miércoles, 30 de enero de 2019

"¿PARA DIOS TODO TIENE QUE SER PERFECTO?"


¿Cuántas veces lo has pensado así? ¿Cuántas veces te has frustrado o enojado contigo mism@ por no hacerlo como se esperaba o como te habías propuesto? ¿Cuántas veces te exiges más de lo que puedes dar? ¿Cuántas veces has criticado a otros por no hacer algo al cien?

A cada uno se nos ha dado unos talentos… a cada uno se nos ha dado unas capacidades… no se trata de forzarnos en hacerlo todo sin la mínima probabilidad de error… no se trata de que nos valoremos o nos valoren con un cien… tampoco se trata de ser mediocre, irresponsable o quedarse de brazos cruzados. Dios no tiene en cuenta lo “perfecto”… a Él le interesa el corazón (la apertura, la disposición, el deseo de hacer Su Voluntad…)
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Hoy cantó en misa una buena y querida amiga. Siempre le digo medio en serio, medio en broma, que destroza las canciones. Es imposible seguirle porque la letra nos la sabemos pero ella en algunas canciones pone la música que el Espíritu le va inspirando. Si nos basamos en el enunciado “para Dios todo tiene que ser perfecto”, más de uno hablaría con ella para que se retire y le de la oportunidad a otro que lo haga mejor pero ¿y por qué? Ella no lo puede hacer mejor, le gusta… le supone tiempo (más de media hora en bus)  y dinero… se arriesga a que le asalten en el rapidito…

Comparaba esta eucaristía con una que viví hace unas semanas en otra parroquia. El coro fue espectacular… eran unos veinte y cantaron a varias voces… no queríamos irnos de lo a gusto que estábamos escuchándolos. Hoy caigo en la cuenta de que prefiero la eucaristía con mi amiga. En aquella eucaristía el coro se lució hasta el punto de que todos estábamos pendientes de ellos. Dios dejó de ser el centro… el centro y el protagonismo lo ocuparon ellos. En la eucaristía de esta mañana el centro fue él. Mi buena y querida amiga no se roba el “show”, permite que Él sea lo más importante en la celebración.

Si al poner al servicio de los otros lo que se nos ha regalado, nos ven a nosotros en vez de a Él… algo estamos haciendo mal

Todo habla de Dios, y Dios habla a través de todo

lunes, 28 de enero de 2019

"¿QUÉ HAGO POR O CON CRISTO?"


Me desperté y me resonó esta pregunta… me puse a querer hacer cosas e imposible… no me concentro… algo me dice que me ponga a escribir ya… y si no lo escribo ahora, se perderá para siempre.

Siempre he escuchado la pregunta: ¿Qué puedo hacer por Cristo?. En los Ejercicios de San Ignacio se invita a los ejercitantes a hacérsela mirando al crucificado. La puedo entender pero no desde el hecho de que yo le debo algo (porque se me dio de gratis y sin condiciones) sino desde el punto de ponerme a su disposición para que Él continúe su obra por medio de mí.
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Pero en este momento me resuena más esta otra pregunta: ¿Qué hago con Cristo?. Porque puedo saber quién es, creer en Él, decir que hago algo por Él, admirarle… pero ¿qué hago con Él?

El orgullo, el creernos autosuficientes, el confiar en nuestras capacidades y talentos, el apoyarnos en lo que somos y tenemos… son suficientes para “hacer sin Él”. Él no cuenta, Él no nos hace falta, nos valemos nosotros mismos, no le damos oportunidad, no es necesario, lo podemos todo
También podemos pensar que sí, que lo que hacemos lo hacemos con Él pero a la hora de la hora sabemos que no es cierto porque no le dejamos la más mínima oportunidad de acción

Cuando “hacemos con Cristo” no calculamos, no medimos, nos dejamos sorprender… nuestro objetivo es que se le vea a Él y no a nosotros… nos dejamos inspirar… nos dejamos llevar… no controlamos…
Cuando “hacemos con Cristo” el éxito, en términos humanos, puede que no se vea
Cuando “hacemos con Cristo” la obra es suya y pasa lo inesperado… lo que sucede sobrepasa nuestro cálculo y entendimiento
Cuando “hacemos con Cristo” se producen los milagros

Cualquier momento es bueno para preguntarnos: “¿Qué hago con Cristo?”. ¿Por qué no forma parte de mi equipo? ¿Cuál es mi miedo? ¿Qué obstáculos pongo? ¿Qué puedo perder?

viernes, 25 de enero de 2019

"TODO ES REGALO DE SU AMOR"


Juan 3, 27 “No puede un hombre recibir nada si no se lo concede el cielo”. Todo es don de Dios… todo lo que soy y tengo es regalo de su AMOR. No se me da por méritos o esfuerzo… se me ofrece por AMOR. La clave está en no apropiarme de lo que se me ha entregado. En el fondo es un préstamo por un tiempo más o menos largo, y en ningún caso para provecho mío sino para su propia gloria. Somos libres para decidir con todo lo que Él nos regala

Si me apropio de todos mis dones… el día que me falte uno de esos regalos: sufriré e incluso me enojaré con Aquel que me los prestó, le odiaré, le maldeciré…
Si los ignoro o soy indiferente… me los perderé… se perderán
Imagen relacionadaSi los acepto y los agradezco sabiendo que no me pertenecen y no me aferro a ellos… seré capaz de dejarlos ir cuando llegue el momento (tal vez con algo o mucho dolor por mi condición humana, pero al menos no con enojo, resentimiento…)

Nada ni nadie nos pertenece… todo es temporal, pasajero… hoy está y mañana ¡a saber!... Ni siquiera somos dueños ni propietarios de nuestra vida… hoy estamos aquí y mañana ¡a saber!

Todos los regalos que Dios nos da son temporales a excepción de uno: Él mismo… Su Amor… ¿Por qué ante el mayor y gran regalo que se nos quiere entregar a manos llenas, cerramos nuestro corazón?. ¿Qué nos impide recibir y aceptar el GRAN REGALO?

La decisión de aferrarnos o no a lo pasajero… la decisión de abrazar o no el regalo que permanece… la decisión de quedarnos con todo, o venderlo y quedarnos con el tesoro valioso… es nuestra.

San Ignacio de Loyola tiene una oración que refleja todo esto: “Tomad Señor y recibid, toda mi libertad, mi memoria… (…) dame tu amor y gracia que ésta me basta”

martes, 22 de enero de 2019

"SEÑOR, SI QUIERES PUEDES SANARME"


 


“Señor, si quieres, puedes sanarme”… es la súplica del leproso que con humildad, y sintiéndose que nada es y nada puede, se acerca a Jesús pidiendo sanación. La respuesta de Jesús no se hace esperar: Extendió la mano y le tocó, diciendo: “Lo quiero, queda sano”

Leía en la mañana una reflexión sobre este pasaje del Evangelio en la que se invitaba al lector a cuestionarse sobre los leprosos que se acercan y qué tanto hacemos por ellos.
No sé si desde una posición egocéntrica pero yo me siento leprosa y también necesito de la Presencia de Jesús, de su cercanía, de su compasión, de su cariño.
Para mí es un buen texto para revisarnos.
¿Cómo estamos en humildad? Escuchaba también esta mañana el siguiente comentario: “La humildad es la llave que abre el corazón de Dios”. Todo el día me ha estado resonando esta frase y a mi parecer la formulación correcta sería: “La humildad es la llave que abre mi corazón”. Porque el corazón de Dios siempre está abierto, se nos da a manos llenas… el problema es que nuestro corazón está endurecido, nos creemos que todo lo podemos y no le dejamos a Él la más mínima oportunidad de ser y hacer a través nuestro.
Dichosos nosotros si nos presentamos ante el Señor con la actitud del leproso… siendo conscientes de nuestra pequeñez y nuestra nada… y dejando que Él nos transforme y nos llene. Solo así conseguiremos que se abra y se esponje nuestro corazón

¿Cuáles son nuestras lepras? ¡Qué fácil ver las lepras en los otros y qué difícil reconocer las nuestras! Es más fácil señalar las lepras de los otros o incluso ayudar a sanar creyéndonos impecables. Reconocer las lepras es humildad…

Nuestras lepras son: el controlar la vida sin dejar a Dios margen de acción… juzgar o criticar en función de lo que creemos que es normal o está bien… vivir centrados en nosotros mismos… creernos mejores o por encima de los demás… creernos que todo lo podemos… creer que todo lo que somos y tenemos es porque lo merecemos o porque somos buenos… creernos autosuficientes… vivir como si Dios no existiera… buscar la propia voluntad… pensar humanamente… aparentar lo que no somos o tenemos… ¿Con cuáles te identificas? ¿Cuáles añadirías?

Que tengamos la humildad suficiente para reconocer nuestra nada y acercarnos a suplicarle que transforme nuestro corazón

domingo, 20 de enero de 2019

"QUIERO SER LUZ PARA MI FAMILIA"



Llevo varias semanas escuchando esta frase a una mujer en un grupo: “Quiero ser Luz para mi familia”. Hoy ya le interrumpí diciéndole: “Ni es Luz ni va a ser Luz en su vida”. Se hizo el silencio en el grupo y todas las miradas se clavaron en mí. Por un momento pensé que se iban a ir pero lo cierto es que nadie se movió, se quedaron esperando para ver cómo salía del lío en el que me había metido.
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Ni tú ni yo somos Luz... porque la Luz es Él.
Ni tú ni yo podemos ser Luz… porque nos estamos atribuyendo un protagonismo que no nos corresponde. Nos vamos a esforzar, vamos a poner todo nuestro empeño… y al no ver resultados nos vamos a cansar y a frustrar
A lo único que podemos aspirar es a dejar ser a la Luz a través nuestro y para eso tenemos que abrirnos a la Luz. Nadie puede dar lo que no tiene. Si yo no me he llenado de esa Luz y si no le permito que pase… difícilmente va a poder llegar esa Luz a otros.
Somos como la luna… no tenemos luz propia pero podemos dejar que la Luz nos ilumine y que esa misma Luz ilumine a otros

El primer paso es abrirse a la Luz… Ábrete a la Luz, ten paciencia y espera… lo que suceda casi seguro que no tiene que ver con lo que creías o imaginabas.

viernes, 18 de enero de 2019

"TODO LO HACE ÉL"


“Todo lo hace Él”… estoy convencida… no tengo duda alguna… pero lo bello de todo esto, no es saberlo sino experimentarlo.

Revisa tu vida y tu historia…
  • Los sucesos y acontecimientos agradables y alegres… Él los provocó
  • Las personas que te han mostrado su cariño a través de palabras, regalos, llamadas y otros gestos… las personas que te han acompañado… las personas que te han ayudado en las dificultades… las personas que han contribuido en tu crecimiento psicológico y/o espiritual, las personas que te han abierto puertas… Él las puso

Hemos podido pasar la vida dando las gracias a aquellas personas que fueron ángeles en nuestro camino cuando en realidad el mérito no fue de ellas sino de Él. Fue su manera particular de expresarnos su infinito e incondicional amor. Todo lo hace Él
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De la misma manera, nos hemos podido encontrar con personas que nos han agradecido por unas palabras, una llamada, un whatsapp, un regalo, una visita… que nos han valorado y admirado, que nos ensalzado… no nos atribuyamos el halago y los aplausos porque no hemos hecho nada… Ha sido Él. Todo lo hace Él.

“Estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”… así lo dijo y así lo cumple. Y encuentra mil y una maneras de mostrarnos su amor cada segundo, unas veces de forma más visible y otras de manera invisible.

Revisa tu día. ¿No ha pasado nada interesante? ¿Acaso no sigues con vida, acaso no pudiste comer hoy, acaso estuviste solo, acaso…? Nos cuida, nos sostiene, nos acompaña, nos da lo que necesitamos… ¿Crees que puedes hacer algo sin Él? ¿Crees que eres autosuficiente? Pues te equivocas… no hay nada, absolutamente nada que puedas hacer sin Él. Y si te convences, confías y crees que todo lo hace Él… los milagros comenzarán a darse… primero en tu vida y luego en la de quienes te rodean

martes, 15 de enero de 2019

"¿QUÉ VEN USTEDES EN HONDURAS?"



