martes, 12 de mayo de 2020

"¿QUÉ HAY DE TU CONVERSIÓN?"


¡Qué fácil ver los errores de los otros o que es lo que tienen que cambiar pero qué poco nos detenemos a mirarnos para ver cómo estamos!
¡Qué sencillo apreciar la paja en el ojo ajeno pero que complicado aceptar la viga que cargamos en el nuestro!
¡Qué soberbio asumir la actitud del fariseo y orar por los que considero pecadores!
¡Qué rápidamente salimos a querer convertir a otros cuando tenemos tanto que cambiar!
Volviendo a la pregunta… ¿Qué hay de tu conversión? ¿Cómo estás empleando este tiempo? ¿Te está sirviendo para auto evaluarte, para reflexionar dónde estás, hacia dónde vas, qué quieres de tu vida, a qué le das valor, cuáles son tus prioridades…? ¿Te está ayudando a salir de ti o te sigue preocupando ser una persona de éxito, tu imagen, la vanidad, el dinero, el poseer, el consumir…? Solo piensa en cuáles son tus planes terminando todo esto y te darás cuenta de tu egocentrismo o tu preocupación por los otros, de si vas a cambiar para bien o para peor… El cambio en uno u otro sentido dependerá de cómo hayas vivido y aprovechado este tiempo.

Me dio tristeza escuchar el otro día a un sacerdote en una homilía diciendo lo siguiente: “No piensen que después de todo esto la gente va a cambiar a mejor porque podemos salir mucho peores”. Y tiene toda la razón. Desde luego no vamos a regresar a la realidad igual que cuando empezó todo esto pero nuestra conversión dependerá de cada uno.
Lo que hagamos con este tiempo es una decisión personal pero para bien o para mal afectará inevitablemente a los otros. Tú y yo tenemos una gran responsabilidad en nuestra propia conversión porque todo lo que hagamos o dejemos de hacer, digamos o callemos, y las actitudes que tengamos, influirán en los demás

1 comentario:

  1. Se borró el comentario que estaba planteando.Solamente diré gracias por la reflexion.


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