domingo, 13 de julio de 2025

“¿QUÉ MÁS DA EL LUGAR?”

 

El lugar en el que estás es el que el Señor quiere para ti en este momento. El lugar tan solo es un medio, un medio para amarle, servirle y acoger su amor. Visto así… ¿Qué mas da el lugar?. ¿Acaso no está ahí?.

Hacer su voluntad pasa también por acoger ese lugar que Dios ha dispuesto para ti: Una habitación de hospital, una residencia de mayores, un trabajo, una parroquia, la celda de una prisión o de un convento, la casa y a las personas con las que convives…

En ese lugar en el que estás, también está Él.

A veces pensamos o anhelamos otros lugares, los consideramos incluso más perfectos y no terminamos de aceptar aquel que el Señor ha dispuesto para nosotros. Renegamos, nos quejamos y a veces huimos buscando otros escenarios en los que poder satisfacer nuestras necesidades o llenar nuestros vacíos.

El lugar es el que es, éste es el que nos toca en este momento.

El lugar es relativo, es transitorio, como todo lo demás. Todos somos peregrinos en esta tierra y tarde o temprano ya no estaremos donde ahora permanecemos.

En esos espacios concretos, en los que nos movemos en el día a día, somos invitados a realizar nuestra misión, a encaminarnos a Él, a “pegarnos” más a Él, a perseverar aunque aparezcan dificultades, a esperar y darlo todo mientras no disponga otra cosa.

Ese lugar en el que estamos es el que Él ha pensado para nosotros en este momento, es el ideal para que su voluntad sea por medio nuestro. Abrazarlo y acogerlo es abrazar y acoger a Jesús y la voluntad del Padre, es abandonarnos, dejarnos amar por Él.

Amar ese lugar, y ofrecer nuestra alma, nuestra vida y nuestro corazón en él, es amar a Dios.