domingo, 27 de diciembre de 2020

“TAMBIÉN EN TU CORAZÓN PUEDE HABITAR”

 

Que Dios se haya encarnado en la más absoluta miseria y pobreza nos recuerda que es capaz de habitar cualquier corazón. Por mucha miseria y pobreza que encuentre en un corazón, por muy dolido, herido o roto que esté… para Él no hay nada imposible

Confía, no pierdas la esperanza. Unos lo desean, a otros no les interesa, otros lo rechazan, algunos no se sienten dignos, hay quien contempla cómo se le pasa la vida y va perdiendo la ilusión. Y la verdad es que en la historia hay ejemplos de todo tipo que demuestran que es posible que el encuentro se produzca: Los pastores animados por un ángel y guiados por una estrella llegan hasta Dios hecho Niño… Simeón y Ana pese a tener una edad avanzada ven al esperado Salvador… la vida de Pablo, que tenía su propia idea de Dios pero distaba del Dios de Jesús, da un giro de 180 grados cuando se encuentra en pleno apogeo de persecución a los cristianos… Agustín cansado de buscar la verdad la acaba encontrando… Ignacio, obligado a recuperarse en una cama, conoce y se apasiona por la vida de Jesús… Son muchos los hombres de ayer y de hoy, la mayoría anónimos, que han vivido un encuentro profundo con el Señor y han experimentado una transformación en sus corazones



No hay nada que podamos hacer para provocar o adelantar, ni tan solo un segundo, ese momento. Su tiempo no es nuestro tiempo. Sus caminos no son nuestros caminos. Su lógica no es nuestra lógica

Él que ha sido capaz de irrumpir en corazones llenos de odio, rencor y deseos de venganza… Él que ha sido capaz de cambiar corazones endurecidos en corazones de carne… Él que ha dado un nuevo sentido a la vida de quienes ya habían perdido toda esperanza… ¿Por qué no podría hacer lo mismo con y en tu vida si eres su Hij@ Amad@? Abandónate, confía y espera. No te impacientes, todo llega.

sábado, 26 de diciembre de 2020

“NO HAY POSADA”

 

Hace dos mil años el Hijo de Dios quiso venir a este mundo y no encontraba un lugar donde nacer, y tuvo que ser en una posada. Esta Navidad muchos han tenido por techo el cielo y otros por posada una escuela, una iglesia, un refugio, un hospital, la casa de familiares o amigos… Indigentes en las calles, damnificados por huracanes, migrantes, enfermos en UCI… encarnando al mismo Jesús.



La escena y la historia se vuelve a repetir… cientos de miles de personas en el mundo han pasado la Noche Buena fuera de casa por razones ajenas a su voluntad. Otro año más muchos vivieron la noche en la que conmemoramos el nacimiento de Jesús en condiciones infrahumanas, lejos de su tierra natal o sin contar con la presencia cercana de personas queridas. Esto nos hace valorar más el derecho a una casa donde poder vivir dignamente y en compañía de quienes queremos.



Más allá de la tradición popular de las posadas en las que cantamos villancicos, los niños se visten de angelitos y representan a María y José, y se va de casa en casa hasta que alguien abre la puerta e invita a pasar… más allá de las figuritas, el musgo, el serrín y las luces de colores… hay una historia que sucedió y que sigue haciéndose viva año tras año. Jesús que viene a darlo todo, sigue sin encontrar posada en nuestro corazón y en nuestra casa. ¿Cómo responder con nuestra vida a esta realidad?.


Rescatemos el Misterio del nacimiento cargado de tantos mensajes que podemos aplicar a nuestra vida. Él nos sigue hablando a través de todo y de todos. Contemplemos el “Belén” con la inocencia de los niños y tratemos de escuchar qué es lo que en este momento nos dice.


martes, 22 de diciembre de 2020

“Y TÚ ¿QUÉ ESPERAS?”

 

Hay un canto que comienza así: “Esperaba, esperaba, la niña de Nazaret. Esperaba, esperaba y no conocía qué”…. pero termina diciendo que esperaba con fe.  Y tú ¿qué esperas?

Tener expectativas puede llevarnos a defraudarnos o decepcionarnos por no recibir lo que deseábamos o porque no se correspondía con lo que habíamos pensado. Así les pasó hace dos mil años a muchos y por eso no acogieron e incluso rechazaron a Jesús. La realidad es que hoy nos sigue pasando.

El hacernos una idea de Dios nos limita, nos impide abrirnos a la sorpresa, posibilita que nos pase desapercibida su Presencia e incluso podemos cometer el error de rechazarlo creyendo que estamos en lo correcto

Y tú ¿qué esperas?


