viernes, 31 de mayo de 2019

"DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN HABLA LA BOCA"


“Isabel, llena de Espíritu Santo, exclamó con voz fuerte: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. Isabel estaba llena de Dios, llena de Espíritu Santo, por eso alaba, se alegra, ve más allá de lo que sus ojos físicos alcanzan a mirar, descubre la bondad de Dios...

Nos sirve el ejemplo de Isabel para revisar nuestras vidas y sobre todo nuestras palabras. “De la abundancia del corazón habla la boca”. ¿Qué hay en nuestro interior?. Contemplando lo que pensamos y/o decimos podremos hacer un buen ejercicio de evaluación de lo que nos habita.


“¿Acaso una madre daría una piedra a su hijo si éste le pide un poco de pan? Pues Él nos dará el Espíritu Santo si se lo pedimos”. Así se nos recuerda pero nos despistamos pidiendo otras cosas que no tienen tanta importancia o no están cimentadas en la voluntad de Dios sino en nuestras necesidades o intereses personales.

Pidamos el Espíritu Santo. Que sea Él quien guíe nuestras vidas. Que le permitamos acampar a sus anchas en nosotr@s. Que sintamos su Presencia en lo más hondo de nuestro ser. Que nos ayude a descubrir la bondad de Dios en todo lo creado… Y así nuestras palabras y acciones serán un continuo canto de alabanza orientadas en todo a amar y servir.

martes, 28 de mayo de 2019

"¿QUIÉN ES NUESTRO ABSOLUTO?"


¿Quién es nuestro Absoluto: la imagen, las cosas, el dinero, el prestigio, el poder, la norma, mis caprichos, mi adicción,…?

El otro día me pasó algo curioso. Me tocaba leer el salmo en la eucaristía. Hasta ahí todo bien. Un día antes recibo un whatsapp en el que me dicen que todos los servidores tienen que ir de blanco. ¡Vaya… pues yo los viernes voy de verde y fluorescente porque es mi camiseta de uniforme de ese día!. Le hago saber al que me envió el mensaje que sintiéndolo tendrán que prescindir de mí porque yo iría de verde. La respuesta fue “OK”. ¿OK? No me lo podía creer… ¡qué tristeza me dio! Y no por mí sino por el hecho en sí. Nos perdemos en las formas y se nos olvida lo esencial y lo más importante… convertimos las cosas, la norma, y hasta la ropa en nuestro Absoluto y nos olvidamos de quien es el verdadero centro y Absoluto y por el cual nos reunimos.


Días después le dije al que me respondió con un “ok”. Ojalá nos preocupáramos por la blancura y transparencia de nuestro corazón como por la ropa… viviríamos más en armonía y realmente como hermanos. ¿Acaso al Señor le preocupa de qué color vistamos? ¿Qué diría? Yo creo que más de cuatro veces comenzaría con un… “Ay de ustedes…”.

Tenemos que estar muy despiertos para no perder el centro… para no desubicarnos y hacer de “lo otro”, de “los otros” o incluso de “mí” nuestro Absoluto. Hacer de todo eso nuestro centro… es lo que nos destruye y nos deshumaniza. Dejar a Dios ser Dios y ponerlo en el centro de nuestra vida es lo que nos da vida y nos permite vivir como hermanos. Todos tenemos tarea pero como dije antes: “Hay que estar muy atentos para no perder el norte”

jueves, 23 de mayo de 2019

"NO HAY GENTE MALA"


Sólo con el título, más de cuatro habrán clamado al cielo. Si así te ha pasado, seguro que te ves reflejad@ en aquel fariseo que sentado en la parte de atrás del templo daba gracias a Dios por no ser pecador como el publicano.

Voy a terminar la frase para ver si estás un poco más de acuerdo con ella. “No hay gente mala, hay gente herida”. ¿Todavía no estás de acuerdo?. ¿Y si te digo que a esas personas a las que calificas como “malas” son tan amadas por el Padre como lo eres tú?. ¿Acaso aquel patrón no pagó por igual a los trabajadores que laboraron todo el día y a los que llegaron a última hora? El Dios de Jesús es otro rollo y rompe toda lógica humana.


