lunes, 23 de julio de 2018

“YO DE MAYOR QUIERO SER COMO ALBERTO”


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Todo nos habla de Dios

El otro día vi a Alberto, es mi vecino y tiene unos 30 años. Alberto sufre una discapacidad psíquica muy profunda porque ni siquiera habla y cuando le hablas no sé ni si entiende. Alberto caminaba ese día cuatro metros detrás de su padre. Me quedé viéndoles. Su padre en ningún momento miró para atrás para comprobar si le seguía… Alberto parecía que caminaba mecánicamente. Su padre entró en una cafetería… y cuando Alberto llegó, entró. Se dice de San Ignacio, y eso recomienda él, que siempre iba detrás del Espíritu nunca se le adelantaba. ¡Me decía tanto aquella situación...! El padre no mira atrás… confía en que su hijo le sigue… está seguro de que no se va a perder ni va a cambiar de rumbo. El hijo tiene claro, en su escasa comprensión, que su misión es ir detrás del padre. Su modelo es su padre, es a él a quien tiene que seguir. Conclusión: “Yo quiero ser como Alberto.

Quiero tener esa seguridad y esa confianza de que quien me guía me va a llevar a buen puerto… quiero estar centrada y no desviarme del camino… quiero tener la mirada clavada en Él para no perderme… Ojalá estemos atentos ... Todo nos habla de Dios

sábado, 21 de julio de 2018

"LA PROVIDENCIA EN LA CONFESIÓN"


Quiero compartirte algo que me ha pasado últimamente. He tenido experiencias diversas en relación a la penitencia en la confesión y siempre me han parecido muy sencillitas: rezar algo, ir un rato al santísimo…y en alguna ocasión nada. Me cuestiona porque la verdad que con estas penitencias difícilmente voy a cambiar, me parecen como muy simples y sencillas. Pero también confío en que la gracia haga su obra y agradezco el amor infinito de Dios y su misericordia sin límites por tantos errores cometidos en mi vida.

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Sin embargo algo ha pasado últimamente. En ejercicios espirituales me confesé y el sacerdote me puso una penitencia que no se si llegaré a cumplir algún día. ¿Qué sentí? Tristeza y dolor en mi corazón porque me creo incapaz, porque me parece muy complicado, porque no me siento con la fuerza para ello, porque no sé ni por donde comenzar…

Pasaron días, semanas… y pensé en más de una ocasión en volver a confesarme para que me pusieran otra penitencia más sencilla pero yo misma me reía de mi misma y me decía “eso es hacer trampa”, “tienes que hacer lo que te dijeron”… La verdad que cada vez que me acuerdo de esa penitencia confieso que siento dolor en mi corazón pero en lo más profundo siento algo bien bonito, como una paz profunda y una fortaleza que me empuja

El caso es que hace poco me confesé con monseñor y cuál fue mi sorpresa que me puso la mismita penitencia. ¡Noooooooooo!… no lo podía creer. No pude contener las lágrimas. En mi interior algo quería decir: “no es justo”… “otra cosa por favor”... Solo pude decir: “No puede ser, no puedo, ¿cómo es posible que me pongas la misma penitencia que la que me puso el sacerdote en ejercicios?, ¡todavía no he podido cumplirla!”. Solo se sonrió y asintió con la cabeza. Nunca me había pasado algo así. Viven en dos departamentos distintos, no hablan pero aunque así fuera no sería yo el centro de su conversación. ¿Casualidad o providencia? Yo creo en la providencia así que no me queda otra que pensar que me quiere jugar otra de esas pasadas que me deja “noqueada”. Y ahora ¿qué me queda?. Cumplir esa penitencia… bueno, intentarlo… necesito toda la vida… Pero en el fondo reconozco que lo agradezco porque por lo menos me obliga a estar despierta y a cambiar.

