Tengo algunos despistes y tardo en acordarme de algunos nombres pero, por
lo demás, creo tener todavía bien la cabeza. Sé en qué fecha estamos pero ayer
hice un regalo y con él fue mi mensaje y mi deseo de “Feliz Navidad”.
Voy a hacer un paréntesis para hablar algo de mi comadre la chiquita, la
menor de las tres que tengo. Acostumbraba a estrenar ropa el mismo día que la
compraba, conociéndola no dudo que siga igual. Yo no daba crédito y me hacía
sonreír porque siempre se justificaba diciendo: “Ay no Gloria ¿Y si me muero
esta noche?”. Ponía muy bien en práctica lo de: “No dejes para mañana lo que
puedas hacer hoy”.
Ayer me pasó a mi algo semejante con el regalito. Me acordé de Jensy y
pensé: “Y si para Navidad ya no estoy, el regalo nunca llegará a su destino”, así
que me apliqué el cuento de mi comadre.
En todo esto me quedo con dos cosas: