domingo, 31 de mayo de 2020

“¿Y SI NO HUBIESES NACIDO?”


¿Alguna vez te has parado a pensar la importancia de tu existencia? ¿Qué hubiera sido de tu familia si no hubieses existido, o de tus amigos, o de aquella persona a la que ayudaste, o de aquella otra con la que…?
No somos realmente conscientes de cómo nuestra vida ha influido y sigue influyendo en tantas y tantas personas, de lo necesario que ha sido nuestro paso por el planeta y de lo vital que es para muchos que sigamos estando… Mientras siga amaneciendo y Dios continúe regalándonos un día más, tenemos la oportunidad de hacer de éste, un mundo más amable y humano. Ahí afuera hay personas que están esperando nuestro apoyo, nuestro cariño, nuestras palabras, nuestra comprensión, nuestra escucha, nuestra misericordia, nuestra actuación…
Si aún con todo esto no terminas de valorar tu existencia te recomiendo una película entretenida y con un gran mensaje. “¡Qué bello es vivir”. La historia de un hombre bueno que en un momento tocó fondo, se creyó fracasado en todos los ámbitos y trató de suicidarse.

Si no hubieses nacido la vida de muchos sería distinta.
Sigue siendo el color que no puede faltar en esta bella obra
Sé la nota que necesita esta pieza musical
Sé el instrumento que suene dando armonía a nuestra orquesta
Sé la letra que junto a otras escriba una linda historia
Sé tú y no una imitación de nadie, tienes una misión única y especial. Que existas es importante.

viernes, 29 de mayo de 2020

“MI VIDA NO TIENE SENTIDO”


Este es el pensar y sentir de muchas personas y más ahora que los problemas, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, se acrecientan.
“Mi vida no tiene sentido”, “no le importo a nadie”, “ya no quiero vivir”, “para vivir así prefiero estar muert@”...
No he escuchado datos sobre la cifra de suicidios pero supongo que, al igual que el de las víctimas de violencia doméstica, aumentó y lo seguirá haciendo en las próximas semanas.
Pienso en gente que ha sufrido en condiciones extremas: secuestrados por meses y condenados a vivir en un zulo de uno o dos metros cuadrados, torturados, prisioneros en campos de concentración… En personas que mueren cada día de hambre o enfermedades que en países desarrollados se curan con unas medicinas o una vacuna… seguramente por la mente de ellos muchas veces rondaron también estos pensamientos.
Es importante descubrir de dónde me vienen esos pensamientos y a dónde me llevan.
Si me llevan a inventar formas de acabar con mi vida, a encerrarme en mí y a aislarme de los otros, a dejar de auto cuidarme… estoy forjando mi propia destrucción
Tal vez esté realmente convencid@ de que “mi vida no tiene sentido y es mejor que termine cuanto antes porque para vivir así…”. Es comprensible sentir así en según qué situaciones pero ayudará el dar vuelta al pensamiento y plantearme lo contrario: “¿Para quién soy importante y necesari@?”. “¿Qué proyectos dejaría sin terminar si mi vida acabara, qué me queda pendiente por hacer?”. “¿Qué espera la vida de mí?”. “¿Qué puedo aportar a la humanidad?”

Independientemente de mi edad, de mi estado físico o de salud, de mis conocimientos o formación, de mi profesión, de mis posesiones, de mis creencias, de mis cualidades o defectos, de mi historia y de mi realidad, de si soy hombre o mujer… si sigo en este planeta es porque MI VIDA TIENE SENTIDO para alguien o para algo… y aunque solo sea por ese alguien o ese algo: TENGO QUE PONERME EN PIE y seguir dando todo lo mejor de mí. Alguien necesita de mi presencia, de mis palabras, de mi escucha, de mi cercanía… algo espera ser creado. Tu vida, mi vida, nuestra vida merece la pena.

miércoles, 27 de mayo de 2020

“¿CUÁLES SON MIS TESOROS?”


Este es un buen tiempo para reflexionar sobre nuestros “tesoros” (personas, cosas, lugares, cargos, títulos, dinero, casa, ropa, tecnología, colecciones…). Estos “tesoros” que consideramos tan valiosos pasan a segundo plano solo cuando nos enfrentamos cara a cara con la enfermedad y la muerte, con la fragilidad, con nuestra condición vulnerable y temporal… “¿De qué le sirve al ser humano ganar el mundo si pierde su vida?”. Todo aquello que considero valioso y absoluto… todo aquello en lo que había puesto la seguridad y la confianza… pasa a ser relativo.
El COVID-19 nos ha obligado a parar. Dichosos los que lo vean y vivan como una oportunidad de crecimiento, de valorar lo realmente importante, de construir sobre lo único que permanece.
Los enfermos y quienes han fallecido, creyentes o no, son los que en su soledad se han visto confrontados con la verdad.
  • La verdad de la temporalidad de todo, incluso de la propia vida.
  • La verdad de la fragilidad humana
  • La verdad de la necedad de una vida vivida de manera auto centrada
  • La verdad de la insensatez de fundamentar la existencia sobre “tesoros” que hoy están y mañana desaparecen
  • La verdad de la Presencia de quien nos creó, nos ha sostenido, nos regala un día más y nos acompaña en nuestra soledad, enfermedad y muerte.

Ningún enfermo está solo. Nadie muere solo. Él está, Él sigue fortaleciendo, consolando, dando su paz, manteniendo la esperanza de que la muerte no tiene la última palabra

Él es el único de nuestros “tesoros” que conservaremos hasta el final… aun cuando todos los demás nos sean arrebatados… siempre tendremos “EL TESORO” que permanece.
Que esta experiencia nos ayude a replantearnos la existencia. No perdamos el tiempo en esos “tesoros” que nos esclavizan y nos vuelven dependientes.
El mayor de los tesoros, el mejor de los tesoros, ya lo tienes. Vende todo lo que tienes por ese TESORO, tendrás libertad interior y alcanzarás la verdadera felicidad. Amén

lunes, 25 de mayo de 2020

“DATE PERMISO DE LLORAR”


El Papa Francisco animaba en una homilía hace unas semanas a pedir a Dios el “don de las lágrimas” y en contraposición me encuentro con multitud de cristianos que no se permiten llorar o en nombre de la fe no dejan a otros llorar.
Son tiempos difíciles en los que afloran multitud de emociones, una de ellas la tristeza y el dolor por la pérdida de seres queridos, por la impotencia, por el reconocernos y sentirnos vulnerables…
No retengas tu tristeza, date permiso de llorar, deja brotar tus lágrimas … drena esa emoción, no permitas que ese sentimiento te enferme

Hay muchas razones por las que la gente no llora: Por “pena”, por dar una apariencia de fuertes, porque han endurecido su corazón o porque “si lloro ¿cuál es mi fe?”
Me da pesar quienes se dicen creyentes y aconsejan no llorar y peor si lo  acompañan con comentarios como: “… tienes que ser fuerte, el Señor está contigo”, “no tengas miedo, acuérdate que estás en las manos del Señor”, “… piensa en tus hijos”, “…el Señor te está probando”…
¡Cuánto daño hacemos en nombre de Dios!. ¿Te has parado a pensar que cuando recomiendas a otro que no llore es porque esas lágrimas te hacen daño a ti? Eres tú quien no soporta ver a otro llorar.
No disminuye tu fe por llorar, no eres peor creyente por llorar… Llorar nos recuerda nuestra pobreza, fragilidad y humanidad. Jesús lloró… Tú y yo necesitamos llorar. Nos hacemos un bien cuando nos permitimos llorar. Ayudamos a los otros cuando les concedemos el derecho y les animamos a llorar. No retengas tus lágrimas ni las de los otros. Date y da permiso a los otros de llorar. Y como dice el Papa Francisco: “Pidamos el don de las lágrimas… para los otros y para nosotros”

sábado, 23 de mayo de 2020

“SE ACRECIENTAN LOS PROBLEMAS”


