martes, 16 de noviembre de 2021

“¿QUÉ HACEMOS MIENTRAS EL REY LLEGA?”

Érase una vez un hombre noble que se marchó a un país lejano para conseguir su título de rey. Antes de partir entregó entre “su gente” unas onzas de oro para que las pusieran a producir mientras regresaba. Llegó el día en que el buen hombre regresó convertido en rey y aquellos, a quienes había entregado sus bienes, dieron cuenta de lo que habían hecho con ellos. Ahí comprobó la generosidad y confianza de unos pero también descubrió el miedo, las dudas, la comodidad y el egoísmo de otros.

Esta es nuestra propia historia. Un Rey que quiere reinar para que este mundo sea más humano y nos vivamos y tratemos como hermanos, y hombres y mujeres a los que ese Rey ha regalado un montón de dones, cualidades, virtudes… ¿Qué hacemos con todo eso que nos ha confiado mientras Él regresa? No se trata de producir o no por el esperado premio o el temido castigo. Es más bien la decisión de dar el máximo rendimiento a lo que tenemos respondiendo al deseo de que el Rey reine: Que sea conocido y amado

Hay quien se pone a producir con lo poco que tiene.

Algunos conocen a este Rey de oídas o por tradición y hacen “algunas cositas buenas”

A otros no les interesa que reine, van por otros rumbos, se buscan otros reyes, hacen lo posible por aniquilarlo de mil y una maneras… esconden aquello que se les ha regalado, “pasan”

Los hay que por miedo al qué dirán prefieren, bajo “falsa humildad”, decir que no tienen, que no saben, que no pueden, que otros están mejor preparados… y también entierran lo que se les ha dado

Algunos esperan el momento de producir, que se den las condiciones óptimas según sus parámetros, se quedan de brazos cruzados y no ponen de su parte para que el Rey reine: Ahora es imposible pero: cuando me jubile… cuando  mis hijos sean mayores… cuando terminen las clases… cuando acabe este proyecto… cuando me llamen… cuando pase esta mala racha… cuando me necesiten… Y así pasan los días, los meses, los años… y no se ponen los medios

Afortunadamente hay quienes no esperan a mañana, lo que pueden hacer hoy lo hacen, responden con lo poco o mucho que tienen en su haber… porque aman a ese Rey, porque quieren que todos le conozcan, le amen, le sigan…que se encuentren con Él, que tengan experiencia de su amor y misericordia. Ponen a producir todo lo que se les ha dado, invierten incluso su vida.

¿Quieres que este Rey reine? Si tu respuesta es sí: Pregúntale qué puedes hacer con lo que te ha dado. “Señor, ¿qué quieres que haga?”


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