domingo, 20 de noviembre de 2022

“ACUÉRDATE DE MÍ”

 

¿Cuántas veces hemos implorado ayuda a Dios como el buen ladrón crucificado junto a Jesús?. En lo personal no recuerdo que alguna súplica haya dejado de ser escuchada y respondida. Un grito a veces profundo expresado a un Dios débil, frágil… a un Dios que se abaja y se hace pequeño, que está herido, golpeado, que está clavado en la cruz… a un Dios que siempre escucha, que cuida, que provee, que va haciendo su obra, que lleva de la mano… Porque siempre necesitaremos esa mano, porque siempre seremos dependientes, pequeños, frágiles… ¡Pobres de nosotros si no nos vemos así!. ¡Pobres de nosotros si creemos que todo lo podemos y que por nuestros propios medios conseguiremos lo que nos propongamos!. ¡Pobres de nosotros si creemos que tenemos el control de algo!.



Al escuchar ese “acuérdate de mí” me viene la imagen de la niña que aquel día estaba sentada en el bordillo y estiró el brazo a su madre que se acercó a darle la mano para ayudarle a levantarse. Qué importante tener la humildad de reconocerse chiquito, de pedir ayuda, de confiar en esa Presencia, en esa Mano que nos tomará para llevarnos a... ¡Cuántas veces he expresado con éstas u otras palabras mi necesidad!. ¡Cuántas veces he pedido ser rescatada de situaciones que me asfixiaban, que me quitaban vida!.

Revisando mi historia solo puedo dar gracias por tantas veces que mis peticiones han sido escuchadas, porque su misericordia ha salido siempre a mi encuentro, por guardarme en su corazón, por ir transformando mi vida, por tanto amor manifestado de tantas maneras, porque le importo, porque me sigue llevando aunque a veces no entienda su forma o sus caminos me parezcan extraños, por siempre tenderme la mano.

“Hoy estarás conmigo”. Este Dios en el que creemos está pendiente, escucha. La respuesta siempre llega en su momento, cuando lo considera mejor, de la manera que cree más conveniente.

Está, estará conmigo… Hoy, mañana, pasado… Cada día de una forma, respondiendo de maneras distintas, haciendo sentir su amor y su misericordia a través de los acontecimientos y de las personas… En la dificultad, en la prueba, en la angustia pero también en la alegría, en los éxitos. Conoce el dolor, el sufrimiento, las heridas de nuestro corazón, la debilidad y fragilidad humana, la miseria…

Ese “Hoy estarás conmigo” nos habla de su compañía, de su cercanía, de su preocupación por cada uno…  de su Presencia permanente. Y ante todo eso solo cabe el abandono (porque estamos en buenas manos) y la confianza ciega y sin límites (porque quien es la Verdad no puede dejar sin cumplir sus palabras y promesas).

3 comentarios:

  1. Amén y amén 🙏
    Saludos querida Gloria 💐💖

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  2. Que aliviada me siento en las manos de Jesús que siempre esta a mi encuentro,muchas gracias Gloris

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  3. Saludos y un fuerte abrazo querida amiga.

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