martes, 10 de enero de 2023

“SOLO TE PIDO QUE LOS AMES”

 

En la vida nos vemos sorprendidos por retos, experiencias, situaciones, que escapan a nuestro control, que son superiores a nuestras fuerzas o capacidades, ante las que nos sentimos muy chiquititos, muy poca cosa, impotentes.

He vivido cosas “muy densas” y siempre he visto la mano del Señor sosteniéndome en medio de ellas, o fortaleciéndome, o consolándome, o incluso obrando. Pero la verdad es que nunca como ahora me ha tocado enfrentarme con algo que me ha hecho sentir tan poca cosa y tan incapaz, y a la vez tan necesitada. Y en medio de ello solo me ha quedado abandonarme en Él cada día expresándole mi pequeñez y confiando en su gracia. También me ha hecho caer en la cuenta de todas las veces que he creído que los frutos recogidos eran obra de mi esfuerzo, de mis cualidades, de mis virtudes… ¡Qué confundida andaba!. ¡Y encima me vanagloriaba de ello!.

El Señor no nos pide algo que no podamos hacer, no espera grandes hazañas. Nadie mejor que Él conoces nuestras cualidades, nuestras aptitudes, nuestros límites… Sabe hasta dónde podemos llegar y cuánto tenemos en nuestro haber para ofrecer. Quizás por eso se aprovecha de todo eso que escapa a nuestro control y nos ahoga. ¿Qué queda entonces?. ¿Huimos?. ¿Nos enfrentamos poniendo todo de nuestra parte para demostrarnos y demostrar a los demás que podemos?. Esta vez he optado por abandonarme y confiar en Él, en su gracia, reconociendo, aceptando y ofreciendo mi pequeñez para dejarle ser y hacer.

El Señor solo puede actuar cuando reconocemos y confesamos nuestra pequeñez, nuestra miseria, nuestra poca cosa, nuestro no poder, no valer, no ser capaces de… Ahí es cuando Él obra y realiza milagros.



Aceptar nuestra nada y dejar obrar al TODO que sólo nos pide que le amemos en las personas concretas que ha puesto en este momento delante (agradables y no tanto) y en esa realidad (difícil o no) que estamos viviendo, del resto se encarga Él si esa es nuestra fe y nuestra confianza, si en Él ponemos nuestra esperanza.


4 comentarios:

  1. Gracias Señor por la fuerza que me das y gracias por siempre estar... te amo!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por ayudarme a comprender este Bendito Misterio!

    ResponderEliminar