“ERES MI HIJ@ AMAD@”

 

Eres su hij@, Él es tu Padre, estás en sus manos, te cuida, te sostiene, te protege, te guía, te provee, está… Le perteneces. Todo lo pone a tu disposición para darle gloria

Independientemente de lo que hagas, de dónde estés, de cómo estés, de lo que esperen otros de ti, de lo que piensan o digan… eres su hij@

No solo eres su hij@, eres su hij@ amad@. Y porque te ama te da lo que más te conviene aunque no siempre coincida con lo que quieres, deseas o crees necesitar. Y porque te ama: eres especial y tu valor es infinito a sus ojos.

Su amor acoge y abraza tu fragilidad, tu miseria y pobreza, tu pasado y presente, tus cualidades y defectos, tus éxitos y fracasos.

Su amor envuelve tu existencia, llena tu vida y le da otro sentido, te hace más human@ y herman@, perdona todos tus errores y también el daño causado

Porque eres su hij@ amad@: permanece, no lleva cuenta del mal y siempre da una nueva oportunidad, te quiere con Él porque sabe que serás feliz, no desea que te pierdas.

Recuerda siempre tu verdadera identidad: Hij@ amad@ de un Padre Bueno. Esto tiene que prevalecer por encima de todo. A pesar de la enfermedad, del paso de los años, de haber vivido en pecado mortal, del daño hecho a otros o a uno mismo, del buscar el propio querer, de haber renegado o de haberte alejado de Él, de que no haya complacido tus deseos o no haya respondido a tus peticiones, a pesar de los días grises y de oscuridad, a pesar de no sentirle a veces… no has dejado de ser su hij@ amad@ ni tan siquiera un segundo de tu existencia. Y lo mejor de todo es que sigue estando y estará, te sigue amando y te amará.

Esta identidad de “hij@ amad@” no la vas a perder; hagas lo que hagas, pase lo que pase… Siempre serás su hij@ amad@

¿Cómo responder a tanto amor si no es entregando la propia vida?