"¿A QUÉ NECESITADOS TIENES QUE ATENDER?"

Cuando nos cuestionamos sobre los necesitados pensamos en algún miembro de la familia que está delicado de salud o pasando por una situación difícil, en los que no tienen recursos económicos para sobrevivir, en quienes carecen de afecto, en los que viven solos, en…

Pero ¿quién es el primer necesitado al que debes atender? Tú mismo. Los otros se están ahogando, quieres salvarles pero ni siquiera sabes nadar y no andas flotador ¿qué vas a conseguir así? Efectivamente… te acabarás ahogando con aquellos a quienes pretendías salvar

Atiende al necesitado que hay en ti… ese ser al que no amas porque descuidas tu alimentación, o le juzgas por los errores cometidos, o no le valoras porque nunca es suficiente lo que hace, o no le dedicas tiempo, o no le das reposo, o…

Si no te abres al amor incondicional hacia ti… ¿Qué amor dices que estás compartiendo? El amor no es fruto del esfuerzo… El amor fluye pero para eso tienes que llenarte. Puedes estar haciendo muchas cosas y ayudando a muchos en nombre del amor cuando en realidad te estás buscando y agotando

• ¿Cómo vas a tener compasión por el otro cuando no tienes compasión por ti? 
• ¿Cómo vas a perdonar cuando te juzgas continuamente?
• ¿Cómo no vas a exigir a los demás cuando eres tan exigente contigo?
• ¿Cómo vas a ser tolerante con los errores de los demás si no toleras en ti el mínimo error?
• ¿Cómo vas a reconocer y valorar las cualidades y dones de los otros si solo te ves defectos?
• ¿Cómo vas a alegrarte del bien ajeno si no te dedicas tiempo?
• ¿Cómo vas a aceptar a los demás como son si no te aceptas como eres?
• … 

Cuando ese necesitado que hay en ti tenga cubierta su necesidad de amor incondicional a sí mismo… te sentirás pleno, feliz… comenzarás a vivir… y tu sola presencia sanará y será un bálsamo para quienes se crucen en tu camino. Pero recuerda… comienza contigo… ábrete al amor incondicional, al Dios que habita en ti… ámate como Él te ama… y todo lo demás estará en su lugar… todo lo que necesitas se te dará por añadidura.

"ÉL TE ESTÁ BUSCANDO"

Pasamos la vida buscándole cuando es Él quien nos busca y quien trata de salirnos al encuentro en cada circunstancia de la vida, en cada momento

Nos busca porque nos ama. Nos tiene un gran regalo: el amor incondicional. ¿Cómo desaprovechar un regalo así? ¿Por qué perdemos el tiempo mendigando “amores” de otros cuando el mayor regalo se nos da continuamente.

El problema es que no nos abrimos a ese amor: o no nos lo creemos, o nos da miedo, o…

Nadie es indiferente para Él, nadie está excluido de su Amor, todos podemos ser receptores de su gracia si así lo queremos.

El Dios de Jesús no nos exige, no nos pide, no nos dificulta la existencia, no nos priva de lo que realmente da vida y felicidad

El Dios de Jesús tiene un gran regalo que ofrecerte si te abres y lo aceptas pero no se cansará de buscarte aunque lo rechaces, simplemente… porque te ama

El amor del Dios de Jesús rompe todo esquema o lógica humana. Nuestras mentes son tan estrechas que nos cuesta creernos y experimentar un amor así cuando vemos nuestra pequeñez, nuestra historia, nuestras caídas… Para Dios, tú le importas hoy y ahora, y es en este momento que se te quiere regalar. Deja de controlar tu vida y ábrete a la sorpresa. Deja de “hacer y hacer” respondiendo a un “dios” que exige, que pide sacrificios, a quien hay que agradar, o hacia quien hay que conseguir meritos para que…

Lo único que “tienes que” es dejarte encontrar y para eso tal vez tengas que reducir el ritmo de tu vida, dejar de vivir en “automático”, hacer más silencio… Permite que el amor incondicional llene tu vida, dirija tus pensamientos, tus acciones, tu forma de relacionarte y ver a los otros. Entonces Él estará alegre y hará una fiesta… porque acogiste su regalo: El amor incondicional que te ofrece

"¿SANTO O PECADOR?"

¿Te consideras santo o pecador? Evalúa tus actitudes. ¿Eres dado a juzgar al sacerdote porque… o al ministro de la eucaristía porque… o a la que lleva la luz porque… y a quien pasa la colecta porque….? ¿Cómo es posible que “X” sirva en la iglesia siendo como es o después de lo que ha hecho, por qué se lo permiten? Cualquier parecido con la parábola del fariseo y del publicano es pura coincidencia y es que desgraciadamente quienes más juzgamos y criticamos somos muchas veces los que estamos en la iglesia y a quienes están en la iglesia. ¿Te crees digno de tirar la primera piedra? ¿Por qué no revisas primero tu historia de pecado, tus faltas, y lo que pequeño que eres sin la gracia de Dios?

El argumento de otros es el siguiente:  “No, si yo también tengo pecado pero… nunca haría lo que hizo aquel, o aquello es más grave que lo mío, o…”

Y los hay que piensan así: “Sí, pero al menos no me pondría a servir después de eso”…

¿Te crees digno para condenar al otro?

