domingo, 3 de enero de 2021

“UN NIÑO ESPECIAL TIENE UNA MADRE ESPECIAL”

 

Hablando ayer con Paola, madre adoptiva de un niño especial de 17 años, le preguntaba: “Paola, ¿Qué mensaje le daría a una madre que tiene un hijo o hija especial?”. No lo pensó. Su respuesta fue: “Un niño especial tiene una madre especial”. No sé si en ese momento fue consciente de la profundidad y el contenido de su respuesta pero tocó mi corazón y quiero compartir contigo lo que esto suscitó en mí

Un hijo o una hija especial tiene una madre especial. Así es, no puede ser de otra manera. El Padre Bueno que nos ama incondicionalmente busca madres especiales para hijos especiales porque sabe lo que estos niños necesitan.

Si estás embarazada y tienes miedo de que tu hij@ nazca con una enfermedad rara o alguna deficiencia, o pueda desarrollarla… abandónate y confía porque de ser así: Has sido elegida para cumplir una misión que está destinada a personas únicas

Si eres madre y entre tus hijos hay algún hij@ especial, alégrate y gózate porque en él/ella tienes la oportunidad de servir al mismo Cristo, que se ha encarnado y necesita de tus cuidados, atenciones y amor.

Y cuando vengan las dudas, el cansancio, los miedos ante el futuro incierto… recuerda que en la debilidad te hace fuerte, mira en la cruz a quien comparte tu desolación, y mantén viva la esperanza de que siempre cumple sus promesas y prometió estar contigo todos los días.

Tener un/a niñ@ especial no es un castigo, no es una cruz… es un regalo que no siempre se sabe aceptar y mucho menos agradecer.

Que ampliemos nuestra mirada y podamos ver en todos l@s niñ@s especiales, al mismo Dios encarnado en su más absoluta fragilidad, debilidad y pobreza. Amén.

Gracias Paola y Maynor

1 comentario:

  1. Gracias por traer estas reflexiones llenas de luz Gloria. ¡Mi hija especial para mí es una gran maestra! Ella todos los días canta, baila mientras canta, ríe, juega, disfruta de todo lo que hace. ¿Habrá mejor manera de mostrar gratitud a Dios por nuestra vida? Ella me ha enseñado que disfrutar de lo que tenemos aquí y ahora es la mejor manera de estar agradecidos con Dios!
    Abrazos afectuosos,
    Verónica

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