Dios ya nos ha perdonado antes de llegar a confesarnos pero algo tendremos que poner de nuestra parte para ser cada vez más fieles. El camino no es fácil y muchas veces lo sentimos cuesta arriba y lleno de obstáculos pero no vamos solos. Confiemos en que Él hará su obra pero dejémosle actuar y ser en nuestras vidas.

miércoles, 18 de julio de 2018

"AMAR !QUÉ COMPLICADO!"


Seguir a Jesús es darnos al 100%... nada de a medias tintas… nada de a ratos… El “sígueme” implica dar la vida, salir de uno mismo… AMAR… Sí… AMAR con mayúsculas

Amar, sea cual sea la vocación a la que hemos sido llamados, es entregarse completamente. Sería bueno que revisáramos nuestra entrega… ¿nos damos únicamente cuando tenemos tiempo?, ¿nos damos después de “hacer nuestras cosas”?, ¿nos damos con medida por miedo a perder algo?, ¿nos damos a medias porque no queremos sacrificar nuestros proyectos o nuestros planes?, ¿nos damos pero después de satisfacer nuestros caprichos? ¿eludimos el darnos por miedo a perder el control?…

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Seguir a Jesús es renunciar a lo que me apetece, a lo que me gusta, a lo fácil, a lo cómodo… por amor a Él

Podemos caer en la tentación de creernos que estamos respondiendo a este amor al que hemos sido llamados y en realidad dar solo unas migajas de ese amor
Podemos incluso tranquilizar nuestra conciencia “haciendo algunas cosas” por otros cuando en realidad no amamos

El amor ha de incluir siempre el amor a Dios, el amor a uno mismo y el amor al prójimo. Si en una relación se dan estos tres amores… es amor. Si falla alguno de estos tres amores, entonces no es amor.

Al final de la vida nos examinarán del amor. Solo se nos pide amar pero ¡qué complicado!. Amar como amó Jesús no es tarea fácil. Tendremos que pedir la gracia para que Él nos enseñe.

Amar es darlo todo… nuestra vida… nuestro tiempo…
Amar es compartir nuestras cosas, prioritariamente con aquellos que nunca nos las van a poder regresar
Amar es no medir, no calcular, no controlar…
Amar es arriesgar, es aventurarse a lo desconocido, es lanzarse, es saltar al vacío…
Amar es atreverse a cambiar, a dejarse transformar
Amar es dejar de girar en torno a mí para girar en torno a los otros
Amar es ayudar a los otros a ser felices
Amar es…

lunes, 16 de julio de 2018

“¿CUÁNTO VALE TU VIDA?”


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¿Cuánto vale tu vida? ¿Por qué vale tu vida? ¿De qué depende el valor de tu vida?
¿Vales en función de lo que haces?
¿Vale tu vida en función de lo que has conseguido?
¿Vales en función de tus compromisos?
¿Vale tu vida por lo “buena persona que eres”?
¿Vales por el tiempo que regalas a los otros, o por lo que les das…?
¿Vale tu vida por dónde vives, con quién, por tu profesión, por tu entrega, por el tiempo que oras, por tus creencias…?
¿Vale tu vida más o menos que la de otros?
¿Vale tu vida por los éxitos y triunfos cosechados?

Lo que hace valiosa tu vida no es lo que haces, ni dónde estás, ni lo llamativa que sea sino el infinito amor que Dios te tiene

domingo, 15 de julio de 2018

“¿A QUÉ HAS SIDO LLAMAD@?”


A la vida de Jesús hasta los 30 años se le llama vida oculta, o lo que es lo mismo pobre, sencilla, simple… ¿Qué hizo durante todo este tiempo? Ser, crecer interiormente, aprender, vivir como uno más… ¿acaso esto no es importante?

A veces puede ocurrirnos que caemos en la rutina y en la monotonía de estar en el mismo lugar y haciendo las mismas cosas y podemos incluso preguntarnos si eso es lo que Dios quiere o querrá algo más, o lo que es peor caer en la comodidad y justificarnos para no buscar algo distinto y todo por miedo al cambio, al compromiso, al fracaso…

Es una espada de doble filo por eso es importante escuchar el corazón porque ahí nos habla directamente Dios.

  • Quedarse, pasar desapercibido en medio de todos, ser levadura en la masa, vivir como uno más… puede ser voluntad de Dios para unos y tentación para otros. Todos conocemos hombres y mujeres que nunca saldrán en los periódicos o en la televisión y se están santificando en lo oculto, en lo escondido. Pasan desapercibidos para los demás y están realizando una gran misión. Y todos conocemos a personas que no se deciden a dar pasos, a arriesgar, a cambiar… acaban silenciando la voz de su conciencia que les pide algo más llenando su vida de ruido y actividades


  • Hacer algo que se vea a los ojos del mundo también puede ser voluntad de Dios o tentación.

Resultado de imagen para la voluntad de DiosDios es quien elige a cada quien para “esconderlo” en medio del pueblo o para ser “visto” por muchos. Tan santo es lo uno como lo otro siempre y cuando se responda a su voluntad y no a la propia voluntad

Y tú ¿a qué has sido llamad@: a vivir como Jesús durante sus 30 primeros años o a vivir como él durante sus 3 últimos años?. Escucha a tu corazón y ponte en camino

sábado, 7 de julio de 2018

"¿HUIR O QUEDARSE?"

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Hace unos días un compañero, con el que con frecuencia hablamos sobre casos que nos llegan, me preguntaba qué hacer cuando una mujer que es maltratada tiene una lucha interna entre querer abandonar a su pareja y su creencia religiosa que le obliga a permanecer y someterse a su esposo tal y como dice la Biblia. ¿Huir o quedarse?

Hoy meditaba en mi oración “la huida de Egipto”. ¡Qué curioso! María y José huyeron porque la vida de Jesús estaba en peligro. Pero por otra parte, Jesús no huyó de la inminente muerte en una cruz, y eso que pudo haberlo evitado. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos casos? ¿Qué hacer cuando sintamos el miedo y dudemos entre huir o quedarnos? ¿Cuál es la decisión correcta? ¿Qué es lo más acertado?

Yo creo, puedo estar equivocada pero así lo veo, que en el caso de José y María, y en el caso de Jesús hay algo en común. José y María huyeron en respuesta al Amor. Jesús se quedó y no huyó para responder al Amor.

En conclusión, la decisión más acertada será siempre la que más nos acerque al Amor: Al amor a Dios, a los hermanos y a nosotros mismos.

A veces necesitamos huir o evitar a personas o situaciones que pueden desviarnos y alejarnos del Amor. Según esto no es inmaduro huir y tampoco cabe el sentimiento de culpa.

Si tu vida o dignidad están en peligro… si tu vocación o compromiso cristiano están en peligro… lo sano es huir, lo perjudicial es quedarse.

Recuerda: La clave es el Amor. Huir de aquello que nos aleja del Amor o quedarnos para ser fieles al Amor.

viernes, 6 de julio de 2018

"¿DÓNDE ESTÁ DIOS?"

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Se escucha con frecuencia esta pregunta cuando alguien pasa por una adversidad. ¿Será que creemos en un Dios que nos va a resolver los problemas o que nos los tiene que evitar?

Así les sucedió a los discípulos y así ocurre en la actualidad. Nos hacemos nuestra propia “idea” de Dios y, en la medida que no responde a nuestros deseos o expectativas, nos enojamos con Él y dejamos incluso de ir a la Iglesia

Los discípulos estaban desconcertados cuando apresaron a Jesús y más aún cuando lo clavaron en la cruz. Su imagen de Dios también estaba distorsionada. Este “Rey” de nombre Jesús no era como los del mundo y tampoco contó con los privilegios que ofrece el mundo. Este “Rey” era distinto y fue muy claro ya que nunca aseguró riqueza, comodidad, ausencia de problemas…

¿Por qué no leemos y oramos el Evangelio para conocer más a Dios a través de Jesús? ¿Acaso Jesús nació en una cuna de oro o en un hospital o rodeado de comodidades? ¿Acaso Jesús gozó de poder, prestigio, riquezas…?
¿Acaso Jesús tuvo casa propia, trabajo fijo…?
¿Acaso Jesús vivió hasta los cien años?
¿Acaso Jesús vivió una vida sin dificultades?

