sábado, 18 de mayo de 2019

"¿CÓMO NO HABRÍA DE PERDONARNOS?"


Todo aquello a lo que llamamos pecado es ruptura de nuestra relación o con Dios o con el prójimo y ambas están íntimamente relacionadas. Si rompo mi relación con Dios, estoy rompiendo mi relación con el prójimo. Si rompo mi relación con mis hermanos, rompo mi relación con Dios

A pesar de todo esto, no hay razón alguna que justifique el “no perdón” de Dios. ¿Por qué lo creo así?
Porque todo pecado es consecuencia de nuestras heridas o de nuestras necesidades. Es inevitable pecar porque todos tenemos heridas que sanar y necesidades que satisfacer. Él sabe de qué barro estamos hechos. Tal vez nos hizo imperfectos para que no nos creyéramos “Dios” ni más que los demás, para que fuésemos humildes, para que fuéramos tolerantes, compasivos y misericordiosos los unos con los otros, para que nos apoyásemos, para que no nos aferrásemos a lo temporal…

Todos andamos cargando una herida de traición, humillación, abandono, rechazo o injusticia… y algunos más de una. Además de esto tenemos necesidad de amor, de aceptación, de valoración… Consciente o inconscientemente herimos por donde nos hieren haciendo daño a los otros y también a nosotros. Y tratamos de satisfacer nuestras necesidades manipulando, saboteando, utilizando o engañando a los otros.

  • Él me perdona todo. De mi parte está:
  • No creerme perfect@ y buscar solo ser perfect@ en el amor
  • Aceptarme con todo lo que soy y tratarme con compasión
  • Perdonarme por mis faltas y errores
  • Trabajar mis heridas para vivir plenamente
  • Tratar de satisfacer mis necesidades sin condicionar o utilizar a los otros
  • Aceptar el perdón de Dios


2 comentarios:

  1. Gracias por estas hermosas palabras, la decisión de perdonar está en nosotros y en querer experimentar el amor de Dios

    ResponderEliminar
  2. Excelente.
    Solo cuando perdonamos, las heridas comenzarán a sanar.
    Perdonar es: Tomar las lista de todo lo que me hizo y romperla, y decir:"no me debes nada".

    ResponderEliminar