Todo aquello a lo que llamamos
pecado es ruptura de nuestra relación o con Dios o con el prójimo y ambas están
íntimamente relacionadas. Si rompo mi relación con Dios, estoy rompiendo mi
relación con el prójimo. Si rompo mi relación con mis hermanos, rompo mi
relación con Dios

Porque todo pecado es
consecuencia de nuestras heridas o de nuestras necesidades. Es inevitable pecar
porque todos tenemos heridas que sanar y necesidades que satisfacer. Él sabe de
qué barro estamos hechos. Tal vez nos hizo imperfectos para que no nos
creyéramos “Dios” ni más que los demás, para que fuésemos humildes, para que
fuéramos tolerantes, compasivos y misericordiosos los unos con los otros, para
que nos apoyásemos, para que no nos aferrásemos a lo temporal…
Todos andamos cargando una
herida de traición, humillación, abandono, rechazo o injusticia… y algunos más
de una. Además de esto tenemos necesidad de amor, de aceptación, de valoración…
Consciente o inconscientemente herimos por donde nos hieren haciendo daño a los
otros y también a nosotros. Y tratamos de satisfacer nuestras necesidades
manipulando, saboteando, utilizando o engañando a los otros.
- Él me perdona todo. De mi parte está:
- No creerme perfect@ y buscar solo ser perfect@ en el amor
- Aceptarme con todo lo que soy y tratarme con compasión
- Perdonarme por mis faltas y errores
- Trabajar mis heridas para vivir plenamente
- Tratar de satisfacer mis necesidades sin condicionar o utilizar a los otros
- Aceptar el perdón de Dios
Gracias por estas hermosas palabras, la decisión de perdonar está en nosotros y en querer experimentar el amor de Dios
ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarSolo cuando perdonamos, las heridas comenzarán a sanar.
Perdonar es: Tomar las lista de todo lo que me hizo y romperla, y decir:"no me debes nada".