viernes, 8 de mayo de 2020

“AY DE TI”


¡Ay de ti que te dejas llevar por el rencor, el malestar y el enojo y acabas diciendo o haciendo cosas que luego se vuelven contra ti!
¡Ay de ti que juzgas a los otros desde lo que crees tu verdad, y les etiquetas, culpas e incluso agredes por no pensar o actuar como tú!
¡Ay de ti que justificas tus abandonos culpando a los otros, a las circunstancias, a la realidad…!
¡Ay de ti que te alejas de Dios porque te miraron mal, o te dijeron algo que no esperabas, o porque no respondieron a tus expectativas!
¡Ay de ti si vives auto centrado y te crees omnipotente, intocable y con derecho a todo!
¡Ay de ti si no te haces responsable de ti mismo!
¡Ay de ti si por una sola causa de éstas te apartas del camino de la verdad y de la vida, escogiendo los caminos que ofrece el mundo!
Sigue echando balones fuera, culpa a otros de tus abandonos, de tus caídas, de tus errores, de tus enojos, de tus fracasos… Señala, critica a quienes no comparten tus criterios… Mira a los demás y relaciónate con ellos desde tu ego miedoso, orgulloso, deseoso de poder, de estima, de valoración… Te estarás condenando aquí mismo, en vida.

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