miércoles, 22 de abril de 2020

“¿ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO ESTA CUARENTENA?”


Leí el otro día un comentario de Javier Melloni SJ en el que recordaba el inicio de la conversión de San Ignacio. Y es que todo comenzó con una cuarentena. Una bala de cañón le destrozó una pierna en plena lucha contra los franceses cuando estaban invadiendo España. Eso le llevó a quedarse en cama durante meses. Él quiso alimentar su ego y sus sueños con libros de caballerías pero su cuñada tan solo le pudo conseguir “La vida de Jesús” y “Vidas de Santos”. Ignacio renegó en un principio pero como no tenía otra opción, tuvo que caer rendido ante esos libros para ocuparse en algo. ¡Quién iba a decir que ahí empezaría su conversión!. Se empezó a entusiasmar tanto con la lectura de la vida de todos ellos que sus sueños de vanagloria, poder, éxito… se fueron diluyendo hasta desear ser un caballero para Cristo

Seguramente nosotros no pensábamos vivir una cuarentena. La de Ignacio duró meses. La nuestra seguramente también. Es triste que tenga que suceder algo: accidente, enfermedad… y en este caso una pandemia para poder parar. Ya han pasado unas semanas pero todavía estamos a tiempo de aprovechar este tiempo. Podemos caer en la tentación como San Ignacio de querer alimentar nuestros deseos más mundanos y buscar entretenimiento para que se nos haga más llevadero (películas, juegos, redes sociales, dormir más de lo necesario, radio, televisión…). Pero hay un peligro más sutil… recordemos que el mal espíritu también se disfraza de ángel de luz presentando cosas que son buenas pero no lo que nos conviene (podemos caer en la tentación de “tragarnos” todos los videos que suenan a “santo”, o en la tentación de auto exigirnos determinados rezos a horas precisas, o… cada uno sabe… es importante escucharse y más aún reflexionar cómo y en qué estamos invirtiendo el tiempo). Cuidado con la tentación “del hacer” y “del ruido” porque incluso ahora que tenemos todo el tiempo a nuestra disposición podemos caer en el mismo afán que en la vida ordinaria. Por muy santo que sea el ruido… no le permitimos hablar a Él en lo más profundo de nuestro corazón
Esta cuarentena es una oportunidad si así la vivimos y ponemos los medios. ¿Hacer o dejarle hacer? ¿Hablarle o escucharle? ¿Distraernos u ocuparnos en lo que nos ayuda a crecer? ¿Perder el tiempo o aprovecharlo? ¿Seguir igual que siempre o convertirnos? ¿Permanecer dormidos o despertar?... La decisión es nuestra

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