jueves, 23 de mayo de 2019

"NO HAY GENTE MALA"


Sólo con el título, más de cuatro habrán clamado al cielo. Si así te ha pasado, seguro que te ves reflejad@ en aquel fariseo que sentado en la parte de atrás del templo daba gracias a Dios por no ser pecador como el publicano.

Voy a terminar la frase para ver si estás un poco más de acuerdo con ella. “No hay gente mala, hay gente herida”. ¿Todavía no estás de acuerdo?. ¿Y si te digo que a esas personas a las que calificas como “malas” son tan amadas por el Padre como lo eres tú?. ¿Acaso aquel patrón no pagó por igual a los trabajadores que laboraron todo el día y a los que llegaron a última hora? El Dios de Jesús es otro rollo y rompe toda lógica humana.


“No hay gente mala, hay gente herida”. Otra verdad: “todos hemos sufrido heridas” y como consecuencia de estas heridas nuestros comportamientos en numerosas ocasiones dañan a terceros. Al tener heridas tenemos miedo de sufrir y entonces es cuando nos defendemos o atacamos.

Analizando tus “malas acciones” puedes descubrir tus heridas y comenzar a sanarlas para relacionarte sanamente con los demás
Contemplando las “malas acciones” de los otros, puedes descubrir personas heridas y tener compasión de ellos.

No te tomes nada como personal… esa persona, que dices haberte ofendido, se comportó así producto de sus heridas y necesidades insatisfechas. No justifico el daño causado, pero una cosa es el daño y otra la persona. Como Jesús condenemos el daño y miremos con compasión a las personas porque solo el amor puede transformar y sanar los corazones heridos.

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