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Ayer una mujer llamada Mirna hablando con una religiosa, le expresaba su admiración por haber dejado su país y estar viviendo en Honduras. Y como si estuviera pensando en voz alta, Mirna le dijo: “No puedo entender qué es lo que ven ustedes en Honduras”. La religiosa inmediatamente dijo: “No es tanto lo que vemos sino cómo queremos ver. Porque nosotras queremos ver, mirar con la mirada de Jesús… todo y a todos… con esa misma mirada con la que Él nos mira, queremos mirarles a ustedes”

¡Qué chiquita me sentí!. Me pareció hermosa la respuesta pero a la vez cuestionó mi mirada. También yo quisiera que cada persona con la que me encuentro sintiera a través de mi mirada el gran amor que Dios le tiene pero soy consciente de que muchas veces no es así

Ahora que comienza el año quiero aprovechar este medio para pedir perdón a tod@s aquell@s que en alguna ocasión han percibido una mirada en mí que distaba del amor y de la misericordia de Dios

Que Él nos conceda la gracia de mirar como Él miraba, de escuchar como Él escuchaba, de estar como Él estaba… para que quienes se cruzan en nuestro caminar puedan experimentar su infinito e incondicional amor. Amén

domingo, 13 de enero de 2019

"NO ES TANTO LO QUE HACES SINO POR QUÉ LO HACES"



Hay quienes no ponen todo su empeño en el hacer y se justifican diciendo que Dios se encargará… es una sutil manera de eludir la responsabilidad personal
Hay quienes se esfuerzan al máximo y lo dan todo pero no se permiten el mínimo error, atribuyéndose tanto el éxito como el fracaso
Hay quienes acertadamente “actúan como si todo dependiera de ellos y solo de ellos, pero saben que todo depende de Dios y solo de Dios”
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¿Con quiénes te identificas?

Lo importante es no perder el norte. Obras muy santas pueden estar disfrazadas de búsqueda personal, de satisfacción de necesidades propias, de deseo de agradar a un “dios” que me va a dar si… El orgulloso ego pasa a ser el protagonista… engrandeciéndose con los éxitos, aplausos, halagos… y sufriendo con los fracasos, errores, fallos….
Cuando lo que realmente te mueve es el amor a Dios no eres esclav@ ni de los honores, ni de las críticas, burlas, humillaciones…

Cuando vayas a comprometerte en algo o a hacer algo, cuestiónate primero sobre tu intención o motivación, sin vergüenza, afronta tu verdad, solo así podrás ubicarte. Podrás engañar a otros e incluso ganarte su admiración pero tú no puedes engañarte y mucho menos a Dios.
Que aprendamos de la actitud de Juan El Bautista: “Es necesario que Él crezca y yo disminuya”. Cuando lo que te mueve es hacer su voluntad: le dejas hacer a través de tu vida.

viernes, 11 de enero de 2019

"MÍRAME A MÍ"



Una persona a la que estoy conociendo últimamente me compartía algo muy íntimo. Me atreví a pedirle el papel donde lo había escrito para poder publicarlo en el blog. Me parece de una riqueza enorme y nos puede ayudar a tod@s. Dice así…
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Algunas veces me gusta colocarme enfrente para que me vean, para llamar la atención de cierta manera, seducir con palabras para ocultar mi corazón extraviado, engañar con un falso sentimiento de compasión, ocultar mi orgullo bajo una falsa humildad
Por gracia de Dios comienzo a distinguir cuando el mal se me presenta bajo una apariencia buena, disfrazado de buenas intenciones

Jesús a mí me dice… “No te canses, sigue”
Aún cuando tu carga sea pesada… no te canses de llevarla
Cuantas veces caigas… no te canses de levantarte… sigue
Cuando te digan palabras buenas y bonitas contrarias a mí (a lo que soy)… no escuches
Cuando la vanidad quiera seducirte… ignórala
Cuando el orgullo se presente… recházalo
Cuando te lastimen… perdona
No te canses, sigue adelante… Mírame a mí

Una declaración de quien comienza a encontrarse y descubrir lo poca cosa que es
Una declaración de quien sintiéndose insignificante, experimenta el Amor y la Misericordia de Dios
Una declaración de quien reconoce con humildad la acción de Dios en su vida y su Presencia, y lo agradece

¿Cómo te presentarías ante Él? ¿Qué le dirías? ¿Qué te diría? Haz silencio en tu interior y déjate sorprender