Desde que comenzó la pandemia están afectando múltiples problemas a la sociedad. En Honduras ya son diez semanas confinados en casa y, aunque sabemos que al final del túnel está la luz, todavía vemos todo muy oscuro.
Los despidos laborales o suspensión de trabajo y sueldo por tres o cuatro meses lleva a muchos a emigrar a sus lugares de origen, a pasar hambre, a tener que pedir… y en otros casos a delinquir
La necesidad de quienes trabajan en la economía informal de salir a la calle todos los días les conduce a exponer su vida al estar en contacto con infinidad de gente que no cumple con las medidas de bioseguridad establecidas
La suspensión de clases presenciales y la alternativa de clases on-line excluye a quienes carecen de recursos por no disponer de celular o no con la capacidad suficiente para  poder poner una recarga de internet o descargar las numerosas aplicaciones que exigen sus profesores
La escasez de insumos de protección para sanitarios y otros trabajadores en hospitales, y de recursos para combatir la enfermedad pese a los millones recibidos para afrontar esta crisis hace más vulnerables a unos y a otros
Y podría seguir enumerando...
Como consecuencia de estos y otros problemas “externos” se están acrecentando otro tipo de problemas que afectan emocionalmente a las personas:
Depresión, ansiedad, angustia, estrés, desesperación…
Violencia intrafamiliar en los hogares y aumento de mujeres asesinadas
Impotencia, frustración, tristeza, soledad… sentida por quienes son  estigmatizados por padecer de coronavirus o por los que no pueden acompañar a sus familiares en su enfermedad o en sus últimos momentos
Pérdida del sentido de la vida, deseos de acabar con la vida…
Demasiado dolor interno y sufrimiento que no vamos a sanar de la noche a la mañana
Demasiado daño que no va a ser posible reparar únicamente con palabras
Demasiados problemas que no podemos obviar y ante los cuales no podemos cerrar los ojos

Si todo esto no toca nuestro corazón será señal de que todavía está endurecido. Será signo de que esta pandemia no llegó ni a acariciarnos la piel. Este problema es mundial, nos afecta a todos. Extendamos la mirada. Y pidamos al Señor un corazón sensible, un corazón de carne capaz de conmoverse y actuar ante la realidad porque todos somos hermanos

viernes, 22 de mayo de 2020

“¿SIRVO O ME SIRVO?”


Hay dos palabras que parecen sinónimas pero en las que descubro una sutil pero a la vez una importante diferencia: Ayudar y servir

Cuando ayudamos vemos al otro como “menos”. Nos colocamos en una posición de superioridad. “Yo te ayudo porque yo sé, yo puedo, yo tengo las herramientas, dispongo de lo que tú necesitas... Tú dependes de mí”. Eso engrandece nuestro ego y nos satisface pero si buceamos en nuestro interior nos daremos cuenta de que esa sensación que queda en el fondo nos inquieta. Algo que nos dice “cuidado, no te crezcas porque te vas a perder”
Dentro de la Iglesia se utiliza muy ligeramente el término “servir”. “Hoy me toca servir”, “yo sirvo en…”… Solo porque lo dijiste o porque te vieron: ya recibiste tu recompensa. Lo peor es cuando se pelean cargos, o por cantar o leer en las eucaristías, o por… Decimos que servimos y en realidad detrás hay una búsqueda de reconocimiento por parte del sacerdote o de los otros feligreses… un deseo de poder… una necesidad de valoración o de aceptación… En definitiva muchas veces utilizamos ese “servicio” para crecer nuestro ego o inflar nuestra imagen. “¿Servimos en la Iglesia o nos servimos de la Iglesia?”
Jesús nos invita a servir y no a servirnos. Solo podemos servir si vemos en el otro a un hermano, si nos colocamos ante el otro en una relación de iguales donde prima su necesidad, sentida y/o expresada, a lo que yo pueda pensar, querer, decir o hacer.
Para servir es necesario: disponibilidad, empatía, saber escuchar, mirar con compasión y misericordia, actuar…
Para servir es necesario: ser humilde, abajarse, no discriminar, tratar al otro como me gustaría que me trataran a mí… que no se me vea a mí
¿Ayudo o sirvo? ¿Sirvo o me sirvo?

martes, 19 de mayo de 2020

“¿PARA QUÉ MENDIGAS LO QUE YA TIENES?”

¿Para qué mendigas amores terrenos cuando Dios, que conoce todo sobre ti, te ama incondicionalmente?
¿Para qué buscas reconocimiento o valoración de los otros cuando al mínimo error quien te aplaudía te va a criticar?
¿Para qué esforzarte tanto en que te acepten cuando hay quien te acepta con tu pasado y tu presente, con tus cualidades y defectos, con tus fortalezas y debilidades?
¿Para qué invertir tanto tiempo en construir una imagen cimentada sobre arena si tarde o temprano acabará derrumbándose?
¡Cuánta energía invertida cuando tu felicidad depende de los otros!
¿Vas a seguir viviendo hacia afuera esperando aplausos, un “me gusta” en tus publicaciones de las redes sociales, alabanzas… o vas a empezar a vivir desde dentro?
No tienes que demostrar nada a nadie. No inviertas energía en esto o te perderás. No has venido a este planeta a responder a las expectativas de los otros. Una persona es grande, no por lo que aparenta sino por lo que es.
Tienes a Alguien incondicional que no te va a dejar, que va a permanecer, que te va a seguir mirando con amor y misericordia, que nunca se va a cansar de amarte y para quien eres especial. ¿Para qué mendigas lo que ya tienes?

domingo, 17 de mayo de 2020

“¿QUÉ PUEDO PEDIR A QUIÉN…?”


¿Qué puedo pedir a quien me ama incondicionalmente? ¿Qué puedo pedir a quien me conoce y sabe cuáles son mis necesidades? ¿Qué puedo pedir a quien me provee de todo lo que me conviene? ¿Qué puedo pedir a quien desea lo mejor para mí?
¿Y tú qué le pides?

Te voy a confesar y compartir mis “quereres” y “deseos”. Quizás coincidimos, de hecho en lo más profundo de nosotros no hay diferencias. Tal vez perseguimos y necesitamos lo mismo… Voy a atreverme a ponerle voz a nuestros deseos más profundos:
  • Quiero y deseo serle fiel, perseverar, permanecer… hasta el final
  • Quiero y deseo “salir totalmente de mí” para “darme totalmente” a los otros
  • Quiero y deseo que Él sea el centro y motor de mi vida
  • Quiero y deseo que todo lo que piense, haga, diga… esté orientado a su mayor gloria
  • Quiero y deseo que quienes me vean, le vean
  • Quiero y deseo que por medio de mí, otros le conozcan y se acerquen a Él
  • Quiero y deseo tener entrañas de misericordia, conmoverme ante el sufrimiento ajeno y actuar para aliviarlo
  • Quiero y deseo que mis preferidos sean los últimos
  • Quiero y deseo abandonarme a Él y dejarme hacer
  • Quiero y deseo confiar en que sabe lo que hace y en que estoy en las mejores manos
  • Quiero y deseo amarle y servirle en los otros sin medir las consecuencias
  • Quiero y deseo dar vida, alimentar esperanza
  • Quiero y deseo… Termina tú.

viernes, 15 de mayo de 2020

“POR EL AMOR QUE TE TIENE…”



Por el AMOR que te tiene…
Te dio la vida
Te eligió
Te ha rescatado una y otra vez y te ha perdonado todo
Siempre ha permanecido a tu lado
Te ha proveído en cada momento de lo que has necesitado
Te tiene donde estás
Te ha regalado un día más
Pone todo a tu disposición
Se preocupa por ti y te atrae hacia Él
Te quiere feliz
Te da libertad para elegir tu camino
Sigue confiando en ti y en poder hacer su obra a través tuyo
Es paciente contigo
Te mira con ternura y misericordia
Siempre está dispuesto a darte otra oportunidad
Te da paz… te consuela… te fortalece… te acompaña… mantiene viva tu esperanza…
Por el AMOR que te tiene un día abrirá sus brazos para recibirte, y acogerte definitivamente en Su Presencia

martes, 12 de mayo de 2020

"¿QUÉ HAY DE TU CONVERSIÓN?"


¡Qué fácil ver los errores de los otros o que es lo que tienen que cambiar pero qué poco nos detenemos a mirarnos para ver cómo estamos!
¡Qué sencillo apreciar la paja en el ojo ajeno pero que complicado aceptar la viga que cargamos en el nuestro!
¡Qué soberbio asumir la actitud del fariseo y orar por los que considero pecadores!
¡Qué rápidamente salimos a querer convertir a otros cuando tenemos tanto que cambiar!
Volviendo a la pregunta… ¿Qué hay de tu conversión? ¿Cómo estás empleando este tiempo? ¿Te está sirviendo para auto evaluarte, para reflexionar dónde estás, hacia dónde vas, qué quieres de tu vida, a qué le das valor, cuáles son tus prioridades…? ¿Te está ayudando a salir de ti o te sigue preocupando ser una persona de éxito, tu imagen, la vanidad, el dinero, el poseer, el consumir…? Solo piensa en cuáles son tus planes terminando todo esto y te darás cuenta de tu egocentrismo o tu preocupación por los otros, de si vas a cambiar para bien o para peor… El cambio en uno u otro sentido dependerá de cómo hayas vivido y aprovechado este tiempo.

