martes, 31 de mayo de 2022

"LA VERDADERA BELLEZA NO SE ABANDONA"

 

Ojalá fuera cierto, la realidad es que no siempre es así. Somos capaces de descubrir lo verdaderamente bello, fuera y dentro de nosotros, pero acabamos abandonándolo no sin antes justificarnos. Incluso los discípulos dejaron a Jesús, y razones no les faltaban


Encontramos la verdadera belleza en los bienes y dones espirituales que nos rodean y que nos habitan pero unas veces no somos conscientes de ellos, otras no queremos mirarlos, en ocasiones nos asustan porque escapan a nuestro control, y a menudo los dejamos, seducidos por otras bellezas pasajeras, tangibles, que nos proporcionan un placer inmediato.

La verdadera belleza atrae porque es amor puro, porque la necesitamos

La verdadera belleza se puede encontrar porque está al alcance de todos

La verdadera belleza nos recuerda la dignidad que nos caracteriza de Hijos Amados de Dios hechos a su imagen y semejanza

La verdadera belleza nos conduce a ver y a amar lo bello, lo bueno

¿Qué es para ti la verdadera belleza?. ¿Dónde la descubres?. ¿Qué sientes ante ella?.

jueves, 26 de mayo de 2022

"¿CONVIENE O NO?"

 

A veces vivimos acontecimientos o nos enfrentamos con situaciones que no entendemos e incluso despiertan emociones de enojo, tristeza, confusión, angustia… Quisiéramos que las cosas sucedieran de otra manera, a nuestra manera, pero ¿es lo mejor para nosotros?

“Os conviene que yo me vaya” dijo Jesús a los discípulos. ¿Cómo poderlo comprender con lo bien que estaban con Él? ¿Qué sería de sus vidas sin Él?. Seguro que no faltó quien le replicase: “¡Qué cosas tienes! ¿Cómo nos va a convenir que te vayas?. Todavía tenemos mucho que aprender, te necesitamos, eres importante para nosotros”. Tuvo que pasar un tiempito hasta que cayeron en la cuenta de que realmente era lo que les convenía


La invitación es a confiar a ciegas ¿acaso no es eso la fe?. Pero ¡Qué difícil en la sociedad de las prisas, del consumo, de las seguridades, del bienestar…!. Todo tiene que ser como queremos, en los tiempos que nos fijamos… Y creemos que lo que nos gusta, lo que nos apetece y deseamos, es lo que nos conviene cuando puede distar mucho de la realidad.

Nos centramos en nuestras necesidades y eso se refleja muchas veces en peticiones egoístas a un Dios que, si es verdad que nos ama, tiene que responder a nuestros caprichos o intereses particulares. A alguien a quien amas mucho ¿le darías lo que quiere o lo que le conviene?. Si respondes a sus gustos por encima de lo conveniente tal vez tendrías que cuestionarte si es amor o te estás buscando.

Todo pasa por algo. Todo tiene su razón de ser y siempre para bien. Todo es medio para crecer. Todo es oportunidad para que nuestra propia vida, apegada a cosas, personas, formas, ideas, creencias…, se vaya transformando y liberando.   

Abandonarse y confiar… confiar… confiar… Lo que estamos viviendo en este momento es lo que más nos conviene aunque no nos guste, aunque nos duela, aunque nos enoje, aunque no entendamos… Créelo… eso es fe. Alguien siempre mayor que tú, te conoce, te sostiene, te quiere, y sabe qué es lo que mejor para ti.

lunes, 23 de mayo de 2022

"CAYENDO EN LA CUENTA"

 

Empezando mayo fui a pasar diez días con una comunidad de Carmelitas. La idea era compartir todo con ellas y así fue: Oración, comidas, trabajo, helados, celebración de cumpleaños de la Madre, funeral de un feligrés… y alguna que otra partida al parchís. Ni hablar de la acogida, del cariño, de los detalles… como en casa, como si las conociera de toda la vida… un amor…

Tengo por costumbre mi hora de oración personal según me levanto y el segundo día ya vi que no iba a ser posible. El ritmo de oración y trabajo era tal que me veía incapaz de levantarme una hora antes que las hermanas para ser fiel “a lo de siempre”. Confieso que lo primero que sentí fue rabia pero al revisarme me dije: “Pero ¿qué me pasa?”. Caí en la cuenta de mi apego a mi forma de relacionarme con el Señor. ¿Acaso “sus formas” eran menos santas que la mía o me iban a impedir el encuentro con Él?. Reconocí mi estupidez y con paz decidí esos días: soltar y abrirme a la novedad.

¿Por qué te cuento esto? Porque los discípulos de Jesús también se aferraron a Él, a sus ideas sobre el mesianismo… No querían escuchar de su posible muerte, ni siquiera del Espíritu que después se les regalaría porque todos sus esquemas se desmoronaban, sentían que perdían el control… No entenderían realmente el camino y descubrirían al Maestro y al Dios con el que se relacionaba hasta después. No somos tan distintos de aquellos primeros compañeros de Jesús

Apegarnos a lo de siempre, a lo conocido, a nuestras ideas sobre la verdad o sobre Dios, a nuestra experiencia, a nuestros criterios sobre lo que es normal… nos hace cegarnos y cerrarnos a una realidad mayor, al Misterio. Perdemos la capacidad de sorprendernos, la oportunidad de crecer… Creyéndonos seguros, los débiles cimientos en los que nos apoyamos comienzan a tambalearse e incluso se caen

Anclados en nuestras propias ideas o creencias nos perdemos la oportunidad de la experiencia

Creyendo buscarle o incluso poseerle no hacemos sino fortalecer nuestro amor propio e impedir el encuentro

Soltar, desprenderse, dejar ir…

Permitir que las escamas se caigan de nuestros ojos, dejarnos sorprender, abrirnos a la novedad...

Morir a… para abrirnos a una realidad mayor que escapa a nuestro control y puede transformar nuestras pobres vidas

 

domingo, 22 de mayo de 2022

"TÚ Y YO TAMBIÉN PODEMOS"


Si otros pudieron: Hacer lo que hicieron, dar testimonio de Jesús… Tú y yo también podemos. Y no por méritos, por nuestros compromisos, no por las cualidades que tenemos, no por lo que hayamos estudiado o el trabajo que desempeñemos, no por los cargos y responsabilidades que asumimos… sino porque el Espíritu mora en ti y en mí. El mismo Espíritu que habitó en Jesús está en ti y en mí.

Todos somos capaces de experimentar su Presencia, dejarnos guiar por Él, responder a sus insinuaciones… Hay quien no se considera templo del Espíritu: Por su conducta, su historia, su pecado, su no creencia… Y quien teniendo fe experimenta, en algunos momentos de su vida, que se ha quedado mudo. La verdad es que no deja de estar, independiente de lo que vivamos

En los momentos de prueba o dificultad, de duda, de no ver o no entender, de debilidad… sigue estando. Estos tramos del camino, aunque quisiéramos evitarlos o que pasaran rápido, también son importantes porque redundan en beneficio de nuestra purificación y transformación personal. No desesperarse, no tambalear, no frustrarse, no tirar la toalla… Todo tiene su tiempo y todo tiempo es importante

El Espíritu marca el camino de nuestra felicidad plena, de la vida verdadera. Entre tantas voces que escuchamos. ¿Cuál será realmente la suya? ¿Nos interesa responderle? ¿Por quién nos dejamos guiar?. 

El camino al que nos conduce y que desea que recorramos, siempre para bien nuestro, no está exento de contradicciones, crisis, situaciones adversas… pero aún en medio de todo eso, hace sentir su fortaleza y nos regala su paz profunda para percatarnos de su Presencia y poder enfrentar lo que se nos presente. Es la certeza que confirma a la persona de estar en el lugar correcto y haciendo lo que tiene que hacer que no es otra cosa que la voluntad de Dios

Si otros han podido hacer lo que hicieron, si otros fueron capaces de escuchar las insinuaciones del Espíritu y de dejarse llevar por Él… tú y yo también podemos. Créelo, disponte y confía. Para Dios nada hay imposible.


viernes, 20 de mayo de 2022

"¿ESCLAVOS O AMIGOS?"

 

Hay quien vive a Dios como un ser superior al que hay que obedecer, que tiene el control… manteniendo así con Él una relación de siervo y esclavo frente a un dueño y Señor que tiene todo escrito, que hace y deshace a su antojo, que desea súbditos que agachen la cabeza, que se sacrifiquen, que sufran por Él… ¿Es este el Dios de Jesús, el Dios con el que Jesús trataba y que nos dio a conocer con y en su vida?

Jesús, el mismo Dios encarnado, recuerda a sus compañeros de camino que no son sus siervos sino sus amigos. Tú y yo también somos uno de esos amigos de Jesús. ¿Lo consideras a Él tu Amigo?

La relación de amistad es una relación entre iguales basada en el amor. Lo que la hace duradera en el tiempo no es la dominación, la obligación moral de responder al amigo, no el cumplimiento… sino el puro amor, el amor desinteresado. Cualquier otra motivación (intereses particulares, necesidades personales…) lleva al fracaso tarde o temprano de la relación

¿Cómo es mi relación con los otros? ¿Y con Dios?

¿Cuáles son mis motivaciones para alimentar esos encuentros?


Jesús, Dios, se dice mi Amigo. ¿Qué he recibido de este Amigo? ¿He experimentado su amor, en qué momentos o circunstancias?. Quizás no sea consciente y no agradezca  tanto bien recibido por tan fiel y generoso Amigo en cuyo caso difícilmente podré amar a otros como Él me ha amado y me ama

¿Quién es Jesús para mí? ¿Lo siento mi Amigo? ¿Qué me motiva a relacionarme con Él? ¿Qué he dado de mí en esta amistad? ¿Mantengo esta relación: por miedo, por compromiso, por costumbre, por interés…? ¿Cuál, cómo, es mi respuesta ante tanto amor?

Si no crees en la amistad, si te has desencantado de las relaciones, si ya no eres capaz de confiar en otros… hay un Amigo que desea tu amistad. Este Amigo siempre está atento a tus necesidades, te escucha con ternura, te busca sin descanso, olvida las ofensas, tiene infinita paciencia, sabe esperar, es buen compañero y guía, siempre tiene una palabra que alimenta la fe, la esperanza… Es un Amigo que desea darlo Todo a quien quiera recibirlo Todo. ¿Cómo rechazar una amistad así?

martes, 17 de mayo de 2022

"¿LO INMEDIATO O LO QUE PERMENECE?"

 El otro día en una conversación hablábamos sobre lo que cuesta perseverar, permanecer…

La sociedad del “bienestar” nos conduce a ser cada vez más individualistas, a buscar nuestros propios gustos, a dar respuesta rápida a nuestros deseos, a dar prioridad a nuestros intereses por encima de las necesidades de los otros, a ganar más para consumir más, a dejarnos llevar por nuestras apetencias… Se nos invita a usar y tirar. Mientras me sirve: Genial. Cuando ya no cumple mis expectativas: Lo dejo. Y esto lo vemos a todos los niveles: Relaciones, compromisos, trabajo…

Ha descendido el número de parejas que se casan incluso por lo civil, el “sí” para siempre ya ha quedado anticuado en todas las vocaciones. El servicio o el voluntariado en la iglesia, ONGs y asociaciones se asume, siempre y cuando no nos vaya a quitar mucho tiempo o si es algo puntual

Queremos todo para hoy mejor que para mañana. Buscamos hacer todo rápidamente para que nos quede tiempo para… ¿para qué?.


Frente a este ritmo de lo inmediato, de las prisas, del consumo, del usar y tirar, con que nos seducen los poderes de este mundo, Jesús nos recuerda la importancia del ser, del estar, del permanecer. Dos invitaciones contrapuestas que esperan una respuesta. ¿Quién nos mueve en nuestras decisiones? ¿A quién seguimos?

Permanecer… Dice Jesús que el fruto solo es posible si el sarmiento está unido a la vid pero estar unido a la vid tiene unas implicaciones de constancia, perseverancia, y además supone:

  • Relación que se alimenta y crece en la oración continuada. Santa Teresa recomendaba encarecidamente a sus hermanas por nada del mundo dejar de orar.
  • Ejercicio de virtudes tal y como enseñan los Santos del Carmelo:
    • Vivir desde el amor
    • Sabernos pobres, reconocer que nada poseemos, que nada tenemos, que no somos dueños ni de las personas ni de las cosas y ni siquiera de nuestra propia vida
    • Humildad, obediencia, servicio, entrega hasta el extremo… aunque nos critiquen, nos excluyan, no nos tengan en cuenta… siempre y en todo, en lo grande y en lo pequeño, en lo extraordinario y en lo de todos los días.
    •  

Es más difícil seguir a Jesús porque los frutos no siempre se ven, no son cuantificables, no suponen ingresos, no proporcionan aplausos, no los vamos a llegar a poseer… y de remate el entendimiento ni siquiera es capaz de ser consciente de la magnitud de ellos. Ser tan solo instrumento.

Es un atreverse a ser diferente pero no quedarse en el deseo. Implica perseverancia y constancia, algo que hoy en día no vende pero que en realidad es lo único que da paz y verdadera felicidad.

sábado, 14 de mayo de 2022

"¿ENCUENTROS VIRTUALES O PRESENCIALES?"

La pandemia ha provocado más distanciamiento físico entre nosotros, por miedo unas veces y por comodidad otras.

Con los sacramentos, compromisos y actividades de la Iglesia ha sucedido lo mismo. Al principio nos vimos condicionados a seguir la Eucaristía por radio, televisión, internet… nos abstuvimos del sacramento de la Reconciliación, y comenzamos a adaptarnos a las nuevas tecnologías para poder seguir participando en cursos, charlas, reuniones…

La realidad es que, tras más de dos años de pandemia, con un buen número de población vacunada, y con medidas de bioseguridad al alcance de todos, muchos han optado por quedarse en casa "cumpliendo" con sus "deberes religiosos" y renunciando al encuentro personal con el Señor por medio de los sacramentos e incluso al encuentro con los otros cara a cara. 

Es cierto que la tecnología ayuda. Cuántas veces he dado gracias por el whatsapp que me ha permitido comunicarme con mi familia diariamente estando a miles de kilómetros de distancia. En mis primeros años de misionera llamaba una vez al mes a casa y buscaba el locutorio en el que me cobraran menos lempiras por minuto. Pero no es lo mismo la videollamada que el encuentro personal mirándonos a los ojos y disfrutando de la presencia y cercanía del otro.

Con la Eucaristía ocurre algo similar. No se puede comparar. No se vale el "Dios está en todas partes", "La misma cosa es"… Nos valemos de argumentos así cuando queremos justificar nuestra comodidad, pereza, miedos… A los discípulos tampoco les faltaron las excusas para abandonar al Señor

El encuentro pleno y verdadero, personal y transformador, sólo es posible por medio de la relación próxima. Lo entendieron muy bien los santos al reconocer la Eucaristía como la oración por excelencia

El encuentro pleno y verdadero sólo es posible con la presencia real del otro. 

¿Nos vamos a conformar con relaciones a distancia, con Dios o el prójimo, cuando está a nuestro alcance la posibilidad de estar y crecer con el otro?.