A
unos días de la Navidad ya veo a la gente afanada en comidas y cenas de
empresa, preparativos de festejos en las casas, últimas compras de regalos, de
estrenos… las casas ya están engalanadas con árboles, grandes bolas de colores, "chongos", luces de colores y otros adornos… Unos y otros se apresuran para tener
todo listo, el tráfico congestiona las calles…
Y
mientras unos andan alegres por estar en familia o con amigos, o por pensar en
las grandes comilonas, por ultimar detalles sobre comida, música, baile, bebida
y cohetes… otros andan tristes por su situación familiar, económica, salud,
soledad…
Unos
deseando que llegue Navidad para enredarse en las cosas del mundo y no pensar…
y otros deseando que pasen cuanto antes estos días porque, los recuerdos de
quienes faltan o la realidad que viven, les angustia
Afortunadamente
todavía quedan algunos locos de esos que están en el mundo sin ser del mundo.
Todavía quedan personas que no pierden el centro, que no se dejan seducir por
lo que ofrece el mercado o no se dejan llevar por lo que hacen todos. Son
quienes son conscientes de lo que se celebra y quieren vivirlo de forma
coherente
Dejemos
las luces, los adornos, los Reyes Magos y los regalos para los niñ@s... Los que
ya hemos crecido es hora de que maduremos a nivel espiritual y dejemos de vivir
de forma superficial este gran e importante acontecimiento.
¿Qué
tiene la Navidad de idílica o romántica? Jesús no nació en un hospital, ni fue
atendido por médicos o enfermeras. Jesús nació en un lugar pobre que no reunía
las condiciones mínimas de higiene a las que estamos acostumbrados.
Jesús
fue pobre desde su nacimiento. Nosotros para celebrarlo derrochamos el dinero
hasta en cohetes que además de contaminar a nuestra Madre Tierra pueden
producir severas lesiones en mayores y niñ@s.
Otro
año más Jesús querrá nacer y no encontrará posada si nos encuentra “distraídos”
en otras cosas, si no le abrimos la puerta, si no preparamos el lugar…
¿Qué
vas a celebrar esta Navidad? ¿Cómo la vas a celebrar? Todavía estás a tiempo…
la decisión es tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario