sábado, 31 de diciembre de 2022

“VINISTE PARA QUEDARTE”

 

Viniste para quedarte pero no terminamos de encontrarte porque el ruido nos hace sordos a Tu Palabra, a tu voz… y las luces nos atraen consiguiendo distraernos y enfocar la mirada en falsas propuestas de felicidad.

Viniste para quedarte pero no te hallamos porque te buscamos entre la multitud, en lo que nos habla de placer, de comodidad, de poder, de éxito…

Viniste para quedarte pero no te descubrimos porque nos hemos fabricado una imagen tuya que dista mucho de la de aquel Niño en el que te encarnaste y que nos habla de pobreza, debilidad, desprendimiento, limitación…

Viniste para quedarte pero no te buscamos porque nos da miedo lo que pueda suponer. Preferimos tomar caminos que, desgraciadamente, nos conducen a sentirnos cada vez más huecos por dentro y más faltos de paz, alegría y esperanza.

Viniste para quedarte pero no nos interesa Tu Presencia porque creemos vivir “muy cómodos”, porque no queremos complicarnos. Preferimos auto convencernos de que todo va bien, de que así somos libres, de que no necesitamos creer.

Viniste para quedarte pero no nos acercamos ni un poquito porque nos da terror tocar de cerca la pobreza, la debilidad y la fragilidad encarnada en los otros y en nuestras pobres vidas.

Viniste para quedarte pero no te aceptamos, acogemos y abrazamos porque ni siquiera soportamos y nos reconciliamos con nuestra propia miseria.

La Navidad nos recuerda que vuelves a nacer, que sales otra vez a nuestro encuentro. Una nueva oportunidad para ir a Ti, para conocerte, para recibirte.

La Navidad nos recuerda que viniste para quedarte acompañando nuestras pobres vidas.

Hace más de dos mil años te fue difícil encontrar un lugar donde nacer. ¿Seré yo quien esta vez te cierre otra vez la puerta?

1 comentario: