miércoles, 29 de enero de 2020

"SÍGUEME"


Tan solo una mirada y una palabra: “Sígueme”… y a lo largo de la historia muchos han ido tras Él.


Hoy seguimos escuchando la invitación de Jesús que, cariñosamente y sin imponer, desea que le sigamos. Pero ¿entendemos bien en nuestras vidas lo que encierra esta palabra?. ¡Qué grande nos queda esta invitación!. Hablamos y deseamos hacer la voluntad de Dios pero ¿cuántas veces anteponemos nuestros intereses, gustos, quereres?, ¿cuántas veces nos adelantamos a Jesús haciendo nuestra voluntad en vez de la suya?... ¿Le sigo o sigo a un “dios” fabricado en mi mente?, ¿le sigo o sigo la imagen que quiero lograr de mi persona? Puede que creyendo que estamos en el buen camino y en lo correcto, estemos siguiendo a otros “ídolos”. Y quizás hagamos muchas buenas obras pero a lo mejor no se corresponden con la misión que venimos a desempeñar

Se nos narra que Ignacio de Loyola, al igual que otros Santos, seguían al Espíritu, no se le adelantaban. En un mundo en el que nos creemos nuestros propios “dioses”, autosuficientes y poderosos, podemos caer en la tentación de adelantarnos.
Se trata de seguirle… no hay que andar acelerados ni estresados… otro va guiando y marcando el camino… no hay que hacer nada, solo seguirle… a su ritmo, con paciencia, con humildad… dejarse llevar e ir respondiendo a sus insinuaciones.

No vamos solos… Alguien va marcando el camino… Si te atreves, ponte detrás y ¡síguele!… los milagros se sucederán después

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