viernes, 2 de julio de 2021

“¿NOS QUITAMOS LAS MASCARILLAS?”

 

Aún cuando la pandemia no ha terminado, a pesar de que la vacuna no ha llegado a la gran mayoría, a unas semanas de que la tan temida variante “Delta” sea la predominante… se da la libertad a los ciudadanos en muchos países de poder optar por llevar o no la mascarilla.

Los hay que se preguntan quién asumirá responsabilidades después pero para evitar buscar culpables apelemos a la responsabilidad personal de cada uno: cuidándonos y cuidando a los otros

Porque el discernimiento sobre su uso o no, nada tiene que ver con que no se ve mi cara bonita o mi sonrisa, con que me da mucho calor, con que prefiero gastarme el dinero en cervezas, con que ya llevamos mucho tiempo, con que “dios” nos va a proteger o con que ya estamos hartos de la norma. En cualquiera de estos casos con nuestra actitud respondemos a lo que nos apetece, a lo que queremos, a lo que se nos antoja… y una actitud así además de dañar puede dañarnos

El discernimiento ahora sigue siendo el mismo que hace medio año o que cuando comenzó todo: el amor a mi prójimo y a mí mismo. Y el amor supone el cuidado de los otros y mío.

En un mundo en el que se nos vende el: “Disfruta y haz lo que quieras porque la vida son dos días” se hace urgente vivir desde el amor todo lo que acontece, incluidas las decisiones que tomamos cada día. ¿Te quitas la mascarilla o sigues con ella?

4 comentarios:

  1. La responsabilidad también es un acto de amor

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  2. Completamente cierto, es una gran responsabilidad que debe movernos a cumplirla el Amor a si mismo y al prójimo. Triste REALIDAD comprobar con frecuencia que la ignoran muchos...

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  3. Sigo con ella la vida sólo es una y sí la pierdo por necio no tiene sentido.

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