Cuanto más avanzas
en “lo de Dios”, mayor es la soledad que experimentas. Los compañeros de camino
se van quedando atrás, es más difícil compartir con ellos porque sientes que no
te entienden
Es hora de dejar ir
y de decir adiós.
Es hora de que te
abras a nuevos compañeros de camino con los que seguir avanzando, descubriendo,
creando
Es hora de morir a
lo viejo para dar paso a la novedad y para eso hay que ser valiente.
Dios nos dice en
cada momento: “Estoy y siempre estaré contigo”
En cualquier caso
siempre debemos recordar que Dios siempre estará dispuesto a reconstruirnos
para que comencemos de nuevo
No estamos solos…
sabe valerse de seres humanos como tú y como yo para mostrarnos su amor, para
que experimentemos su presencia y para que nos sintamos acompañados en nuestro
peregrinar por este mundo
Que así como se vale
de otros, para hacerse presente en mi vida, se sirva de mí para mostrar a otros
su incondicional amor y su infinita misericordia.
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