martes, 30 de junio de 2020

“TODO ES LUGAR DE ENCUENTRO CON ÉL”


Puede que, por nuestra mente racional y limitada, queramos encasillar a Dios o ubicarle en lugares específicos y concretos. Esto reduce nuestra posibilidad de encuentro con Él a determinados momentos u ocasiones.
Dios está en todo y todo puede ser lugar de encuentro con Él: la adversidad, los quehaceres diarios, el trabajo, el descanso, la relación con los otros, la lectura de un libro, una canción, una película, un paseo por la naturaleza, la atención a los “más pequeños”…

¿Qué me impide encontrarme con Él? ¿Apegos, adicciones, creencias limitantes, exceso de actividad, preocupaciones, dinero, miedos, mis “quereres” y caprichos, perfeccionismo, culpa, resentimientos…?
¿Qué personas hay en mi vida que también están obstaculizando y entorpeciendo mi encuentro con Él? ¿Quiénes me enredan y desvían de lo que realmente da vida y es bueno y lo mejor para mí?
¿Qué medios pongo para que se produzca el encuentro? El ciego gritó, Zaqueo se subió a un árbol, María (la hermana de Marta) se sentó a escucharle, Nicodemo salió en la noche a buscarle, los amigos del paralítico abrieron un boquete en el techo de la casa…
¿Acaso hay algún obstáculo infranqueable que te impida encontrarte con Él?
Quien desea encontrarse contigo, te está esperando. Tú decides si buscarle o buscarte, si seguir su camino o el tuyo, si vivir con Él o sin Él. Eres protagonista de tu vida y tú escribes tu historia.

lunes, 29 de junio de 2020

“POR EL PERSONAL SANITARIO, TE ROGAMOS ÓYENOS”


Internistas, intensivistas, enfermeras, microbiólogos, neumólogos… todos trabajando uniendo esfuerzos por salvar vidas a la vez que entregan la suya. Y es que el personal sanitario se sigue enfermando y son muchos los que ya han fallecido víctimas de esta pandemia

Todos podemos hacernos una idea del sufrimiento y la carga emocional de todos ellos ante la impotencia, frustración, enojo contra el gobierno porque no llegan las prometidas ayudas, por la mal llamada “apertura inteligente”, porque se valora más al “dios dinero” que el salvar vidas o porque no son escuchados. A la vez están sufriendo la pérdida de compañeros y pacientes, y viven el miedo a contagiar a sus familiares… Ellos sí que están en contacto directo con la muerte todos los días e imagino su dolor al ver la necedad de quienes todavía no creen y andan sin mascarilla, sin guardar la distancia o haciendo nada en la calle

No les dejemos solos en esta misión. No nos quedemos solo en la admiración. Acompañémoslos con nuestra responsabilidad y también con nuestra oración: para que sientan la presencia del Padre, su fortaleza, su consuelo, su amor desbordante y puedan ser fieles hasta el final. Por el personal sanitario, te rogamos óyenos.

sábado, 27 de junio de 2020

“ESCOGE LA VIDA Y VIVIRÁS”


Hemos nacido libres y para ser libres. Nuestro destino no está escrito. Con nuestras decisiones vamos escribiendo nuestra historia. Solo hay dos opciones:
  • Lo de Dios, el amor, la misericordia… lo que da vida
  • Lo del mundo, el poder, el éxito, el placer, el tener, el aparentar… lo que destruye

Constantemente y casi a diario tenemos que elegir. Y nos vemos en la encrucijada entre:
  • dar respuesta a nuestros intereses, apetencias, gustos… en definitiva escoger lo que nos conviene, aquello que nos va a proporcionar algún tipo de satisfacción personal
  • o ser fieles a la verdad, ser honestos, justos… y por tanto ser fieles a los valores de Jesús, a Dios y hacer su voluntad

Consecuencias de una u otra elección.
  • Cuando escojo lo que me conviene: aquello que es más gratificante, aquello que me exige menos esfuerzo, aquello en lo que voy a poder ser visto o admirado, aquello en lo que voy a resultar más beneficiado económicamente, aquello… quien elige es mi ego. Me busco y en ese buscarme puedo dañarme y hacer daño a otros. ¿Cómo voy a esperar que Dios esté conmigo, que me ayude, que me proteja… cuando elijo en contra de Él? Dios no es un amuleto del que me acuerdo en las dificultades, o que me va a librar de los desastres derivados de mis decisiones desacertadas. Él no puede hacer nada, más bien ya me dejó lo más importante: optar con Él o sin Él. Me deja que siga mi camino y espera que me dé cuenta de mis errores y regrese a casa. Porque igual que soy yo quien decide no optar por Él, puedo en cualquier momento volver a Él… pero eso depende de mí. La responsabilidad es sólo mía. 
  • Cuando escojo lo de Dios, hacer su voluntad, lo que verdaderamente da vida… tengo que soltar, desprenderme, abandonarme… y sobre todo confiar. Quien es fiel y opta por Él, puede tener la seguridad de que la providencia se manifestará, en su tiempo y a su manera, y además grandemente. Es en estas opciones donde se cuenta con el favor de Dios porque se optó por Él.

No hay más que decir. ¿Quieres vivir? Escoge la vida y vivirás. Solo hay un camino y tú eres libre para elegirlo

viernes, 26 de junio de 2020

“ES HORA DE DESPERTAR”


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En el camino de Jesús ni lo mucho es más, ni lo poco es menos. Los criterios evangélicos son contrarios a los del mundo
“Si quieres ser el más grande tienes que ser el más pequeño”
“Si quieres ser el primero, sé el último”
“Para vivir hay que morir”
“Para tenerlo TODO hay que dejarlo todo”
“Si te abofetean en una mejilla, pon la otra”
No es de extrañar que motive tan poco el camino de Jesús cuando el mundo ofrece: éxito, fama, honores, placer, cosas… El ego siempre quiere más
Los dos caminos ofrecen algo en común: “La felicidad”. Pero hay algo que los hace diferentes.
  • La felicidad que ofrece el mundo es pasajera, temporal, se diluye en cuanto pasa “eso” en lo que enfoqué mi felicidad… Los medios: acapara, triunfa, diviértete, todo está permitido, solo se vive una vez, no pienses, mantente joven, que te sirvan, conoce nuevos lugares, ten nuevas experiencias, luce una imagen radiante, compra lo último que ha salido en el mercado, abandona, aparenta lo que no eres y no tienes para dar envidia, no seas menos que…
  • La felicidad que ofrece Jesús es profunda. Los medios: deja, confía, sal de ti, entra por la puerta estrecha, muere, sirve, permanece, perdona, ten compasión, entrega tu vida…


Por supuesto que para nuestro ego los medios que nos ofrece el mundo son más atractivos pero todos sabemos que no son los más efectivos para lograr el fin que buscamos. Siempre habrá algo nuevo que comprar, un lugar distinto que conocer, una experiencia que probar, un éxito que conseguir…
Fuimos creados para ser felices y perdemos nuestra vida en propuestas que nos obnubilan, en espejismos que se diluyen cuando nos acercamos y los alcanzamos.
¿Hasta cuándo vamos a permanecer dormidos? ¿No es hora ya de despertar?


lunes, 22 de junio de 2020

“¿CÓMO PURIFICAR MI CAMINAR?”


Esta pregunta no es mía, es de una joven que ayer me compartía esta inquietud. Me admira su profundidad y su madurez.  Me alegra que haya quienes se cuestionan algo tan importante y a la vez tan necesario para poder ser verdadera y plenamente felices. Me da esperanza. Y me lleva a preguntarme cómo estoy caminando y qué tan pura es mi intención.
¿Cómo purificar mi caminar? La teoría creo tenerla clara, otra cosa es que siempre la haga vida.
Purifico mi caminar en la medida que lo que pienso, digo y hago tiene su origen en Dios y me lleva a Él. Todo lo que no tiene su origen o su fin en Él, es puro ego, es búsqueda de sí. De ahí la importancia de revisarse continuamente y de que San Ignacio fuera tan insistente en los exámenes de oración, del día…
Y es que hasta las acciones aparentemente más santas pueden estar contaminadas de necesidades insatisfechas, heridas no sanadas y deseos de reconocimiento, éxito, valoración…
Lo que pienso, digo, hago…
¿Dónde tiene su origen: en la mente o en el corazón? ¿Brota del “debería”, del “tengo que”, o del “es que si no lo hago yo…”?… ¿o surge como respuesta agradecida al amor experimentado?
Lo que pienso, digo, hago…
¿Responde al deseo del Dios de Jesús o a un “dios” que me exije, que me pide compromiso, que me va a premiar, a quien tengo que agradar porque si no…? ¿O a mis propias necesidades, miedos, deseos…?

Lo que pienso, digo, hago… ¿A dónde me lleva?. Estará purificada mi intención si…
  • Es un medio para construir el Reino
  • Me lleva a tener misericordia, paciencia, tolerancia… con los otros
  • Me acerca a los más desfavorecidos y a los excluidos
  • No descuido mis necesidades fundamentales.


¿Quieres purificar tu caminar? Examínate todos los días y siempre que tengas oportunidad. Trata de descubrir qué te mueve, cuál es tu intención, a dónde te lleva. Si quieres seguir a Jesús: No tengas miedo a la verdad, sincérate y mírate. Después estarás en disposición de abrir tu corazón, dejarte llenar y permitirle que sea Él quien haga la obra.

domingo, 21 de junio de 2020

“PARA INSACIABLES QUE QUIEREN MÁS”


Si comienzas a leer esto es porque sentiste que te identificabas con el título. No sé si eres de los insaciables que tratan de estar todo el día haciendo, o de los que ocupan ruido a todas horas, o de los que buscan experiencias cada vez más extremas, o de los que cosechan éxitos y nunca son suficientes, o de los que tratan de acaparar y tener cada vez más y siempre encuentran nuevas necesidades que satisfacer, o de los que…
El “más” nos atrae… Queremos tener “más”, ser “más” que…, viajar “más”, adquirir “más” conocimientos, disfrutar “más”, vivir “más” cómodamente, encontrar un trabajo que nos genere “más” ingresos, que nos quieran “más”…
Hay también un “más” evangélico que nada tiene que ver con el “más” del mundo. A ese “más” no le prestamos atención porque tenemos miedo de perder lo que ni siquiera tenemos.

El “más” evangélico no nace del ego, del esfuerzo, de la mente… sino que brota como respuesta agradecida de quien se siente infinitamente amado. Es un “más” que no cuesta, que no cansa, que no agobia, que no tensa. Es un “más” posible. “Mientras hagamos por completo aquel poco que podemos, estaremos haciendo lo mejor” (Arrupe). Ni más porque estaremos respondiendo a nuestro ego y terminaremos quebrándonos o abandonando, ni menos porque estaremos desaprovechando los dones y cualidades que se nos han regalado y en consecuencia nuestro crecimiento será limitado y no tendremos vida plena
El “más” evangélico no es hacer más cosas porque así siento que estoy cumpliendo, o porque “`pobrecito el sacerdote”, o porque no hay nadie que lo haga, o porque voy a ganar el favor de Dios o la admiración de la comunidad. Hacer más cosas no siempre es lo mejor ni lo más conveniente. Se trata de hacer lo que me toca hacer poniendo todo mi corazón en esa empresa. Hacer sin buscar provecho, beneficio, éxito, aplausos. El “más” que no brota del corazón no es evangélico
El “más” evangélico busca identificarse con los valores, actitudes y sentimientos de Cristo: humildad, sencillez, verdad, honestidad, solidaridad, renuncia, austeridad… Optar por el “más” evangélico es optar por lo que es “menos” para el mundo. El “más” evangélico cuestiona e incomoda a quienes se dejan llevar por el “más” del mundo, por eso juzgan, se burlan, persiguen y hasta son capaces de matar.
El “más” evangélico lleva a priorizar a los más pequeños, a los indefensos, a los excluidos, a los que menos posibilidades tienen, a quienes incomodan…
Recuerda, si tu “más” no brota del corazón… te estás buscando. ¿Qué hacer entonces? Ábrete al amor incondicional y a su misericordia para que puedas experimentarte querid@. Tu “más” brotará sin esfuerzo y será la respuesta agradecida a tanto amor.


sábado, 20 de junio de 2020

“¿ESTO ES UNA PRUEBA PERMITIDA POR DIOS?”


Muchos creyentes aseguran que esta pandemia es una prueba permitida por Dios. ¡Como si Dios tuviera el control del mundo y de nuestra vida y decidiera a su antojo qué hacer en él o con qué ensañarse para fastidiarnos!
¿Cómo podemos responsabilizar a un Dios Amor del mal que nos acecha? ¿O de lo que es natural en la vida como el caso de la muerte? ¿O de todo lo negativo que nos sucede?
Dios no controla… Dios no prueba… Un Dios Amor solo sabe AMAR. ¿Qué padre o madre que ama a sus hijos se va a levantar en la mañana pensando cómo probarles? Si nosotros que somos humanos no lo haríamos peor para que lo haga Él.
La propia vida nos presenta pruebas. Dios que nos ama, nos provee en cada momento de lo que necesitamos para hacerles frente.
  • Si no le sentimos o escuchamos, sale a nuestro encuentro y nos acompaña
  •  Si la tristeza nos envuelve, sabe cómo consolarnos
  •  Si nos acecha el miedo, nos consuela con su paz
  •  Si nos sentimos incapaces de superarlas, nos fortalece


Ni Dios manda pruebas ni Dios las permite (porque decir que las permite es como que se desentendiera de nosotros, cuando realmente no deja de estar presente porque quiere lo mejor).
Todo lo negativo que nos sucede es consecuencia de la ley natural de la vida o del mal uso de la libertad que hacemos como humanos.
No culpes a Dios de tus desgracias porque Él no tiene nada que ver con el origen de ellas. Es un Padre Bueno que quiere tu felicidad. Siente lo que sientes y te acompaña en tu camino. Está presente pero no puede evitar que las cosas sucedan como tampoco puede dejar de amarte porque eres su hij@ amad@


miércoles, 17 de junio de 2020

“EN CASA LO TIENES TODO”


Cuando mejor “parecía” que iba el mundo…
Cuando muchos países habían alcanzado un cierto nivel de “bienestar”…
Cuando creíamos que el ser humano ya era capaz de crear lo impensable y de controlar todo…
… aparece una pandemia que hace tambalear el planeta entero.
A veces tiene que suceder algo, y vernos “sin nada”, para ubicarnos. Esto que nos está pasando: ¿Es solo una pesadilla que queremos olvidar cuanto antes o una invitación a volver a casa?
Un día un hijo mejor pidió la herencia a su padre y se fue de casa. Así nos pasa en la vida. Creyéndonos autosuficientes, que todo lo podemos, que no necesitamos del Padre… nos vamos alejando de la casa en la que lo tenemos TODO. Y sin darnos cuenta estamos bien enredados en las seducciones del mundo: tener, poder, éxito, fama, bienestar…

¿No has tocado muy de cerca tu propia fragilidad, vulnerabilidad? ¿Cuáles son tus apoyos cuando no queda nada? ¿Cuál es el sentido de tu vida? ¿Has logrado distinguir lo superfluo de lo realmente necesario? ¿Qué es valioso en tu vida?
¿Has llegado a sentir que tocabas fondo? ¿Has experimentado el tener “hambre”? ¿Has reconocido que lo que haces y vives no tiene sentido y está hueco? ¿Te has encontrado sin una base sólida en la que apoyarte o sin fuerzas?
¿Estás en casa o lejos de casa? Si ya estás lejos porque consciente o inconscientemente te fuiste alejando, ¿a qué esperas?. Regresa pronto. Recuerda que en casa lo tienes TODO

martes, 16 de junio de 2020

“ME FALTA UNA PARÁBOLA”


¡Con la de parábolas que hay en el Evangelio y hoy me di cuenta de que me falta una!
Se nos habla de un Buen Pastor que deja las 99 ovejas para ir a buscar a la perdida. Y no cesa hasta encontrarla. La busca porque para Él todas son importantes y no quiere que ninguna se pierda. En esta parábola la iniciativa es del Buen Pastor. La oveja no hace absolutamente nada por regresar, no se cuestiona volver, no es consciente del peligro que tiene ahí afuera y sola. Pero para Alguien es importante, única y especial y la quiere con Él porque quiere lo mejor para ella y Él se lo va a poder dar
Por otra parte se nos habla de un hijo menor que pide su herencia a su Padre y se va de casa. Derrocha todo en las seducciones del mundo. Cuando toca fondo es capaz de detenerse, reflexionar, caer en la cuenta de su necedad y regresar con humildad. El Padre le deja ir, le da libertad, y se queda en casa… esperando el regreso del hijo. La iniciativa del encuentro es del hijo, tal vez lo que le motiva a regresar es el hambre pero lo importante es que vuelve a casa. Y el Padre que lo ama, lo recibe con abrazos, besos y honores y no le cuestiona ni reclama. Creo que hasta ese momento cayó en la cuenta de su error y del gran Amor de su Padre.

Ahora bien, la parábola que me falta es la del Padre que sale al encuentro de sus hijos, mientras los hijos buscan incansable e incesantemente al Padre. Me cuesta entender por qué a veces se demora este encuentro cuando las dos partes lo desean. ¿Será que inconscientemente bloqueamos ese encuentro con nuestros miedos?. ¿Será que no le buscamos donde realmente está? ¿Será que miramos desde nuestros esquemas? Tal vez hay resistencias en nosotros… quizás los apegos nos impiden avanzar… a lo mejor no estamos preparados todavía para ese encuentro… o de repente no sea el momento… Lo importante es seguir buscando y poner los medios a nuestro alcance… porque lo que es seguro es que Él camina hacia nosotros.
En este momento de tu vida ¿con qué parábola te identificas?. El Padre es el mismo en todas ellas, un Padre Bueno que nos ama y lo que más desea es que estemos con Él porque quiere nuestra felicidad


domingo, 14 de junio de 2020

“DEJEMOS SER Y HACER AL ESPÍRITU”


Jesús ya nos dio el mismo espíritu que a Él le movió y nos prometió que haríamos cosas más grandes. ¿Qué está bloqueando en nosotros la acción del Espíritu? Nuestra Iglesia necesita personas que se dejen inspirar, guiar y llevar por Él

Impedimos ser y hacer al Espíritu cuando…
  • Nos encerramos en el pesimismo y la negatividad
  • Adoptamos el rol de víctima esperando que los otros nos hagan o nos den todo
  • Nos quejamos de lo que nos pasa, de lo que nos sucede, de lo que nos hacen, de lo que nos dicen, de cómo actúan los otros…
  • Anteponemos nuestro querer e interés y desatendemos las necesidades de los otros
  • Llenamos nuestra vida de actividades, compromisos, cosas, ruido…
  • Actuamos en función de las expectativas de los demás
  • Nos dejamos llevar por la pereza, la comodidad
  • No reconocemos nuestros dones y no confiamos en nuestras posibilidades
  • Nos sentimos más que los otros, cuando queremos imponer nuestras ideas, cuando nos creemos en posesión de la verdad, cuando pensamos que todo lo que hacemos es lo correcto y está bien
  • Nos vemos inferiores a los demás y nos paralizamos
  • Nos dejamos llevar por nuestros miedos
  • ...

Dejemos ser y hacer al Espíritu. Hagamos silencio en nuestro interior,  aprendamos a escuchar, vayamos a su ritmo, estemos disponibles y respondamos con generosidad a sus insinuaciones e invitaciones.

viernes, 12 de junio de 2020

“SI TE CALLAS… ERES CÓMPLICE DEL MAL”



El coronavirus no es un pecado, es una enfermedad.
La ignorancia, la desinformación o el miedo, hacen que muchos oculten esta enfermedad poniendo en riesgo la vida de otros.
Si estás afectado por el coronavirus o conoces a alguien que puede estarlo, no te calles, divúlgalo por todos los medios. De esta manera:
  • Proteges a familiares, amigos y personas más cercanas
  • Animas a los otros a cuidarse más y ser más conscientes de que también a ellos les puede pasar

Jesús es el camino, la verdad y la vida…. LA VERDAD. Si te callas… eres cómplice del mal. Seguro que tienes cien mil y una justificaciones para callar, quien anima a procurar secreto siempre es el mal. Algunos de tus argumentos pueden ser…
“Es que la gente me va a mirar mal o van a hablar de mí”
“Es que no se me van a acercar”
“Si se dan cuenta en mi trabajo me van a echar”
“No es necesario que la gente se entere”
 
Y por callar traicionas LA VERDAD, a Dios. Por muy santa que sea tu razón, estás volviendo la espalda a Dios, te estás aliando con el mal.

¿Te dices cristian@? Seguir a Cristo supone ser siempre fiel a la verdad aunque eso te cueste la vida (y en esto de la pandemia no te la estás jugando con ser sincero). Si ocultas la verdad, ocultas a Dios y el mal gana la partida. Con Cristo o sin Él, tú decides.

miércoles, 10 de junio de 2020

“BUENAS NOTICIAS”


Todos esperamos buenas noticias pero la realidad es que nos llegan infinidad de noticias negativas. Si observamos atentamente los noticieros o la prensa, o escuchamos a los más cercanos, nos daremos cuenta de cómo nuestra atención se enfoca en lo que no es bueno, en lo que no nos ayuda a crecer, en lo que nos daña emocionalmente. Y a veces hasta nos recreamos en esas malas noticias.
Alguien pasó por aquí hace muchos años y nos vino a comunicar una gran noticia, la mejor… una noticia que da vida, que alienta nuestra esperanza… Jesús entonces, y también hoy, nos ha transmitido la Buena Noticia: “Su Padre, y Padre de todos, nos ama y desea que seamos felices”
Ese Padre no es exclusividad de unos pocos… es Padre de todos y además: Bueno.
  • Un Padre amoroso, compasivo, tierno, preocupado especialmente por quienes más necesidad tienen y por los pecadores
  • Un Padre que no castiga, que perdona incansablemente y sin pedir cuentas
  • Un Padre que no obliga, no exige, no condiciona
  • Un Padre que nos da libertad y respeta nuestras decisiones
  • Un Padre que no pone pruebas ni se ensaña con sus hijos
  • Un Padre que no juzga ni envía al infierno
  • Un Padre cercano
  • Un Padre que nos conoce y también nuestros problemas y necesidades
  • Un Padre que escucha nuestras peticiones pero que nos da, no lo que pedimos sino, lo que nos conviene de la manera y en el tiempo que considera más apropiado
  • Un Padre que nos invita a confiar en Él… podemos lanzarnos sin miedo porque Él nos va a recoger en sus brazos.

¿Es posible no amar a un Padre así? Esta fue y es la Buena Noticia de Jesús… la existencia de un Dios Bueno… un Dios Padre… un Dios que sostiene, cuida, provee, consuela, fortalece… a sus hijos.
Definitivamente que cuando damos la espalda a Dios, le negamos y rechazamos, es porque no somos conscientes de su amor y del milagro que ese amor puede hacer en nuestras vidas

¿Quieres ser feliz? Escucha la Buena Noticia de Jesús. Ve al encuentro del Padre. Ábrete al amor que te quiere regalar. Sólo así podrás amarlo y hacerlo el centro de tu vida

martes, 9 de junio de 2020

“¿HASTA CUÁNDO VAS A SEGUIR CREYENDO EN “dios”?”


No entiendo como hay “iglesias” que aglomeran a tanta gente presentando la imagen de un “dios” castigador, juez implacable, exigente…
No entiendo que la gente opte por creer en un “dios” al que tener miedo, un “dios” lejano, un “dios” que premia o castiga en función de cumplir o no unas normas, de sacrificarse, de lograr méritos…
Me da más pesar cuando veo que dentro de la iglesia católica, muchos fieles prefieren apegarse a esas imágenes en lugar de acoger el amor de un Dios Padre. Y aún me da más tristeza si escucho, por parte de líderes de grupos o personas muy entendidas en teología, comentarios que alimentan la idea del “dios” del Antiguo Testamento.
Aterricemos… ya han pasado dos mil años… Abramos nuestro corazón y aceptemos al Dios de Jesús. ¿Cuál es el miedo? ¿En qué te ayuda creer en un “dios” que controla tu vida, te manda pruebas, se ensaña contigo, y se desentiende de tus problemas? ¿Cuánto tiempo vas a tardar a abrir tu corazón al Amor?

Entiendo que haya personas que ante la idea de un “dios” pequeño, cruel y tirano, se retiren de la iglesia. Sin embargo me cuesta más comprender a quienes creyendo en un “dios” así permanecen
Todo niño maltratado por su padre quisiera irse de casa pero ¿dónde ir? Y cuando es adulto ¿se quedaría en casa de sus padres si su padre siguiera maltratándolo?. Si nos enseñaron a creer en un “dios” así… ¿por qué no abandonamos ya a ese “dios” si sabemos que nos limita y coarta nuestra libertad, que nos asusta con castigos en la tierra o el temido infierno en la vida eterna, que nos está observando y juzga todas nuestras acciones?
Jesús nos invita a acoger en nuestra vida a su Padre, un Padre que solo entiende de amor. Eres libre de escoger tus creencias pero si eres inteligente decidirás  con madurez y responsabilidad y sin duda elegirás lo que te ayude a crecer, a tener vida y a ser feliz. No te dejes engañar… Jesús vino a mostrarnos el verdadero rostro de Dios. Cristiano es quien sigue a Cristo y eso solo es posible si te abres y acoges a su Dios.

domingo, 7 de junio de 2020

“EL PODER DE SU MIRADA”


En la Eucaristía decimos: “Señor, no soy dign@ de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme”
Creo en el poder de su palabra pero también en el de su mirada para sanarme.
Creo que su mirada tiene poder, el poder de…
  • Amarme con todo lo que soy
  • Perdonar todos mis errores, fallos, decisiones inadecuadas
  • Mostrarme mi verdad
  • Iluminar todas mis zonas oscuras
  • Hacer posible que me mire como Él me mira
  • Sanar todas mis heridas
  • Cambiar mi corazón
  • Transformar mi vida


¿Por qué no me dejo alcanzar por Su Mirada? ¿Cuáles son mis miedos y resistencias? ¿Qué puedo perder?
Solo el AMOR puede enderezar lo torcido, reconstruir lo que está roto, rescatar lo perdido, curar lo herido, levantar lo caído.
Que nos dejemos alcanzar y transformar por el poder de Su mirada

jueves, 4 de junio de 2020

“ALGUNAS DE NUESTRAS INCONGRUENCIAS”



Deseamos salir de casa pero ni nos planteamos salir de nosotros mismos
Nos quejamos por tener que andar con mascarilla pero usamos un montón de caretas a lo largo del día
Anhelamos encontrarnos con los otros pero evitamos encontrarnos con nosotros
Criticamos los errores de los demás pero no nos cuestionamos nuestra responsabilidad
Ansiamos que abran las iglesias pero nuestro corazón sigue cerrado
Queremos comulgar pero ni nos cuestionamos el estar en comunión con los más desfavorecidos y excluidos de la sociedad
Esperamos que el tiempo pase rápido pero no queremos envejecer
No nos planteamos el tema de la muerte pero buscamos como matar el tiempo
Soñamos con ser libres pero no hacemos algo por romper las cadenas que nos impiden volar
¿Quién nos puede entender?

miércoles, 3 de junio de 2020

“¿CÓMO TE PUEDO LLAMAR “PADRE”?”


¿Cómo te puedo llamar “Padre”…
… si no veo en el otro a mi hermano?
… si no le miro como Tú le miras?
… si me desentiendo de su suerte o solo le doy migajas?
… si su sufrimiento no me conmueve y no hago algo por aliviarlo?
¿Cómo te puedo llamar “Padre”…
… si no me preocupo de los más necesitados y desfavorecidos?
… si me fastidian los “hijos pródigos” que vuelven a casa?
¿Cómo te puedo llamar “Padre”…
… si tengo malos sentimientos hacia otros?
… si manipulo o utilizo a los demás según mi conveniencia?
… si critico, humillo o calumnio a los que no me caen bien o no piensan como yo?
… si con mis palabras, acciones y omisiones daño a otros?
… si odio, guardo rencor o alimento sentimientos de venganza?
… si impongo mi verdad a costa de lo que sea?

¡Qué fácil nos resulta decirnos hermanos! Pero ¿realmente nos sentimos y tratamos como hermanos?. Si solo se queda en palabras ¡Qué lejos estamos del Dios de Jesús que es Padre de todos y quiere lo mejor para todos!
Si me vivo como hij@ y como herman@: todo será de todos y se acabarán las rivalidades, las desigualdades, las injusticias. Comencemos a construir el Reino.