“No hay gente mala, hay gente herida”. Otra verdad: “todos hemos sufrido heridas” y como consecuencia de estas heridas nuestros comportamientos en numerosas ocasiones dañan a terceros. Al tener heridas tenemos miedo de sufrir y entonces es cuando nos defendemos o atacamos.

Analizando tus “malas acciones” puedes descubrir tus heridas y comenzar a sanarlas para relacionarte sanamente con los demás
Contemplando las “malas acciones” de los otros, puedes descubrir personas heridas y tener compasión de ellos.

No te tomes nada como personal… esa persona, que dices haberte ofendido, se comportó así producto de sus heridas y necesidades insatisfechas. No justifico el daño causado, pero una cosa es el daño y otra la persona. Como Jesús condenemos el daño y miremos con compasión a las personas porque solo el amor puede transformar y sanar los corazones heridos.

sábado, 18 de mayo de 2019

"¿CÓMO NO HABRÍA DE PERDONARNOS?"


Todo aquello a lo que llamamos pecado es ruptura de nuestra relación o con Dios o con el prójimo y ambas están íntimamente relacionadas. Si rompo mi relación con Dios, estoy rompiendo mi relación con el prójimo. Si rompo mi relación con mis hermanos, rompo mi relación con Dios

A pesar de todo esto, no hay razón alguna que justifique el “no perdón” de Dios. ¿Por qué lo creo así?
Porque todo pecado es consecuencia de nuestras heridas o de nuestras necesidades. Es inevitable pecar porque todos tenemos heridas que sanar y necesidades que satisfacer. Él sabe de qué barro estamos hechos. Tal vez nos hizo imperfectos para que no nos creyéramos “Dios” ni más que los demás, para que fuésemos humildes, para que fuéramos tolerantes, compasivos y misericordiosos los unos con los otros, para que nos apoyásemos, para que no nos aferrásemos a lo temporal…

Todos andamos cargando una herida de traición, humillación, abandono, rechazo o injusticia… y algunos más de una. Además de esto tenemos necesidad de amor, de aceptación, de valoración… Consciente o inconscientemente herimos por donde nos hieren haciendo daño a los otros y también a nosotros. Y tratamos de satisfacer nuestras necesidades manipulando, saboteando, utilizando o engañando a los otros.

  • Él me perdona todo. De mi parte está:
  • No creerme perfect@ y buscar solo ser perfect@ en el amor
  • Aceptarme con todo lo que soy y tratarme con compasión
  • Perdonarme por mis faltas y errores
  • Trabajar mis heridas para vivir plenamente
  • Tratar de satisfacer mis necesidades sin condicionar o utilizar a los otros
  • Aceptar el perdón de Dios


martes, 14 de mayo de 2019

"LA INICIATIVA SIEMPRE ES DE ÉL..."



Si nos disponemos a ponernos en su presencia en la oración es porque Él nos ha invitado
Si nos encontramos con Él es porque Él nos ha buscado
Si nos arrepentimos de nuestras faltas es porque Él ya nos ha perdonado
Si comenzamos a amarnos es porque Él nos amó primero

Si sanamos nuestros rencores y perdonamos de corazón es porque hemos experimentado su perdón
Si hacemos algo que otros serían incapaces es porque Él nos ha dado los dones y la gracia para lograrlo
Si experimentamos una profunda paz, alegría, consolación… es porque Él nos la ha regalado
Si somos capaces de dar vida y la vida es porque Él antes la dio por nosotros

jueves, 9 de mayo de 2019

"TU ROSTRO BUSCARÉ SEÑOR, NO ME ESCONDAS TU ROSTRO"


Semana Santa, procesiones, viacrucis, celebraciones… unos días en los que todos teníamos la mirada clavada en Cristo dolorido, quebrantado y sufriente. Podemos sentirnos conmovidos “recordando” lo que vivió Jesús, podemos conmocionarnos, sentir su sufrimiento pero, ¿qué tanto llevamos todo eso a la vida?

Cristo no es pasado… Cristo es presente… Cristo hoy sigue siendo rechazado, abandonado, humillado, traicionado y tratado injustamente… Juzgamos a Pedro, a Judas, a Pilato… pero ¿cuántas veces no lo hemos tratado igual?...


Cristo no es pasado… Cristo es presente… y podemos encontrarlo en quien camina a nuestro lado, podemos ver su rostro porque no se esconde. ¡Qué fácil mirar a Cristo en una imagen o en la cruz! pero, ¿cuántas veces desviamos la mirada cuando vemos a alguien que llora, que está tirado en la calle o que se nos acerca a pedir algo?

