domingo, 25 de mayo de 2025
“SE LO MERECE”
Al terminar ayer la eucaristía alguien se acercó a preguntarme: “¿Has
dado un abrazo a Sonia?. Se lo merece”. Respondí: “A Sonia siempre la abrazo”. Y Sonia, que alcanzó a escuchar, dijo
riéndose: “Hoy ya tres veces”. No se
me ocurre pensar: “Hoy la abrazo porque se lo merece pero mañana si no se lo
merece no”. Abrazo a Sonia porque es mi amiga, mi hermana, y la quiero mucho.
Mi abrazo lo tiene asegurado triunfe o fracase, haga o no haga… le fastidie o
no, porque la verdad es que dice no ser muy de abrazos pero sé que muy en el
fondo le encantan.
Me levanté pensando en esto. ¿Tengo que abrazar a las personas sólo
cuando se lo merecen, cuando hacen o dicen algo según mis criterios y mis
expectativas?. Confieso que no a todas las personas a las que saludo con abrazo
son de mi agrado y otras sé que no soy de su agrado. No lo hago por hipocresía ni
por ganarme su afecto sino porque creo en el amor de Jesús, ese que me tiene
loca y que me mueve a ello. Hace años otra amiga y hermana me enseñó algo que
me repitió una y otra vez hasta que lo llegué a hacer vida: “Al que no te quiere dale amor”. No hay
día que no me acuerde de esto y tenga que aplicarme el cuento.
Volviendo a lo de antes. Me da mucha tristeza cuando pienso en nuestras
relaciones en términos de utilidad. Te quiero, te abrazo, te agradezco… pero mientras
me aportas algo.
Te admiro, me gustaría contar contigo, tienes muchos dones, encajas
perfectamente en mi proyecto pero no tengo en cuenta la persona que eres, tus
necesidades, tu realidad, tus inquietudes o problemas… solo mis intereses
particulares.
Y si le das la vuelta, crees que los otros te quieren porque te alaban,
han pensado en ti, te aplauden y a lo mejor solo están cerca porque respondes a
lo que esperan de ti. Y un día puedes perder todos los puntos y tu torre de
cristal hacerse añicos. Y los mismos que te aclamaban con palmas, como a Jesús,
te crucifican con miradas y comentarios poco gratos, o simplemente dejan de
contar contigo porque apareció alguien de quien pueden sacar mayor y mejor partido.
Bendito sea Dios que no nos ama en función de nuestros méritos.
Bendito sea el Dios de Jesús que está siempre dispuesto a colmarnos de su
amor con independencia de que respondamos o no a su voluntad.
Bendito sea Dios que nos ama tal como somos y estamos.
Pidamos al Espíritu Santo que penetre su amor en nuestros corazones para
que nos relacionemos como hermanos y no en función de nuestros intereses
particulares.
Y busquemos solo amar a Dios, en todo lo que hacemos y en todas las
personas que se cruzan en nuestro camino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Amame cuando menos lo merezco porque es cuanto más lo necesito. Frase que me suelen comentar a mí
ResponderEliminarLinda reflexión.!!! Hoy Padre Alex hablaba de recurrir al Espíritu Ssnto él nos sana e ilumina y a través de su Espiritu nos enseña amar cómo nos ama Jesús
ResponderEliminarQuién te ama no te abandona, lo hace quién te utiliza. Me quedo con eso de "dale amor al que no te quiere" probablemente lo necesite y no sea capaz de querer. Gracias Gloria, es genial.
ResponderEliminarBello compartir amiga Gloria!, a amar sin medida como Jesús......al que no te quiere dale Amor!
ResponderEliminar🙏🏻✨️
ResponderEliminarGloria, me uno a ti en Bendecir al Señor, que nos quiere sin límites , a pesar de nuestra debilidad
ResponderEliminarMuy bueno y cierto
ResponderEliminar