martes, 31 de marzo de 2015

CHARLA EN LA PARROQUIA "SAN IGNACIO DE LOYOLA" - LOGROÑO (LA RIOJA)


 “UNA LLAMADA A DESPERTAR”

Ya hemos llegado a la Semana Santa. Parece que necesitamos que la Iglesia nos presente tiempos fuertes de encuentro con nuestro Padre Dios: adviento, cuaresma… En definitiva para despertar del letargo en el que nos encontramos y al que contribuye nuestra sociedad del bienestar.
Pero tenemos que tener en cuenta algo y es que es: por y para nuestro bien, por y para nuestra felicidad y plenitud.

Escuchamos desde el miércoles de ceniza que se nos habla de ayuno, de oración, de dar limosna… y puede que lo sintamos como cargas pesadas sobre nuestras espaldas… ¡lo que nos faltaba!… La conversión, la llamada a despertar a la que se  nos invita no es algo triste, ni tiene como objetivo fastidiarnos la vida. No es dejar de vivir sino vivir sintiéndonos más vivos que nunca. Vivir desde el amor que nos habita. Vivir con amor. Vivir amando. Comenzar a despertar, abrir los ojos. No es tan complicado. No hay qué pensar el modo o la manera, tampoco hay que esforzarse. Se trata simplemente de ser lo que ya somos: AMOR.

Convertirse, despertar, es limpiar nuestra mente, nuestro corazón, nuestros ojos… de egoísmos e intereses personales… es liberar nuestro corazón de angustias y preocupaciones… es liberarnos de todo aquello que no necesitamos para seguir caminando… es vivir dándonos, sirviendo… es dar la oportunidad a nuestro corazón de amar y de expresarlo por encima de las críticas, del qué dirán, o de sentirnos frágiles

1.- En esta cuaresma, como en años anteriores, se nos ha invitado a SALIR DE NUESTRO EGOCENTRISMO. Podemos hacer balance de cómo hemos vivido estos días para evaluar qué tanto hemos dejado de girar en torno a nosotros mismos y nuestras cosas para salir al encuentro con el otro y abrirnos al amor. El ayuno del que se nos ha estado hablando no es otro que liberar a los oprimidos, darnos a los demás, sanar las heridas, acompañar a los que están solos, visitar a los enfermos, evitar todo aquello que nos daña o puede dañar a los otros…  ¿Podríamos poner ejemplos de situaciones en las que hemos salido de nosotros para responder a las necesidades del otro? ¿Podríamos poner rostro y nombre a esas personas a las que les hemos regalado nuestro amor incondicionalmente?

Hace unos días leíamos en el Evangelio de Juan: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna”

“MORIR… ROMPERME… QUEBRARME…”

Morir… romperme… quebrarme…
Morir a mis deseos de triunfo, de éxito, de aplausos…
Morir a esperar resultados
Morir a la fama, al prestigio, a ser reconocida

Morir… romperme… quebrarme…
Morir a mis propios deseos
Morir a mis apetencias, a mis quereres

Morir… romperme… quebrarme…
Morir para que mis deseos más profundos dancen con los de Dios
Morir a mi yo para dejarle ser a Él
 
Morir… romperme… quebrarme…
Morir para nacer, para crecer, para dar fruto
Morir aquí y ahora, en cada momento

Morir… romperme… quebrarme…
Morir para echar raíces, para desplegar alas
Morir para que su obra se haga en mí

Morir… romperme… quebrarme…
Morir a querer controlarlo todo, a dirigir la barca
Morir a la desconfianza, al miedo, a la duda
 
Morir… romperme… quebrarme…
Morir a lo que el mundo me ofrece para encontrarle en todo y en todos,
para transparentar su amor

Morir… romperme… quebrarme…
Morir hasta que duela
Morir hasta que sienta lo mismo que sintió Jesús
Morir aunque me cueste aceptarlo

Morir… romperme… quebrarme…
Morir hasta verme frágil y pequeña
Morir hasta descubrirme amada y sostenida por Él
Morir hasta reconocer que solo Él basta

Morir… romperme… quebrarme…
Morir hasta desear refugiarme en sus brazos
Morir hasta descubrir que sin Él nada soy
Morir hasta abandonarme a su voluntad sea cual sea

Morir… romperme… quebrarme… Que así sea en todos y cada uno de los que estamos aquí reunidos porque solo muriendo a nuestro “yo”… y solo rompiéndonos y quebrándonos en beneficio de los otros… podremos comenzar a vivir y seremos generadores de vida allá donde nos encontremos.

2.- En esta cuaresma se nos ha vuelto a recordar la importancia de PONER LA CONFIANZA EN EL DIOS DE JESÚS Y NUESTRA VIDA EN SUS MANOS Y NO EN NUESTRAS SEGURIDADES O EN LO QUE TENEMOS.

Recordemos a Jesús dormido en la barca mientras se desarrolla una gran tempestad. Los discípulos se asustan y ante el miedo no dudan en despertar a Jesús. “Maestro, maestro, estamos perdidos”
¿Cuántas veces nos creemos que todo lo podemos? ¿qué no necesitamos de los otros? ¿qué no necesitamos de Dios? No podemos caer en mayor error que creernos que de nosotros depende todo, creernos que todo lo podemos controlar. ¡Somos tan frágiles y tan vulnerables! Con nuestras propias fuerzas poco o muy poco podemos hacer.
-         Despertemos a nuestra realidad frágil, vulnerable y limitada
-         Seamos conscientes de que por nosotros mismos poco podemos
-         Descubramos que nosotros podemos poner todos los medios a nuestro alcance pero en definitiva depende todo de Dios
-         No nos desanimemos. El desánimo es lo contrario a la fe… Perseveremos

Sí… frágiles, vulnerables y limitados… pero a la vez fuertes… una fortaleza que proviene de la fe en el Dios de Jesús ¿Nos lo creemos? Jesús ve a los discípulos asustados y les pregunta: “¿Dónde está vuestra fe?”
·         No terminamos de creernos que él va en nuestra barca y eso hace que muchas veces no demos pasos, no avancemos
·         El mensaje de Jesús es que debemos confiar siempre, aunque nos parezca que Dios se ha ausentado y no se preocupa de nosotros.
·         El Dios en quien Jesús confió, no fue el que se manifiesta en acciones espectaculares o a favor de los buenos, sino el Dios escondido en quien hay que confiar aunque esté ausente.


CONFÍA, CONFÍA, CONFÍA… Jesús te invita y me invita a poner nuestra confianza en Dios. Jesús confió hasta el final, lo demostró hasta el final… eso nos tiene que estimular y animar a seguir adelante a pesar de las dificultades, de los contratiempos, de los días grises…

Hay en la Biblia numerosos ejemplos en los que se nos invita a depositar toda nuestra confianza en Dios:

·         “El Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién puedo temer?”. Salmo 27,1

·         “No temas pequeño rebaño, ¡pues vuestro Padre ha querido daros el Reino”.

·         “No temáis… ¿no se venden cinco pajarillos por dos blancas? ¡Pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios! Y además, los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; ¡pues sois de más estima que muchos pajarillos!”

·         “Os aseguro que estaré siempre con vosotros, hasta el fin del mundo” Mateo 28, 20

·         “El Señor es mi roca, mi defensa, mi refugio, mi fortaleza… “

·         “Aunque se aparten las montañas y las colinas vacilen, mi amor no se apartará de ti”

·         “Pero ¿puede una madre olvidarse de su criatura, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”

Jesús se embarcó en un proyecto de amor y para ello puso su confianza única y exclusivamente en su Padre Dios:
-         su confianza no se sustentaba en las cosas. Para Él las cosas eran solo medios y necesarias en la medida que le servían para alcanzar el fin que como San Ignacio decía era “en todo amar y servir”
-         no depositó su confianza en los talentos y dones recibidos sino que los ofreció al servicio de los demás
-         no puso su confianza en los cargos… “el que quiera ser más grande que sea servidor de los demás”
-         no depositó su confianza en los resultados de su trabajo porque era consciente de que la obra no era suya
-         no puso su confianza en la imagen porque no tenía que demostrar su valor a los demás, Él sabía quién era y por eso era libre frente a las críticas y a las alabanzas
-         no depositó su confianza en las personas, afortunadamente, porque de haber sido así ¿qué hubiese pasado en Getsemaní cuando los discípulos se durmieron y se sintió tan solo? ¿qué decisión hubiese tomado tras las tres negaciones seguidas de su mejor amigo en aquellos duros momentos? ¿cuál hubiera sido su reacción?
-         fue libre respecto incluso de su propia vida entregándola hasta el final

Hoy como a María se nos dice a cada uno de nosotros: “Alégrate, llen@ de gracia, el Señor está contigo… No temas”. Ojalá seamos capaces de responder con humildad y sencillez: “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”

Pero tengamos cuidado. No se nos invita a una confianza infantil en la que quedarnos de brazos cruzados esperando que alguien o algo a quien o al que llamamos Dios nos resuelva la vida. Ese no es el Dios de Jesús.  


CUENTO: “A Dios rogando y con el mazo dando
Un discípulo fue a visitar al maestro y le dijo:
-       “Tengo tanta confianza en Dios que he dejado suelto mi caballo ahí fuera porque estoy seguro de que Dios protege los intereses de los que le aman”
El maestro le respondió:
-       “Sal fuera y ata tu caballo. Dios no puede ocuparse de hacer por ti lo que eres capaz de hacer tú y debes hacer con sentido común”.

Ahora que la Pascua se acerca, fijémonos en Jesús para aprender a ponernos en las manos del Padre, para aprender a confiar.

Muchos otros antes que nosotros entendieron y vivieron su abandono y confianza en Dios:
·        San Ignacio de Loyola: “Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria,…”
·        Carlos de Foucauld:
“Padre me pongo en tus manos, haz de mi lo que quieras, sea lo que sea te doy las gracias, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal de que tu voluntad se cumpla en mi y en todas tus criaturas…
·        Santa Teresa de Jesús: “Quien a Dios tiene nada le falta”

Podemos volver a preguntarnos: ¿En quién ponemos nuestra confianza?
CANCIÓN: “NADA TE TURBE”
Nada te turbe, nada te espante,
todo se pasa, Dios no se muda
Y la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene nada le falta
Solo Dios, solo Dios basta (4)

3.- En esta Cuaresma también se nos ha invitado a ENCONTRARNOS CON DIOS, CON JESÚS: en el silencio, en la oración, en la lectura meditada del evangelio

“DESCANSA EN CADA PASO”
Así es en danza libre… poner todo el peso sobre un lado del cuerpo para que descanse el otro y viceversa… reposar, descansar… para acumular y salir hacia... Así es en la vida… Así es en nuestra fe…

“Descansa en cada paso”, “descansa en cada paso”… a mí me sonó a: “Siempre y en todo momento, en cada paso, descansa en Aquel que te creó, que te sostiene, que te da la vida… que te ama y te lo recuerda cuando acallas tanto ruido externo e interno”. Descansa en el Silencio, descansa en el Amor… descansa en Dios…

Y descansar no es otra cosa que descansar: no hacer, no controlar, no manipular, aflojar, abandonarse, confiar… Descansar es ser menos yo para dejarle ser a Él, parar, dejarse sentir, tomar conciencia y experimentar el Amor que me habita y envuelve todo lo que me rodea

Descansar en cada paso para seguir en movimiento, para salir… Nuestro hacer, nuestro salir hacia el otro tiene que estar enraizado y sustentado en el descanso en Aquel que nos ama. De no ser así, nuestro hacer se convierte en pura actividad movida por nuestro ego insatisfecho y podemos incluso caer en la tentación de sentirnos jueces de aquellos que no obran según nuestros criterios. Nuestro salir hacia el otro tiene que ser fruto de nuestros deseos más profundos que en definitiva son los deseos de Dios y que no son otros que, como decía San Ignacio de Loyola, “en todo amar y servir”. Y no se trata de hacer grandes cosas. Se trata de ser y transmitir ese amor que somos y que se nos regala de manera gratuita en toda circunstancia.

Si se nos recuerda que nos conviene “descansar en cada paso” es porque solos y por nuestras propias fuerzas no podemos hacer mucho. Necesitamos el descanso, necesitamos alimentarnos, necesitamos volver a la Fuente para saciar nuestra sed… y seguir en movimiento

Descansa en cada paso, descansa en el Silencio, descansa en el Amor, descansa en Dios… Siempre y en todo momento, en los días de sol y en los de oscuridad… Siempre y en todo momento descansa en Él.

¿Cómo levantarnos cuando hemos caído, cómo continuar nuestra marcha, cómo hacer frente a las dificultades de cada día si no paramos, si no descansamos, si no nos regalamos esos tiempos con Dios para sustentar nuestra vida?
¿Hemos cuidado en esta Cuaresma nuestros ratos de encuentro con el Dios de Jesús a través de la oración, de la celebración de la eucaristía, de la lectura y meditación del Evangelio?
¿Cómo está “mi casa”? ¿Hay espacio para Él? ¿Qué ocupa mi corazón?
¿Cómo voy a escucharle si no bajo el volumen de lo que me preocupa o me inquieta, de lo que me interesa, de “mis cosas”?
¿Cómo puedo dejarle espacio si “lo otro” lo ocupa todo?
¿Realmente quiero que viva en mí, deseo que llene mi corazón y sea el motor  y el centro de mi vida? ¿o prefiero seguir como estoy por comodidad, por seguridad, por miedo, porque creo que todo lo puedo, porque no le necesito…?

ENCONTRARNOS CON EL DIOS DE JESÚS también…
         - en todos aquell@s que se cruzan en nuestro camino
         - en todo lo creado

¿Hemos tenido experiencia de encuentro con el Dios de Jesús en estas semanas? Tal vez en una mirada, en un saludo, en un regalo, en unas flores, en un amanecer, en una oración, en una canción, en un acontecimiento, en una eucaristía, en el sacramento de la reconciliación, en una charla, en el encuentro con alguien que estaba sufriendo, en una palabra, en un te quiero, en una sonrisa o quizás en unas lágrimas…

“Dios está en todo y en tod@s” como nos han dicho tantos santos entre ellos San Ignacio… pero una cosa es que lo sepamos y otra cosa es que lo vivamos, lo sintamos y lo experimentemos. Y para ello además de la gracia necesitamos poner de nuestra parte estando plenamente conscientes de lo que hacemos y de donde estamos en cada momento. Dios solo se hace presente en nuestro presente, aquí y ahora.

CUENTO: “El niño que quería conocer a Dios”


Había una vez un pequeño niño que quería conocer a Dios. El sabía que había que hacer un largo viaje hacia donde vivía Dios, entonces empaquetó una maleta con panecillos y un six-pack de jugos y emprendió su partida.

Cuando había recorrido cerca de 3 cuadras, se encontró con una viejecita. Ella estaba sentada en el parque, observando algunas palomas. El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. El estaba a punto de tomar su jugo cuando notó que la viejecita se veía con hambre, entonces él le ofreció un panecillo. Ella lo aceptó muy agradecida. Su sonrisa era tan bella que el niñito quería ver esa sonrisa nuevamente, entonces le ofreció a ella un jugo. Nuevamente ella volvió a esbozar su hermosa sonrisa. El niño estaba encantado.

Ellos se quedaron allí toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de ellos decía palabra alguna.

Cuando empezó a oscurecer, el niño estaba cansado y se levantó para irse. Antes de haber dado unos pasos más, el se dió la vuelta y corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le dio la más grande y hermosa sonrisa.

Cuando el niño abrió la puerta de su casa, su madre estaba sorprendida por la felicidad que el niño demostraba. Ella le preguntó cual era la causa. El le contestó:
- He comido con Dios. ¿Y sabes qué? ¡Ella tiene la sonrisa más bella que he visto!.

Mientras tanto la viejecita, también con mucha felicidad, regresó a su casa. Su hijo estaba anonadado por la paz que mostraba en su cara y preguntó:
- Madre, ¿qué hiciste el día de hoy que te ha hecho tan feliz?.
Ella contestó:
- Yo comí panecillos en el parque con Dios. ¿Y sabes qué?, Él es más joven de lo que esperaba.
 

-         Despierta tus sentidos y abre tu corazón. Continuamente se cruza con nosotros, se hace el encontradizo… pero muchas veces andamos distraídos con “nuestras cosas”

-         Habla, escucha, gusta, toca, siente, contempla, ama… de forma consciente, plenamente atent@ a lo que vives, a lo que haces

-         Vive cada momento como si fuese eterno.

-         Y llénate de la paz que te proporciona el estar completamente presente en lo que haces

4.- En esta cuaresma se nos ha invitado a CAER EN LA CUENTA Y EXPERIMENTAR QUE DIOS VIVE EN TI Y EN MI, QUE DIOS QUE ES AMOR TE AMA A TI Y A MI, QUE DIOS QUE ES DON SE TE REGALA A TI Y A MI A TRAVÉS DE MIL Y UNA FORMAS Y GESTOS A LO LARGO DEL DÍA. El problema es que no somos conscientes de esta realidad porque nuestros ojos están ciegos a su paso, nuestros oídos sordos a su voz y nuestro corazón cerrado a su presencia.

Se nos invita a descubrir el tesoro que tenemos en nuestro interior, un tesoro que nada ni nadie nos lo puede quitar.

Nuestra mayor riqueza, tu mayor riqueza no es lo que haces, lo que dices, lo que tienes, lo que consigues… tu mayor riqueza se encuentra en tu interior… tu mayor riqueza es lo que eres… y eso que eres es: AMOR
Siéntete feliz si amas, si te das sin esperar las consecuencias…
Siéntete feliz si has amado, aunque aquellas personas se hayan apartado ya de tu lado

Nuestra razón de ser y de existir… el sentido de nuestra vida es amar. Amar como nos ama Dios: que se da generosamente y nos lo demuestra cada día, que no espera de nosotros, que nos da libertad…

Y puedes pensar ahora que ya estás mayor o que tu vida no sirve para nada o que no haces mucho o que ya es muy tarde o que otros tienen más talentos que tú o incluso que ya has dado mucho y que ahora les toca a otros… Nos justificamos también diciendo: “Yo soy así, ya no voy a cambiar”. A lo mejor poco a poco te has hecho así, pero antes no eras así; en todo caso, puedes ser de otra manera si tú lo deseas.

Nosotros somos instrumentos en sus manos… más o menos agrietados, más o menos abollados, más o menos coloridos, más o menos grandes… pero en definitiva: instrumentos… y a sus ojos y a su amor: todos igualmente queridos… a ti te quiere tanto como a mí

Y ahora es cuando revisas tu pasado, tu historia… y empiezas a darte cuenta de tus caídas, de tus fallos, de aquellas decisiones erradas que te desviaron del camino y de las que te lamentas, de aquellos errores que cometiste y quisieras borrar… Así, con lo que eres, con tu historia de éxitos y derrotas te quiere y me quiere.

Hemos llegado a la Semana Santa y nos recordarán que dos personas cercanas y queridas de Jesús le traicionaron: Judas y Pedro. Sin embargo la reacción de cada uno ante su fallo fue totalmente distinta: Judas se quita la vida mientras Pedro se arrepiente de su error y sigue caminando.

Las escenas de la pasión pueden despertar en nosotros sentimientos de culpabilidad. Está bien que revisemos nuestra vida, nuestras caídas… tener experiencia del dolor que nos produce el haber fallado pero no caigamos en la tentación de tener la actitud de Judas. ¿Te martirizas por cosas que ya pasaron y que incluso has confesado, te continúas culpabilizándote de errores cometidos?. Esto no es sano. Lo sano es revisar nuestros fallos, sentir el dolor que nos produce el recordarlos y experimentar la mirada amorosa y misericordiosa de Jesús a la vez que nos recuerda: “Anda, levántate, y en adelante no vuelvas a repetirlo si quieres vivir de forma dichosa”. Esta sería la actitud de Pedro: consciente del error, me pongo en pie y sigo caminando con el deseo de seguirle.

Un año más una llamada a despertar… a que te encuentres con el Dios de Jesús en tu interior, con el amor…
Una llamada a:
·        Amar como amaba Jesús. A tener los mismos sentimientos de Jesús ante las personas y las cosas
·        Mirar como miraba Jesús… con amor, sin rencores, con misericordia, sin juzgar, con compasión, sin miedo…
·        Escuchar como escuchaba Jesús con atención, sin prisas, sin invadir, con respeto…
·        Gustar de lo que hacemos y vivimos como gustaba Jesús… estando presentes en lo que en cada momento acontece.

CANCIÓN: “Jesús estoy aquí”
Jesús estoy aquí, Jesús que esperas de mí,
mis manos están vacías, qué puedo ofrecerte
Solo sé que quiero ser diferente
Jesús estoy aquí, Jesús qué esperas de mí,
mis ojos temen al mirarte quisiera poder enfrentarte
Amar como Tú amas,
sentir como Tú sientes,
mirar a través de tus ojos, Jesús
Contigo mi camino es difícil,
me exiges abrir un nuevo horizonte,
en la soledad de mi noche. Jesús

No, no puedo abandonarte,
Jesús en mi penetraste,
me habitaste, triunfaste, y hoy vives en mí
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Ya hemos llegado a la Semana Santa… quizás dispongamos estos días de más tiempo libre… estamos a tiempo de programar nuestra agenda y optar por acercarnos a aquel que nos está esperando… aquel que por fidelidad al amor confió y continuó hasta el final… Jesús no obliga, no impone… los ciegos, los paralíticos y otros se acercaban a él o eran otros los que les llevaban hasta él… Jesús no fuerza… Jesús nos invita a encontrarnos con él… Deséalo, organiza tu tiempo, resérvale un espacio cada día, escucha… Él te está esperando… te invita porque desea lo mejor para ti… desea que descubras que está contigo, que vive en ti, que te ama… abandónate… confía…

Cuando experimentemos esta realidad de ser amor y de sentirnos amados por aquel que nos da la vida cada día: lo demás se dará por añadidura… El compromiso, el salir hacia el otro, el ayunar de nuestras cosas o de lo que nos apetece… ya no nos supondrá ningún esfuerzo porque al verdadero amor nada le cuesta, nada le supone una carga… se da sin esperar algo a cambio, se da sin límites, se da incondicionalmente.

Y algo muy importante y que no debemos olvidar es el agradecer tanto amor que nos ofrece de mil y una formas. Parece que tenemos tendencia a quejarnos y lamentarnos por lo que nos falta, por lo que no tenemos, por lo que desearíamos… y sin embargo ¡es tanto  lo que tenemos que agradecer! Os invito a escribir en vuestra casa todos aquellos motivos por los que dar gracias. Solo con todo lo que se nos ha regalado y hemos recibido hoy, podríamos escribir una gran lista

Vivamos esta Semana Santa con todo nuestro corazón para poder terminar de liberarnos de todo aquello que nos ata y nos impide vivir en plenitud.

Y abramos los ojos, despertemos. Despierta, despierta, despierta… Tú eres valios@ a los ojos de Dios, te ama, por eso fue fiel hasta el final… por amor a ti y a mí… Tu vida tiene sentido, tu vida merece la pena, tu vida es valiosa… eres únic@, eres irrepetible… Te ama no por tus méritos, ni por tus obras, ni por tu asistencia a los actos que se organizan en la Iglesia, ni por tus compromisos… te ama porque sí… porque Dios es amor y solo entiende de amar…

Abre tus ojos, tus oídos y tu corazón en tu vida pero especialmente en esta Semana Santa para descubrirle y responder con generosidad a tanto amor recibido y que nada ni nadie te separe nunca de Él.

 

 

lunes, 23 de marzo de 2015

"AMAR ES DARSE"


Cuantas veces utilizamos mal la palabra amor o nos creemos que amamos cuando en realidad nos buscamos a nosotros mismos o tratamos de satisfacer nuestras necesidades de afecto, valoración, aceptación
El amor se da… el amor no espera… el amor es gratuito… el amor es generoso… es paciente… se entrega incondicionalmente… es feliz compartiéndose, entregándose… da libertad a los demás para que estén donde quieran estar y con quien quieran estar…
Revisemos nuestras relaciones y analicemos si amamos… ¿Qué damos de nosotros, qué ponemos en juego, qué arriesgamos, a qué nos compromete…? ¿Por qué estamos con quienes estamos: porque estamos a gusto, porque pasamos un buen rato, porque nos hace bien, porque así llenamos nuestro tiempo…?
Una de las cualidades del amor es su entrega desinteresada:
-         Amar es darse… me recuerda a aquella frase que escuché en una conferencia en la que el ponente dijo: “La solidaridad para que sea verdadera tiene que doler”. Y yo añado: “Y el amor solo encuentra su razón de ser en la entrega y el don de uno mismo”
-         Amar es darse… Amar es abrir tu corazón y compartir tus sueños, tus miedos, tus deseos, tus inquietudes… lo que vives y cómo lo vives, lo que haces, lo que sientes, aquello en lo que crees. Siempre he dicho que el mejor regalo que te puede hacer otra persona es abrir su corazón. Así que si alguna vez te preguntas qué regalarme ya lo sabes: no te supone gasto y evitas el tener que pensar e ir a comprarlo.

¿Puede hacerte algo más feliz que darte incondicionalmente?. Mira atrás… aquello que rescatas en tus relaciones y aquello que más valor tiene para ti, aunque los otros tal vez ni se hayan percatado o tú no lo veas, es lo que has entregado de ti: el anteponer las necesidades de los otros a las propias, el respetar, el dar libertad, el abrir tu corazón y compartir esa parte sagrada de ti aun a riesgo de ser utilizada en tu contra…
Siéntete feliz si amas, si te das sin esperar las consecuencias…
Siéntete feliz si has amado, aunque aquellas personas se hayan apartado ya de tu lado

Nuestra razón de ser y de existir… el sentido de nuestra vida es amar. Amar como nos ama Dios: que se da generosamente y nos lo demuestra cada día, que no espera de nosotros, que nos da libertad…
Que experimentemos la Presencia y el Amor de nuestro Padre Dios para amar como El desea amar a través nuestro.

domingo, 15 de marzo de 2015

"¿QUÉ HACER PARA SENTIRSE PERDONAD@?"


Esta es una pregunta que me han hecho estos días. La verdad que me quedé en blanco, no supe qué responder en ese momento y me ha estado rondando una y otra vez en la cabeza. Al final, lo de siempre, si quieres encontrar respuestas búscalas en tu interior y en tu propia experiencia.

¿Qué hacer para sentirse perdonad@? No te puedes sentir perdonad@ si no te has sentido antes pecador/a. San Ignacio en la primera semana de Ejercicios le da vueltas al tema del pecado. Reconocer y sentirse uno pecador. Pero no se queda ahí, hurgando y removiendo la herida, despertando sentimientos de culpabilidad o juicios condenatorios. Lleva a los ejercitantes a que tras reconocer sus faltas, sientan el gran amor de Dios que es Padre Amoroso y Misericordioso y que nos perdona antes de pedirle perdón.

¿Qué hacer para sentirse perdonad@? La respuesta es sencilla: Sentirse pecador. El problema es que muchas veces no tomamos conciencia del daño que nos provocamos o que ocasionamos a los demás, y si somos conscientes a lo mejor no le damos mucha importancia. ¿Cómo me voy a sentir perdonad@ por Dios si no pongo nombre a mis caídas o si no me creo tan pecador/a o que lo que hago tampoco es tan grave? Y no solo se trata de ser consciente y de ponerle nombre a mis tropiezos… tienen que dolerme. Porque solo cuando me duelan me podré sentir pequeñ@, y solo en la medida que me sienta pequeñ@ podré descubrir que Dios es mucho mayor y que su amor y su misericordia son infinitas… solo en la medida que me sienta pecador/a podré percibir y sentir la mirada amorosa y compasiva de Jesús. Otra cosa es cómo responda yo ante esa mirada. Y aquí tengo dos opciones: la de Judas (martirizándome, culpabilizándome, machacándome…) o la de Pedro (consciente del error, me pongo en pie y sigo caminando con el deseo de seguirle)

Se me ocurre otra pregunta: ¿Cómo perdonar si no te has sentido antes perdonad@? Solo eres capaz de perdonar de corazón cuando has experimentado el perdón gratuito e incondicional. Haz con los demás lo que te gusta que hagan contigo, pero no por obligación sino porque si a ti te ha hecho tanto bien ¿cómo no responder de la misma manera para que los demás puedan vivir esa experiencia?

¿Cómo no perdonar a tu herman@ cuando a ti se te ha perdonado todo? Si sientes resistencias a perdonar tal vez sea porque todavía no has experimentado en tu propia vida el sentirte perdonad@. Y si no te has sentido perdonad@ puede que sea porque no te has considerado o creído pecador/a.

Tal vez esto nos puede servir para dar un paseo por nuestra historia y revisar las veces que hemos dañado nuestra vida o la de otros. Revivir los acontecimientos. Tomar nota y destacar los sentimientos que predominaron o los que surgen al recordarlos. Cuanto más te duela, más pequeñit@ te vas a sentir, más consciente de que sin Él nada puedes y de que su amor no tiene límites y es incondicional, menos crítico y más misericordioso vas a ser con los demás

Deseo que en esta Cuaresma te sientas pecador/a perdonad@ y vivas la experiencia del amor y la misericordia de Dios para así poder resucitar con gozo junto a Jesús.

viernes, 13 de marzo de 2015

"RETIRO DE CUARESMA"

 

"SEÑOR, QUE VEA"

 

TE INVITAMOS EN ESTA CUARESMA A UNA MAÑANA DE SILENCIO Y ORACIÓN

Parroquia "Santa María de Palacio" o "San José Obrero" el sábado 21 o 28 de marzo respectivamente de 10am a 1.
 
Inscripciones: Párrocos Carlos o Guzmán
                             Gloria: 649-229-575
 
 



martes, 3 de marzo de 2015

"ESCUCHA... ESTOY CONTIGO"


Una y otra vez me dices: “Escucha”… “escucha”… “escucha”…

Y yo me pregunto: “¿Qué me quieres decir?. ¿Qué tienes que decirme esta mañana?”

Y repites una y otra vez: “Escucha”… “escucha”… “escucha”…

Y de pronto dentro de mi corazón algo me habla: “Te amo”… “estoy contigo”… “quiero ser el centro de tu vida porque te amo y deseo todo lo mejor para ti”… “quiero y deseo que todo lo que hagas y vivas te tenga a mi como motor”… “quiero ser tu inspiración”… “quiero ser quien te haga levantar por las mañanas, quien te acompañe a lo largo del día”… “quiero ser quien ocupe tus pensamientos, quien oriente tus proyectos, quien guíe tu vida”… “Escucha”… “escucha”… “escucha”… “quiero y deseo lo mejor para ti”… “quiero y deseo que vivas en plenitud y de forma dichosa”… “escucha”… “escucha”… “hay muchas cosas que tratan de alejarte de mí, las seducciones del mundo te perturban y distraen… vuelve tus ojos a mí… mírame… estoy aquí”… “No me escuchas, no me ves, no me sientes porque andas dispers@, preocupad@, inquieto por tus cosas… pero ten la certeza de que estoy aquí, te sigo amando, permanezco a tu lado, en toda situación o circunstancia”.

“Te amo tanto que te lo grito de mil y una maneras… sé que no siempre entiendes mis formas pero quiero recordarte que aunque no seas capaz de percibir mi Presencia… Te amo”

“Te lo expreso a través de personas, situaciones, acontecimientos… por medio de la naturaleza… en una palabra, en una canción, en una imagen… “Abre tus ojos, tus oídos y tu corazón, solo puedes encontrarme aquí y ahora, en el presente, en cada momento. Estoy en lo sencillo, en lo ordinario de cada día, en el silencio… en tu corazón.”

“Estoy aquí… contigo… en ti… en todo… en todos… mi amor todo lo habita, todo lo envuelve… me doy sin medida porque te amo…. Te sueño feliz, deseo que seas feliz… Estoy contigo desde antes de nacer, te escogí, te formé y ahí permaneceré ahora y siempre y hasta el final”