Si todavía nos preguntamos dónde está Dios cuando… a un amigo le da un infarto y fallece… un niño es abusado… una mujer es maltratada… un volcán en erupción arrasa con la vida de cientos de personas… muere gente por defender sus derechos… hay quien vive en la miseria… los emigrantes fallecen buscando unas condiciones dignas de vida… un hombre se suicida… unos niños quedan huérfanos… una muchacha queda embarazada con doce años… un anciano es abandonado… no hay medicinas en hospitales públicos… es porque nos falta mucho camino por recorrer para purificar nuestra imagen de Dios

¿Dónde buscamos a Dios? ¿A qué Dios buscamos?
¿Dónde encontramos a Dios? ¿A qué Dios encontramos?
¿En qué Dios creemos?

miércoles, 4 de julio de 2018

"NO ES MÁS RICO EL QUE MÁS TIENE..."



Hace ya unos años escuché esta frase: “No es más rico el que más tiene sino el que es feliz con lo que tiene”. El otro día la volví a escuchar. Y hoy providencialmente en la eucaristía, el sacerdote nos invitó a reflexionar sobre lo que ganan los futbolistas del mundial y la situación que viven tantos hombres y mujeres, jóvenes y niños que abandonan sus países en busca de mejores condiciones arriesgando la vida. No me dan mayor compasión los emigrantes que los futbolistas porque muchos emigrantes son millonarios y muchos futbolistas, actores, empresarios… son pobres.

¿Quién es más rico? ¿Cuáles son nuestras riquezas? ¿De qué nos sirve tenerlo todo si nos falta lo más importante? ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Qué tan desprendidos somos?

Si somos cristianos ¿acaso no nos invita Jesús a compartir, a solidarizarnos y tener compasión por nuestro prójimo…? ¿acaso no es todo de todos, por qué acaparar cuando otros no tienen sus necesidades básicas cubiertas? ¿no sería eso fuente de nuestra felicidad y nuestra mayor riqueza?

  • Resultado de imagen de DIFERENCIAS SOCIALESMientras unos no saben si comerán hoy, otros andan pensando en comprarse el último vehículo o celular que ha salido al mercado
  • Mientras unos duermen en la calle, otros viven en mansiones con cámaras de seguridad y guardaespaldas
  • Mientras unos se ganan el pan de cada día con el sudor de su frente, otros lo consiguen de forma poco honesta
  • Mientras unos no compran medicinas por falta de dinero, otros lo gastan en tratamientos estéticos para lucir mejor

¿Quién es más rico? ¿Qué tan ric@ soy? ¿Cuáles son mis riquezas?
Cada uno desde nuestra realidad tendríamos que cuestionarnos sobre nuestro apego al dinero y a las cosas materiales. Y a partir de ahí plantearnos, como San Ignacio, que todo son medios y que hemos de ser libres e indiferentes y utilizarlos tanto cuanto nos ayuden a dar gloria a Dios amando y sirviendo.

¿Qué tan ric@ soy? ¿Cuáles son mis riquezas? ¿Dónde está cimentada mi vida? ¿Cuál es la razón de mi felicidad? ¿Qué es aquello que le da verdadero sentido a mi vida?

Pidamos en nuestra oración a nuestro Padre Dios la gracia de ser libres, desapegados, desprendidos. Lo lograremos con su gracia y si somos constantes y vamos teniendo pequeños gestos cada día. Que así sea.