Me dio tristeza escuchar el otro día a un sacerdote en una homilía diciendo lo siguiente: “No piensen que después de todo esto la gente va a cambiar a mejor porque podemos salir mucho peores”. Y tiene toda la razón. Desde luego no vamos a regresar a la realidad igual que cuando empezó todo esto pero nuestra conversión dependerá de cada uno.
Lo que hagamos con este tiempo es una decisión personal pero para bien o para mal afectará inevitablemente a los otros. Tú y yo tenemos una gran responsabilidad en nuestra propia conversión porque todo lo que hagamos o dejemos de hacer, digamos o callemos, y las actitudes que tengamos, influirán en los demás

lunes, 11 de mayo de 2020

“SOLO HAY UNA PUERTA”


Sólo hay una puerta, solo hay una entrada: Jesús.
Sólo puedo entrar si lo deseo pero no es fácil. Entrar implica:
Asumir…
  • Actitudes: compasión, misericordia, tolerancia, paciencia, solidaridad, austeridad…
  • Una nueva mirada
  • Una nueva manera de relacionarnos con todo/s


Renunciar, dejar, soltar…
  • Mis intereses, “quereres”… mi bienestar, mi comodidad, mi seguridad, “mis cosas”, “mis tesoros”…
  • Esquemas rígidos, lo que creo “mi verdad”, “lo de siempre”
  • Actitudes prepotentes, de manipulación, de humillación…
  • La mirada crítica
  • El egocentrismo


No se trata solo de “yo quiero entrar por esa puerta” porque no es “así no más”. Solo puedo pasar y entrar “si dejo, si suelto, si me abandono y confío”
Mientras carguemos con nuestro “yo”, “nuestras cosas”… será imposible entrar. Necesitamos el don del desprendimiento y el de la compasión ante la pobreza y angustia de los otros.
Mientras sigamos amarrados y esclavos de nosotros, seguiremos afuera. Solo podremos entrar si dejamos atrás nuestro “yo”, si dejamos de vivir auto centrados y permitimos que nazca una persona nueva

sábado, 9 de mayo de 2020

“DAR Y DARSE”


¡Qué fácil dar lo que sobra! (dinero, cosas, tiempo…)
¡Qué complicado dar la vida!
¡Qué tranquila queda la conciencia cuando se hace un gesto de caridad!
¡Qué intranquila queda cuando pudiendo hacer lo que debíamos, no lo hicimos!
¡Qué sencillo es cuando “el dar” no implica o toca “mis cosas”, “mi tiempo”, “mis intereses”, “mis apetencias”, “mi comodidad”, “mi seguridad”!
¡Qué inquietante y perturbador cuando se nos pide salir de nosotros mismos, arriesgar, jugárnosla, dejar de controlar…!

Dar y darse no es un acto puntual, no es un gesto concreto, no es tener un compromiso en la iglesia, no es participar en los sacramentos, no es rezar…
Dar y darse es una actitud que condiciona la propia vida, es un salir de uno mismo 24/7, es una forma de relacionarse con los otros teniendo presente que sus necesidades son prioridad sobre “mis cosas”, es un estar disponible en todo momento, es soltar amarras y dejar de controlar, es dejarse llevar por caminos desconocidos, es ver en el otro a un hermano y tratarle como tal.
Dar y darse es “DEJARLO TODO” para “DARLO TODO”
Dar y darse es dejar “mis tesoros”, abandonarme y confiar
Dar y darse es buscar el Reino de Dios y su justicia sabiendo que lo demás se da por añadidura.

viernes, 8 de mayo de 2020

“AY DE TI”


¡Ay de ti que te dejas llevar por el rencor, el malestar y el enojo y acabas diciendo o haciendo cosas que luego se vuelven contra ti!
¡Ay de ti que juzgas a los otros desde lo que crees tu verdad, y les etiquetas, culpas e incluso agredes por no pensar o actuar como tú!
¡Ay de ti que justificas tus abandonos culpando a los otros, a las circunstancias, a la realidad…!
¡Ay de ti que te alejas de Dios porque te miraron mal, o te dijeron algo que no esperabas, o porque no respondieron a tus expectativas!
¡Ay de ti si vives auto centrado y te crees omnipotente, intocable y con derecho a todo!
¡Ay de ti si no te haces responsable de ti mismo!
¡Ay de ti si por una sola causa de éstas te apartas del camino de la verdad y de la vida, escogiendo los caminos que ofrece el mundo!
Sigue echando balones fuera, culpa a otros de tus abandonos, de tus caídas, de tus errores, de tus enojos, de tus fracasos… Señala, critica a quienes no comparten tus criterios… Mira a los demás y relaciónate con ellos desde tu ego miedoso, orgulloso, deseoso de poder, de estima, de valoración… Te estarás condenando aquí mismo, en vida.

jueves, 7 de mayo de 2020

"FELICES..."



Felices los que mantenéis vuestra esperanza en la adversidad
Felices los que tenéis paz en vuestro corazón
Felices los que confiáis en el que Señor está y siempre provee
Felices los que os abandonáis y os dejáis llevar por el Espíritu
Felices los que perseveráis y os mantenéis firmes a pesar de no ver lo que os espera
Felices los que dais de lo que os hace falta
Felices los que anteponéis las necesidades de los otros a vuestras cosas, intereses y quereres
Felices los que os entregáis a quien no puede devolveros el favor
Felices los que encontráis al Señor en todo y en todos
Felices los que hacéis de vuestra fe un estilo de vida
Felices los que tenéis el amor por bandera
Felices los que veis en el otro a un hermano y lo tratáis como tal
Felices los que os alegráis con la alegría del otro
Felices los que tenéis compasión por el sufrimiento de los demás
Felices los que miráis como Dios os mira
Felices los que colaboráis en la construcción del Reino
Felices los que siempre estáis disponibles para amar y servir
Felices los que arriesgáis la vida para dar vida
Felices…

miércoles, 6 de mayo de 2020

“Y TÚ… ¿QUÉ HAS PERDIDO?”


Hay infinidad de cosas que nos dan vida, que nos hacen sentir plenos, que nos llenan… pero que acabamos perdiendo por afanarnos en múltiples quehaceres y preocupaciones o por creer que podemos encontrarlas en otros lugares
Jesús nos habla de una mujer que tenía diez monedas y perdió una. Al caer en la cuenta de lo que había perdido, se sintió triste pero encendió una lámpara. Tal vez ni eres consciente de haber perdido algo pero si sientes en tu interior un vacío, si sientes desolación, angustia… seguramente es producto de esa pérdida. Enciende la lámpara para poder descubrir eso que realmente te daba vida.
¿Qué has perdido? ¿Qué es aquello que te daba plenitud y ya no tienes?

“Y la mujer se afanó hasta encontrarla, y buscó cuidadosamente”. Esa moneda era valiosa para ella, la necesitaba para sentirse completa, llena, plena. Optó por buscarla sin cesar y para eso tuvo que limpiar y retirar todo aquello que estorbaba.
¿Qué necesitas limpiar o retirar de tu vida para encontrar “eso” único que te va a dar la felicidad verdadera?. En Ejercicios Espirituales, Ignacio propone una oración preparatoria al inicio de cada tiempo: “Señor, dame la gracia para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en tu mayor servicio y alabanza”
Y la mujer encontró la moneda. Y se llenó de alegría, de paz interior, de gozo profundo, de satisfacción…
Descubre qué es lo que has perdido, busca cuidadosamente y sin cesar… y cuando lo encuentres lo celebraremos.

martes, 5 de mayo de 2020

“IDENTIDAD CRISTIANA”