Cristo no es pasado… Cristo es presente…tal vez nuestras oraciones son bellas y decimos cosas bonitas, pero poco aterrizadas en la realidad cotidiana. Si seguimos creyendo en un Dios que está en las nubes difícilmente veremos su rostro.

Cristo no es pasado… Cristo es presente… y no se esconde… nosotr@s nos escondemos. Afortunadamente Él nunca deja de buscarnos y de hacerse presente de mil y una maneras. Que tengamos el valor de mirarle de frente y dejarle ser y hacer en nosotr@s


martes, 7 de mayo de 2019

"¿REUNIDOS O UNIDOS?"


Recuerdo más de cuatro veces al Padre Saturnino cuando, en son de broma, decía “no sé si el Señor nos encontrará unidos pero reunidos seguro que sí”. Nos reíamos y él soltaba una gran carcajada pero, qué triste realidad cuando es lo que vivimos muchas veces en nuestra iglesia y comunidades.

Sería bueno evaluar el tiempo que pasamos en el templo participando en sacramentos, horas santas, reuniones de formación, programación o evaluación… a la vez que la calidad de nuestras relaciones

Lo más irónico es cuando en la iglesia peleamos puestos… o servicios… para que nos vean, para lucirnos… O cuando no permitimos abrirnos a nuevas propuestas “porque siempre se ha hecho así” o “porque siempre lo ha hecho Fulanito”. O cuando no cedemos la posibilidad de que otros nos sustituyan en un servicio porque ya tenemos tiempo de hacerlo. Surgen así rencillas, envidias, rivalidades… que nos alejan del Reino de Dios. Reunidos sí… bajo el mismo techo… pero ¿unidos? ¡Qué triste!
 
¿Qué tanto nos preocupamos de l@s herman@s?
¿Qué tanto criticamos a los que no llegan o no participan o no colaboran?

Mientras pasamos afanados en “nuestras cosas”, olvidamos que ahí afuera hay mucha gente de otras o de ninguna religión que está esperándonos. Ellos también son hij@s de Dios, también tienen sus heridas, sus dolores, sus sufrimientos… necesitan una palabra, compañía, que alguien les escuche, cubrir sus necesidades…

Reunámonos pero unidos… Y salgamos… no para atraer a la gente y encerrarla en el templo sino para construir Reino, para hacer la voluntad del Padre… porque todavía hoy tiene hambre, sed, está enfermo, en la cárcel… y está esperándonos. Que no se nos vaya la vida reunidos y desunidos.

jueves, 2 de mayo de 2019

"LO QUE TRANSFORMA ES EL ENCUENTRO CON JESÚS"


Se insiste muchas veces en la importancia de arrepentirse… pero no es algo que se pueda forzar, ni algo “que hay que hacer porque así se me dice que haga”, ni tampoco puede ser solo fruto de la razón… porque para que se dé el arrepentimiento y el perdón ha tenido que haber encuentro de Dios, ha tenido que haber experiencia de Dios, ha tenido que originarse en el corazón

La mujer adúltera no pide perdón, ni siquiera se nos dice que está arrepentida… tal vez confundida, triste, preocupada por las acusaciones y su destino. El castigo no transforma la vida. Jesús le conoce, conoce su debilidad, conoce su pecado… así como nos conoce a nosotr@s... Pero, al igual que a la adúltera, no nos condena, nos perdona. Que yo lo sepa, no transforma mi vida… que yo lo sienta en lo más profundo, es lo que me lleva al arrepentimiento y a la conversión


Lo primero no es el arrepentimiento. El arrepentimiento es la consecuencia o fruto del previo encuentro con el Señor que solo entiende de amor. Solo el encuentro con Él puede: cambiar mi vida, sanar mis heridas pasadas o presentes, devolverme la dignidad perdida, hacer las cosas nuevas

La clave para nuestras vidas es: experimentarnos amad@s y perdonad@s por Aquel que solo entiende de Amor, a través del encuentro con Él. Y si queremos encontrarnos con Él tendremos que buscarlo… o abrir los ojos, los oídos y el corazón porque Él siempre sale a nuestro encuentro.