¿Cómo crees que mira Jesús a ese al que llamas pecador y al que condenas? Siento decirte que con el mismo amor que a ti. No puedes mirarle como Jesús le mira porque no has abierto tu corazón al amor de Dios… solo así puedes ver a los otros como Él los mira.

¡Ay de los que se creen santos!...

• … porque cierran su corazón a Dios
• … porque ven a los otros desde la soberbia de creerse mejores que los demás
• … porque no pueden amar
• … porque no tienen paz en su interior
• … porque se dañan cuando juzgan a otros
• …

Dichosos los que se sienten pecadores y siguen sirviendo desde su fragilidad porque…

• … son los preferidos de Dios
• … es más fácil para ellos encontrarse con Él
• … ven a los otros con compasión
• … son conscientes de que en su pequeñez Dios hace la obra

"PASÓ LA NOCHE ORANDO" Lucas 6, 12-19

¡Qué importante la oración como medio para abrirnos al amor incondicional! Y es que solo desde esa apertura y desde mi estar llen@ de ese amor puedo sanar a otros. Solo si me lleno, puedo dar

La sola presencia de Jesús era sanadora (“Toda la gente intentaba tocarlo porque salía de él una fuerza que sanaba a todos”) porque dedicaba tiempo a llenarse de ese amor y paz (“… había pasado la noche orando”)

No se trata de darme o de dar porque “tengo que”… se trata de “ser” porque “Soy” y para eso tengo que conectarme con mi ser y ser consciente de lo que “Soy”

¡Qué importante el autocuidado espiritual!

¡Qué importante mi relación con Dios! pero con el Dios de Jesús porque crecemos con unas imágenes de Dios que nada tienen que ver con el Dios de Jesús y más que liberarnos nos esclavizan, nos amargan la existencia y nos generan culpas y autocríticas que vamos cargando como pesadas losas.

Necesitamos vivir desde el amor incondicional porque esa es nuestra esencia. Desgraciadamente  lo apagamos con nuestras múltiples ocupaciones que responden a una mente ávida de satisfacción personal, lo apagamos con nuestros pensamientos negativos y críticos hacia los otros o nosotros mismos, lo apagamos con nuestras actitudes egoístas, pesimistas, derrotistas..

La verdadera plenitud la da el abrirnos al amor incondicional, a Dios… y dejarle ser pero para llenarse hay que tomarse el tiempo. Haz silencio, acalla tu mente y permite que Él te llene con su amor… Después… déjate sorprender por lo que te quiera presentar.

"ÁBRETE AL AMOR INCONDICIONAL"

Cuando te juzgas, cuando te culpas, cuando te exiges… ¿qué amor te tienes? ¿cuánto te valoras? ¿qué tanto te aceptas?

¿Quién marca tus metas? ¿Quién determina tus expectativas?

¿Qué quieres demostrar? ¿A quién?

¿Qué sucede si no logras aquello que te propusiste? ¿Y si otros critican tu forma de ser, estar, pensar o actuar?

¿Qué ocurre cuando no eres fiel a tus principios y valores? ¿Cómo te sientes? ¿Qué te dices?

Cuando te juzgas, cuando te culpas, cuando te exiges… ¿te estás amando incondicionalmente? ¿qué te impide amarte incondicionalmente?

Las autocríticas te dañan emocional y físicamente, te destruyen.

Si así te tratas… así tratas a los demás… juez implacable que no permite el mínimo error, que no tolera que otros piensen distinto o que hagan las cosas de otra manera, que no soporta la forma de ser de quienes le rodean o las decisiones que toman….

Ábrete al amor incondicional… el único que puede proporcionarte paz profunda, el único que te permitirá vivir en armonía contigo y con todo/s, el único que podrá sanarte de manera integral

Y es que abrirte al amor incondicional hacia ti, es abrirte al Amor incondicional que Dios te tiene… ese Amor que te quiere tal y como eres, que no te exige, que no lleva cuentas, que te acepta con tus defectos, fracasos y caídas, que te conoce y por eso te mira siempre con misericordia…

Ábrete al amor incondicional de quien te creó, te sigue dando la vida y te quiere feliz.

"ÉL SOLO ENTIENDE DE AMAR"

A Dios no le interesa ni le preocupa tu pasado. No te reclama ni te echa en cara lo que hiciste o dejaste de hacer, lo que dijiste o callaste, las oportunidades aprovechadas o las perdidas… a Él le importas tú como persona... te conoce y se dirige a ti por tu nombre

Le importas aquí y ahora, le preocupa cómo estás y te quiere tal y como eres. Te conoce mejor que tú mism@ y aún con todo… te ama

Desea habitar en ti… poder vivir a través de ti… Y, así como hizo tras su muerte, trata de buscar ocasiones y situaciones para hacerse presente y que tú puedas experimentar el gozo y la alegría de sentir su amor incondicional y su misericordia sin límites.

Ábrete al amor incondicional de quien solo sabe amar 

Ábrete a su misericordia que no entiende de juicios, que no lleva cuenta…

Ábrete a su compasión, a su ternura...

Porque ya no puedes seguir viviendo desde ideas, desde la mente, desde la superficie, desde los “tengo que” o los “debería”… Vive desde Él, desde la experiencia de saberte y sentirte amad@ incondicionalmente. Solo así podrás sentirte un@ con tod@s. Solo así podrás estar en comunión con todo y con tod@s