jueves, 20 de mayo de 2021

“SEÑOR, NO SOY DIGNA...”


Antes de la comunión decimos: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme”. Yo no sé qué te dice esto pero te voy a contar mi experiencia al respecto de esta corta pero profunda oración

Al principio pienso que recitaba estas palabras, como cualquier otra oración hecha, sin poner atención a lo que decía. Después llegó la toma de conciencia pero sin más. Posteriormente hubo un tiempo en que mi orgullo se impuso y me enojé contra esta fórmula porque: Yo me creía digna de que el Señor me amara, me creía merecedora… vamos, algo así como que tenía todo el derecho del mundo a que Dios me amara, ¿acaso no soy su hija, por qué no voy a ser digna entonces?. Después de tanto camino recorrido, ahora digo estas palabras con reverencia y respeto, con la humildad de quien se siente pequeña y una nada, con la vergüenza de quien reconoce su propia miseria y pobreza, pero también con la confianza de quien se sabe amada y aceptada por un Dios que quiere colmarme de su amor si se lo permito.

¿Cómo puedo sentirme digna si reviso mi historia de pecado, mis idas y venidas, mis caídas, las veces que le he dado la espalda…?

En la medida que me sienta digna, seré mi propio centro, todo lo que haga o conquiste lo atribuiré a mi esfuerzo, no le dejaré hacer, seré mi propio “dios”.

Solo reconociendo mi debilidad y fragilidad, y que todo es gracia, puede: manifestarse la grandeza de Dios, sanarme, darme vida plena.


https://youtu.be/bsoWA7kVyGs

2 comentarios:

  1. Dios no permita a este humilde e inútil servidor, caer en la creencia de ser merecedor por mis meritos, cuando en realidad nada soy sin Él.

    Gracias Gloria

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  2. Gracias Gloria linda reflexión

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