Nuestras ideas nos limitan y nos impiden descubrirle y acogerle, eso hace que muchas veces respondamos a nuestra voluntad creyendo que es la suya y otras que deseemos que su voluntad sea la nuestra

Él es siempre más…

No lo podemos encasillar o encerrar en nuestras ideas porque nos pasará desapercibido y no recibiremos el don que se nos quiere regalar

No podemos describirlo con palabras porque nos quedaríamos cortos y no responderían a lo que realmente es

Todo lo que tenga que ver con el ir despacio, con el saber equilibrar trabajo y descanso, con el contemplar, con el estar en el presente, con escuchar, con dejarse llevar, con la auto aceptación, con la compasión tierna por uno mismo, con el agradecimiento, con la confianza en Dios, con el no tener expectativas ni ideas preconcebidas respecto a Él, con el soltar, con el romper esquemas sobre lo que es o tiene que ser… nos abre a la sorpresa, al Misterio, al don que se nos quiere dar por AMOR. Preparémonos para recibirlo

lunes, 21 de diciembre de 2020

"GRACIAS LUCÍA"

 

Ayer en la mañana resonaba en mí esta frase “Alégrate, mi favorita, el Señor está contigo". Qué bonito que cada uno la hiciéramos nuestra y nos creyéramos que hay más de un motivo para estar alegres, que somos sus favoritos, que siempre está con nosotros. No tienen que pasar cosas extraordinarias para saber que está o para estar alegres pero hoy sí que pasó algo increíble.

Por la tarde me llamó mi sobrina contándome algo que le había sucedido y terminaba yo recordándole: que el Señor es grande, que para Él lo que nos parece imposible puede ser posible, que tiene muchas razones por las que agradecer y sentirse dichosa, y por supuesto que ha sido elegida y es su favorita.





Os voy a compartir lo que vivió: Lucía estaba reunida con su grupo de scouts en la Iglesia. En  estos días la luz de Belén va por las parroquias, por los domicilios... y esta tarde les dijeron que tenían que llevarla a una residencia de ancianos. Cuando se dio cuenta que la luz de Belén iba para la residencia donde se encuentra mi abuela, rápidamente se ofreció. Fueron un grupito de jóvenes. En su corazón el deseo de ver a su bisabuela pero también la duda de si sería posible, porque las residencias están cerradas a cal y canto por la pandemia de COVID y no se permite la entrada a familiares. Al llegar les dijeron que solo dos podían entrar. Le cedieron la oportunidad a Lucía para ver si se le concedía ver a su “bisa” aunque fuera de lejos. Según entró, cuenta ella, que fue al mostrador y solo dijo: “¿Gabriela?”. Era la hora de cenar y ya estaban los abuelos en la fila para entrar al comedor. La “bisa” estaba en su silla de ruedas y la primera. La muchacha que atendió a Lucía giró a la “bisa” y les dijo a las del comedor que esperasen unos minutos. Cuando la “bisa” vio a mi sobrina dijo: “Lucía”. Lucía no paraba de llorar contándomelo pero dice que así fue en los pocos minutos que pudo estar con ella. Las dos lloraron por la alegría del reencuentro. Mi abuela preguntó por todos nosotros. Se tomaron una foto. Y al despedirse hasta le felicitó la Navidad a Lucía. Mi sobrina no daba crédito a lo que había sucedido. Ya no quiere regalos, para ella éste ha sido el mejor regalo que podía haber soñado. Ningún regalo puede superar el haber tenido la oportunidad de estar con mi abuela, algo que no se puede pagar ni con todo el oro del mundo

Este regalo lo siento también mío y un poco de todos. También el que me lo haya contado ella en primera persona, sentir su emoción, y también sus lágrimas, y su alegría, y su asombro… Gracias Lucía. “Para Dios nada hay imposible”… definitivamente. Todo se dio con suavidad, todo como en bandeja, para que pudieran encontrarse, para que pudieran estar, para que el amor pudiera ser.

El Señor me había dicho por la mañana que estuviera alegre… no me esperaba un regalazo así. Infinitamente agradecida por tanto amor y por lo que ha supuesto esto para Lucía y mi abuela. “El Señor ha estado grande y estamos alegres”. La luz que hace dos mil años condujo a los pastores hasta Jesús, esta vez llevó a una biznieta hasta su bisabuela. ¿Qué puedo decir? Tan solo: "GRACIAS".

jueves, 17 de diciembre de 2020

"ACOGER LA PROPIA DEBILIDAD"

 

Cuando nos apegamos a la idea de un Dios todopoderoso nos alejamos de Él, nos cuesta identificarnos con Él, le vemos como un ser superior a nosotros.

Cuando contemplamos a un Dios que nació y vivió en la más absoluta pobreza y austeridad, que fue emigrante, que aprendió un oficio sencillo, que no tuvo posesiones, que compartía lo que era y tenía… que fue criticado, humillado, golpeado, abandonado y hasta crucificado… se vuelve más humano, más cercano. Desde ahí nos podemos sentir amados, comprendidos, acompañados, fortalecidos…

Tal vez la resistencia a no acoger la propia debilidad tenga que ver con la resistencia a creer en un Dios que también se nos presentó débil en Jesús

Difícilmente podremos acoger a Dios encarnado en Jesús Niño, en el marginado, en el excluido o necesitado si no acogemos y aceptamos nuestra propia debilidad

Acoger la propia debilidad es todo un reto y una tarea que no podemos descuidar porque, si no tenemos caridad y compasión tierna hacia nosotros, difícilmente la podremos tener con los demás

Acoger la debilidad…

  • Del paso de los años, de las limitaciones físicas, de la enfermedad, del cansancio…
  • De intentar algo y haber fracasado
  • De habernos equivocado de camino
  • De los errores
  • De quien no lo puede todo y se siente necesitado
  • De los miedos que paralizan
  • De no saberlo todo y depender de otros

Acoger a Dios, abrirnos al amor de Dios, es acoger nuestra propia debilidad

Resistirnos, enojarnos, frustrarnos, no aceptar nuestra debilidad es cerrar el corazón al amor de Dios.

La decisión es personal

jueves, 10 de diciembre de 2020

“TÚ ERES EL PROYECTO DE AMOR DE DIOS”

 

Mira tu historia y pregúntate si tienes algo de lo que vanagloriarte o sentir satisfacción. ¿No cuentas en tu haber con más fracasos que éxitos? ¿Qué sembraste, cuántos frutos diste, qué cosechaste? Si hay algo de lo que puedes enorgullecerte es de que Dios siempre ha estado presente pues está haciendo un proyecto de amor con tu vida. Eres su proyecto de amor. Quizás tu historia no sea la historia de amor por Él pero puedes tener la seguridad de que es la historia de amor por ti.

Y es que si revives en tu memoria cada momento, cada acontecimiento, cada oportunidad, cada persona que se cruzó en tu camino… descubrirás cómo te ha ido manifestando y expresando su amor. Ese amor también se hizo presente aquellas veces que te rescató, que guió tus pasos, que te protegió del peligro, que te consoló y fortaleció en tus desolaciones, que te acompañó en tu soledad y noches oscuras…

Eres su proyecto de amor y prepara el camino para que su amor te envuelva y te llene… siembra flores a cada paso, adorna el paisaje, ilumina el camino para que todo lo que veas, oigas o toques te hable de Él, de su amor a ti.

Ábrete y déjate abrazar por su amor. Mira tu historia y tu presente desde su amor para contigo, no desde tus fallos, caídas, defectos, fracasos. Tal vez has mirado siempre el tapiz desde ti y no te gustaba, renegabas, te quejabas, te culpabas y hasta maldecías o negabas a Dios. Mira el tapiz desde su lado y verás una bella obra llena de colorido y vida, que se ha ido tejiendo desde hace años con mucho amor. Desde Él todo luce distinto

Recuérdalo: “Eres su proyecto de amor”

martes, 8 de diciembre de 2020

“TÚ ERES LA RESPUESTA DE DIOS”

 

“Tú eres la respuesta de Dios…

… para quien necesita consuelo, apoyo, compañía en su soledad"

… para quien no se siente comprendido y desea ser escuchado"

… para quien está enfermo, en la cárcel"

… para quien tiene hambre, necesidad de cobijo"



“Tú eres la respuesta de Dios…

… para quien no encuentra la razón de su existir, para quien está desanimado, para quien ha perdido la esperanza"

… para quien no ve oportunidades"

“Tú eres la respuesta de Dios…

… para quien necesita sentirse amado, valorado, respetado"

… para quien ha perdido la confianza en sí mismo, para quien se siente inseguro"

“Tú eres la respuesta de Dios…

… para quien es víctima de maltrato"

… para quien anda perdido, enredado en los placeres y seducciones del mundo"

“Tú eres la respuesta de Dios…

… para quien ha perdido la fe, para quien se ha alejado de Él, para quien no le conoce"

“Tú eres la respuesta de Dios… esa respuesta a la que llamamos PROVIDENCIA y se hace vida en tu vida cada vez que le dejas ser y hacer a Él"

“SÉ RESPUESTA DE DIOS PARA OTROS”, “SÉ LA PROVIDENCIA DE DIOS AQUÍ EN LA TIERRA”, “SÉ SU INSTRUMENTO PARA, ENTRE TODOS, HACER UN MUNDO MÁS HUMANO Y HERMANO”

sábado, 5 de diciembre de 2020

“INTERCERSORES”

 