Mi identidad como cristian@ no me la da el ir al templo, el pertenecer a una u otra iglesia, decir que creo, tener imágenes en la casa, rezar, creer, ser líder de una iglesia o un grupo, haberme formado en teología…
Y es que ser cristian@ no es una idea, ni un título que se consigue
No tiene sentido presumir de ser cristian@ si no lo vivo
No tiene razón de ser declararme cristian@ si mis sentimientos, actitudes, acciones y mi manera de relacionarme con todo y todos, no se asemejan al ser y estar de Jesús.
Ser cristian@ no es una identidad sino un estilo de vida. Quien es cristian@ se identifica con los valores que predicaba y vivía Jesús, precediendo el amor y la misericordia a todos los demás.
Aquello con lo que nos identificamos nos divide pero Jesucristo integra. Su bandera es el Amor y bajo esa bandera todos somos acogidos. La persona está por encima de diferencias en cuanto a creencias, ideologías… Mi identidad como cristian@ me tiene que llevar a mirar la realidad y a todos, con la mirada de Jesús, a hacer lo que Jesús haría, a comportarme como Él se comportaría, a reaccionar como Él se relacionaría, a dar prioridad a lo que Él se la daría, a rechazar lo que Él rechazaría, a escoger lo que Él escogería…

domingo, 3 de mayo de 2020

“HOY QUIERO QUEDARME EN TU CASA”


Zaqueo deseaba encontrarse con Jesús ¿tú lo deseas?. Zaqueo puso los medios, corrió y se subió a un árbol ¿qué medios estás poniendo para encontrarte con Él?.

Entre la multitud y el ruido, Jesús consigue ver a Zaqueo… y Jesús le mira, y Zaqueo mira a Jesús. ¿Cómo sería ese cruce de miradas? ¿Qué sentiría Zaqueo en su corazón ante la mirada de Jesús? Lo que está claro es que esa mirada no hablaba de condenación ni de reproche… Jefe de los cobradores de impuestos y muy rico pero esa mirada solo hablaba de amor. ¿Me he puesto alguna vez ante la mirada de Jesús? ¿Me atrevo a dejarme mirar por Él? ¿Qué obstáculos pongo a esa mirada: auto exigencia, soberbia, perfeccionismo, vergüenza, culpa, miedo, ideas de un “dios” que distan del Dios de Jesús…?
“Hoy quiero quedarme en tu casa”… ¡Qué buen mensaje en este momento que, quienes podemos, estamos en casa!. Así le dijo Jesús a Zaqueo cuando le vio subido en aquel árbol. Y hoy te dice: “Quiero quedarme en tu casa, en tu corazón”. Pero ¿para qué quiere quedarse contigo? Para alentar tu esperanza, para darte alegría en medio del dolor, para sanar tus heridas, para consolarte, para liberarte, para ser uno contigo, para compartirlo todo contigo, para ser desde ti, para hacer a través tuyo, para…
Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría… ¿Acaso el amor puede ser recibido de otra forma? ¿Acaso rechazas a quien quiere amarte? ¿Cómo te sientes con quien te ama, te acepta y valora tal y como eres?
El encuentro de Zaqueo con Jesús fue lo que transformó su vida. Sólo el encuentro con Jesús puede hacer posible la conversión de nuestros corazones. Solo la experiencia de sentirnos amados incondicionalmente puede liberarnos
Que como Zaqueo te busquemos
Que nos dejemos alcanzar por Tu mirada
Que nos miremos como Tú nos miras
Que te hospedemos en nuestra casa
Y que ese encuentro y tu amor transformen nuestras pobres vidas
Amén


sábado, 2 de mayo de 2020

“SIEMPRE INSATISFECHOS”


¡Qué difícil le es al ser humano ser feliz! Insatisfecho por excelencia por andar poniendo la atención en lo que le falta o necesita en lugar de valorar o agradecer lo que tiene.
Insatisfechos porque no podemos salir de casa, porque nos toca celebrar el cumpleaños solos, porque no podemos ver a familiares y amigos, porque no podemos dar una vuelta por el mall o ir al cine, porque no podemos salir a tomar un café, a la playa o a pasear por el parque… otros porque no pueden ir a la iglesia.
Nunca terminamos de saciar nuestros deseos por no aceptar la realidad y lo que es en cada momento. Este día no va a volver a repetirse.
La historia la escribes tú… La realidad, lo que acontece, lo que te pasa… solo es protagonista si tú lo permites. Que vivas este día con paz o angustia, con esperanza o desesperanza, con ilusión o apatía… depende de ti.
La actitud que elijas tomar para vivir o afrontar las situaciones que se te presenten determinarán tu estado de ánimo. Enfócate en lo que tienes, valóralo, agradécelo porque tal vez mañana… ya no esté.