miércoles, 28 de junio de 2023

“PEQUEÑA, SÍ, PERO ACOMPAÑADA Y SOSTENIDA”

 

Quizás no sea lo suficientemente “buena” para el mundo a efectos de capacidad, inteligencia, éxito, logros… Reconozco que me cuesta comprender, me siento a veces (muchas veces) lenta para responder, me abruma con frecuencia la inseguridad y el miedo ante la falta de control o de conocimiento. Aún con todos mis defectos, y aunque muchas veces me he sentido rechazada, no tenida en cuenta e incluso pisoteada, sé de dónde vengo y a quién pertenezco.

Si me dan a elegir prefiero seguir sintiéndome sin fuerzas, impotente, frágil, insegura… porque eso me convierte en una persona necesitada y me permite estar más conectada con la Fuente que abraza mis deficiencias y carencias.


Me siento muchas veces como un diminuto pajarito que ha caído al borde el camino y va dando saltitos porque es incapaz de alzar el vuelo. Quiero volar, sí, pero sabiendo que sola no puedo, que es Él quien me eleva y va conmigo. Pequeña, sí, pero acompañada y sostenida.

sábado, 24 de junio de 2023

“¿A QUÉ GRUPO PERTENECES?”

 

Nos pueden echar de un grupo, de un proyecto, de un trabajo… porque “no damos la talla”, porque se esperaba otra cosa de nosotros, porque nuestras habilidades o capacidades no son suficientes, porque nuestro estatus económico no nos permite “darnos el lujo” de vivir como otros viven, porque… o por resultar una amenaza, por miedo a perder algo, por…

Todo esto es posible pero hay un grupo del que no se nos excluye. Es más, es un grupo en el que todos tenemos cabida: mayores y jóvenes, titulados y sin estudios, sanos y enfermos... En el grupo de los amigos de Jesús la puerta está abierta para entrar o para salir pero nadie nos va a echar.

¿Quién no quiere estar en un grupo en el que lo único que cuenta es el amor?. ¿En el que a cada uno se le valore solo por ser?. En este grupo se nos invita a acoger el amor que se nos regala y a amar incondicionalmente.

Si te sientes rechazado, ignorado, excluido, criticado… recuerda que en este grupo serás siempre aceptado, acogido, abrazado... Quizás tus compañeros te pongan también la zancadilla o hagan por quitarte de en medio o… pero siempre contarás con el apoyo del Jefe para permanecer si ese es tu deseo.

 


lunes, 19 de junio de 2023

“ESE OTRO ES MI HERMANO”

 

Si Jesús fuera un político actual, postulándose para futuro presidente de una nación, no creo que tuviera muchos votos a su favor. En su programa hablaría de ver en el otro a un hermano, de tratarle como tal, de amor, de perdón… o como nos decía hoy en el evangelio de no hacer frente al que nos agravia, de poner la otra mejilla si nos abofetean, de dar la capa a quien quiere quitarte la túnica, de dar a quien te pide, de no rehuir a quien te pide prestado…

Este programa de Jesús es otra historia y humanamente no es fácil seguirlo. Eso de ver en el otro a un hermano es complicado muchas veces hasta en las mismas familias. Vemos hermanos enemistados por herencias o en ocasiones por malos entendidos o por querer cada uno que prevalezca “su verdad”. Padres e hijos que ya no se hablan… Y si en la misma familia no podemos vivir aquello que nos propone y a lo que nos invita Jesús, ¿cómo será el resto de relaciones?.

No es fácil, definitivamente. Y más cuando se nos insiste por todos los medios en el propio bienestar personal, en el triunfo, en “ser mejores que…” o en “tener más que…”. Nos terminamos convirtiendo en el centro del universo y que nadie nos diga algo o nos haga algo porque entonces “se va a enterar de quien somos”, “vamos a defender nuestros derechos con uñas y dientes”.

