cosas, en el fondo solicitaban lo que necesitaban: su presencia, su compañía, su amor. Así que no te extrañe si tus más cercanos no entienden o comienzan a criticar el cambio que ha dado tu vida, el que estés más distante de ellos… Quienes te acepten, así como eres y así como te encuentras, serán los que realmente te aman. Permitirán que el Señor siga manifestándose en tu vida a través de lo que vaya aconteciendo, te acompañarán en la distancia con su cariño y oración, y sabrán esperarte.

No podemos vivir la vida que otros quieren sino la que el Señor ha soñado. La mirada siempre fija en Él para no desorientarnos (aunque cueste, aunque haya que dejar, aunque los otros no comprendan, nos juzguen o nos persigan por ello).

Que el Señor nos de la gracia para llevar su obra a buen término haciendo su voluntad siempre y en todo momento.

4 comentarios:

  1. Gracias Amiga Gloria , por tus ánimos que inyectas en mi vida atraves de tus escritos muy radicales y concretos...

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  2. Gracias, Gloria tan querida. Me animan tus mensajes.

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