Jesús vive atento a lo que sucede, a su prójimo… y también a quien se acerca solicitando ayuda para otros. María intercede en aquella boda en la que los convidados se quedan sin vino, muchos eran los que acercaban a ciegos, cojos y otros enfermos a los pies de Jesús para que Él los sanara, un día un grupo de hombres llevó hasta su presencia a un paralítico haciendo mil peripecias para meterlo por el tejado de una casa, un amo fue a pedir sanación para su criado… y así encontramos muchos pasajes en el Evangelio en los que son personas comunes quienes se acercan a Jesús pidiendo por otros

Hoy también nosotros podemos ser intercesores cuando somos testimonio vivo de Jesús, cuando nos acercamos a Él por medio de la oración presentando las necesidades de cada uno de ellos…



Los santos y quienes nos han precedido en la gozo de la vida eterna también se han convertido en intercesores que velan por todos nosotros y median para allanarnos el camino

Seamos intercesores de otros, acerquemos a otros hasta Jesús

Pidamos intercesión a María, a los santos, a quienes se nos adelantaron y también a quienes están entre nosotros… porque Jesús está atento, hoy como entonces, a todas nuestras necesidades.

domingo, 29 de noviembre de 2020

“ESCUCHA TU MÚSICA”

 

Si hay quienes escuchan bien su música son los artistas. Compositores, escultores, pintores, escritores… son quienes más en contacto están con su música interior, con su alma. Es por esto que son capaces de reproducir obras hermosas que conectan directamente con lo más profundo de todos nosotros.

Esa música no está solo al alcance de unos pocos. Que unos tengan más facilidad que otros no quiere decir que sea imposible escucharla. La música no deja de sonar, tan solo hay que hacer silencio interior y luego hacer con ella una bella obra que de color y vida, que sea luz

El problema es que llenamos nuestra vida de cosas y ruidos. La sociedad de consumo tampoco favorece el escuchar la música que suena en nuestro interior. Al contrario, nos ofrece sus propias melodías que nos seducen y pierden



Si quieres escuchar tu propia música comienza haciendo silencio fuera y después dentro de ti. Hay veces en las que es mayor el ruido que tenemos dentro, producto de preocupaciones, enojos, problemas, miedos… Cuando acalles todos los ruidos que puedan distraerte, bucea a lo más profundo de ti. No te inquietes, no tengas prisa, no fuerces… deja que la melodía comience a sonar cuando quiera. Escucha lo que quiere decirte. Déjate llevar. Baila al compás de tu propia música interior. No dances al son de los otros respondiendo a lo que esperan de ti

Danza al son de tu propia música interior y contribuye con ello a hacer de éste un mundo distinto lleno de luz, color y vida.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

“SI QUIERES SER GRANDE…”

 

La grandeza está en el saber callar, en la humildad para elegir lo que otros no quieren, para dar oportunidad a otros, para esconderse, para aceptar los errores…

La grandeza está en el no vanagloriarse, en morir a las pasiones, en reconocer que la obra no es nuestra, en el amor y en la entrega desinteresada y no recompensada

La grandeza no está en las apariencias, en lo que se tiene, en las grandes obras realizadas…

La grandeza está en la bondad del corazón, en la capacidad de perdón, en el amor que se pone en lo que se hace y en las relaciones… La grandeza está en el interior



Y es que lo que para el mundo es grandeza:

  • Desaparece con el tiempo, es un espejismo que nos puede desviar del camino, no da una felicidad plena
  • Es causa de envidias, rivalidades, violencia e incluso guerras
  • Nos va destruyendo como individuos, como sociedad, como planeta
  • Tiene relación con el tener, con el poder, con la imagen, el éxito, la fama, el dinero…

Si quieres ser grande… sé el último, sirve en lo escondido y desde el silencio, elije los últimos puestos, sigue Su camino y permanece disponible para correr Su misma suerte

 

martes, 24 de noviembre de 2020

“¿QUÉ PODEMOS PEDIR?”

 

¿Qué podemos pedir a quien cada día nos provee, a quien conoce lo que necesitamos y está atento para darnos lo que más nos conviene…?

¿Qué podemos pedir a quien nos regala todo su amor y de manera incondicional?

¿Qué podemos pedirle cuando lo que deseamos es hacer su voluntad?

¿Qué podemos pedirle al verle clavado en la cruz: solo, desarmado, frágil, herido?

¿De qué quejarnos cuando a Él le abandonaron, le humillaron, le maltrataron… y hasta le asesinaron?


Las peticiones… las quejas y lamentos… se ahogan en la garganta al verle clavado en la cruz. Y es que ¿qué le podemos pedir, de qué nos podemos quejar, cuando Él mismo ha sufrido la impotencia, la incomprensión, la injusticia, la frustración, la maldad del ser humano?

Ahí, clavado en la cruz, dos mil años después… ¡tiene tanto que decirnos!

La cruz nos habla de amor incondicional, de fidelidad, de pobreza, de humildad, de disponibilidad, de generosidad, de entrega… Y ante todo esto… ¿qué le podemos pedir… de qué lamentarnos?

domingo, 22 de noviembre de 2020

“ESTÁ EN TODOS Y TAMBIÉN EN MÍ”

 

Está en todos y también en mí porque todos somos necesitados, todos somos mendigos. Unos tenemos necesidad de ser amados, valorados, respetados, escuchados, consolados… otros de comida, agua, ropa, medicamentos, techo… Se esconde en todos. ¡Qué dicha saberle tan cerca! ¡Y qué oportunidad poder responderle!



Que las adversidades y dificultades de la vida, que los acontecimientos por muy catastróficos que sean, no endurezcan nuestro corazón. Que no nos hagamos insensibles ante los problemas y el dolor de la gente. Que no pasemos de largo pudiendo dar de nosotros lo que somos y/o tenemos. Que estemos siempre dispuestos a responder y aliviar el sufrimiento del prójimo

“Cada vez que lo hiciste con uno de estos, conmigo lo hiciste”. Podemos amarle y servirle aquí y ahora. Y es que nuestro Dios no es un Dios lejano, distante o ajeno a lo que nos sucede. Nuestro Dios es un Dios cercano, accesible, encarnado… y también necesitado.



Hoy más que nunca, y ante tantos acontecimientos adversos, se hace presente en el dolor, en el sufrimiento y en las necesidades de los otros. Pero también en quienes comparten su pan, su casa, su tiempo, sus cosas… su vida.

Unos y otros estamos llamados a la conversión, a salir de nuestro egoísmo, a abrir nuestro corazón, a estar disponibles, a ser generosos, a solidarizarnos con el otro… a amar. Y también a tener la humildad de dejarnos amar por el Señor que llega en quien nos quiere tender su mano. Hagamos de este mundo un lugar donde reine el amor, donde Cristo reine.

sábado, 21 de noviembre de 2020

“¿2020 ESTÁ SIENDO UN AÑO MALO?”


Este 2020 definitivamente será un año señalado en la vida de muchos… no ha terminado pero ¡han sucedido tantas cosas!… Muchos ya sienten el cansancio, la impotencia, la desolación ante tanta pérdida… Una vez más se nos recuerda la fragilidad del ser humano, su limitación, su vulnerabilidad, su dependencia… Pero es bueno recordar, y repetirnos una y otra vez, que “siempre podemos levantarnos después de haber caído”, “siempre se puede dar un paso más”,

Es tiempo de replantear nuestra vida, de revisar nuestra forma de ser, de cuestionarnos la forma de estar, de hacer, de relacionarnos con los otros y con las cosas.

Es tiempo de romper cadenas, de dejar atrás aquello que nos encerraba en un egoísmo enfermizo

Es tiempo de no dejarnos vencer por los espejismos que ofrece la sociedad de consumo

Es tiempo de decir adiós a costumbres o hábitos que respondían a nuestras apetencias, a nuestros gustos


Es tiempo de renovación, de crecimiento, de aprendizaje… de morir a lo que hemos descubierto que nos satisface temporalmente,  y abrirnos a lo que realmente da vida plena

Es tiempo de levantarse y mirar con esperanza el mañana

Es tiempo de solidaridad, de compartir lo que somos y tenemos, de construir juntos un mundo más justo  y humano.

Es tiempo de ver en el otro a un hermano, que su dolor nos interpele y nos lleve a actuar

Es tiempo de valorar y agradecer la familia que se nos ha regalado, el don de la amistad, el estar juntos, las expresiones de afecto, las risas, las comidas y cafés compartidos…

2020 no está siendo un año malo… está siendo un año diferente. Que sea de provecho o no dependerá de la valoración que hagamos cada uno, del cambio que hayamos hecho

Si nuestra mirada es positiva seguro que a final de año tenemos mucho que agradecer.




lunes, 16 de noviembre de 2020

“QUISIERA TENER PALABRAS”

 

Quisiera tener palabras para consolar, para aliviar la tensión de otros, para avivar la esperanza… pero en momentos como éste en el que estamos esperando la llegada de un huracán que amenaza con ser devastador ¿qué se puede decir?. Hasta en mi oración me quedo muda, y me limito a mirarle clavado en la cruz. Imagino su dolor al contemplar lo que viene, su impotencia, su tristeza ante el sufrimiento de tanta gente afectada, su frustración por otro lado ante la deshonestidad, la maldad, la corrupción…


Quisiera tener palabras pero hoy no las tengo. Solo silencio. Un silencio dentro de mí que no me incomoda sino que me da paz y me une más a Él.

Quisiera tener palabras pero también el silencio habla. Un silencio que acompaña, que sufre la suerte del otro, que llora la desgracia ajena

Quisiera tener palabras pero hoy como tantas otras veces… me quedo sin palabras. ¿Qué decir a quién ha perdido su casa, a quien está refugiado en un albergue y solo cuenta con lo puesto, a quien está enfermo o ha perdido a un ser querido…? ¿Qué decir a quien ha perdido el trabajo, a quien decide emigrar por la falta de oportunidades, a quien no encuentra una razón para vivir…? ¿Qué decir a quién ha sido violada, a quien depende de los otros, a quien sufre una depresión…?

A veces el silencio vale más que mil palabras… Un silencio que no juzga, que acompaña, que siente el dolor del prójimo, que se conmueve y actúa

Quisiera poder ofrecerte hoy algo más… pero lo único que tengo es este silencio.

viernes, 13 de noviembre de 2020

AFECTADOS PERO NO DERRIBADOS POR “ETA”


¿Quién en el territorio hondureño no ha sido afectado por el huracán “ETA” directa o indirectamente? Quien más, quien menos, ha sufrido la pérdida o desaparición de familiares o amigos, la pérdida de enseres personales o incluso su casa, la desolación al ver en qué quedó el fruto del arduo trabajo, la larga espera de ser rescatados, el hambre y la sed, la impotencia ante tal desastre, la frustración o la cólera por la irresponsabilidad de un gobierno que no tiene en cuenta el bien común…

“Afectados pero no derribados” porque si algo tiene este pueblo es que ha sido tan apaleado que tiene capacidad de sobreponerse a todos los azotes. Es impactante el testimonio de quien habiéndolo perdido todo se agarra a la fe y da gracias a Dios por seguir con vida. “Lo material se repone” – dicen – “ahora lo que toca es trabajar”.

En medio de tanta tragedia, de las adversidades, del sufrimiento por las pérdidas humanas y materiales… siempre queda la esperanza alimentada por la fe y motivada por toda la gente de buen corazón que alivia a su prójimo paliando sus necesidades de alimento, cobijo, medicamentos, consuelo… Bendito sea Dios que se hace providente en tant@s samaritan@s que son sensibles ante el dolor y las heridas de los otros, que no pasan de largo, que responden con lo que tienen y lo que son.

“Afectados pero no derribados” por el huracán “ETA”, porque Honduras es de todos, porque es tiempo de reconstruirla, porque la hermandad y la bondad del corazón se han hecho presentes y esto alienta la esperanza. Otra Honduras es posible: Una Honduras donde prevalezca el amor, la solidaridad, la paz, la justicia, el respeto a la dignidad humana… Una Honduras como todos la soñamos y deseamos. Es hora de participar todos, cada uno desde sus posibilidades… ¡Fuerza Honduras!


martes, 10 de noviembre de 2020

“LO QUE NADIE NOS PUEDE ARREBATAR”



Nada ni nadie, ni siquiera una pandemia o un huracán, puede arrebatarnos:

La fe si está cimentada sobre roca. Una fe que, lejos de debilitarse en la adversidad, se fortalece haciendo vida el sermón de la montaña: “Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, conmigo lo hicisteis”. Una fe que se concreta en las obras de misericordia. Una fe que no espera milagros sino que se moviliza para que suceda el milagro. Una fe que en las pruebas se apoya en la cruz


La esperanza porque Dios siempre cumple sus promesas. La esperanza de un nuevo amanecer, de la ayuda solidaria, de nuevas oportunidades de crecimiento, de ir construyendo juntos el Reino, de creer en la providencia de Dios que se encarna en la bondad y generosidad de quien ve en el otro a un hermano. 

El amor y la libertad de compartirlo por medio de lo que tenemos y lo que somos

El amor que se transparenta en quienes sirven de manera callada, sin aparecer en las redes sociales, sin jactarse de lo que hacen… porque estos ya recibieron su recompensa

El amor de quienes no esperan aplausos, agradecimientos, honores, alabanzas… porque hacen simplemente lo que les toca hacer

El amor de aquellos que, como la viuda, dan todo lo que tienen

El amor de los que ven en el otro a un hermano y lo tratan como tal



Sea lo que sea que hayamos perdido… siempre nos quedan la fe, la esperanza y el amor. Nada ni nadie nos los pueden arrebatar a menos que así lo elijamos. Si hoy todavía lo vemos todo gris, lodoso, confuso… confiemos y esperemos porque mañana volverá a lucir el sol y saldremos fortalecidos y renovados.



lunes, 9 de noviembre de 2020

“LO QUE EL HURACÁN “ETA” NOS HA DEJADO”

 

A veces es necesario que una catástrofe o desgracia toque la puerta de nuestro corazón para hacernos despertar y reaccionar. Tal vez la pandemia no era suficiente. Tuvo que llegar “ETA” con toda su fuerza dejando a su paso muerte y destrucción, fallecidos, desaparecidos e infinidad de damnificados por todo Honduras



Pero en medio de tanto sufrimiento, dolor, impotencia e incertidumbre: los gestos de solidaridad de tantas y tantas personas que se conmueven ante lo acontecido y comparten su tiempo y su vida, lo que tienen y lo que son. Y como en tantas otras historias del pasado y del presente, el mismo pueblo ayudando al pueblo, los pobres tendiendo la mano incluso a los que son menos pobres. El corazón humano volviendo a latir y en acción para responder a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Dios mismo haciéndose presente en quien lleva: consuelo y esperanza, un plato de comida, ropa, medicamentos.. Dios encarnado rescatando a personas, dando albergue a quien perdió su casa…



Hoy, como en tiempos de Jesús, sigue habiendo buenos samaritanos que no pasan de largo sino que atienden las necesidades del prójimo, transparentando así su amor.



Que nuestro corazón siempre esté atento y disponible para responder con generosidad a las necesidades del otro y así hagamos vida el Evangelio. Ese que sufre es nuestr@ herman@, es el mismo Jesús, que espera ser rescatad@, sanad@ y amad@.



viernes, 6 de noviembre de 2020

“HOY, AQUÍ Y AHORA, ES TIEMPO DE SALVACIÓN”

 

Días difíciles con el paso del huracán ETA por Honduras. Nuevamente se constata: la negligencia de los gobernantes a la hora de gestionar los fondos y responder a las necesidades de la población, la fragilidad del ser humano, y la solidaridad de la gente de buen corazón

Una nueva oportunidad para sensibilizarnos ante el sufrimiento y el dolor de los otros, para responder a la realidad que se impone en cada momento



Y es que… “hoy, aquí y ahora, es tiempo de salvación”… Tiempo de…

  • Responder a las necesidades de quienes viven en condiciones más vulnerables
  • Reparar y restaurar relaciones deterioradas
  • Pedir perdón y perdonar
  • Amar al prójimo tal cual es, viendo en cada uno a un hermano
  • Cuestionarnos sobre cómo estamos viviendo y comenzar a vivir de manera distinta
  • Cambiar actitudes que nos dañan y perjudican a otros
  • Vivir el presente sin angustiarnos sin preocuparnos por el mañana, “hoy se nos podría pedir la vida”
  • Derribar fronteras, dejar a un lado las diferencias, estrechar lazos de unidad y hermandad
  • Salir de nosotros y enfocarnos en el bien común
  • Agradecer por tanto y todo
  • Valorar qué es lo realmente importante
  • Aceptar cuán dependientes somos unos a otros y a la vez necesarios unos para otros.
  • Mantener viva la esperanza y confiar… todo pasa
  • Descubrir el amor providente de Dios que se manifiesta de tantas y tan diversas maneras
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domingo, 1 de noviembre de 2020

“¿CUÁNTAS PANDEMIAS NECESITAMOS PARA VIVIR DE MANERA DIFERENTE?”

 

Este fin de semana, en varias ciudades de España, se han dado actos vandálicos en los que se ha atentado contra la vida de personas y la propiedad privada. Y todo por estar en contra del cierre del sector hostelero por al menos un mes para evitar la propagación de contagios de coronavirus. ¿Qué mueve a quienes promueven tales actos y a quienes los apoyan? El interés propio, el deseo de diversión y de placer… en una palabra: el orgullo, la soberbia. Unidos y luchando todos, no por un objetivo que tenga en cuenta el bien común, sino lo que apetece, lo que gusta, el propio querer

 



 Por otro lado en Honduras llevamos ya casi ocho meses en estado de alerta, nunca hemos llegado al dichoso pico en la curva de afectados por coronavirus. Hemos pasado de salir una vez cada quince días a salir una cada cinco. Pues bien, esta semana del 2 de noviembre se les ocurre dar “feriado morazánico” y decidir que todos los habitantes del país puedan circular libremente. A partir del 9 volveremos a la restricción. El objetivo: fomentar el turismo, que la gente gaste sus pocos ingresos. La consecuencia todos la sabemos: el aumento de contagios, muertes y posiblemente después más restricciones. ¿Qué mueve a quiénes toman estas medidas o a quiénes se dejan llevar y van a salir a la playa, a la montaña, a los pueblos? El interés propio, el deseo de diversión y de placer, las apariencias, las apetencias… En definitiva lo mismo que en España: el orgullo, la soberbia.

 

¿Hacer lo que quiero, tomar decisiones que perjudiquen a los demás, atentar contra mi salud o la de mis familiares, dejarme llevar por mis pasiones, luchar a costa de lo que sea por defender mis caprichos… es libertad o libertinaje? La libertad tiene que ver con el amor, con la responsabilidad, con el bien común… El libertinaje con el egoísmo, con el orgullo y la soberbia.

¿Cuántas pandemias necesitamos para salir de nosotros mismos y caer en la cuenta de que, si seguimos empeñados en satisfacer nuestros caprichos y mirar continuamente nuestro ombligo, vamos a acabar destruyéndonos? Da igual el país, la cultura, la clase social… está más que comprobado que es un fenómeno, tristemente, generalizado.

¡Qué dolor y qué pesar! Este mundo, que Dios creó bello, está colapsando. El ser humano se ha convertido en el peor enemigo del medio ambiente y de su propia raza.

No permitas que las pandemias de la insensatez, del egoísmo, del orgullo… lleguen a tu vida. ¿Acaso no son más dañinas que el coronavirus?. Permítete más bien contagiarte de la pandemia del amor, de la generosidad, del desprendimiento, de la humildad, del ver en el otro a un hermano.

Que tu paso por este planeta merezca la pena. Aporta con tu vida, con tus palabras, con tus hechos… algo a la humanidad. Y nunca te canses de contagiar esperanza, ilusión, paz… Todo da fruto, cada cosa en su momento. Abandónate y confía

sábado, 31 de octubre de 2020

“JESÚS, UN HOMBRE LIBRE”

 

Jesús fue libre frente a todo y a todos y se confirma en lo que decía, en lo que callaba, en lo que hacía, en su manera de relacionarse…

Un día un fariseo le invitó a comer a su casa y Él entró y se sentó a la mesa. Sabía lo que criticaban, que no estaban de acuerdo con lo que decía, con sus actitudes… Sabía que otros iban a murmurar por aceptar la invitación… Sabía que podía haber segundas intenciones

Para Jesús la persona está por encima de lo que haga, de lo que piense, de sus intenciones por muy mal intencionadas que sean, de sus actos…



Sólo busca:

  • Que todos descubramos nuestra verdadera identidad de hijos amados de Dios y vivamos desde ella.
  • Que reconozcamos nuestro potencial y lo pongamos al servicio del prójimo
  • Que todos seamos libres, que nos miremos y tratemos como hermanos, que valoremos lo que nos une y no nos distanciemos y dañemos fijándonos en lo que nos diferencia

Lo que a Jesús le mueve es el amor a Dios y el amor al prójimo al que ve: esclavo de sus pasiones, perdido entre tantas seducciones, herido y roto por tanto sufrimiento pasado y presente.

Por eso hoy se sigue acercando con delicadeza y respeto. No irrumpe de forma violenta sino que espera a que le invitemos a comer en casa. Sólo Él puede sanar y liberar nuestro corazón. Sólo necesitamos abrir la puerta y dejarle entrar

miércoles, 28 de octubre de 2020

“¿HACIA DÓNDE VAMOS?”


 

¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia dónde lleva esta carrera imparable por el tener, por el poder, por el éxito…?

¿Por qué ver a los otros como enemigos o amenazas cuando son nuestros hermanos? ¿O por qué verlos como medios para satisfacer nuestros intereses particulares?

¿Por qué no reconocer nuestra dependencia, nuestra necesidad de los otros, nuestras limitaciones y debilidades?

¿Por qué vivir en una continua zozobra, angustia y soledad por creernos y querer ser autosuficientes o todopoderosos?

¿Qué nos tiene que pasar para que abramos los ojos? Parece ser que las guerras, las luchas de poder o por el tener, los terremotos o huracanes, las enfermedades… y ahora el COVID-19 no son suficientes.

¿Hasta dónde llega nuestra frialdad para que una pandemia, que se ha cobrado cientos de miles de vidas en todo el mundo y que nos puede afectar a cualquiera, no nos cuestione? ¿Qué más tiene que suceder?

¡Qué triste realidad! Y es que…

  • Avanzamos en la creación de cosas que aparentemente son útiles pero la mayoría nos esclavizan
  • Nos relacionamos más a través de la tecnología pero físicamente nos mantenemos distantes
  • Pensamos en los intereses particulares pero poco o nada en el bien común
  • Hay suficientes recursos en el planeta pero siguen existiendo personas viviendo en extrema pobreza
  • Necesitamos sentirnos amados pero nos alejamos de familiares y amigos que ya no piensan igual

Sólo cuando comencemos a ver lo que nos une por encima de las diferencias es cuando:

  • Amanecerá en nuestra vida
  • Podremos construir un mundo distinto
  • El dolor del otro nos afectará y nos llevará a actuar
  • La alegría de los demás será nuestra alegría
  • Desaparecerán la angustia, la ansiedad y los miedos

Es hora de despertar… y urge que lo hagamos YA.