Santa Teresita decía que Dios no puede inspirar deseos en el corazón que no pueda hacer realidad. Si nos habla de tener un corazón como el suyo es porque es posible pero primero tengo que quererlo y después pedirlo sin cansarme. Es inevitable que ante determinadas circunstancias y con ciertas personas salga lo peor de nosotros, pero es posible que la forma de reaccionar, responder o tratar a los otros cambie a medida que la gracia de Dios vaya transformando nuestro corazón. No perdamos la confianza y la esperanza.

domingo, 18 de junio de 2023

“COMO TANTAS OTRAS VECES…”

 

Hace años me preguntó una persona si pensaba seguir así en mi vida. No entendí a qué se refería y quise que me aclarara: “Así ¿cómo?”. “Pues confiando en la providencia” – fue su respuesta. Me llamó la atención por quién era mi interlocutor, solo me sonreí y le dije: “Pues la verdad es que hasta la fecha no me ha ido mal”.

Mi actitud ante la vida sigue siendo la misma y no me puede quejar, todo lo contrario. No me faltan razones para dar gracias por tanto y por todo. Es necesario descubrir el amor de Dios en todo eso “bueno” o “sorprendente” que nos pasa y a lo que muchas veces podemos llamar: Señal, coincidencia, casualidad…

Nos habla hoy el evangelio de cómo Jesús se compadecía al ver a la gente extenuada y abandonada y no sólo eso sino que no se quedaba de brazos cruzados. Hoy sigue compadeciéndose de nosotros, sigue manifestando su amor providencial aunque no siempre seamos conscientes. Y es que no es un Dios del pasado o ajeno a lo que nos sucede. Está, es, nos conoce, sabe lo que nos preocupa o nos duele, lo que nos da miedo o lo que nos enoja, conoce nuestras heridas, nuestras dificultades, nuestras resistencias… y no puede pasar de largo ante el sufrimiento humano.


Como tantas otras veces… sale al encuentro

Como tantas otras veces… sigue acompañando al que está triste, a quien se siente solo.

Como tantas otras veces… consuela al afligido, al que ha sufrido alguna pérdida, al que no encuentra una razón por la que seguir viviendo, al que está solo…

Como tantas otras veces… fortalece a quien se siente incapaz, frágil, pequeño.

Como tantas otras veces… rescata, da nuevas oportunidades, abre caminos inesperados

Como tantas otras veces… sana, libera…

Y unas veces se sirve de personas, otras de acontecimientos, otras de… el caso es que sabe cómo llegar a cada uno.

Y todo porque está, porque es, porque sigue compadeciéndose de todos y cada uno de nosotros sin excepción… Y todo porque nos ama.

sábado, 10 de junio de 2023

“¿A QUIÉN MIRAMOS?”

 

Es curioso pero siempre cuando nos detenemos ante aquella viuda que echó sus moneditas, nos quedamos con aquello de que dio todo lo que tenía sintiéndonos invitados a darnos al cien, a no ser mediocres o tacaños. Pero hay formas de dar, de hacer, de hablar...

En ese ofrecer lo que somos y tenemos podemos ser como los escribas y fariseos o como la pobre viuda. Aquellos buscaban admiración, aceptación, privilegios, por medio de sus palabras, de sus obras. Tenían puesta la mirada en los otros, y dependían de la aprobación y de los aplausos de quienes les rodeaban. En contraposición aparece una pobre viuda en escena que solo tiene ojos para su Señor y lo que hace y lo que da es por y para Él. No tiene en cuenta ni se fija en si le miran o en qué van a decir, porque sabe por qué y para quién “trabaja”.


¡Vaya lección la del Señor por medio de esta viuda!. Ella no baila al son de lo que los otros esperan, quieren o pueden murmurar de ella. Ella no se complica la vida, quizás ahí está la clave: “No se complica la vida”. Sencillamente y de forma callada, escondida, va respondiendo a lo que se le va pidiendo poniendo sus ojos únicamente en quien sabe que la sostiene. Si le alaban o le critican, si la admiran o le cuestionan, le trae sin cuidado porque es consciente de para quién trabaja.

¿Bajo qué mirada funcionamos en el día a día?. ¿Hacia quién se dirige todo lo que vivimos?.