martes, 4 de octubre de 2022

“¿CON QUIÉN TE IDENTIFICAS?”

 

Marta pasa inquieta y nerviosa por ¡tantas cosas que tiene entre manos!. Quiere quedar bien, lucirse ante el Señor. Le estresa y enoja no cumplir sus expectativas, fracasar, ver que pasa el tiempo y queda mucha tarea pendiente, la actitud de su hermana… Además le preocupa la valoración que haga Jesús de su trabajo. El centro es ella: Quiere ofrecer sus obras. Su confianza está puesta en su “hacer”, en los resultados, en dar una buena imagen.


Mientras tanto, María está tranquila,  disfruta del momento con Jesús. No necesita la aprobación o un premio de Jesús, se sabe y siente amada en Su Presencia tan solo por lo que es. Su confianza está cien por cien puesta en Él, en su amor y misericordia. No se siente comprometida a “hacer”, a realizar obras, porque toda su vida es ofrenda que se entrega a Jesús. En la vida de María el centro es el Señor.

ENTREGA. Podemos, como Marta, entregar unas horas, migajas de nuestro tiempo, unas obras, un dinero… O entregar la vida… como María.

CONFIANZA. Podemos, como Marta, confiar en lo que hacemos, en lo que podemos, en lo que sabemos, en lo que tenemos, en personas determinadas, en la salud, en las cualidades, en los conocimientos adquiridos… O confiar en el Señor… como María

 

Padre, me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras,
sea lo que fuere,
por ello te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal de que se cumpla Tu voluntad en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te encomiendo mi alma,
te la entrego
con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque tú eres mi Padre.

Carlos de Foucauld

1 comentario:

  1. Eso pasa cuando actuamos como simples humanos, lo otro será el actuar de un cristiano.

    ResponderEliminar