miércoles, 4 de julio de 2018

"NO ES MÁS RICO EL QUE MÁS TIENE..."



Hace ya unos años escuché esta frase: “No es más rico el que más tiene sino el que es feliz con lo que tiene”. El otro día la volví a escuchar. Y hoy providencialmente en la eucaristía, el sacerdote nos invitó a reflexionar sobre lo que ganan los futbolistas del mundial y la situación que viven tantos hombres y mujeres, jóvenes y niños que abandonan sus países en busca de mejores condiciones arriesgando la vida. No me dan mayor compasión los emigrantes que los futbolistas porque muchos emigrantes son millonarios y muchos futbolistas, actores, empresarios… son pobres.

¿Quién es más rico? ¿Cuáles son nuestras riquezas? ¿De qué nos sirve tenerlo todo si nos falta lo más importante? ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Qué tan desprendidos somos?

Si somos cristianos ¿acaso no nos invita Jesús a compartir, a solidarizarnos y tener compasión por nuestro prójimo…? ¿acaso no es todo de todos, por qué acaparar cuando otros no tienen sus necesidades básicas cubiertas? ¿no sería eso fuente de nuestra felicidad y nuestra mayor riqueza?

  • Resultado de imagen de DIFERENCIAS SOCIALESMientras unos no saben si comerán hoy, otros andan pensando en comprarse el último vehículo o celular que ha salido al mercado
  • Mientras unos duermen en la calle, otros viven en mansiones con cámaras de seguridad y guardaespaldas
  • Mientras unos se ganan el pan de cada día con el sudor de su frente, otros lo consiguen de forma poco honesta
  • Mientras unos no compran medicinas por falta de dinero, otros lo gastan en tratamientos estéticos para lucir mejor

¿Quién es más rico? ¿Qué tan ric@ soy? ¿Cuáles son mis riquezas?
Cada uno desde nuestra realidad tendríamos que cuestionarnos sobre nuestro apego al dinero y a las cosas materiales. Y a partir de ahí plantearnos, como San Ignacio, que todo son medios y que hemos de ser libres e indiferentes y utilizarlos tanto cuanto nos ayuden a dar gloria a Dios amando y sirviendo.

¿Qué tan ric@ soy? ¿Cuáles son mis riquezas? ¿Dónde está cimentada mi vida? ¿Cuál es la razón de mi felicidad? ¿Qué es aquello que le da verdadero sentido a mi vida?

Pidamos en nuestra oración a nuestro Padre Dios la gracia de ser libres, desapegados, desprendidos. Lo lograremos con su gracia y si somos constantes y vamos teniendo pequeños gestos cada día. Que así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario