martes, 30 de noviembre de 2021

“A VUELTAS CON EL AMOR PROPIO”

 

Es curioso pero desde pequeños se nos enseña a tener amor propio, y se insiste en esto en muchos cursos de crecimiento personal, pero ¡qué lejos todo esto de aquello a lo que nos invita Jesús!. Y es que, precisamente, su camino va orientado a vencer ese amor propio, los intereses y quereres personales, y eso no es fácil.

Tener amor propio no está relacionado con una buena autoestima. Precisamente quien tiene una buena autoestima sabe poner al amor propio en su lugar, no se deja manipular por él, es libre frente a él. Quien tiene una buena autoestima es capaz de abajarse, es humilde.


Si con algo está relacionado el amor propio es con el orgullo y la soberbia. Cuanto mayor sea el amor propio: más me enojará que no me valoren, que no me consideren, que me desprecien, que me critiquen… y seguramente mi respuesta será: quejarme y, atacar o  alejarme de quien percibo como una amenaza a mi persona, abandonar. Habrá voces que me digan: “No te dejes aplastar”, “Haz valer tus derechos”, “Que no se rían de ti”, “Demuéstrales quien eres”… pero una voz en lo más profundo de mi me susurrará: “Yo todo lo veo”, “No tienes que demostrar nada a nadie”, “Sé de tu esfuerzo, de tus deseos, de tu sufrimiento, de tus dudas, de tus miedos…”, “Estoy contigo”, “Para mi eres importante”… La voluntad decidirá a que voz dar respuesta: Si dejarse llevar por el amor propio demostrando a los demás, con palabras y actitudes, el propio orgullo… o abajarse para vencer el amor propio.

Humanamente es más fácil defender el amor propio, incluso da la sensación de que quedas por encima y ganas la batalla pero la realidad es que, quien obedece a su amor propio, tiene la derrota asegurada en cada combate. Únicamente triunfa quien es capaz de trascender su amor propio, quien tiene autoridad para poner a su ego en su lugar, quien tiene poder sobre su voluntad y no se deja llevar por intereses personales sino que se rige únicamente por el Amor. A los ojos de los otros se le juzgará “tonto”, será objeto de burlas, pero no le importará porque actúa y vive bajo la mirada de quien considera de gran valor lo que el mundo desprecia y considera necio o inútil.

¿Cómo podríamos decirnos seguidores de Cristo si es el amor propio quien guía nuestra vida, si tratamos de imponer nuestra voluntad? ¿Fácil? No. ¿Imposible? Humanamente sí, por eso es tan importante que pidamos sin cansarnos la gracia de ser humildes y poder vencernos una y otra vez. Oportunidades de ejercitarnos no faltan cada día.

1 comentario: