lunes, 11 de enero de 2021

“ABANDÓNATE Y CONFÍA”

 

Me contaba anoche una amiga la experiencia que tuvo de abandono cuando, agotada por el cansancio y reconociendo su impotencia, se rindió y abandonó a la voluntad del Señor. Su esposo y su papá permanecen ingresados en el hospital por COVID. Tras abandonarse tuvo una de esas “consolaciones sin causa precedente” que dice San Ignacio. No puede explicar con palabras lo que le sucedió, una gran paz le inundó. Recibió un gran regalo de Dios al hacerle sentir su Presencia. Y es que el Padre Bueno siempre está.



Abandonarse… despojarse, rendirse, abajarse, tirarse a tierra… Ser consciente de que humanamente no lo podemos todo, de la limitación, de la fragilidad del ser humano, de que no somos eternos

Abandonarse… reconocerse pequeño, necesitado, débil

Abandonarse… dejar de forzar, de exigirse, de correr, de pelear con la vida o con Dios

Abandonarse… fluir con el viento, dejarse llevar, aceptar lo que no se puede cambiar, abrazar y acoger lo que es y se nos da en cada momento

Abandonarse… ponerse en sus manos y aceptar su voluntad aunque no coincida con lo que deseamos, necesitamos, nos gustaría o queremos

Abandonarse… confiar en el Padre Bueno que nos da lo que más nos conviene

Sabemos que para Dios todo es posible, también que siempre escucha nuestras oraciones… pero cuando nuestras súplicas no son respondidas ¿qué nos queda si no es abandonarnos?. Confiemos porque Él todo lo hace bien y no abandona a sus Hijos. “Lo que Tú quieras Señor”

3 comentarios:

  1. asi es, abandonarse como se abandona una hoja en el río, dejándose llebar por la corriente hasta el mar

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  2. Abandonarse,Reconocer nuestra limitante y confiar en la misericordia de Dios.El,que nos Ama a pesar de fallarle tantas veces siempre está a la espera de nuestro arrepentimiento y regreso a sus brazos.

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