"HAY TIEMPO DE..."

Hay tiempo de hablar y tiempo de callar

Hay tiempo de alegría y tiempo de tristeza

Hay tiempo de dar y tiempo de recibir

Hay tiempo de amar y tiempo de dejarse amar

Hay tiempo de estar y tiempo de retirarse

Hay tiempo de ruido y tiempo de silencio

Hay tiempo de sentirse acompañad@ 

y tiempo de sentirse sol@

Hay tiempo de preguntar y tiempo de responder

Hay tiempo de enseñar y tiempo de aprender

Hay tiempo de esperanza y tiempo de confusión

Hay tiempo de confianza y tiempo de dudas

Hay tiempo de consolación y tiempo de desolación

Hay tiempo de encuentros y tiempo de despedidas

Hay tiempo de entregarse y tiempo de descansar

Hay tiempo de luz y tiempo de oscuridad

Hay tiempo de risas y tiempo de lágrimas

Hay tiempo de dar vida y tiempo de morir

Hay tiempo de abrirse a lo nuevo y tiempo de dejar ir

Hay tiempo de…

Lo más importante es que en todo tiempo: Él está… Es más fácil experimentar su Presencia cuando algo nos alegra o mantiene viva nuestra esperanza, cuando conseguimos algo o nos halagan por el trabajo bien hecho, cuando nos sentimos amad@s, cuando los acontecimientos suceden tal y como soñamos, cuando compartimos con un buen amig@ o podemos ayudar a alguien que necesita…

Hay tiempo para todo… y de todo hay en el tiempo… No es tan fácil descubrir y experimentar su Presencia en los momentos de desolación, de prueba, de dificultad, de oscuridad… Pero Él abarca todo el tiempo. Todo el tiempo es importante, todo está impregnado de la Presencia de Dios. Dichos@s nosotr@s si somos capaces de descubrir cómo lo envuelve y habita todo y en todos. Cada momento de nuestra existencia está impregnada de su Amor. Amor unas veces revelado y otras escondido. Amor que está… Amor que permanece… Amor callado… Amor incondicional… Amor que es un Misterio

"¿CÓMO ALCANZAR LA SABIDURÍA?"

Confundimos la sabiduría con conocimiento, y decimos que es sabio aquel que ha adquirido mucho conocimiento a nivel intelectual pero no tiene nada que ver. La sabiduría no la vamos a encontrar fuera, no perdamos el tiempo. Se dice equivocadamente también que “con la edad aumenta la sabiduría” pero no depende de los años de vida sino de otros factores. 

La sabiduría es fruto del silencio, del encuentro con uno mismo, del encuentro con Dios en lo más profundo de sí.

Llenamos nuestras pobres vidas de ruído, de quehaceres, de palabras, de conocimiento… y se nos olvida o no queremos hacer silencio… se nos olvida y a veces evitamos escuchar nuestra voz interior. Nos paraliza el miedo a lo que pueda pasar, al cambio, a descubrir cosas que no nos agradan…

Llenamos nuestras oraciones de palabras, nuestras eucaristías de palabras, nuestras reuniones de iglesia de palabras… y dejamos poco o nada de espacio al silencio, a escucharnos en lo más íntimo de nosotros, a dejar que nuestra alma exprese “para qué ha venido a este planeta”.

Busquemos en el día esos ratos de silencio exterior e interior para conectar con nuestro ser. A mayor sabiduría, más paz interior y más plenitud

"TODO ESTÁ BIEN"

Hace unos días resonó esta voz en mi interior “todo está bien”

Deseamos que los otros piensen, sientan y/o actuén igual que nosotros pero eso no es posible.

Intentamos y tratamos de cambiar a los otros porque creemos que “a nuestra manera” es mejor o que estamos en lo correcto pero ¿es eso cierto?

Nos quejamos y lamentamos porque los otros no responden como esperamos pero ¿por qué habrían de hacerlo?

Podemos poner los medios para cambiar a los otros pero lo cierto es que somos nosotros los que tenemos que cambiar nuestra forma de mirar a los otros y de interpretar lo que sucede

No es una tarea fácil porque toda la vida hemos funcionado de otra manera. Se trata de cambiar de perspectiva. Cuestionarnos respecto a aquello que nos enoja, nos molesta, nos inquieta… de otros. ¿Qué tenemos que trabajar en nosotros para que eso ya no nos enoje, no nos moleste, no nos inquiete…?

El solo hecho de caer en la cuenta y de modificar el enfoque puede ser muy iluminador porque nos da pistas de lo que podemos mejorar en nosotros para que “eso” deje de afectarnos

Cada uno es como es, lo sabemos, pero ¡cómo nos cuesta aceptarlo!. Sería más fácil que todos “funcionáramos” igual pero la realidad es bien distinta.

Es muy complicado conseguir que el otro cambie, es un derroche de energía demasiado grande y el éxito no está asegurado. Lo más provechoso y lo único seguro es hacer cambios en nuestra forma de pensar, de estar, de interpretar lo que nos sucede.

“Todo está bien”… No se trata de que te esfuerces por convencerte de ello, sino de cambiar tu actitud ante lo que piensan, dicen, hacen o no hacen los otros, poniendo los medios para cambiar en lugar de perder el tiempo deseando que los otros cambien.

“Todo está bien” si así lo decides ahora, si así lo decides en cada momento o circunstancia

“Todo está bien”… “Todo está bien”… Haz silencio y escucha en lo más profundo de ti… “TODO ESTÁ BIEN”

"FUE UN HOMBRE BUENO..."

Es común escuchar cuando alguien fallece: “Fue un hombre o una mujer bueno/a…”. La verdad es que es raro no escuchar ese comentario pero hay personas que pasan por la vida y que dejan huella, no solo por su bondad sino también por su buen hacer.

Hoy quiero hacer un homenaje de agradecimiento a dos sacerdotes que han fallecido esta semana y que para mi han sido dos instrumentos que Dios utilizó para que yo continuara con su obra:

• Anastasio Gil. Director de Obras Misionales Pontificias a nivel nacional en Madrid
• Guzmán Navaridas. Párroco de “San José Obrero” en Logroño

Anastasio sin apenas conocerme, tuvo un gesto que no olvidaré y no terminaré de agradecer mientras viva. Cuando me había quedado sin seguridad social en España, él personalmente se presentó en las oficinas en Madrid para arreglarme este problema. ¿Cómo es posible que todo un director nacional asuma esta responsabilidad cuando tiene tantísimos asuntos y miles de misioneros por todo el mundo a los que atender? ¿Pueden imaginar lo que ese gesto significó para mí?

Y Guzmán… fue junto con otros poquitos sacerdotes (Carlos Jiménez, Gerardo Villar, José María Garcia SJ y Diego Hernández) uno de los que me apoyó incondicionalmente en el proyecto de crecimiento psicoespiritual. Me abrió las puertas de su parroquia de par en par para que pudiera tener grupos y ofrecer retiros, me regaló un espacio en la hoja parroquial durante un año para que publicara lo que iba escribiendo…

 

Pero no voy a terminar aquí. Quiero aprovechar a través de este escrito a agradecer a otros que también han pasado por mi vida y todavía están entre nosotros. Personas que han sido ángeles para mí al facilitarme el camino y/o apoyarme:

• Antonio Martinez CMF fue quien habló a Monseñor Ángel Garachana de mí para ver si habría posibilidad de venir a Honduras
• Monseñor Ángel Garachana CMF que me abrió las puertas de par en par en su diócesis y siempre ha confiado al 100% en mí
• Juan Carlos Calzada CMF con el que trabajé varios años en su colonia y siempre estuvo (y está a pesar de la distancia) pendiente de mí
• Santiago Nájera SJ con el que conocí la vida de San Ignacio y empecé a hacer Ejercicios Espirituales. Este hombre, durante un año, se estuvo desplazando todas las semanas (solo por mí) desde Progreso hasta San Pedro, para compartir los Ejercicios en la Vida Ordinaria.

Quiero agradecer a otros que “me han aguantado” mis idas y venidas, personas que han estado ahí para escucharme y cuestionarme en este camino: Emeterio, Mariano CMF, Richard SJ,  y Valentín SJ

¡Qué providencial! Esta semana están terminando en San Pedro los EVO y están en la contemplación para alcanzar amor. Traer a la memoria personas… y todos los beneficios recibidos a lo largo de la vida y dar gracias por todo ello

Yo también quiero dar gracias por todas las personas que no solo han sido buenas en mi vida, sino que han sido instrumentos de Dios para que yo pueda continuar mi camino. Ojalá algún día otros nos recuerden así, no como personas buenas sino como personas que dejamos huella en la vida de otros por nuestro buen hacer. Que así sea.

"EL MILAGRO DE PODER VER"

Tenemos dos ojos y todos los días contemplamos personas, animales, plantas, cosas, escenas bellas que alegran nuestro corazón y nuestra alma… pero también podemos ver a través de ellos mucho dolor, situaciones difíciles que atraviesan otros, muerte, violencia…

 

De cualquier manera, somos dichosos. Qué cierto es lo de “uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que le falta o hasta que a alguien cercano le falta”.

Los que todavía vemos, tendríamos que estar dando gracias a Dios constantemente por todo lo que presenciamos a lo largo del día y porque Él también está ahí, unas veces de manera visible y otras de forma escondida.

¡Qué fácil descubrir a Dios en todo lo bueno que vemos o qué nos pasa! Es más complicado experimentar su presencia en medio del mal, pero no es imposible. Ahí es donde se tiene que agudizar nuestro sentido de la vista y ser capaces de percibir más allá de lo que nuestros ojos pueden apreciar.

Hoy es uno de esos días en los que me emociono solo de pensar en el milagro de poder ver, en el regalo de tener ojos y poder contemplar todo lo que me rodea, en la dicha de poder experimentar la presencia de Dios en todo lo creado y en los acontecimientos del día a día.

Tómate un rato, un día… lo que desees, pero tómate un tiempo para detenerte a valorar este regalo, para agradecer la maravilla de poder contemplar, para descubrir la presencia de Dios que se te quiere dar a través de todo.

“¿DIOS TIENE SEÑALADO EL DÍA EN QUE VAMOS A MORIR?”

Me llamó ayer poderosamente la atención, escuchar a una religiosa diciendo a más de 800 jóvenes: “No olviden nunca esto, Dios tiene señalado el día en que vamos a morir cada uno y cuando eso sucede es porque ya estamos preparados para irnos” 

¿Qué tan de acuerdo estás con esta afirmación? ¿Qué tan cierto puede ser cuando hay gente que atenta contra su vida o la vida de otros? ¿Acaso Dios es responsable de los suicidios o asesinatos, acaso el quería que eso sucediera…? No puede ser. Me rebelo contra este comentario. No digo que no tengamos todos señalados nuestro día pero ese día puede cambiar si yo decido terminar con mi vida u otros deciden acabar con ella. Y en ese caso ¿cómo puede pensar alguien que ya estaba preparada para irme cuando me quedaba tanto por vivir, por aprender…? Dios propone pero las personas disponemos haciendo un uso responsable o negligente de nuestra libertad

Hay quien da vida y quien la quita, hay quien tiene corazón y quien parece que no tiene ni alma… hay quien muere dignamente y quien muere de manera cruel y sanguinaria…

Dios no quiere el mal, Dios no quiere la muerte, Dios no quiere los asesinatos… Dios quiere que tengamos vida, que vivamos desde el amor, pero ¿qué tanto hacemos su voluntad?

Acá cabe bien lo de “estad preparados porque no sabéis el día ni la hora”… qué dicha morir de forma natural y más aún de una enfermedad que te vaya preparando para irte… qué desgracia morir de forma brutal y repentina porque sigo convencida de que ni es el momento de irse la persona, ni Dios lo quería

Oremos por quienes atentan contra su vida por no encontrale sentido y por quienes día a día mueren en todo el mundo víctimas de la violencia de otros. Que en su camino o en su paso a la eternidad aprendan y descubran todo lo que les quedó pendiente y gocen pronto de la presencia del Señor. Amén

"¿CUÁL ES EL SENTIDO DE TU VIDA?"

Vivimos en un mundo en el que parece que vamos contra reloj todo el día. No sentimos los días, las semanas, los meses… por estar tan absortos en los quehaceres de cada día. Lo peor es cuando no tomamos la decisión de parar, de hacer un alto en el camino para preguntarnos si vamos por el camino correcto, si somos felices con el trabajo, las personas con las que vivimos, el lugar en el que estamos…

 

El otro día fui a un taller que llevaba por título: “Buscando la felicidad”. Siempre pienso que de todos y de todo se puede aprender así que pensando en mi propio crecimiento personal y cómo podría ayudar a otros, decidí asistir. Si tengo que evaluar el taller, según mi criterio diría que nada de estructura, muy flojito de contenidos… en definitiva, muy pobre.

Después de unos días caigo en la cuenta de que el taller fue lo que tenía que ser. El contenido que me faltó lo tengo que dar yo respondiéndome a algunas preguntas de las que en definitiva depende mi felicidad. Yo ya las contesté y me ha ayudado mucho, te invito a que te detengas y te tomes tu tiempo. Responde a cada pregunta con sinceridad. Sé valiente y no temas lo que vayas a descubrir. Y cuando termines, observa cómo te quedas interiormente. Si la sensación es de una paz profunda, enhorabuena, vas por buen camino. Si las respuestas te dejan con una cierta angustia o preocupación, tienes dos opciones: continuar como hasta ahora o reinventarte, reordenar y reorientar tu vida.

Ahí va el cuestionario:

•  ¿Qué es para ti lo más importante de tu vida?
• ¿Qué tiene sentido para ti?
• ¿Y si eso que da sentido a tu vida desapareciera… seguiría tu vida teniendo sentido? ¿Merecería la pena seguir viviendo? ¿Cuál sería el sentido que le darías entonces a tu vida?

La única vida que tiene sentido es una vida con sentido, y el sentido se lo damos tú y yo. Es una decisión personal y responsable. Nadie puede hacer el trabajo por ti. ¿Qué es aquello que te mantiene vivo?, ¿qué es lo que te mueve a levantarte en las mañanas?, ¿qué es aquello por lo que quieres continuar en este planeta, ¿qué es lo que te motiva, lo que te enamora, lo que le da plenitud a tu existencia?... ponle nombre. Si realmente quieres tener éxito en esta empresa… date al 100% en aquello que para ti de sentido a tu existencia en cada etapa de tu vida.

Encontremos el sentido de nuestra vida para poder vivir plenamente